Por Catholic News Service
WASHINGTON – En la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, el presidente de migración de los obispos de Estados Unidos reafirmó la solidaridad de la iglesia con los inmigrantes, “cada uno de ellos es un hermano o hermana para todos nosotros”.
“Cuando hablamos sobre el tema de la inmigración, nos referimos fundamentalmente al movimiento de personas, humanos creadas a imagen y semejanza de Dios”, expresó el obispo Mark J. Seitz de El Paso, Texas, presidente del Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.
“Desafortunadamente, esta verdad a menudo se ve oscurecida por la retórica política, el alarmismo, y la hipérbole. Nuestra Señora de Guadalupe nos señala un camino mejor, uno que conduce a la reconciliación”, manifestó en un comunicado emitido el 12 de diciembre.
“Los obispos de Estados Unidos continúan afirmando el derecho natural a migrar, en equilibrio con el derecho soberano de los países a respetar sus fronteras, así como sus obligaciones de proporcionar procesos solidarios para los recién llegados”, agregó el obispo Seitz.
El prelado invitó a los católicos y a todas las personas de fe a orar “para que, por intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe, demos consuelo a los que se ven obligados a abandonar sus hogares, y que Nuestra Señora sea una guía para todos los que tienen la responsabilidad del liderazgo”.