Por Obispo Joseph Kopacz
La experiencia de Pentecostés, parecida a la gran explosión que estalló en el universo, continúa expandiéndose y acelerándose en la creatividad y fuerza salvífica del Espíritu Santo. En la Última Cena, Jesús prometió que el Espíritu nos llevaría a toda la verdad, o a profundizar en el conocimiento y la comprensión de los misterios de nuestra fe de una generación a la siguiente. Recientemente, el Papa Francisco declaró que a partir de este día el lunes después de Pentecostés se celebrará como el Memorial de María, la Madre de la Iglesia. María, cuyo mandato, trajo un nuevo mundo para el plan de salvación de Dios en el misterio de la Encarnación del Logos eterno, revela a cada generación que el Espíritu Santo cuando vive en los corazones y las mentes de los fieles, traerá a Jesucristo a la vida, una luz que brilla en la oscuridad.
María tiene muchos títulos en la Iglesia para expresar la singularidad de su vocación, y este último surge desde el momento de Pentecostés hace casi 2000 años en Jerusalén.
María estaba reunida con los apóstoles y los demás discípulos, 120 en total, cuando el Espíritu Santo se infundió en sus corazones y mentes, creando un nuevo día con poder desde lo alto. “Este es el día que el Señor ha creado, alegrémonos y regocijémonos en él.” Así que la Madre del Señor Jesús, ha sido siempre, y ahora es oficialmente venerada como Madre de la Iglesia, el Cuerpo de Cristo en el mundo.
Como María, nuestra alma proclama la grandeza del Señor y valoramos todas estas cosas en nuestros corazones, manteniendo a Jesucristo cerca en nuestra vida diaria. Como en muchos casos a lo largo de la historia de la Iglesia, el Papa Francisco, como sucesor de San Pedro, habla en nombre de la Iglesia, y en este caso ha decretado oficialmente un nuevo memorial en nombre de todos los fieles, muchos de los cuales expresan su amor por María en su devoción diaria.
El ministerio del Santo Padre, el sucesor de San Pedro, es la recreación y expansión de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo inspiró a San Pedro para que hablara en nombre de los 120 a la incrédula multitud reunida en Jerusalén para una fiesta Judía. Todos los reunidos en oración habían recibido el don del Espíritu Santo, representado en las flotantes lenguas de fuego y el fuerte viento. A partir de este encuentro mutuo con su Dios salvador en Jesucristo, Pedro, con ese acento Galileo, quien sólo unos días antes había negado rotundamente a su Señor, ahora audazmente evangeliza acerca de la salvación en su nombre a todos los que desean escuchar. Recientemente, en una reunión Pre-Sínodo sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional en Roma una notable foto revela la dinámica de un momento de Pentecostés.
El Papa Francisco, en su sotana blanca, fue fotografiado sentado en el centro de una sala repleta de fieles, representantes de muchos países y regiones del mundo que estaban tomando parte en el proceso Pre-Sínodo. Allí estaba sentado Francisco de Roma, rodeado de laicos, religiosos y sacerdotes. Abiertos a la sabiduría y el poder del Espíritu Santo, todos escuchaban una presentación, una de las muchas que conducirían a una exhortación post-sinodal del Papa Francisco. Como San Pedro, eventualmente, él se levantará de en medio de sus hermanos y hermanas, y le hablará a la Iglesia y al mundo.
El Espíritu Santo ha facultado al Papa Francisco en su ministerio petrino durante los últimos cinco años en forma ordinaria y extraordinaria. La Alegría del Evangelio, Evangelii Guadium, es su memorable exhortación apostólica sobre la evangelización, el fruto de un diálogo y discernimiento sinodal mundial. Más recientemente, le dio a la Iglesia el Amoris Latitiae, la Alegría del Amor, un panorama de los desafíos de vivir el Evangelio en el matrimonio y la familia en el mundo moderno. Esta exhortación emergió como el fruto del Espíritu Santo después de un período de dos años, el proceso de base en la Iglesia universal, ofreciendo un camino, consuelo, esperanza y luz.
En conclusión, el momento de Pentecostés nos llama a nuestro centro donde sabemos que somos hijos de Dios, hermanos y hermanas del Señor Jesús, y templos del Espíritu Santo. He sido testigo del Espíritu Santo en toda la Diócesis de Jackson durante las 19 celebraciones de confirmación hasta la fecha.
De seguro estos son momentos extraordinarios, pero sólo pueden materializarse a causa de la ardiente presencia del Espíritu Santo en los corazones y en las mentes de las familias y de las comunidades parroquiales día a día. Para algunos la llama puede haber sido tan imperceptible como una luz piloto a la espera de ser agitados en algo más en el tiempo bueno de Dios. Sin embargo, el don de la Iglesia, el Cuerpo de Cristo, nos llama a todos de vuelta a nuestro Pentecostés, nuestro cumpleaños del Señor, donde podemos renovar nuestra identidad y vocación como discípulos suyos. Desde esa primera comunidad en Jerusalén a muchas comunidades a lo largo de nuestra diócesis, con María, el Papa Francisco y los recientemente confirmados, oramos juntos, Ven, Espíritu Santo y renueva la faz de la tierra.
