Por Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — El Evangelio lleva a los católicos a trabajar por la justicia y la paz y la protección del medio ambiente, pero los retos son tan grandes que trabajar con miembros de otras religiones y personas de buena voluntad es esencial, dijo el papa Francisco.
“El cuidado de nuestra casa común y de la fraternidad y la amistad social” son caminos que “tienen su origen en el Evangelio de Cristo, y sobre esta base podemos avanzar junto a muchos hombres y mujeres de otras denominaciones cristianas, de otras religiones e incluso con aquellos que no tengan una pertenencia religiosa particular”, dijo el papa.
El aliento del papa Francisco a la colaboración fue parte del discurso del 17 de noviembre a los oficiales de justicia y paz de las conferencias episcopales y órdenes religiosas nacionales y regionales.
El Dicasterio Vaticano para la Promoción del Desarrollo Humano Integral celebró una reunión en línea el 17 de noviembre con representantes de las comisiones de justicia y paz de Europa, Oceanía, África y Asia, y el 18 de noviembre con sus homólogos de América Latina, el Caribe, Canadá y Estados Unidos.
El dicasterio dijo que las reuniones estaban diseñadas para promover la colaboración entre las comisiones locales y la oficina del Vaticano, y encontrar un balance de los desafíos nacionales y regionales a la justicia, la paz y la integridad de la creación y para “fomentar la creación de una red de estas comisiones incluso mediante el intercambio de experiencias y buenas prácticas”.
El papa Francisco dijo que las comisiones “tienen la tarea de difundir y dar a conocer la doctrina social de la iglesia, trabajando activamente por la protección de la dignidad de la persona humana y sus derechos, con una opción preferencial por los pobres y los más necesitados”.
Abogando por “la justicia social, económica y ecológica, y por la construcción de la paz”, dijo, las comisiones pueden extraer de sus encíclicas “Laudato Si'” sobre ecología integral y de “Fratelli Tutti” sobre la fraternidad mientras buscan dirigirse a cuestiones que encuentra en las comunidades locales.
La pandemia de COVID-19, dijo, “ha puesto de manifiesto numerosas contradicciones en el sistema económico y político, al tiempo que persisten desafíos no resueltos que requieren el esfuerzo conjunto de muchos actores. Los exhorto, por tanto, a abordar estas cuestiones también en colaboración con otras realidades eclesiales y civiles —locales, regionales e internacionales— comprometidas con la promoción de la justicia y la paz”.