Por Cindy Wooden, Servicio Católico de Noticias
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) – El Papa Francisco elogió al difunto cardenal australiano George Pell como un fiel servidor de Dios y de la Iglesia Católica, que siguió firmemente al Señor incluso “en la hora del juicio” cuando fue encarcelado por abuso sexual ante su la condena fue anulada por el tribunal supremo de Australia.
El cardenal Pell murió en Roma el 10 de enero a la edad de 81 años después de sufrir un infarto luego de una cirugía de reemplazo de cadera. El cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, presidirá el funeral del cardenal el 14 de enero en la Basílica de San Pedro con el Papa Francisco presidiendo el elogio final y la despedida al final de la misa.
Según se informa, el cardenal Pell será enterrado en la Catedral de Santa María en Sydney, pero no hubo más detalles disponibles de inmediato. En una entrevista con la transmisión de Mediaset de Italia el 18 de diciembre, se le preguntó al Papa Francisco qué parte de su trabajo hubiera preferido no tener que lidiar, y respondió, el caos financiero y los escándalos del Vaticano. La necesidad de una limpieza a fondo “fue vista claramente por el cardenal Pell, que es quien comenzó” a avanzar, dijo el Papa, pero luego se le exigió que regresara a Australia “debido a esta calumnia” de ser acusado de abuso sexual. abuso.
“Era inocente”, dijo el Papa Francisco en una entrevista en diciembre. “Es un gran hombre y le debemos mucho”. El Papa hizo los mismos puntos en un telegrama dirigido el 11 de enero al cardenal Re.
Ofreciendo sus condolencias también al hermano y familiares del cardenal Pell, el Papa Francisco dijo que el prelado australiano sería recordado por “su testimonio constante y comprometido, su dedicación al Evangelio y a la iglesia, y particularmente su diligente cooperación con la Santa Sede en su reciente reforma económica, para la cual sentó las bases con determinación y sabiduría”.
Rezó para que el cardenal, “que sin vacilar siguió a su Señor con perseverancia incluso en la hora de la prueba”, sea “recibido en el gozo del cielo y reciba la recompensa de la paz eterna”.