Category Archives: Bishop Kopacz
El Papa Francisco ofrece una lección de santidad
Por Obispo Joseph Kopacz
“Que mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea colmado” (Jn 15, 11). Estas fueron las palabras de Jesús en el Evangelio del domingo pasado cuando él estaba preparando a sus discípulos para su radical separación de ellos en la cruz. En la misma conversación los invita a una amistad divina y los instruye, o quizá les suplica a “que se amen unos a otros como yo los he amado a ustedes” (Jn 15:12-14). Este pasaje es el camino ideal de la reciente Exhortación publicada del Papa Francisco sobre la santidad, Gaudate et Exultate. El resto de esta columna es un resumen de este regalo del Papa Francisco a la Iglesia y al mundo. El Papa Francisco despierta el Espíritu Santo dentro de cada creyente. “Con esta exhortación me gustaría insistir principalmente en la llamada a la santidad que Dios dirige a cada uno de nosotros y que también la dirige personalmente a ustedes”. (10) Nos recuerda que estamos rodeados por una gran nube de testigos (Hebreos 12:1) tanto los vivos como lo que están con el Señor en la eternidad que rezan por nosotros, y dan testimonio de todo lo que Dios puede hacer en nuestras vidas. “Me gusta contemplar la santidad presente en la paciencia del pueblo de Dios. En aquellos padres que crían a sus hijos con inmenso amor, en aquellos hombres y mujeres que trabajan duro para mantener a sus familias, en los enfermos, en los ancianos religiosos que nunca pierden su sonrisa. En su diaria perseverancia veo la santidad de la Iglesia militante. Muy a menudo es una santidad que se encuentra en nuestros vecinos, esos que viven en medio de nosotros, reflejan la presencia de Dios. Podríamos llamarlos “la clase media de la santidad” (7).
En virtud de nuestra fe y el bautismo, “todos estamos llamados a ser testigos, pero hay muchas maneras reales de dar testimonio. “El poder del Espíritu Santo les permite hacer esto, y al final la santidad es el fruto del Espíritu Santo en su vida” (14). En efecto, “cada santo es un mensaje que el Espíritu Santo toma de las riquezas de Cristo y da a su pueblo” (21).
“Esto debe excitarnos y animarnos a dar nuestro todo y abrazar ese único plan que Dios ha querido para cada uno de nosotros desde la eternidad” (13). “Antes de darte la vida, ya te había escogido; y antes de que nacieras te consagré” (Jer. 1:5). El Papa Francisco reconoce que con todo el alboroto y correderas, engaños y distracciones de nuestro mundo moderno, la santidad puede ser un camino difícil de caminar, pero nada es imposible para Dios. “No le tengas miedo a la santidad. No te quitará nada de tu energía, vitalidad y alegría. Por el contrario te convertirás en lo que el padre tenía en mente cuando te creó, y serás fiel en lo más hondo de tu ser. El depender de Dios, nos libera de toda forma de esclavitud y nos lleva a reconocer nuestra gran dignidad” (35).
Francis ve a la Iglesia y al mundo con el corazón amoroso y la mente de Jesucristo y expone las amenazas a crecer en santidad. Él habla de un nosticismo día moderno cuyos adeptos quieres que todo sea claro y controlado hasta el punto de controlar la trascendencia de Dios. “El Gnosticismo, por su propia naturaleza, trata de domesticar el misterio, sea el misterio de Dios y su gracia, o el misterio de la vida de los otros” (40-41).
Por otro lado, hay un día pelagianismo moderno que lo atribuye todo a la voluntad humana y el trabajo. Tradicionalmente, esto ha sido conocido por ser una “teología sin ayuda de otros” por el cual podemos ganar o incluso comprar nuestro camino al cielo. En oposición a este profundo error, el Papa Francisco habla de un don puro. “Su amistad trasciende infinitamente a nosotros; no la podemos comprar con nuestras obras; sólo puede ser un don nacido de su iniciativa amorosa. Esto nos invita a vivir en gozosa gratitud por este don totalmente inmerecido” (54). “Pero gracias a Dios que ha dado la victoria sobre el pecado y la muerte por medio de nuestro Señor Jesucristo” (1Cor 15:57).
Después el Papa Francisco nos abre la sabiduría de las Bienaventuranzas del Sermón del Monte. Bienaventurados los… o felices son … se convierte en un sinónimo de santo. Expresa el hecho de que aquellos que son fieles a Dios y a su palabra, por su entrega, obtienen la felicidad verdadera. A lo largo de varias páginas Francisco ofrece la sabiduría de Dios a la luz de la cruz y de la Resurrección, que a menudo es perseguida, burlada o ignorada. Los valores del mundo en cada época son una fuerte corriente contra la sabiduría de Dios, pero bienaventurados somos nosotros cuando nadamos en contra de ella por amor a Dios y a nuestros hermanos y hermanas (65-95).
El Papa Francisco también ve claramente los signos de santidad en la Iglesia y en el mundo moderno. Consideren a los que viven con perseverancia, paciencia y mansedumbre frente a la violencia del mundo, la frialdad e indiferencia. ¿Por qué? Porque “si Dios está a nuestro favor, ¿quién estará en contra de nosotros? (Romanos 8:31). Esta convicción es la fuente de paz y alegría de todos los santos y la gente santa (122). El rostro de santidad se manifiesta también en la alegría y el buen humor de muchos. Aunque totalmente realista, irradian un espíritu positivo y esperanzador. Si le permitimos al Señor que nos saque fuera de nuestro ambiente y cambie nuestras vidas, entonces podemos hacer como nos dice san Pablo: “Alégrense siempre en el Señor; repito, alégrense. (Flp 4:4) Vivir con audacia y pasión es otra característica de la santidad en nuestros tiempos, fundada en la promesa del Señor para estar con El hasta el final de los tiempos (Mt 28:20).
