Por David Agren, OSV News
BUENOS AIRES (OSV News) — El cardenal Eduardo Pironio ha sido beatificado en su Argentina natal, donde fue recordado como “el profeta de la esperanza”, que trabajó para implementar el Concilio Vaticano II en Latinoamérica y llegó a ser conocido como “el cardenal de los jóvenes”.
También fue recordado como un prelado cuya vida y enfoque pastoral — centrado en los jóvenes y priorizando a los pobres — influyó tanto en la Iglesia argentina como en el propio Papa Francisco.
El cardenal fue proclamado beato el 16 de diciembre en la plaza exterior de la Basílica de Nuestra Señora de Luján — santuario de la patrona nacional de Argentina — mientras miles de clérigos, religiosos y laicos celebraban bajo un cielo lluvioso.
“Fue un ejemplo vivo de fidelidad al Evangelio, a la Iglesia y al Magisterio del Papa”, dijo el cardenal español Fernando Vérgez Alzaga, celebrante de la Misa de beatificación y antiguo secretario personal del cardenal Pironio, cargo que ocupó durante 23 años. “Su vida espiritual se nutrió de la piedad eucarística, de gran devoción mariana y de la veneración a los santos. Fue un misionero con la palabra y con el ejemplo”.
El cardenal Pironio desempeñó un papel destacado en el CELAM de 1968 en Medellín, Colombia, que contempló la recepción del Concilio Vaticano II y elaboró un documento en el que se esbozaba la opción preferencial por los pobres y los sectores más necesitados.
Pero él asumió su cargo de obispo de Mar del Plata en medio de tumultos en Argentina. Una fuerza anticomunista y parapolicial conocida como Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) lo amenazó. María del Carmen Maggi, una de sus colaboradoras y decana de Humanidades de la Universidad Católica de Mar del Plata, fue secuestrada y asesinada en 1975.
“Sufrió la persecución de sus activistas católicos en Mar del Plata en 1975 y con poco apoyo de otros obispos argentinos”, dijo a OSV News Fortunato Mallimaci, sociólogo argentino que estudia la Iglesia católica.
El cardenal Pironio falleció en 1998, tras luchar durante años contra un cáncer de huesos.
El Papa Francisco preparó el camino para la beatificación del cardenal Pironio en noviembre reconociendo la milagrosa recuperación de un niño argentino que ingirió purpurina navideña tóxica en 2006 y al que no se le dieron esperanzas de curación. Su familia rezó al cardenal Pironio para que interviniera y el niño se recuperó, algo que los médicos consideraban inexplicable.
El Papa Francisco pidió el 17 de diciembre que “su ejemplo nos ayude a ser una Iglesia en salida, que se hace compañera de todos, especialmente de los más débiles”.