Por Raquel Thompson
TUPELO – Me pidieron que les dé un testimonio acerca de cómo este Curso de LIMEX ha impactado mi vida tanto personal como espiritual y laboral.
Mi nombre es Raquel Thompson, estoy casada con mi esposo Ted por más de 25 años. Tenemos tres hijos: Anthony, Priscilla y Emma. Soy originaria de Valle de Santiago, Guanajuato Mexico y migrante de este pais por 27 años.
Soy uno de los doce estudiantes de este curso del LIMEX y trabajo como Coordinadora de la Comunidad Hispana aquí en esta Parroquia de St. James Tupelo.
Voy a comenzar agradeciendo a toda mi familia por el apoyo incondicional que recibo de cada uno de ellos.
Otro agradecimiento muy especial lo doy al Padre Henry Shelton, ya que él fue quien hizo posible que en el año 2000 el Ministerio Hispano empezara aquí en St. James, con la ayuda del Padre Augusto Langenkamp y Elquin González.
Este resultado del día de hoy es uno de los tantos frutos recibidos, en esta parroquia de St. James, de las muchas semillas que ellos sembraron.
Le doy gracias además al Padre Tim Murphy por todo su apoyo, a Danna Johnson nuestra facilitadora, a la señora Fran Lavelle, directora de la oficina diocesana de formación de la fe, al Obispo Kopacz y a todas las personas en la Diócesis de Jackson que aportaron su grano de arena para que pudiéramos tener este tipo de programa en español.
Uno de los muchos impactos que surgieron, tanto en los días de estudio como en mi vida personal, en el ámbito laboral, así como en mi vida de fe, fue sensibilizarme para darme la paciencia de escuchar a las personas y a mí misma para así poder discernir y escuchar la voz de Dios.
Una de las cosas que me atrajo a este programa de LIMEX fue, sin lugar a dudas, un llamado de Dios, tocando a mi corazón para que abriera la puerta a este llamado. Recuerdo muy bien al Padre Tim y a Danna cuando me hicieron esta invitación, también al Dr. Ryan cuando vino a hacer la introducción de este programa y cuando me dije que “4 años son demasiados para mi especialmente teniendo a mi bebe pequeña.”
Después de poner, en oración, la decisión en las manos de Dios y tomarme el tiempo para discernir, me di cuenta de que era el momento de retomar estudios, después de mucho tiempo de haber dejado el estudio, Dios me estaba dando la oportunidad de aprender, de conocer y formarme más acerca de mi fe católica y de poder compartir todo lo aprendido, ponerlo en práctica en mi propia persona, en mi familia y en mi trabajo ministerial.
Una de las primeras cosas que recuerdo con mucho cariño de mis compañeros de clase fue la disponibilidad que se percibía tanto de la facilitadora como de cada uno de ellos, respetando los parámetros de dialogo, el respeto y la escucha durante cada clase.
Otra cosa fue que, en los tiempos de pandemia, de igual manera Danna nuestra facilitadora nos alentó para seguir adelante con nuestras clases vía Zoom y esto fue algo maravilloso para mí, ya que estoy segura que todo esto eran cosas de Dios, para que yo viera lo positivo, aún en medio de tan gran desafío que teníamos, en ese tiempo tan difícil de pandemia que pasamos.
Agradezco al Dr, Ryan, a la Dra. Tracy a todas las personas de la Universidad de Loyola porque han hecho un gran trabajo en desarrollo de este programa de LIMEX al hacerlo lo más sencillo y accesible para que todos los estudiantes pudiéramos entenderlo de la mejor manera posible, adaptado a nuestro horario y así poder tener la oportunidad de participar es este programa.
Yo exhorto a todos los jóvenes de nuestra parroquia o a las personas que quieran continuar estudiando que no pierdan la oportunidad de prepararse ya que nunca es tarde y este curso les va a enseñar a comprender más sobre su fe y crecer espiritualmente a un nivel personal, pero también para ser consientes y sensibilizarse de ver todas las cosas que pasan a su alrededor, teniendo una visión más congruente.
Este programa del LIMEX ha influido de diferentes maneras en mi vida, me ha hecho una persona más madura en mi trabajo ministerial y más segura de mi fe católica, donde todo este estudio me llevo a experimentar, investigar, dialogar, estudiar de diferentes formas para poder comprender, sentir, pensar, percibir y compartir todos estos conocimientos aprendidos a los diferentes ministerios que tengo a mi cargo y a todas las personas que tengo a mi alrededor en especial a mi propia familia.
(Raquel Thompson ha recibido el Premio Kairos de la Universidad de Loyola y es líder del Ministerio Hispano de la parroquia de en St. James Tupelo)