La audacia, el entusiasmo, la libertad de expresión, el fervor apostólico, son todos signos del Espíritu de Dios actuando, una luz en la oscuridad. ¿Con qué frecuencia el Papa Francisco dice, estamos tentados a permanecer cerca de la orilla, mientras que el Señor nos dirige a remar mar adentro? Como el profeta Jonás, estamos constantemente tentados a huir a un refugio seguro. Las personas santos y santas saben que este no es el camino de la santidad. “No teman”. La cuarta dimensión de la santidad en nuestro tiempo es saber que estamos llamados a vivir en comunidad, mínimamente donde están dos o tres reunidos en donde las personas aman los pequeños detalles de amor, ya sea la amistad, la familia, las comunidades eclesiales o el lugar de trabajo. San Juan de la Cruz le dijo a uno de sus seguidores. “Ustedes viven con otros para estar de moda y ser juzgados” (104). Las relaciones pueden ser crisoles donde el desafío de amarse el uno al otro se convierte en realidad. Como dice el poeta, “El Amor puede coronarte y crucificarte”.
Por último, está la llamada a la oración constante. “No creo en la santidad sin oración” son las sencillas palabras de nuestro Santo Padre (147). A menos que uno se siente a los pies del Señor, como lo hizo María, y “lo deje a él confortarte más y más con su amor y ternura, tú no podrás atrapar el fuego” (151).
La oración encuentra su cumplimiento definitivo en la misa donde juntos, la Palabra de Dios se convierte en “una lámpara para nuestros pasos y una luz en nuestro sendero (Salmo 119), y donde la Eucaristía, Pan de vida, es comunión con el Señor y el uno al otro, la fuerza para el camino y la promesa de la vida eterna.
Esto es sólo una idea de esta exhortación a la santidad, que es verdaderamente una luz para nuestro camino. Es una enseñanza por la cual podemos levantar nuestros corazones y nuestras mentes a Dios y a nuestro prójimo a fin de cumplir el plan de Dios para cada una de nuestras vidas. Gracias, Santo Padre Francisco. “Ven, Espíritu Santo. Llena los corazones de tus fieles”.
Holiness both ordinary, transcendent
By Bishop Joseph Kopacz
“That my joy will be in you and your joy may be complete.” (John 15, 11)
These were the words of Jesus in last Sunday’s Gospel when he was preparing his disciples for his radical separation from them on the Cross. In the same conversation he invites them into divine friendship and instructs them – or maybe pleads with them – to “love one another as I have loved you.” 15,12-14) This passage is the ideal pathway into Pope Francis’ recently published exhortation on holiness, Gaudate et Exultate. The remainder of this column is an overview of this gift of Pope Francis to the Church and to the world.
Pope Francis awakens the Holy Spirit within each believer. “With this exhortation I would like to insist primarily on the call to holiness that the Lord addresses to each of us, that he also addresses personally to you.” (10) He reminds us that we are surrounded by a great cloud of witnesses, (Hebrews 12,1) both living and with the Lord in eternity who pray for us and give witness to all that God can accomplish in our lives. “I like to contemplate the holiness present in the patience of God’s people. In those parents who raise their children with immense love., in those men and women who work hard to support their families, in the sick, in elderly religious who never lose their smile. In their daily perseverance I see the holiness of the Church militant. Very often it is a holiness found in our next-door neighbors, those who, living in our midst, reflect God’s presence. We might call them “the middle class of holiness.” (7)
By virtue of our faith and baptism we are all called to be witnesses, but there are many actual ways of bearing witness. “The power of the Holy Spirit enables you to do this and holiness in the end is the fruit of the Holy Spirit in your life.” (14) In fact, “every saint is a message which the Holy Spirit takes from the riches of Jesus Christ and gives to his people.” (21)
“This should excite and encourage us to give our all and to embrace that unique plan that God willed for each of us from eternity.” (13) “Before I formed you in the womb, I knew you and before you were born I consecrated you.” (Jer. 1,5) Pope Francis acknowledges that with all of the din and zapping, allurements and distractions of our modern world, holiness can be a difficult road to walk but nothing is impossible with God. “Do not be afraid of holiness. It will take away none of your energy, vitality or joy. On the contrary you will become what the Father had in mind when he created you and you will be faithful to your deepest self. To depend on God, sets us free from every form of enslavement and leads us to recognize our great dignity.” (35)
Pope Francis looks upon the Church and the world with the loving heart and mind of Jesus Christ and exposes the threats to growth in holiness. He speaks of a modern-day Gnosticism whose adherents want everything to be clear and controlled to the point of controlling God’s transcendence. “Gnosticism by its very nature seeks to domesticate the mystery, whether the mystery of God and his grace or the mystery of others’ lives.” (40-41)
On the other hand, there is modern day Pelagianism that attributes everything to human will and work. Traditionally, this has been known to be a “bootstrap theology” by which we can earn or even buy our way into heaven. In opposition to this profound error, Pope Francis speaks of pure gift. “His friendship infinitely transcends us; we cannot buy it with our works; it can only be a gift born of his loving initiative. This invites us to live in joyful gratitude for this completely unmerited gift.” (54) “But thanks be to God who has given the victory over sin and death through our Lord, Jesus Christ.” (1Cor 15,57)
Pope Francis then breaks open for us the wisdom of the Beatitudes from the Sermon on the Mount. “Blessed are the”… or “Happy are”…becomes a synonym for holy are. It expresses the fact those faithful to God and his word, by their self-giving, gain true happiness. Over several pages Francis offers God’s wisdom in the light of the Cross and Resurrection which often is persecuted, mocked or ignored. The values of the world in every age are a strong current against the wisdom of God, but blessed are we when we swim against it out of love for God and our brothers and sisters. (65-95)
Pope Francis also sees clearly the signs of holiness in the Church and in the modern world. Consider those who live with perseverance, patience and meekness in the face of the world’s violence, coldness and indifference. Why? Because “if God is for us, who can be against us?” (Romans 8,31) This conviction is the source of peace and joy of all the saints and holy people. (122)
The face of holiness is also seen in the joy and humor of many. Though completely realistic, they radiate a positive and hopeful spirit. If we allow the Lord to draw us out of our shell and change our lives, then we can do as Saint Paul tells us, “Rejoice in the Lord always; I say it again, rejoice”. (Phil 4,4) Living with boldness and passion is yet another feature of holiness in our times, grounded in the promise of the Lord to be with until the end of time. (Mt 28,20) Boldness, enthusiasm, the freedom to speak out, apostolic fervor, are all signs of the Spirit of God at work, a light in the darkness.
