Por Elsa Baughman
GREENWOOD – “Aquí estamos nosotros, llamados por la gracia de Dios”, anunció el Padre Harry Grile, provincial superior de los Redentoristas de la Provincia de Denver, CSsR, durante una misa especial para facultar a los cuatro sacerdotes redentoristas que van a comenzar a prestar servicios en el área del Delta.
Varios sacerdotes, religiosos, religiosas y ministros laicos asistieron a la celebración presidida por el Obispo Joseph Kopacz en la nueva y pequeña Capilla de la Misericordia el 15 de octubre a las doce del mediodía.
Los Padres, Patricio Keyes, Ted Dorsey, Scott Kastenberger y Thanh Dinh Nguyen se han comprometido a colaborar en ministerio hispano en el Delta por cinco años.
Durante la homilía, el Padre Grile dijo que estaba muy feliz de estar en Mississippi. Relató la historia de su congregación y su venida a los Estados Unidos en 1832 para servir en este país. “Hay algo en la sangre de los Redentoristas, que donde hay una necesidad, en donde hay gente a la que Dios nos llama, a veces son personas que viven en los márgenes de la sociedad, allí es donde nuestro corazón nos pide que estemos”, dijo.
Indicó que se habían preguntado a sí mismos como grupo, ¿Dónde están las necesidades de la iglesia de hoy? ¿Dónde podemos dar respuesta a esas necesidades? “Las personas de habla hispana en los Estados Unidos muy a menudo se encuentran en situaciones en las que no hay nadie que los asista en sus necesidades espirituales”, dijo. “¿Cómo podemos tratar de responder a esa necesidad?, se preguntaron.
Después de un período de discernimiento conocieron las necesidades de la Diócesis de Jackson. “Llamamos y Monseñor Sunds nos invitó a venir a Mississippi”, dijo. “Aceptamos la invitación”.
La estrategia de la iglesia, el Padre Grile anotó, es “juntar a la gente” (los hispanos, en este caso), les dices la historia (el amor y la misericordia de Dios) y partes el pan (Jesús, cuya vida perdió por nosotros).
Al final de la misa, con los cuatro sacerdotes reunidos en torno al altar el Obispo Kopacz dijo, “. . . En el nombre de Jesucristo, el Buen Pastor, Yo, Obispo José Kopacz, los comisiono a predicar la buena nueva de Jesucristo, a la manera del gran apóstol san Pablo, a las comunidades del Delta de Mississippi. Que Dios bendiga sus esfuerzos y abra el corazón de nuestro pueblo para escuchar la palabra de Dios”. Seguidamente le entregó una cruz a cada uno la cual se la colocaron en su cinturón.
El Obispo Kopacz le dio las gracias al Padre Grile por su narración de la visión y espíritu de los Redentoristas y del heroísmo de su misión y su ministerio al servicio del Señor y por su presencia en la diócesis. “Mucho amor y propósitos se han unido para celebrar el día de hoy. Es muy claro lo que el Señor está haciendo”, dijo el obispo.
Antes del himn
o de salida, el Padre Dorsey dijo que es una tradición redentorista en una reunión como ésta, terminar con una oración de perseverancia a nuestra Madre del Perpetuo Socorro con el canto de la Salve Regina.
Cuando anunciaron a principios de mayo que iban a venir a la diócesis para servir en el Delta, el Padre Keyes, dijo que en los últimos 10 años la presencia hispana en el Delta ha aumentado de forma espectacular, y la diócesis ha comenzado a servir a los hispanos del área. “Creemos que seremos capaces de complementar y fortalecer el ministerio que ya ha comenzado”, añadió.
El lema de los Padres Redentoristas es “Con Él no hay abundante redención”. Como San Alfonso Liguoir, su fundador, ellos siguen a Jesús el Redentor en la predicación de las Buenas Nuevas a los pobres.
Lee y Magdalena Abraham ofrecieron un almuerzo en el salón del Tallahatchie Crest, un nuevo edificio donde funciona el centro de retiro Locus Benedictus.
Los hermanos Abraham son miembros de la Parroquia Inmaculado Corazón de María y son propietarios de la tierra donde se construyó la Capilla de la Misericordia.
En la edición de Sept./Oct. 2014 del boletín “denverlink” de los Redentoristas de la Provincia de Denver, el Padre Keyes escribió, “El pueblo del Delta son personas de gran fe: las iglesias están llenas los domingos por la mañana. Por lo general, la gente no le pregunta a los extraños donde trabajan, le preguntan a que iglesia asisten. . . . En las personas con las que hacemos ministerio, vemos a los pastores de Scala, (Italia) a los niños y niñas de Varsovia y a los inmigrantes de Filadelfia. Nadie tiene qué preguntar donde están los pobres y abandonados en el Delta. Estamos agradecidos a la Provincia de Denver y a nuestros benefactores que sostienen este ministerio”.