Por David Agren
CIUDAD DE MÉXICO (CNS) – Sin embargo, otro sacerdote católico mexicano ha sido asesinado en su parroquia, el segundo ataque letal contra el clero en el país en menos de una semana.
El padre Juan Miguel Contreras García fue asesinado a tiros en la parroquia de San Pío de Pietrelcina en el suburbio de Guadalajara de Tlajomulco de Zúñiga. Una declaración del 20 de abril de la fiscalía del estado de Jalisco dijo que el padre Contreras fue confrontado y fusilado en la sacristía. Dos asaltantes posteriormente huyeron en un automóvil compacto. No se le ofreció ningún motivo para el ataque.
El ataque del padre Contreras siguió al asesinato, el 18 de abril, del padre Rubén Alcántara Díaz en el suburbio de Cuautitlán Izcalli, al norte de la ciudad de México. El padre Alcántara fue atacado el 18 de abril, justo antes de las 7 p.m. Misa en la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen, la Diócesis de Izcalli dijo en una breve declaración.
La conferencia de obispos mexicanos emitió un llamado a la acción sobre la violencia que consume el país e impacta a la iglesia.
“Estamos haciendo un llamado urgente para construir una cultura de paz y reconciliación. Estos acontecimientos lamentables nos llaman a todos a una conversión mucho más profunda y sincera. Es hora de mirar honestamente nuestra cultura y nuestra sociedad para preguntarnos cómo nos perdimos. respeto por la vida y lo sagrado “, dijo la conferencia en una declaración el 20 de abril.
“Pedimos a los fieles católicos que acompañen a sus sacerdotes con la oración, sobre todo, en el servicio pastoral de las comunidades a las que están encomendados”, continuó la declaración.
“Les pedimos a aquellos que no aprecian y les quitan la vida por cualquier motivo que miren hacia la cara amable de Dios, que no solo depongan sus armas, sino también el odio, el rencor, la venganza y todos los sentimientos destructivos”.
El padre Alcántara, quien también era el vicario judicial diocesano, fue abordado por el agresor y estuvo involucrado en una discusión antes del ataque, de acuerdo con los medios mexicanos. El asaltante alegó abuso en sus gritos y huyó de la escena, informó el diario Reforma. Su paradero sigue siendo desconocido.
Los ataques contra el clero se han vuelto comunes en México, donde la tasa de homicidios alcanzó niveles históricos en 2017 y la violencia que consume grandes extensiones del país no ha salvado a la Iglesia católica.
El Catholic Multimedia Center ha contado a 23 sacerdotes asesinados en México desde diciembre de 2012, cuando comenzó la administración de seis años del presidente Enrique Peña Nieto.