Por Kate Scanlon, OSV News
WASHINGTON (OSV News) — La capacidad de los grupos católicos y otros grupos religiosos para “satisfacer las necesidades humanas básicas de los migrantes” en la frontera entre EE.UU. y México es una cuestión de libertad religiosa y debe ser defendida, dijeron obispos de EE.UU. en declaraciones recientes.
En una declaración emitida el 26 de febrero en respuesta a una demanda presentada por el fiscal general de Texas, Ken Paxton, en un intento de cerrar Annunciation House (Casa Anunciación), una organización católica sin ánimo de lucro de El Paso que presta servicios a los inmigrantes, el obispo Kevin C. Rhoades de Fort Wayne-South Bend, Indiana, presidente del Comité de Libertad Religiosa de la Conferencia de los Obispos Católicos de EE.UU., expresó su solidaridad con los ministerios religiosos que ayudan a los inmigrantes.
“Es difícil imaginar cómo sería nuestro país sin las buenas obras que las personas de fe llevan a cabo en la plaza pública”, dijo el obispo Rhoades. “Por ello, podemos dar las gracias a nuestra sólida tradición de libertad religiosa, que nos permite vivir nuestra fe en plenitud”.
La demanda de Paxton contra la Casa de la Anunciación de El Paso se produce cuando algunos republicanos se han vuelto cada vez más hostiles hacia las organizaciones no gubernamentales, en particular algunas organizaciones católicas, que proporcionan recursos como alimentos y refugio a los migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México.
El obispo Rhoades dijo que a medida que “la trágica situación a lo largo de nuestra frontera con México plantea cada vez más desafíos para las comunidades estadounidenses y las personas vulnerables por igual, debemos preservar especialmente la libertad de los católicos y otras personas de fe para ayudar a sus comunidades y satisfacer las necesidades humanas básicas de los migrantes”.
La oficina de Paxton alegó que los esfuerzos de Annunciation House equivalen a “facilitar la entrada ilegal en Estados Unidos” y al “contrabando de personas”.
“El caos en la frontera sur ha creado un entorno en el que las ONG, financiadas con dinero de los contribuyentes de la Administración Biden, facilitan horrores asombrosos, incluido el contrabando de personas”, dijo Paxton en un comunicado. “Mientras el Gobierno federal perpetúa la anarquía que destruye este país, mi oficina trabaja día tras día para responsabilizar a estas organizaciones del empeoramiento de la inmigración ilegal”.
Líderes católicos y locales de El Paso condenaron ese esfuerzo, incluido el obispo de la ciudad, el obispo Mark J. Seitz, quien prometió que su diócesis y la Iglesia en general “defenderán enérgicamente la libertad de las personas de fe y buena voluntad para poner en práctica convicciones religiosas profundamente arraigadas” y “no nos dejaremos intimidar en nuestra labor de servir a Jesucristo en nuestras hermanas y hermanos que huyen del peligro y buscan mantener unidas a sus familias”.
La Conferencia de Obispos Católicos de Texas dijo en una declaración del 23 de febrero que los obispos del estado “se unen al obispo Mark Seitz de El Paso para expresar su solidaridad con los voluntarios del ministerio y las personas de fe que sólo buscan servir a los migrantes vulnerables mientras nuestra nación y nuestro estado continúan persiguiendo políticas migratorias y de seguridad fronteriza fallidas”.
“Nuestros ministerios fronterizos pretenden ser una presencia estabilizadora que proteja tanto a los ciudadanos como a los migrantes”, dice su declaración. “La Iglesia católica en Texas sigue comprometida a rezar y trabajar por una frontera segura, para proteger a los vulnerables y por soluciones migratorias justas que protejan toda vida humana”.
El pbispo Rhoades elogió a los obispos de Texas por “expresar solidaridad con aquellos que buscan simplemente cumplir con el llamado bíblico fundamental: cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis'”.
Por su parte, la Dimensión Episcopal de la Pastoral de Movilidad Humana de Conferencia del Episcopado Mexicano, expresó su solidaridad con Casa Anunciación, e invitó al fiscal a retirar la demanda y a comprometerse en “la defensa de los derechos de las personas migrantes que son víctimas de redes criminales que operan impunemente en el estado de Texas”.
“Criminalizar instituciones como la Casa Anunciación acusándola de tráfico de personas sienta precedentes lamentablemente peligrosos, para condenar las obras de caridad realizadas por cualquier persona u organización, impidiendo mediante argumentos judiciales a las personas poder obrar el bien”, dijo la comisión en su declaración, publicada en X.