How often, Pope Francis says, are we tempted to stay close to the shore, whereas the Lords directs us to set out into the deep? Like the prophet Jonah, we are constantly tempted to flee to a safe haven. The saints and saintly people know that this is not the path to holiness. “Be not afraid.” The fourth dimension of holiness in our time is to know that we are called to live in community, minimally where two or three are gathered where people cherish the little details of love, whether this is in friendship, family, Church communities or in the workplace.
Saint John of the Cross told one of his followers. “You are living with others to be fashioned and tried.” (104) Relationships can be crucibles where the challenge to love one another becomes real. As the poet says. “Love can crown you and crucify you.” Lastly, there is the call to constant prayer. “I do not believe in holiness without prayer” are the straightforward words of our Holy Father. (147) Unless one sits at the feet of the Lord, as did Mary and “let him warm you more and more with his love and tenderness, you will not catch fire.” (151)
Prayer finds its ultimate fulfillment in the Mass where together the Word of God becomes “a lamp for our steps and a light for our path. (Ps 119) and where the Eucharist, the Bread of Life is communion with the Lord and one another, strength for the journey and the pledge of eternal life.
This is only a taste of this exhortation on holiness which is truly is a light for our path. It is a teaching by which we can raise up our hearts and minds to God and to our neighbor in order to fulfill God’s plan for each of our lives. Thank you, Pope Francis. “Come, Holy Spirit. Fill the hearts of your faithful.”
The exhortation is available online at the Vatican’s website
(Editor’s note: https://w2.vatican.va/content/francesco/en/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20180319_gaudete-et-exsultate.html. )
Bishop Kopacz schedule
May 6-12 – Polish National Catholic Conference, Scranton, Pa.
Confirmation schedule
Sunday, Apr. 29, 5 p.m. – Jackson St. Richard
Wednesday, May 2, 6 p.m. – Meridian St. Patrick and St. Joseph
Thursday, May 3, 6 p.m. – Flowood St. Paul
Friday, May 4, 6 p.m. – Cleveland Our Lady of Victories
Saturday, May 5, 5:30 p.m. – Greenville St. Joseph
Saturday, May 19, 11a.m. – Amory St. Helen
Saturday, May 19, 4 p.m. – Houston Immaculate Heart of Mary
Sunday, May 20, 9 a.m. – West Point Immaculate Conception
Sunday, May 20, 5 p.m. – Gluckstadt St. Joseph
Saturday, June 2, 11a.m. – Carthage St. Anne
Sunday June 3, 9 a.m. – Jackson Christ the King
Sunday, June 3, 1p.m.– Jackson Cathedral of St. Peter the Apostle
Only public events are listed on this schedule and all events are subject to change.
Please check with the local parish for further details
Bishop Kopacz schedule
Wednesday, April 18, 10:30 a.m. – Annual Association of Priests meeting, Madison St. Francis of Assisi Parish.
Thursday, April 19, 9 a.m. – Mass, Diocesan Catholic School Administrators’ Retreat, Lake Tiak O’Khata
Friday, April 27, 5 p.m. – Blessing of Sacred Heart Southern Missions Volunteer House, Holly Springs.
Friday, April 27, 5 p.m. – Mass, Knights of Columbus Convention, Biloxi St. Michael Parish.
Only public events are listed on this schedule and all events are subject to change.
Please check with the local parish for further details
La misión en Saltillo continúa creciendo
Por Obispo Joseph Kopacz
Una amplitud y profundidad de liturgias y fiestas marcaron los cuatro días de mi cuarta visita pastoral a la Misión San Miguel en Saltillo y a sus ranchos en lo alto del desierto con Mons. Mike Flannery. Era el fin de semana del domingo de la Divina Misericordia dentro de la octava de Pascua, un tiempo en que la Iglesia universal está alegremente encontrando al Señor crucificado y resucitado en la efusión de su amorosa compasión. Poco después de haber llegado el jueves por la tarde, celebré la Santa misa en la iglesia de la Divina Misericordia, la cual está funcionando desde su consagración hace dos años. La Novena de la Divina Misericordia, que comienza el viernes Santo, se observa durante toda la octava de Pascua, una semana que hace realidad lo que fue prometido durante la conmemoración de la Semana Santa con el Triduo Sacro. En efecto, nuestro Señor crucificado ha resucitado verdaderamente y su misericordia es eterna. Esta esperanza viva fue evidente en la devoción de los fieles, antes, durante y después de la misa, proporcionando un buen comienzo para la visita pastoral.
