Por Ruthie Robison
GREENVILLE- El Mississippi Delta es un lugar especial para Mark Shoffner. “Soy muy del Delta y estoy muy orgulloso de este lugar”, dijo el nativo de Greenville. El viernes 8 de junio, Shoffner fue ordenado en el diaconado de transición en su camino hacia el sacerdocio en la ciudad de Delta el cual ama y en su Parroquia St. Joseph.
Shoffner dijo que la experiencia fue muy especial para él, para su familia y sus amigos. El amor de Shoffner por el Delta y su ciudad natal se hizo evidente para el Obispo Joseph Kopacz la primera vez que se encontraron. “Se lanzó directamente al Delta”, dijo el Obispo Kopacz durante la homilía. “Esta era mi primera vez en Mississippi, y me dijo, ‘Bueno, déjeme contarte sobre el Delta’. Y no ha parado desde entonces”. En su infancia en Greenville, Shoffner asistió al Colegio Católico St. Joseph. Le pidieron que fuera monaguillo en el tercer grado. “Empecé a hacer eso, y simplemente disfruté el estar allí”, dijo Shoffner.
Shoffner recuerda que cuando era niño le dijeron: “Vas a ser un gran sacerdote, Mark”. Pero para un niño en los años 90, su futuro era amplio con posibilidades ilimitadas. “Podría ser lo que quisiera ser”, dijo Shoffner. “Quería ser un capitán de barco de vapor, un médico, un abogado, un ingeniero”. Cuando estaba en el noveno grado, su familia se mudó de Greenville a Ft. Walton Beach, Florida. Allí, se involucró en el ministerio juvenil, y su llamado al sacerdocio fue cada vez más claro.
“El siempre ha sido un joven reverente y se preocupa por la iglesia”, dijo su madre, Eva. “Nos mudamos a Florida por un tiempo, y él entró directamente a la iglesia”. Después de graduarse de la escuela secundaria y un año de universidad, la familia de Shoffner regresó a Greenville. En ese momento, dijo que sabía que quería una carrera que le permitiera ayudar a las personas. Pensó en enseñar, pero decidió enfermería. Shoffner asistió a Mississippi Delta Community College, donde recibió una licenciatura en enfermería. Comenzó a trabajar en la unidad de cuidados intensivos cardiovasculares en el Centro Médico Regional Delta en Greenville.
“Pensé que en enfermería realmente podría ayudar”, dijo. “Eso duró aproximadamente un año antes de que comenzara a tener esos momentos en el hospital”.
Pronto, Shoffner pasó de tener sentimientos sobre su vocación a hablar activamente de ellos cuando comenzó a hablar con el Padre Kent Bowlds, pastor de la iglesia católica Our Lady of Victories en Cleveland y ex director de vocaciones.
“No puedes discernir una vocación por ti mismo”, dijo Shoffner. “Tiene que tener una comunidad”. Durante este tiempo, Shoffner estaba en el trabajo un día ayudando a un anciano en el hospital cuando tuvo un pensamiento – uno que eventualmente lo llevaría a entrar en el seminario. “Sólo recuerdo haber pensado en la madre Teresa y el Padre Richard Ho Lung (quien fundó la orden religiosa conocida como los Misioneros de los pobres en Kingston, Jamaica) y cómo hicieron lo mismo que yo estoy haciendo ahora, pero sin recibir pagó. ¿Cuál era su motivación? La motivación era el amor, dijo. “Comencé a pensar en los Misioneros de los pobres en Kingston, Jamaica, y cómo vivieron felices vidas que los hacían felices, y eso me inspiró”.
La madre de Shoffner dijo que no se sorprendió cuando su hijo le dijo que se sintió llamado a ser sacerdote.
“Estoy tan contenta y llena de felicidad”, dijo Eva Shoffner después que su hijo fue ordenado al diaconado. “Fue simplemente hermoso, y estoy tan feliz que logró hacerlo y ahora puede comenzar a profesar la fe del Señor y ayudar a los demás. ”
La ordenación de Shoffner se celebró en la fiesta de la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. “Esta es una fiesta hermosa, porque es una fiesta del corazón palpitante de Jesús – ese corazón que no deja de latir por amor a nosotros”, dijo el Obispo Kopacz.
Durante la homilía, el obispo leyó un fragmento de la proclamación oficial del Papa León XIII cuando declaró la consagración al Sagrado Corazón en 1899.
Shoffner fue conferido por su compañero de clase y seminarista Adolfo Suárez, quien recientemente fue ordenado diácono en su ciudad natal en México.
Al final del servicio, Shoffner, de pie cerca de una ventana grande de vidrio con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, dijo, “yo era un enfermero en la unidad cardiovascular de cuidados intensivos. Yo era enfermero del corazón. Así que hay otra conexión. Yo estaba tratando de curar corazones que estaban fisicamente enfermos y ahora, a través de la misericordia del Señor puedo curar espiritualmente a los corazones heridos”.
El diácono Shoffner, producto de la comunidad de St. Joseph, pasará su año de transición en otra parroquia, St. Joseph en Gluckstadt.
(Ruthie Robison es reportera del periódico Greenwood Commonwealth y miembra de la Parroquia Inmaculado Corazón de María en Greenwood)