CIUDAD DEL VATICANO (CNS) – Reconociendo que vivieron las virtudes cristianas de manera heroica, el Papa Francisco ha declarado venerables a la madre Mary Elizabeth Lange, fundadora de la primera orden católica de monjas afroamericanas, y a la hermana Lucía dos Santos, quien, con sus primos, dijo haber visto a María cuando era niña en Fátima, Portugal.
El Papa firmó los decretos de reconocimiento de sus virtudes heroicas el 22 de junio. Aún se necesita un milagro atribuido a su intercesión para que puedan ser beatificadas.
Venerable Madre Lange
Nacida en Cuba de padres haitianos, llegó a Estados Unidos hacia 1813, estableciéndose cerca de Baltimore, y vio cómo los hijos de otros inmigrantes necesitaban educación.
“Estaba decidida a responder a esa necesidad a pesar de ser una mujer negra en un estado esclavista mucho antes de la Proclamación de la Emancipación”, según el sitio web oficial de su causa de santidad. “Utilizó su propio dinero y su casa para educar a niños de color”. Con el aliento y el apoyo de un sacerdote y del arzobispo James Whitfield de Baltimore, ella y otras tres mujeres hicieron promesas de pobreza, castidad y obediencia en 1829, fundando las Hermanas Oblatas de la Providencia, una orden que continúa en la actualidad.
La Venerable madre Lange murió en 1882.
Venerable Lucía dos Santos
La niña tenía solo 10 años cuando ella y sus dos primos más jóvenes les dijeron a sus amigos y familiares que habían visto a la Santísima Virgen María en Fátima en 1917.
María se apareció por primera vez a Lucía, a Francisco Marto, de 9 años, y a Jacinta Marto de 7 años, el 13 de mayo y las apariciones continuaron una vez al mes hasta octubre de 1917. La Iglesia Católica ha dictaminado que las apariciones y los mensajes de Nuestra Señora de Fátima eran dignos de fe. El 22 de junio, el Papa Francisco declaró “venerable” a Sor Lucía, con un decreto que reconoce las virtudes heroicas de la vidente de Fátima. El Papa Benedicto XVI canonizó a Francisco y Jacinta.
La Venerable Sor Lucía murió el 13 de febrero de 2005 a la edad de 97 años y difundió el mensaje de Fátima a lo largo de su larga vida.