El maratón comenzó el viernes con nuestra partida a los ranchos a las 7 de la mañana. La primera de tres Misas de confirmación de ese día tuvo lugar en la Iglesia San Francisco a las 9 a.m. Fue alentador ver a los jóvenes con sus padres y padrinos en la iglesia vistiendo su atuendo formal, despiertos y deseosos de celebrar la confirmación. En la fiesta había una abundancia de comidas recién preparadas y sopa.
De allí salimos hacia el escabroso paisaje del desierto a visitar a las familias de cinco ranchos más para celebrar dos misas de confirmaciones y tres servicios cortos de oración. Como es costumbre, cuando la camioneta se acerca a cada rancho (comunidad) el conductor comienza a tocar la corneta por unos buenos cinco minutos para alertar a la gente que los misioneros han llegado. Al llegar a la iglesia tocan las campanas para dar la bienvenida a cualquier persona que no haya escuchado la corneta para reunirse para orar. Es estimulante el acompañar a estos dedicados sacerdotes, a los catequistas, a los choferes y a los jóvenes que trabajan en los diversos ministerios litúrgicos: servidores del altar, coro, lectores y sacristanes que viajan hacia los márgenes de la diócesis de Saltillo unas pocas veces cada semana. Esto no es una novedad para ellos.
Un día completo de viaje en el alto desierto del estado de Coahuila es una fascinante experiencia que penetra los huesos y la médula ósea. Aquí es donde los caminos no son caminos, sino apenas tramos navegables sobre largos senderos. Pero el paisaje del alto desierto es fascinante y cambiante. En algunas extensiones hay arbustos y cactus cuyas flores en abril ablandan sus defensas espinosas. Una especie de cactus luce un tono rojo que es encantador. Después de un tiempo el paisaje cambia y aparecen grandes árboles de palma con configuraciones creativas que en las sombras del anochecer o amanecer la imaginación podría ver fácilmente contorsiones amenazantes o entretenidas caricaturas. A veces en senderos estrechos uno puede ver en lo alto cordilleras sobresalientes o mirar hacia abajo y ver un terrorífico precipicio en cañón. Siempre había polvo, avivado por el constante trote de los neumáticos sobre superficies rocosas que no favorecieron la lectura o una siesta.
Sin embargo, con la misión siempre delante de nosotros, todo mereció la pena o, como uno dice en español, vale la pena. La prueba de resistencia del viernes terminó a las 8:30 p.m. en El Cuervo, un hotel de cacería situado en 10,000 acres de tierra, que es el hogar de una gran variedad de vida salvaje del desierto donde los cazadores vienen de todo México para probar sus habilidades en el desierto. Es realmente un hotel muy confortable, donde hemos sido tratados excepcionalmente bien por los propietarios durante los últimos tres años.
Dejamos El Cuervo bien temprano el sábado cuando estaba amaneciendo sobre el desierto para un recorrido de dos horas a la Capilla del Ejido la Brecha. Con el Obispo Raúl Vera, el Ordinario de Satillo, acompañándonos para celebrar la misa, bendecimos y colocamos la primera piedra, el primer paso para una nueva iglesia en el sitio. Nombrada por San José, modelo de los esposos, la fecha escogida para la consagración es el 1 de mayo de 2019, día de la fiesta de San José. Después de otra fiesta nos dirigimos a la Presa de San Pedro donde celebramos la confirmación con 24 candidatos, el mayor número en este año en curso. Al llegar a Saltillo por la tarde el Padre Mike y yo, junto con el Padre David y el Padre Evelio, dedicados sacerdotes de la Misión de San Miguel, tuvimos una agradable cena con el Obispo Raúl Vera.
En la mañana del domingo, la fiesta de la Divina Misericordia, nos quedamos en casa, por así decirlo, y celebramos dos misas festivas para este día de la Pascua de la misericordia. El agua fluyó en nuestra misa de las 9 a.m. con la renovación de las promesas bautismales, seguida del bautismo de siete niños después de la homilía. La celebración de la última confirmación enriqueció notablemente la misa de la 1 de la tarde, y el Obispo Vera, predicó y concelebró. Su profética homilía no será olvidada pronto por todos los asistentes, un apasionado llamado a ungir nuestras sociedades con el aceite mayor de justicia y paz. Descansado ahora y volviendo a pensar en inglés, recuerdo las últimas palabras del Evangelio de San Juan para el Domingo de la Divina Misericordia. “Estos signos de Jesús son grabados para que creáis que Jesús es el Mesías, el hijo de Dios, a fin de que creyendo, tengáis vida en su nombre.” La vida en su nombre abunda en la misión de Saltillo y nosotros, los fieles de Jackson y Biloxi, somos una parte importante de este camino de fe. Gracias a Dios.
Mañana es un día de descanso antes de viajar a Aguascalientes para la ordenación al diaconato de Adolfo Suárez-Pasillas en su parroquia natal. Un agradable cansancio se ha asentado en mí.
Saltillo mission continues to expand
By Bishop Joseph Kopacz
A breadth and depth of liturgies and fiestas marked the four days of my fourth pastoral visit to the Saltillo Mission of San Miguel and its high desert ranchos with Msgr. Mike Flannery. It was Divine Mercy weekend within the Octave of Easter, a time when the universal Church is joyfully encountering the crucified and risen Lord in the outpouring of his loving compassion. Shortly after arriving on Thursday, I celebrated Mass in the church of Divina Misericordia, functioning now for two full years since its consecration. The Novena to Divine Mercy which begins on Good Friday, is observed throughout the Octave of Easter, a week that brings to fruition that which was promised throughout the Holy Week commemoration with the Sacred Triduum. Indeed, our crucified Lord is truly risen and his mercy endures forever. This living hope was apparent in the devotion of the faithful before, during and after Mass, providing a fitting start to the pastoral visit.
