Por Obispo Joseph R. Kopacz, D.D.
La verdad fundamental de nuestra fe en Jesucristo fue proclamada en la primera lectura del domingo pasado con la historia de la creación del Génesis, muy apropiado para comenzar el Mes de Respeto a la Vida en la Iglesia Católica en los Estados Unidos.
En la encíclica Evangelii Vitae (El Evangelio de la Vida) de San Juan Pablo II leemos que Dios hizo al hombre con la capacidad de amar, razonar y vivir en relación con el Creador. La persona humana, hombre y mujer, lleva una huella indeleble de Dios, hecha a imagen y semejanza de Dios, fundamento de toda dignidad humana. Sin embargo, la lucha por elevar la dignidad de la vida humana por encima y en contra de una cultura de muerte, denunciada en Evangelii Vitae, requiere coraje y compasión, perseverancia y aliento. Proclamar a Jesús es proclamar la vida misma.
Evangelii Vitae anima el espíritu de misión porque la gratitud y la regocijo por la incomparable dignidad de la persona humana nos impulsan a llevar el Evangelio de la vida al corazón de todas las personas y hacer que penetre en todos los ámbitos de la sociedad. Por lo tanto, estamos llamados a reverenciar y amar a toda persona humana, amando a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Es nuestro privilegio y responsabilidad cuidar y proteger la vida humana, especialmente la vida de los más vulnerables de entre nosotros.
Al comienzo del Mes de Respeto a la Vida, dirigimos correctamente nuestra mirada a la base de la vida, el bienestar de los no nacidos. Durante este año el Papa Francisco ha llevado a San José, amado patrón de la Iglesia Universal, a la vanguardia como el modelo para una vida recta. En su espléndida carta pastoral, Patris Corde, (Con Corazón de Padre) escuchamos el aliento del Papa. Cada uno de nosotros puede encontrar en él “un intercesor, un apoyo y un guía en tiempos de dificultades.” (–PC, Intro.)
Jose nos muestra cómo decir “sí” a la vida, a pesar de nuestros propios miedos, fragilidades y debilidades. Porque es José quien fue elegido por Dios para guiar los comienzos de la historia de la redención. Él fue el verdadero ‘milagro’ por el cual Dios salva al niño y a su madre.” (–PC, 5) El niño Cristo “vino a nuestro mundo en un estado de gran vulnerabilidad. Necesitaba ser defendido, protegido, cuidado y criado por Joseph.” (–PC, 5)
El humilde y a menudo oculto carpintero de Nazaret acompañó a María en su embarazo, asistió al nacimiento del Mesías en un establo, presentó a Jesús en el templo, huyó con su familia lejos de su tierra natal para protegerlos y crió a Jesús con amor como si fuera hijo suyo. Permita Dios que nosotros también seamos milagros en la vida de los más necesitados, especialmente al principio y final de la vida.
Querido San José, tú que supiste “convertir un problema en posibilidad confiando siempre en la divina providencia” – PC, 5 ayúdanos a imitar tu fiel confianza y valor.
La oración, el ministerio y su alcance y la defensa en nombre de las madres y sus hijos no nacidos no son solo el trabajo de la iglesia. Por ejemplo, nuestra diócesis ha tenido una fuerte asociación con el estado de Mississippi a través de nuestro programa Born Free, New Beginnings (Nacido Libre, Nuevo Comienzo) durante casi 30 años.
Caridades Católicas es el guardián de este ministerio que se encuentra cómodamente ubicado en el antiguo Priorato Norbertino. La promoción de la vida, la justicia y la paz está bien fundamentada en nuestras Enseñanzas Sociales Católicas; pero esta visión del mundo es adoptada además por muchos que pertenecen a otras tradiciones religiosas o por muchos que no tienen vínculos religiosos. El Mes del Respeto a la Vida sirve para resaltar la labor de amor, que ocurre durante todo el año, en nombre de los no nacidos.
La defensa a favor de los no nacidos ocurrirá al más alto nivel judicial en menos de dos meses, el próximo primero de diciembre, cuando la fiscal general de nuestro estado, Lynn Fitch, argumente el caso de Dobbs vs Jackson Women’s Health Organization ante la Corte Suprema de los Estados Unidos (SCOTUS). A este proyecto de ley se lo conoce comúnmente como la ley del latido del corazón fetal y que podría tener consecuencias históricas. Es un documento sustancial, pero muy legible.
Basado en la tradición legal y el estado de derecho de nuestra nación, este proyecto to ley busca fundamentalmente revocar Roe vs Wade y Casey vs Planned Parenthood y devolver este asunto de vida a todos los 50 estados. “El Tribunal debe sostener que la Ley (Proyecto de Ley) es constitucional porque satisface una revisión de base racional,” o que es razonable porque busca ofrecer una mayor protección para los no nacidos y una preocupación auténtica por las mujeres, y restaurar la integridad de la profesión médica, cuyo estándar fundamental es no causar daño.
El proyecto de ley del latido del corazón fetal es un paso importante para promover la protección del feto. Detrás de todos sus fundamentos se encuentra un profundo respeto por la vida, desde el principio hasta el final. Esta visión de la vida humana requiere una conversión continua hacia todo lo que es verdadero, bueno y hermoso acerca de la creación de Dios, sobre todo, todos nosotros creados a la imagen divina.
Todos hemos tenido y tendremos nuestros momentos de San José que nos obligan a profundizar para poder discernir, decidir y actuar en nombre de la vida. Damos gracias a todos los que trabajan en nombre de los no nacidos y sus madres. Y damos gracias a todos los que trabajan en nombre de la dignidad humana a lo largo de la vida, buscando una mayor justicia y paz en cada paso del camino.