Le damos las gracias por su trabajo con nuestros hijos y su apoyo a nuestra iglesia durante uno de los años más difíciles en la memoria de la mayoría de la gente.
Aunque sólo estuvo con nosotros durante 3 años y medio, dejará un legado de oración y celo misionero.
Padre Roberto, oramos a Dios Padre que vuestro camino sea seguro en el siguiente paso de vuestro compartir las palabras, el amor y el perdón de Cristo con el pueblo de Dios en vuestra próxima parroquia.
¡Que Dios esté contigo!
(Parroquianos de St. Michael Forest)