The marathon began on Friday with our departure to the ranchos at 7 a.m. Our first of three Confirmation Masses that day took place at the Church of San Francisco at 9 a.m. It was inspiring to see los jovenes, (the young people), with their padres and padrinos in formal church attire awake and eager to celebrate Confirmation. The fiesta afterwards teemed with an abundance of freshly made foods and soup. From there we set out for the rugged desert landscape to visit the families of five more ranchos to celebrate two more Confirmation Masses, as well as three shorter prayer services. As is the custom, when the van approached each rancho the driver would lay on the horn for a good five minutes to alert the people that the missionaries have arrived. Upon driving up to the church the bells are then rung to welcome anyone who may have missed the vehicle’s call to gather for prayer.
It is stirring to accompany these dedicated priests, catechists, drivers and young people who serve in various liturgical ministries: altar servers, chorus, readers and sacristans who travel to the margins of the Saltillo Diocese a few times each week. This is not a novelty for them.
A full day of riding in the high desert of the state of Coahuila is a riveting experience that penetrates bone and marrow. This is where roads are not roads but scarcely navigable trails over long stretches. But the high desert landscape is captivating and ever-changing. For some tracts it is shrubbery and cactus plants whose April blossoms soften their thorny defenses. One species of cactus plant sports a red hue that is enchanting. After a time, the landscape shifts to large palm-like trees sporting creative configurations that in the shadows of dusk or dawn one’s imagination could easily see threatening contortions or entertaining caricatures. At times on narrow passes one could look up at jutting ranges or look below at a scary drop-off into a canyon.
Always there was dust, stirred up by the constant drum beat of tires upon rutted surfaces that did not favor reading or napping. However, with the mission always before us, it was all worth it, or as one says in Spanish, vale la pena. Our Friday test of endurance ended at 8:30 p.m. at El Cuervo, a Hunting Lodge on 10,000 acres of land, that is home to a variety of desert wildlife to where hunters come from all over Mexico to test their skills in the wilderness. It’s actually a very comfortable lodge where we have been treated exceptionally well by the owners over the past three years.
We left El Cuervo bright and early on Saturday as dawn was breaking over the desert for a two-hour ride to La Capilla del Ejido la Brecha. With Bishop Raul Vera, the Ordinary of Saltillo, on hand to celebrate the Mass we blessed and placed La Primera Piedra, the first stone, the first step to a new church on the site. Named for San Jose, Modelo de los Esposos (Saint Joseph, model for married men) the target date for the consecration is May 1, 2019, the feast of Saint Joseph.
Following another fiesta, we drove on to Presa San Pedro where we celebrated Confirmation with 24 candidates, the largest number on this year’s circuit.
Arriving back in Saltillo by late afternoon Father Mike and I, along with Padre David and Padre Evelio, the dedicated priests of the San Miguel Mission, had a leisurely dinner with Bishop Raul Vera.
On Sunday morning, the feast of Divine Mercy, we stayed at home so to speak and celebrated two festive Masses for this Easter day of Mercy. The water flowed at our 9 a.m. Mass with the renewal of our Baptismal promises, followed by the Baptism of seven children after the homily. The final celebration of Confirmation greatly enriched the 1 p.m. Mass at which Bishop Vera preached and concelebrated. His prophetic homily will not soon be forgotten by all in attendance, a passionate plea to anoint our societies with the oil of greater justice and peace.
Unwinding now and back to thinking in English I recall the final words of the Gospel of John for Divine Mercy Sunday. “These signs of Jesus are recorded in order that you may believe that Jesus is the Messiah, the son of God, so that believing, you may have life in his name.” Life in his name abounds in the Saltillo Mission and we, the faithful of Jackson and Biloxi, are an important part of this journey of faith. Gracias a Dios.
Tomorrow is a day of rest before traveling to Aguascalientes for the Diaconate ordination of Adolfo Suárez -Pasillas in his home parish. A pleasant tiredness has settled in.
Bishop Kopacz schedule
Monday, March 26, 7:00 a.m. – Men’s Prayer Breakfast, Jackson, St. Richard Parish, Foley Hall.
Tuesday, March 27, 5:30 p.m. – Chrism Mass, Jackson, Cathedral of St. Peter the Apostle.
Wednesday, March 28, 5:30 p.m. – Tenebrae, Jackson, Cathedral of St. Peter the Apostle.
Thursday, March 29, 5:30 p.m. – Holy Thursday Mass, Jackson, Cathedral of St. Peter the Apostle.
Friday, March 30, 5:30 p.m. – Good Friday Service, Jackson, Cathedral of St. Peter the Apostle.
Saturday, March 31, 8:00 a.m. – Easter Vigil, Jackson, Cathedral of St. Peter the Apostle.
Monday, April 2, 6:00 p.m. – Catholic Charities, Tennis Tournament
Thursday, April 5 – 12 Visit to Saltillo, Mexico.
Wednesday, April 11, 5:30 p.m. – Ordination of Adolfo Suarez Pasillas to the Transitional Diaconate, Aguascalientes, Mexico.
Friday, April 13, 6:30 p.m. – School play, Columbus, Annunciation.
Saturday, April 14, 4:30 p.m. – Confirmation, Tupelo, St. James.
Sunday, April 15, 1:00 a.m. – Confirmation, New Albany & Ripley, St. Francis.
Only public events are listed on this schedule and all events are subject to change.
