By Cindy Wooden
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) – Cada cristiano y toda la Iglesia Católica deben aferrarse a la promesa de que “nada es imposible para Dios”, especialmente cuando se enfrentan a dificultades, dijo el Papa Francisco.
Reanudando sus audiencias semanales el 7 de agosto después de una pausa de verano de seis semanas, el Papa retomó su serie de discursos en audiencia sobre el papel del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia.
“Sin el Espíritu Santo la Iglesia no puede avanzar, la Iglesia no crece, la Iglesia no puede predicar”, dijo a los peregrinos y visitantes que se resguardaban del calor del verano en la Sala de Audiencias Pablo VI, con aire acondicionado.
Dos mujeres que portaban pancartas y pedían a gritos que la Iglesia declarara formalmente que las corridas de toros son pecado interrumpieron la lectura de un pasaje de la Biblia al comienzo de la audiencia. La seguridad las escoltó fuera de la sala de audiencias.
Observando cómo el Espíritu Santo vivifica y asiste a la Iglesia, el Papa Francisco dijo que la gente a menudo se pregunta: “¿Cómo es posible anunciar a Jesucristo y su salvación a un mundo que parece buscar solo el bienestar?”
La respuesta, dijo, se da en los Hechos de los Apóstoles: “Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos”.
Fíjense, dijo el Papa, las palabras son casi las mismas que el ángel Gabriel dijo a María cuando ella preguntó cómo sería posible que concibiera y diera a luz al hijo de Dios.
“Lo que se dice de la Iglesia en general, vale también para nosotros, para cada bautizado”, dijo el Papa Francisco a la multitud. “Cada uno de nosotros se encuentra a veces, en la vida, en situaciones superiores a sus fuerzas y se pregunta: ‘¿Cómo puedo afrontar esta situación?’. Ayuda, en estos casos, repetirse a uno mismo lo que el ángel dijo a la Virgen: ‘Para Dios nada será imposible’”.
El Papa rezó para que todos encuentren la fuerza para seguir adelante “con esta reconfortante certeza en el corazón: ‘Nada es imposible para Dios’”.
“Si creemos esto, haremos milagros”, dijo. “Nada es imposible para Dios”.