Por Berta Mexidor
JACKSON – El padre Clement Olukunle Oyafemi (alias Clemente de Dios) se unió, a mediados de octubre, al personal del Departamento de Formación de la Fe de la cancillería como Coordinador del Ministerio Intercultural.
La Oficina Diocesana de Ministerio Intercultural (ODIM) está renovando sus esfuerzos en proporcionar un enfoque de misión de diversidad para
“cultivar el empoderamiento de las comunidades católicas negras, hispanas, vietnamitas, nativo-americanas y otras comunidades culturales en toda la diócesis”. En 1978, la Hermana Thea Bowman, FSPA fue nombrada por el Obispo Joseph Brunini para dirigir la Oficina de Asuntos Interculturales de la diócesis para sembrar las semillas de la promoción de la conciencia y la sensibilidad culturales. El ejemplo de misión y vida de la hermana Thea mostró a los católicos en Mississippi y en todo el país el cómo “abrazar nuestra fe común mientras celebramos nuestra diversa herencia cultural.”
El año pasado, el obispo Kopacz decidió compilar la misión de los ministerios negro e hispano, bajo la visión de diversidad de la hermana Thea, para lograr el mismo objetivo y extender los servicios a nuevas comunidades, creciendo en número entre la diócesis. Los antecedentes del padre Clem se ajustan a continuar la misión de la hermana Thea y a la visión católica mundial. El Padre Clem, durante su misión en la Diócesis, quiere colaborar y comprometerse con el pueblo de Dios en un esfuerzo continuo por verse como miembros de la misma familia de Dios. “Él realmente ve el trabajo de este nuevo rol como un llamado,” dice Fran Lavelle, directora del Departamento de Formación de Fe. El Padre Clem nació y se crio en el suroeste de Nigeria, en una familia ecuménica y es uno de los seis hijos vivos. Ordenado en 1994, el Padre Clem es sacerdote de la Diócesis Católica de Osogbo. Sirvió en la Oficina de la Cancillería y parroquias durante 18 años. Se desempeñó como Capellán de Personal, Gerente y Director de Atención Pastoral hasta el verano del año pasado cuando regresó a casa brevemente después de 18 años de servicio misionero en los Estados Unidos.
“Pero nuestra ciudadanía está en el cielo.” (Filipenses 3:20)
“Soy del cielo. Soy ciudadano del cielo”, es la respuesta del padre Clem cuando le preguntas de dónde es porque su madre le enseñó esa línea cuando tenía tres años. Criado en un ambiente multiétnico, intercultural e interreligioso, el Padre Clem es una persona que ve a Dios en cada ser humano sin importar su raza, color, etnia, idioma, edad u orientación.
El Padre Clem ha estudiado y convivido no solo en África sino también en Inglaterra, Puerto Rico, México y Estados Unidos y se nota al hablar, su impecable español tiene acentos, principalmente mexicano con sabores latinoamericanos-nigerianos. Al Padre Clem le gusta cantar, bailar, contar chistes, cocinar, caminar, jugar tenis de mesa, voleibol y fútbol. Espera ir a las parroquias y reunirse con la gente de nuestra gran diócesis. “La ODIM espera construir sobre una experiencia multicultural y transcultural que ya existe”, agregó Lavelle y continúa explicando “… el Padre Clem espera celebrar Misa en la diócesis para alentar y promover un espíritu intercultural. También ve un gran valor en la formación de los laicos, seminaristas, sacerdotes, religiosos y religiosas en sus esfuerzos por ministrar al santo y diverso pueblo de Dios. La ODIM espera desarrollar una Jornada de Formación Intercultural dedicada a la formación de líderes parroquiales en la diócesis en las áreas de conciencia cultural, eclesiología, cristología, liturgia y teología,” y Lavelle concluyó diciendo “… Este tipo de formación pastoral se dirige a que necesitamos ver la unidad en la diversidad y la diversidad en la unidad de la iglesia.”
El Padre Clem tiene dos maestrías, una en Teología y otra en Educación religiosa y una licenciatura en Filosofía. Comparte con la hermana Thea la pasión por el Señor y la música; el Padre Clem fundó el Rejoice Ministry of African Worship Songs (AFRAWOS) en 2002. Después de ser pastor de varias parroquias multiétnicas y capellán en hospitales de California, Illinois y Florida debido a su pasión por el ministerio hospitalario, el padre Clem es compasivo, trabajador y tiene un gran sentido del humor. Él ve la vida como “… un viaje corto y cree que su llamado es servir y no ser servido (cf. Mat. 20: 20-28)”
Al preguntarle sobre sus expectativas con los Latinos dijo “…Mi mensaje a la comunidad Latina es que ‘Juntos como hermanos, estamos en la lucha’. Bendiciones!”