Please check with the local parish for further details
Sitios cristianos benefician de visitas, colecciones locales
Por Obispo Joseph Kopacz
Para los peregrinos que visitan la Tierra Santa, en cualquier momento desde que la peregrinación comienza, la meta y la experiencia culminante son la llegada a Jerusalén. Este es precisamente el camino de salvación que los evangelistas, Mateo, Marcos, Lucas y Juan describen en sus narraciones de la vida, muerte y resurrección del Señor Jesús.” Su ministerio público comenzó en Galilea y continuó hacia el sur como el Río Jordán en dirección a Jerusalén. Seguimos este corredor del Evangelio en la reciente peregrinación patrocinada por los Caballeros y Damas del Santo Sepulcro. Al principio nos instalamos en el área del Mar de Tiberias en el norte de Israel, la ubicación de Nazaret, Cafarnaún, Cana, el Sermón de la montaña y la Transfiguración, antes de dirigirnos al sur hacia Jerusalén. Aunque la región está azotada por el odio, la violencia y los brotes periódicos de hostilidades mortíferas, una realidad consistente es que los peregrinos son siempre bienvenidos. Obviamente, esto es lo pragmático que hay que hacer, pero este es también un signo del infinito respeto y buena voluntad que muchos en Israel y Palestina, judíos y musulmanes por igual, tienen las antiguas iglesias cristianas.
Sin duda, para los cristianos que trágicamente están disminuyendo en número a través del patriarcado de Jerusalén, la Iglesia madre de toda la cristiandad que engloba a Israel, Palestina y Jordania, la presencia de los peregrinos es crítica para su supervivencia. “Las peregrinaciones son una forma de sustento para la supervivencia de miles de familias.” (Cardenal Leonardo Sandri: Congregación de las Iglesias Orientales: carta de llamamiento del Viernes Santo) No sé el impacto financiero total anual de los peregrinos que vienen de todo el mundo, pero es sustancial. Sin embargo, podemos cuantificar el dinero que se recolecta para la Tierra Santa cada año el Viernes Santo. El año pasado, los católicos en los Estados Unidos, incluyendo la Diócesis de Jackson, la cual recaudó más de $32,000, contribuyeron más de $20.000.000 para la misión y ministerios del Patriarcado Latino de Jerusalén. Con esta generosidad, los fieles de la Tierra Santa renovaron y restauraron la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén y la Iglesia de la Natividad en Belén. Recientemente estalló un conflicto cuando la Municipalidad Judía de Jerusalén con una inminente votación en la Knesset, iba a codificar un derecho tributario opresivo a las iglesias cristianas con la posibilidad de exclusión y confiscación de propiedades si las cuotas no eran pagados. Las tradiciones cristianas que supervisan la Iglesia del Santo Sepulcro, los ortodoxos, armenios y católicos, respondieron con el cierre temporal de este lugar sagrado de la crucifixión y entierro del Señor.
Esto provocó una reacción internacional y la Knesset canceló la votación, al menos por ahora. Naturalmente, los cristianos no deberían embarcarse en una cruzada en el sentido clásico, sino espiritual y el apoyo económico sí importa. La generosidad, la oración y la atención de muchos católicos y otros cristianos el viernes Santo y durante todo el año hacen una diferencia. ¿Por qué deberíamos estar preocupados? “La fe cristiana tuvo el primer impulso de la Iglesia madre de Jerusalén, la cual tiene una vocación especial para vivir la fe en un contexto multi-religioso, político, social y cultural, nada menos que para mantener viva la memoria de nuestra redención”. (Cardenal Sandri) Por supuesto, no es sólo una cuestión de preservar los sitios antiguos, sino también de fomentar la misión universal de nuestro Señor crucificado y resucitado a través de los ministerios modernos de las Iglesias que luchan por sobrevivir y prosperar.
El Cardenal Sandri escribe, “a pesar de las dificultades y las inseguridades, las parroquias continuan sus servicios pastorales con una atención preferencial a los pobres. Esperamos contra toda esperanza, que las escuelas sirvan como un lugar de encuentro entre cristianos y musulmanes, donde preparen un futuro de respeto mutuo y colaboración, que los hospitales, las clínicas y centros de reunión continuen acogiendo a los que sufren y a los necesitados, a los refugiados y a personas desplazadas, personas de todas las edades y religiones, golpeados por el horror de la guerra.
Un gran número de ellos están en edad escolar, que apelan a nuestra generosidad para reanudar su vida escolar y el sueño de un futuro mejor.” En su carta el Cardenal Sandri amplía la situación de muchos cristianos de toda la región. “Nuestra atención se dirige a la pequeña comunidad cristiana en el Oriente Medio, la cual sigue sosteniendo la fe entre las personas desplazadas procedentes de Irak y Siria y entre los refugiados en Jordania y el Líbano. La Jornada Mundial de la Paz del papa fue dirigida a la crisis de los refugiados. “En un espíritu de compasión abracemos a todos aquellos que abandonan su patria huyendo de la guerra y del hambre, o forzados por la discriminación, la persecución, la pobreza y la degradación ambiental”. La mayoría de los cristianos iraquíes y sirios quiere regresar a su propia tierra donde sus casas fueron destruidas, con escuelas, hospitales e iglesias devastadas. No los dejemos solos.”
Sabemos que el camino cuaresmal no es un acto solitario, sino un itinerario de solidaridad por el cual cada uno de nosotros está llamado a la pausa y, como el Buen Samaritano, a acompañar a nuestros hermanos que por muchas razones les es difícil levantarse y continuar su viaje. Esto es claramente la realidad en la Tierra Santa y en todo el Oriente Medio y oramos para que la colecta del Viernes Santo eleve a nuestras hermanas y hermanos cristianos. Somos bendecidos por haber podido hacer una peregrinación a la Tierra Santa, una vez en la vida quizás, pero una vez al año durante la Semana Santa, podemos hacer una peregrinación espiritual mediante la oración y la generosidad para estar en solidaridad con muchos que están sufriendo persecución y penurias. Por favor, sean generosos.
