WASHINGTON (OSV News) – La Corte Suprema de EE.UU. dijo el 14 de abril que mantendría temporalmente en vigor el status quo de las regulaciones federales sobre el uso de un medicamento abortivo, dando a la corte tiempo adicional para considerar el fallo de una corte en menor instancia para suspender la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA por sus siglas en ingles) de dicha píldora. El Departamento de Justicia y la empresa farmacéutica responsable de la píldora abortiva habían pedido a la Corte Suprema que interviniera en el caso.
Una orden firmada por el juez Samuel Alito suspendió hasta el 19 de abril la decisión del juez de distrito Matthew Kacsmaryk.
El 12 de abril, una corte federal de apelaciones congeló parte de la sentencia de Kacsmaryk por la que se suspendía la aprobación por parte de la FDA de una píldora abortiva, dictaminando que el fármaco puede seguir en el mercado, pero bajo normas más estrictas, mientras se tramita un recurso judicial contra dicha aprobación.
“La corte de distrito revocó un dictamen científico que la FDA ha mantenido a lo largo de cinco administraciones; anuló la aprobación de un medicamento que millones de estadounidenses han utilizado de forma segura durante más de dos décadas; y alteró los intereses de confianza en un sistema de salud que depende de la disponibilidad de la mifepristona como alternativa al aborto quirúrgico para las mujeres que deciden interrumpir legalmente sus embarazos tempranos”, escribió el Departamento de Justicia en su solicitud de amparo al alto tribunal.
El Departamento de Justicia y Danco Laboratories, fabricante de la mifepristona, pidieron al alto tribunal que suspendiera la sentencia de apelación por el caso en curso.
Una coalición de opositores provida al fármaco abortivo mifepristona, el primero de los dos fármacos utilizados en un aborto farmacológico o químico, pretende que se revoque la aprobación del fármaco por parte de la FDA basándose en que la agencia federal infringió su propia norma de seguridad al aprobar la mifepristona hace más de dos décadas. Sin embargo, sus defensores sostienen que la mifepristona plantea objetivamente pocos riesgos para las mujeres que la utilizan para abortar en las primeras fases del embarazo, y afirman que se está señalando al fármaco por motivos políticos.
El 12 de abril, un grupo de tres jueces de la Corte de Apelaciones del 5º Circuito de EE.UU. acordó bloquear temporalmente la sentencia dictada por Kacsmaryk el Viernes Santo, que suspendía la aprobación de la mifepristona por parte de la FDA.
Sin embargo, el tribunal de apelaciones en su decisión de 2-1 también permitió que otras partes de ese fallo entraran en vigor, revocando las normas de la FDA revisadas en 2016 y 2021 sobre un medicamento que la agencia aprobó originalmente en 2000. Esas normas permitían el uso de la mifepristona hasta las 10 semanas de embarazo, en lugar de las siete semanas originales, y permitían su distribución por correo.
La intervención de la Corte Suprema el 14 de abril mantiene por ahora las normas más recientes de la FDA.
Más temprano en ese mismo día, el obispo Michael F. Burbidge de Arlington, presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU., dio la bienvenida a la sentencia del tribunal de apelaciones en un comunicado, diciendo que “era correcto reconocer los peligros del aborto químico sin restricciones para la salud y la seguridad de las mujeres”.
“Estamos agradecidos por la restauración de las protecciones, y cualquier limitación en el uso de estos fármacos letales”, dijo el obispo Burbidge. “Esperamos que la sentencia final tenga como resultado la retirada total del aborto químico del mercado. El aborto nunca es la opción correcta para un embarazo difícil o inesperado, ya que siempre acaba con una vida y pone en riesgo otra. Rezamos ardientemente para que nuestra nación apoye y acompañe auténticamente a las mujeres, para que sea impensable acabar con la vida de sus hijos solas en sus propios hogares.”
La Iglesia católica enseña que la vida humana es sagrada y debe respetarse desde la concepción hasta la muerte natural y, como tal, se opone al aborto directo como acto de violencia que acaba con la vida del no nacido. Después de que la Corte Suprema revocara el año pasado su anterior precedente sobre el aborto, los obispos estadounidenses han reiterado el compromiso de la Iglesia de servir tanto a las mujeres como a los niños no nacidos.
(Kate Scanlon es una reportera nacional de OSV News que cubre Washington. Síguela en Twitter @kgscanlon.)