Por Catholic News Service
MANAGUA, Nicaragua (CNS) – Un obispo nicaragüense detenido durante casi cuatro meses fue acusado formalmente durante una cita judicial no anunciada el 13 de diciembre, marcando su primera comparecencia desde que fue detenido.
El obispo Rolando Álvarez Lagos de Matagalpa fue acusado de conspiración para socavar el país y propagar noticias falsas, según un comunicado de los tribunales de la capital nacional, Managua.
Al obispo Álvarez se le asignó un defensor público y se le dijo que su juicio comenzaría el 10 de enero, según el comunicado, que incluía fotos del prelado luciendo demacrado y estoico y vistiendo una camisa azul mientras estaba sentado en la corte. Más de 40 presos políticos han sido condenados por los mismos cargos, según el diario Confidencial.
El comunicado de la corte también expresó que había solicitado a Interpol que emitiera una alerta por el arresto de otro sacerdote, el padre Uriel Antonio Vallejos, quien está acusado de delitos similares.
La comparecencia ante el tribunal del obispo Álvarez se produjo después de meses de estar incomunicado sin que se diera a conocer información sobre su estado. La Conferencia Episcopal Nicaragüense también se abstuvo de pronunciarse sobre la condición de monseñor Álvarez, ya que el régimen del presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, continuaba persiguiendo a la iglesia y otras voces críticas en el país centroamericano.
La persecución ha sido tan severa que más de una docena de sacerdotes han sido arrestados u obligados a huir del país. Otros prelados y grupos católicos han sido expulsados, incluyendo el nuncio apostólico, las Misioneras de la Caridad y Trócaire, el brazo caritativo de la Iglesia Católica irlandesa.
La represión contra los trabajadores de la iglesia y los católicos ha continuado en diciembre. Manuel Antonio Obando Cortedano, director de comunicaciones de la Diócesis de Matagalpa, fue secuestrado por la policía cuando salía de su casa el 11 de diciembre, según el sitio web de noticias Mosaico CSI. Wilberto Artola, periodista del medio católico TV Merced, también fue secuestrado esa noche.
El obispo Álvarez fue arrestado el 19 de agosto durante un allanamiento en la curia diocesana antes del amanecer, donde se escondió con otros 11 sacerdotes y colegas. Los otros arrestados con él permanecen encerrados en El Chipote, una prisión conocida por sus condiciones inhumanas.
El obispo había estado protestando por el cierre de los medios de comunicación católicos en la Diócesis de Matagalpa. El padre Vallejos, mientras tanto, resistió un intento de incautación de equipos de radio de su parroquia.
Murillo, quien también es la vocera del gobierno, no respondió a una solicitud de comentarios.