DURANT – Un aguacero no amortiguó la ceremonia de dedicación y bendición de un monumento para honrar las vidas de las hermanas Margaret Held y Paula Merrill.
Una multitud de 100 personas se reunieron el 20 de mayo en el Parque de la Libertad en Durant y resistieron la tormenta para honrar a las dos monjas, que hicieron un impacto en la comunidad en la que residieron durante los últimos 15 años de sus vidas.
Merrill, una hermana de la Caridad de Nazaret y Held, una hermana de la Escuela de San Francisco fueron asesinadas en su casa el 25 de agosto de 2016. Las dos trabajaron en la Clínica Médica de Lexington y asistieron a la iglesia Católica Santo Tomás en Lexington.
“Fue maravilloso ver a tanta gente venir de todo el país”, dijo el reverendo Greg Plata, OFM, pastor de Santo Tomás, quien dirigió el servicio. “A pesar de que fue un día horrible en cuanto al tiempo, eso no disuadió de la alegría del día en que nos reunimos. Cada vez que voy por ese camino (el monumento) voy a agradecer a Dios por estas dos mujeres increíbles. Es una manera grandiosa de recordar a nuestras hermanas.”
Algunos de los asistentes incluyeron líderes de la ciudad de Durant, familiares, amigos, personal y pacientes de la clínica y feligreses de Santo Tómas. El servicio contó con la presencia del alcalde de Durant, Tasha Davis, y del obispo Joseph Kopacz, cantos, oraciones, lecturas bíblicas y la inauguración del monumento.
Para iniciar el evento, Davis dio la bienvenida a los asistentes. “La Biblia nos enseña a dar honor donde se debe el honor y todos podemos estar de acuerdo en que es digno de honrar a estas dos señoras que dejaron una marca eterna en la ciudad de Durant y el condado de Holmes.”
Antes de bendecir el monumento, Kopacz habló del servicio de las hermanas a sus comunidades. “Así como de los cielos la lluvia y la nieve bajan y cumplen lo que se les manda hacer, la Hermana Paula y la Hermana Margaret también llegaron a estas comunidades, cumplieron la misión de Dios y les devolvieron la vida cumplida en el cielo,” dijo.
Después de la inauguración, varias personas compartieron sentimientos sobre Held y Merrill. Mary James, quien trabajó en la clínica, dijo que ella y los otros miembros del personal de la clínica fueron verdaderamente bendecidos por haber conocido a Held y Merrill. “Me tomaron bajo sus alas, y nos hicimos familia. La presencia angélica de las hermanas fue tan grande. Los extrañamos todos los días.”
El hermano de Held, James Held, habló del amor de su hermana por la gente, “Siempre tratamos de convencerla de que regresara al medio oeste. Nunca pudimos convencerla de que regresara y la extrañamos. Ella te quería tanto y ella se quedó y dio su vida por todos ustedes.”
Carolyn Riley, concejal de Durant, dirigió el esfuerzo para conmemorar Held y Merrill con el monumento. Riley, que no conocía personalmente a las hermanas, dijo que la tragedia la afectó cuando escuchó las historias sobre lo que las hermanas hicieron por la comunidad – cuidando a los enfermos y los sin seguranza, proporcionando medicamentos para los quien no pudieron pagar, e incluso ayudar a algunos a inscribiese para la discapacidad.
Después de una bendición, se llevó a cabo una misa en Santo Tomás, seguida de una comida de pescado. Hermana Michelle Doyle, SSSF, recordó a Held y a Merrill como mujeres que hacían “todas las cosas correctas”. “Reciclaron. Tenían su propio jardín. Vivían una vida muy simple. Estaban ayudando a los pobres. Fueron mis amigas y las extraño mucho.”
Hermana Tonya Severin, vice-provincial de la Provincia Occidental de las Hermanas de la Caridad de Nazaret, dijo que el monumento sería una forma para que la gente de Durant mantengan una conexión con Held y Merrill. “Vivieron con el mensaje de Jesús, que debemos entregarnos a nosotros mismos en servicio amoroso a los demás y eso es lo que hicieron tan discretamente.”