Por Justin McLellan
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — El Vaticano ha anunciado que el tema de la próxima Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero de 2024, será “Inteligencias artificiales y Paz”, lo que indica el creciente compromiso del Vaticano en los esfuerzos para garantizar el desarrollo ético de las nuevas tecnologías.
“Los notables avances alcanzados en el campo de la inteligencia artificial tienen un impacto cada vez más profundo en la actividad humana, la vida personal y social, la política y la economía”, dijo el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral en un comunicado publicado el 8 de agosto.
“El Papa Francisco pide un diálogo abierto sobre el significado de estas nuevas tecnologías, dotadas de un potencial disruptivo y de efectos ambivalentes”, dice la declaración.
El Papa, prosigue el comunicado, “recuerda la necesidad de estar vigilantes y trabajar para que en la producción y uso de estos dispositivos no arraigue una lógica discriminatoria en la producción y en el uso de tales dispositivos, a costa de los más frágiles y excluidos porque la injusticia y la desigualdad alimentan conflictos y antagonismos”.
La Jornada Mundial de la Paz fue inaugurada por San Pablo VI en 1968 y se celebra cada 1 de enero, festividad de María, Madre de Dios. En las últimas ediciones, el Papa Francisco ha aprovechado la jornada mundial para pedir formas inclusivas de superar la pandemia del COVID-19, crear diálogo entre generaciones, promover una cultura del cuidado y la conversión ecológica.
En marzo, el Papa se reunió en el Vaticano con líderes de la industria tecnológica, especialistas en ética y teólogos para estudiar el desarrollo ético de la inteligencia artificial (IA), y en enero se dirigió a líderes de empresas como Microsoft e IBM, así como a miembros de las comunidades judía y musulmana, durante una conferencia vaticana sobre ética en la IA.
Al final de la conferencia, representantes católicos, judíos y musulmanes firmaron una declaración en la que se pedía a los investigadores de la IA que colaboraran con especialistas en ética y líderes religiosos en la elaboración de un marco para el uso ético de la IA.
La declaración del Vaticano del 8 de agosto subrayaba que “la urgencia de orientar de manera responsable la concepción y el uso de la inteligencia artificial, para que esté al servicio de la humanidad y de la protección de nuestra casa común, exige que la reflexión ética se extienda al ámbito de la educación y del derecho”.
Añadió que la dignidad humana y la preocupación de velar por la fraternidad son “son condiciones indispensables para que el desarrollo tecnológico contribuya a promover la justicia y la paz en el mundo”.