Por Carol Zimmermann
WASHINGTON (CNS) Catholic News Service
Aunque el retiro de una semana de duración para los obispos católicos de Estados Unidos hizo hincapié en la reflexión tranquila, varios obispos hablaron en las redes sociales durante y luego del retiro, que concluyó el 8 de enero, con una reacción positiva al respecto y ensalzar al líder del retiro, el padre capuchino Raniero Cantalamessa, quien ha predicado a los papas y altos funcionarios de la Curia romana durante casi 40 años.
Un obispo dijo que escuchar al padre Cantalamessa era como estar en presencia de los primeros teólogos cristianos. “Claro, intensamente lleno del Espíritu Santo, y todo por el Reino de Dios”, dijo el obispo auxiliar Michael J. Boulette de San Antonio en un tweet. “Sigamos orando los unos por los otros, nuestra iglesia y nuestro mundo. ¡Una bendición de estar aquí!” El arzobispo Paul D. Etienne de Anchorage, Alaska,
tuiteó que el líder del retiro era un “verdadero instrumento del Señor”. El obispo Lawrence T. Persico, de Erie, Pensilvania, describió las pláticas y homilías del padre Cantalamessa como “poderosas y atractivas”. El obispo auxiliar de Boston, Mark W. O’Connell, dijo que fue una “experiencia verdaderamente bendecida” estar en un retiro con el padre Cantalamessa, “El Espíritu Santo estaba poderosamente presente, y yo estaba bastante conmovido”, tuiteó.
El Papa Francisco sugirió al Padre Cantalamessa de 84 años, que ha servido como predicador de la casa papal desde 1980. El tiempo de oración del 2 al 8 de enero en el Seminario Mundelein en la Universidad de St. Mary of the Lake, cerca de Chicago, se planificó en gran medida en respuesta a las revelaciones del verano pasado sobre las denuncias de abuso sexual que alcanzaron los niveles más altos de la iglesia de Estados Unidos.
En un correo electrónico a CNS semanas antes del retiro, el Padre Cantalamessa dijo: “El Santo Padre me pidió que estuviera disponible para dirigir una serie de ejercicios espirituales para la conferencia episcopal para que los obispos, lejos de sus compromisos diarios, en un clima de oración, en silencio y en un encuentro personal con el Señor, puedan recibir la fuerza y la luz del Espíritu Santo para encontrar las soluciones correctas para los problemas que afligen a la iglesia de los Estados Unidos hoy en día “, agregó..