Por Justin McLellan
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) – En la víspera de Año Nuevo, creyentes y no creyentes dan gracias por todo lo que han recibido en los últimos 12 meses y expresan sus esperanzas para el próximo año, pero los cristianos están llamados a cultivar su gratitud y esperanza siguiendo el ejemplo de María, dijo el Papa Francisco.
“La fe nos permite vivir esta hora de un modo distinto al de una mentalidad mundana”, dijo el Papa durante un servicio de oración vespertino en la Basílica de San Pedro el 31 de diciembre. “La fe en Jesucristo, Dios encarnado, nacido de la Virgen María, da una nueva forma de sentir el tiempo y la vida”.
El Papa Francisco dijo que mientras muchas personas expresan gratitud y esperanza en la víspera de Año Nuevo, en realidad, a menudo “les falta la dimensión esencial que es la de la relación con el Otro y con los demás, con Dios y con los hermanos y hermanas”.
Con una mentalidad mundana, la gratitud y la esperanza “están aplastadas sobre el yo, sobre los propios intereses”, dijo. “No van más allá de la satisfacción y el optimismo”.
La escena de la Natividad del Niño Jesús se ve después de la oración del Ángelus del Papa Francisco en la fiesta de San Esteban, el primer mártir cristiano, en la Plaza de San Pedro en el Vaticano el 26 de diciembre de 2023. (Foto CNS/Lola Gómez)
El Papa Francisco animó a los cristianos a fijarse en el ejemplo de María que, tras dar a luz a Jesús, tenía en su corazón la gratitud de una madre por haber dado a luz al hijo de Dios.
“El misterio hace lugar a la gratitud, que aflora en la contemplación del don, en la gratuidad, mientras se sofoca en la ansiedad del tener y del parecer”, dijo el papa. “La Iglesia aprende la gratitud de la Virgen María”.
El Papa dijo también que la esperanza de María y de la Iglesia “no es optimismo, es otra cosa: es fe en un Dios fiel a sus promesas…Los cristianos, como María, somos peregrinos de esperanza”.
Cerca del altar mayor de la basílica había un ícono de la “Madonna Lactans”, o Virgen de la Lactancia, procedente de la abadía benedictina de Montevirgine, en Mercogliano, Italia. El icono, de estilo bizantino, muestra a María amamantando al niño Jesús. El Papa rezó en silencio ante la imagen antes de salir de la basílica.
(izq.) El Papa Francisco recita la oración del Ángelus con los visitantes reunidos en la Plaza de San Pedro en la fiesta de María, Madre de Dios, y el Día Mundial de la Paz el día de Año Nuevo en el Vaticano el 1 de enero de 2024. (Foto CNS/Lola Gómez)
(der.) Un icono de la “Madonna Lactans” o Virgen lactante se ve cerca del altar principal de la Basílica de San Pedro durante un servicio de oración vespertino en el Vaticano el 31 de diciembre de 2023. (Foto CNS/Lola Gomez)
La Misa culminó con el coro y las 6.500 personas presentes en la basílica cantando el “Te Deum” (“Te alabamos, oh Dios”) en acción de gracias por las bendiciones del año pasado. En su homilía, el Papa Francisco señaló que el próximo año supondría una intensa preparación para el Año Santo 2025. Sin embargo, más que preocuparse por organizar la logística y los eventos, el Papa pidió a la gente que fuera testigo de la “calidad ética y espiritual de la convivencia”.
Como ejemplo, señaló que en la plaza de San Pedro se reúnen personas de todas las nacionalidades, culturas y religiones, por lo que la basílica debe ser acogedora para todos y ofrecer información accesible.
El Papa Francisco señaló que una peregrinación “requiere una buena preparación”, y recordó que 2024 se dedicará a la oración antes del Año Santo.
“¿Y qué mejor maestra que nuestra santa Madre?”, preguntó el Papa. “Aprendamos de ella a vivir cada día, cada momento, cada mirada interior dirigida a Jesús”.
Las posadas y la escenificación de la Navidad se repiten en cada rincón del mundo. Mujeres y niñas represntan a Maria, en ocasiones la comunidad escoje a una mujer embarazada para esta bendición. (arriba) Feligreses de St. Christopher Pontotoc durante su actuación en varias posadas celebradas por diferentes familias y en Misa de Navidad. (Fotos de Aracely Nieves)