Por Obispo Joseph R. Kopacz, D.D.
“Que el camino se levante para encontrarse contigo.” Popular Bendición Irlandesa.
La visita pastoral a Irlanda, mi segunda como obispo de Jackson, retrasada más de dos años por las restricciones de la pandemia, se llevó a cabo con éxito a principios de este mes.
El padre Mike O’Brien, recién jubilado, nos recibió, a Monseñor Elvin Sunds y a mí, en el aeropuerto de Dublín y durante los siguientes ocho días nos brindó la mejor hospitalidad; así como sus habilidades de conducción, bien perfeccionadas sobre la colina y el valle alrededor de una gran franja de Irlanda.
El propósito principal de este viaje pastoral fue visitar y reunir a los familiares disponibles de los
sacerdotes que dedicaron sus vidas al ministerio sacerdotal en Mississippi. Incluso si quisiéramos combinar una visita pastoral con una o dos rondas de golf, marzo no es el momento para hacerlo. El día que llegamos, nos recibieron dos o tres pulgadas de nieve. Pregunté cuánta nieve cae anualmente en Irlanda y me informaron que es de dos a tres pulgadas mas o menos. ¡Perfecto!
Nuestro evento insignia ocurrió cuando más de 100 miembros de la familia descendieron a la Iglesia St. Patrick en Newbridge, una de las iglesias en la parroquia de Ballygar de donde vinieron 17 sacerdotes misioneros a lo largo de los años a la Diócesis de Natchez-Jackson, ahora las Diócesis de Biloxi y Jackson.
Algunos viajaron durante más de dos horas para estar juntos y agradecer al Señor por los dones de la familia, la fe y el sacerdocio. Las fotografías adjuntas a la Misa ilustran una iglesia llena y el clero concelebrante. En el altar, de izquierda a derecha, está el padre Douglas John Zaggi, párroco, Mons. Elvin Sunds, el padre Louis Lohan, yo, el obispo Kevin Doran, el ordinario de la diócesis de Elphin, el padre Mike O’Brien y el padre P.J. Curley.
Una Misa especial fue celebrada por el obispo Kopacz y co-celebrantes del grupo de la Misa dominical de Newbridge. A la Misa acudieron miembros de las familias de 17 sacerdotes misioneros, para recordar que a lo largo de los años estos han servido a la Diócesis de Natchez-Jackson, ahora las Diócesis de Biloxi y Jackson. (Fotos cortesía del obispo Kopacz)
El Obispo Kopacz, Monseñor Sunds y el Padre Mike posan para una foto con la familia del Padre Brian Carroll después de Misa familiar, en la sala de su hogar. Luego, todos entraron en calor (izq.) con el fuego de la estufa, corazón de la casa, y disfrutaron de un caliente café irlandés.
La celebración de esta Misa especial de Acción de Gracias en la Iglesia de San Patricio sacó a la luz las palabras del primer sacerdote misionero de Irlanda, San Patricio. “Con el conocimiento de esta fe en la Trinidad, y sin que los peligros lo impidan, es justo dar a conocer el don de Dios y su eterno consuelo. Es justo difundir fielmente y sin temor el nombre de Dios, para que que incluso después de mi muerte pueda dejar algo de valor a los muchos miles de mis hermanos y hermanas, los niños que bauticé en el Señor. No merecía en absoluto que el Señor me concediera una gracia tan grande. Era algo que , cuando era joven, nunca esperé ni pensé en ello. (C 14-15)”
Hasta tiempos recientes, ese celo por la Buena Nueva de Jesucristo cautivó la imaginación de muchas mujeres y hombres irlandeses que pasaron sus vidas como religiosos y sacerdotes “dando a conocer el don de Dios y su eterna consolación”. Por esto dimos gracias. Un salón parroquial repleto de fieles disfrutó de un festín irlandés de carne, patatas, verduras y postres finos. Tienes que amar ese puré de papas.
El Padre Louie Lohan practica frente a sus vacas el sermón de sus Misas. (der.) Foto de la nave de la granja avícola propiedad del sobrino del Padre Noonan, adonde fueron también de visita.
Aunque la celebración del domingo en Newbridge fue la pieza central de la visita pastoral, hubo muchas oportunidades para apreciar la bondad de Dios. Cerca de Roscommon, la base de operaciones durante nuestra estadía, se encuentra la casa del hermano del padre Brian (Speedy) Carroll, Anthony Carroll. En una cálida noche de 38 grados con el viento azotando y la lluvia cayendo de costado, presentamos nuestros respetos en la tumba del Padre Carroll. ¡Descansa en paz!
Luego a la hacienda familiar para celebrar una Misa en la Sala de estar con el fuego de leña brillando intensamente y donde el Padre Carroll había celebrado muchas Misas a lo largo de los años. El amado himno a la Santísima Madre, “Nuestra Señora de Knock” llevó nuestro servicio a una conclusión conmovedora. Luego le agregamos al calor de la noche un buen café irlandés.
El padre Louie Lohan fue fundamental en la organización de la visita con el padre Mike O’Brien, y estaba orgulloso de mostrarnos la granja y el ganado de su familia. Algunos podrían decir que es un caballero agricultor, pero es evidente a partir de las fotos que se siente casi tan a gusto en el granero como en el altar.
De hecho, parece que prepara sus homilías dirigiéndose a las vacas para que su predicación no le entre por un oído y le salga por las ubres. (El humor es cortesía del Padre Speedy.)
A lo largo de los ocho días fuimos recibidos en muchos hogares para disfrutar de agradables visitas. Estos asistentes incluían a miembros de las familias O’Brien, Atkinson, Curly y Noonan, por nombrar varios. El padre Curly estaba en casa para el funeral de una cuñada y pasamos una o dos horas en la casa de la familia.
Hablaron alegremente de sus años creciendo en su acogedor hogar, y el padre P.J. demostró que todavía podía colocarse de estatura completa bajo el manto de la chimenea tal como lo hacía cuando era niño.
Durante los últimos días de la visita, hicimos un viaje nocturno para visitar a la familia Michael Noonan cerca de Adare en la región de Limerick en el suroeste. Fue hace casi seis años cuando pasamos tiempo con él y su familia poco después de la muerte del Padre Patrick Noonan. Después de presentar nuestros respetos en la tumba del padre Noonan con su sobrino, Michael Noonan, disfrutamos de una animada visita con su hermano Michael y su familia, compartiendo muchos recuerdos entrañables de Mississippi.
Por supuesto, hubo muchos más momentos preciosos que tuvieron lugar, demasiado numerosos para contarlos. Si Dios quiere, la tercera visita pastoral se producirá antes del intervalo de cinco años y medio entre la primera y la segunda estancia.
Hasta entonces, queridos amigos de Irlanda.
“Que el camino salga a tu encuentro;
que el viento esté detrás de ti;
que el sol brille cálido sobre tu rostro,
que las lluvias caigan suaves sobre tus campos,
y hasta que nos volvamos a encontrar,
que Dios te sostenga en la palma de su mano”…
Fragmento de Popular Bendición Irlandesa.