VATICANO
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) – A sólo dos meses de que el Sínodo de los Obispos se reúna de nuevo en Roma, sus miembros latinoamericanos se reunieron para debatir cómo se puede implementar la sinodalidad en la Iglesia católica tras la clausura de la asamblea en octubre. En la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano, conocido como CELAM, en Bogotá, Colombia, 42 miembros latinoamericanos de la asamblea sinodal -19 obispos, cinco sacerdotes, siete religiosas y 11 laicos- discutieron cómo la asamblea puede impulsar a la Iglesia a incorporar la sinodalidad en sus prácticas y cultura después de que termine el actual sínodo. El obispo Luis Marín de San Martín, subsecretario del Sínodo, abrió la reunión del 12 al 14 de agosto explicando que el objetivo del actual Sínodo es «fortalecer, desarrollar y concretar la sinodalidad en la Iglesia», informó la agencia de noticias del CELAM, ADN. El obispo afirmó la necesidad de pensar en la fase postsinodal del proceso, que incluye la necesidad de fortalecer la unidad de la Iglesia y dejar de lado los temores sobre la pluralidad en la Iglesia. El padre jesuita Giacomo Costa, secretario especial del sínodo, dijo que mientras la primera asamblea del sínodo consistió en encontrar áreas de convergencia y establecer un diálogo entre los miembros, la próxima asamblea debe centrarse en pensar «direcciones o pasos concretos para crecer como iglesia misionera».
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) – El Vaticano confirmó el 9 de agosto que siete sacerdotes expulsados de Nicaragua llegaron a Roma el 8 de agosto. Ellos habían sido detenidos en un asalto a una diócesis dirigida por un obispo en el exilio, mientras el régimen de Ortega continuaba debilitando a la Iglesia Católica y forzando a sus críticos al exilio. Los siete sacerdotes salieron del país el 7 de agosto y llegaron a Roma la noche siguiente, donde fueron recibidos por funcionarios del Vaticano, según un comunicado del gobierno nicaragüense del 8 de agosto. Fueron detenidos en una oleada de arrestos, la mayoría de ellos en la diócesis de Matagalpa, donde el exiliado obispo Rolando Álvarez sigue siendo el líder eclesiástico. El comunicado del gobierno no nombraba a los sacerdotes exiliados, pero Vatican Media identificó a los eclesiásticos como monseñor Ulises René Vega, monseñor Edgar Sacasa, y los padres Jairo Pravia, Víctor Godoy, Marlon Velásquez, Harvin Torrez y Silvio José Romero. Sacerdotes nicaragüenses en el exilio y laicos católicos lamentan que los fieles nicaragüenses se queden sin pastores, sin poder asistir a misa. “ La Diócesis de Matagalpa prácticamente ya no tiene clero. Hemos sido expulsados, apresados y obligados a huir. Las parroquias están quedando solas”, dijo a OSV News un sacerdote exiliado, familiarizado con la diócesis. El Vaticano no dio informes sobre los secuestrados.
MUNDO
PARIS (OSV News) – Entre los medallistas olímpicos estadounidenses que lograron un lugar en el podio en París hay católicos que han expresado su dependencia de la fe a lo largo de los años mientras buscaban la excelencia en sus actividades atléticas El 3 de agosto, Ledecky se convirtió en la medallista de oro estadounidense más condecorada en cualquier deporte, así como en una de las dos únicas mujeres de cualquier país, en cualquier deporte, que ha ganado nueve medallas de oro. Era su cuarta medalla de oro olímpica consecutiva en los 800 libres. Tiene 14 medallas en total. Después de los Juegos de Tokio 2021, la graduada de una escuela católica declaró al Catholic Standard, periódico de la Arquidiócesis de Washington, que rezaba el Ave María antes de cada carrera para calmar los nervios, al igual que había hecho durante las Olimpiadas de 2012 y 2016. Ledecky, de 27 años, tiene nueve medallas olímpicas de oro, cuatro de plata y una de bronce. En París es compañera de equipo de dos ex alumnas de su instituto femenino, el Stone Ridge School of the Sacred Heart de Bethesda, Maryland: Phoebe Bacon y Erin Gemmell. Gemmell fue medallista junto a Ledecky en el relevo de 4×200 metros. Ellas forman parte de un grupo de atletas olímpicos estadounidenses que son católicos, fueron educados en la fe o asistieron a escuelas o universidades católicas y ahora compiten en París. La gimnasta olímpica estadounidense y medallista de oro en París Simone Biles, criada en la fe católica, ha dicho que su éxito se debe a Dios y a su fe. Ryan Murphy, que también se crió en el catolicismo y ha hablado de su fe y su vida de oración, se lleva a casa la medalla de bronce en los 100 metros espalda masculinos.