Por Berta Del Carmen Mexidor
En un análisis de historia y sus consecuencias para hoy, el Dr. Huffman Ospino intercambió información de interés con Padres, seminaristas, hermanas y laicos que trabajan en las parroquias y la Diócesis.
Ospino presentó varios datos sobre la formación del catolicismo en los Estados Unidos y por qué en el siglo 21 la iglesia está adoptando ministerios diseñados para aliviar la segregación en nuestras iglesias.
Esta segregación, infligida social and personalmente, está afectando a la sociedad y, por lo tanto, a la interacción en la iglesia. Esta segregación es un fenómeno nacional y no se puede ver como resultado de la actual o últimas administraciones políticas, explicó Ospino.
Es una conclusión histórica de eventos económicos, raciales, ideológicos y sociales. Esta segregación actual es una actitud personal para elegir la vida segregada y es una tendencia que ha ido empeorando desde los años sesenta. “Esta auto segregación nos está destrozando”, Ospino notó.
Las experiencias personales y la cultura que se llevan a la iglesia todos los domingos pueden afectar positiva o negativamente el enfoque y el éxito de la iglesia.
Por historia, los católicos tienen dificultades para mantener y compartir su fe. Al principio irlandeses, alemanes e italianos abrieron y continuaron su fe por generaciones con la creación de iglesias nacionales. La presidencia de Kennedy creó un hito de asimilación para los católicos en este país, después de años de discriminación contra el catolicismo. Negros, latinos, asiáticos e internacionales están convergiendo al catolicismo desde diferentes rutas y causas
En Estados Unidos, hispanohablantes, principalmente generaciones de mexicanos se convirtieron en ciudadanos estadounidenses después del Tratado de Guadalupe Hidalgo en 1848, y más tarde, en los años sesenta, la inestabilidad política y económica detonó una emigración en los países de América Latina y el Caribe, trayendo consigo el catolicismo. Cubanos, mexicanos y puertorriqueños vinieron a mantener su fe en las iglesias católicas establecidas en los Estados Unidos.
Este patrón continúa hasta hoy con la inmigración de venezolanos, guatemaltecos, hondureños y más. Toda esta población inmigrante principalmente comparte el mismo idioma: español. Al mismo tiempo, la segunda y la tercera generación de hispanos hablan inglés.
Abrazar la diversidad es el nuevo desafío para nuestras iglesias; traer lo mejor de nuestras sociedades y culturas fortalecerá a la Iglesia Católica. “Los latinos están asistiendo a la iglesia, donde quiera que vayan, para mantener su fe”, enfatizó Ospino, al señalar que al final todos los “católicos están llamados a compartir y mantener su fe”.
Reverendos, diáconos y líderes de más de 20 parroquias estuvieron presentes en la reunión. La mayoría de los reverendos están trabajando en lugares donde la comunidad latina tiene una presencia importante.
Todas estas estadísticas deben impulsar a la Iglesia Católica a acercarse primero a la juventud hispana, en segundo lugar, trabajar con la vida familiar y en tercer lugar, crear un nuevo contexto para las vocaciones. Coincidentemente estos son los objetivos de la agenda principal para V Encuentro, que se celebrará a fines de septiembre.
En Estados Unidos, 35 millones de latinos son católicos, las cifras crecen cada año y Ospino dijo que “este tsunami humano está transformando la iglesia católica”, en 700 diócesis con más 17 mil iglesias en el país, creando lo que Ospino considera como el surgimiento de ” Iglesias Multiculturales “