Las Iglesias en Jerusalén cierran el Santo Sepulcro en señal de protesta
https://ofm.org/es/blog/las-iglesias-jerusalen-cierran-santo-sepulcro-senal-protesta/
Christian sites benefit from visits, local collection
By Bishop Joseph Kopacz
For pilgrims who visit the Holy Land, at whatever point on the compass the pilgrimage begins, the goal and culminating experience are the arrival in Jerusalem. This is precisely the path of salvation that the Gospel writers, Matthew, Mark, Luke and John describe in their narratives of the Lord Jesus’ life, death and resurrection. His public ministry unfolded in Galilee and flowed southward like the Jordan River in the direction of Jerusalem.
We followed this Gospel corridor on the recent pilgrimage sponsored by the Knights and Dames of the Holy Sepulcher. At first, we settled in at the Sea of Tiberius in northern Israel, the location of Nazareth, Capernaum, Cana, the Sermon on the Mount and the Transfiguration, before turning southward toward Jerusalem. Although the region is wracked by hatred, violence and periodic outbreaks of deadly hostilities, a consistent reality is that pilgrims are always welcome. Obviously, this is the pragmatic thing to do, but this is also a sign of the abiding respect and good will that many in Israel and Palestine, Jews and Muslims alike, have for the ancient Christian Churches.
Without a doubt, for the Christians who tragically are diminishing in number across the Jerusalem Patriarchate, the mother Church of all Christianity encompassing Israel, Palestine and Jordan, the presence of the pilgrims is critical for their survival. “The pilgrimages are a form of sustenance for the survival of thousands of families.” (Leonardo Cardinal Sandri: Congregation of the Oriental Churches: Good Friday Appeal Letter) I do not know the total annual financial impact of the pilgrims who come from across the globe, but it is substantial. However, we can quantify the money that is collected each year from the Good Friday Holy Land collection.
Last year Catholics throughout the United States, including the Diocese of Jackson that raised ore than $32,000, contributed more than $20,000,000 to the mission and ministries of the Latin Patriarchate of Jerusalem. From this largesse the faithful of the Holy Land were able to renovate and restore the Churches of the Holy Sepulcher in Jerusalem and the Church of the Nativity in Bethlehem.
Recently, a conflict erupted when the Jewish Jerusalem Municipality, with an impending vote in the Knesset, was about to encode in law oppressive taxation upon the Christian Churches with the possibility of foreclosure and seizure of properties if assessments were not paid. The Christian traditions who oversee the Church of the Holy Sepulcher, Orthodox, Armenian, Catholic, responded with the temporary closure of this holiest of sites of the Lord’s crucifixion and burial. (Their statementis posted on www.mississippicatholic.com with this column.)
This sparked an international response and the Knesset canceled the vote, at least for now. Naturally, Christians would not and should not embark on a Crusade in the classic sense, but spiritual and economic muscle do matter. The generosity, prayers and attention of many Catholics and other Christians on Good Friday and throughout the year make a difference. Why should we be concerned? “The Christian faith had the first impulse from the mother Church in Jerusalem which has a special vocation to live the faith in a multi-religious, political, social and cultural context, nothing less than keeping the memory of our Redemption alive.” (Cardinal Sandri)
Of course, it is not only a matter of preserving the ancient sites, but also of fostering the universal mission of our crucified and risen Lord through the modern day ministries of the Churches fighting to survive and thrive. Cardinal Sandri writes: “Notwithstanding the challenges and insecurities, the parishes continue their pastoral services with a preferential attention for the poor. We hope against hope, that the schools serve as a place of encounter between the Christians and the Muslims, where they prepare a future of mutual respect and collaboration, the hospitals and clinics, the hospices and meeting centers continue to welcome the suffering and those in need, refugees and displaced, persons of all ages and religions, struck by the horror of war. A great number of them schooling-age, who appeal to our generosity to resume their scholastic life and dream of a better future.” In his letter Cardinal Sandri elaborates upon the plight of many Christians throughout the region. “Our attention goes to the small Christian community in the Middle East, which continues to sustain the faith among the displaced persons from Iraq and Syria and among the refugees in Jordan and Lebanon. The Pope’s World Day of Peace was directed to the refugee crisis. ‘In a spirit of compassion let us embrace all those fleeing from war and from hunger, or forced by discrimination, persecution, poverty and environmental degradation to leave their homeland.’ Most Iraqi Christians and Syrians want to return to their own land where their houses were destroyed, with schools, hospitals and churches devastated. Let us not leave them alone.”
We know that the Lenten journey is not a solitary act, but an itinerary of solidarity by which each one of us is called to pause, and like the Good Samaritan, accompany our brethren who for many reasons find it difficult to stand up and continue their journey. This is clearly the reality in the Holy Land and throughout the Middle East and we pray that the Good Friday collection will raise up our Christian sisters and brothers.
We are blessed to be able to make a pilgrimage to the Holy Land, once in a lifetime perhaps, but once a year during Holy Week we can make a spiritual pilgrimage through prayer and generosity to be in solidarity with many undergoing persecution and hardship. Please be generous.
Churches in Jerusalem close the Holy Sepulcher in protest
https://ofm.org/blog/churches-jerusalem-close-holy-sepulcher-protest/