Bishop Kopacz schedule

May 6-12 – Polish National Catholic Conference, Scranton, Pa.

Confirmation schedule

Sunday, Apr. 29, 5 p.m. – Jackson St. Richard
Wednesday, May 2, 6 p.m. – Meridian St. Patrick and St. Joseph
Thursday, May 3, 6 p.m. – Flowood St. Paul
Friday, May 4, 6 p.m. – Cleveland Our Lady of Victories
Saturday, May 5, 5:30 p.m. – Greenville St. Joseph
Saturday, May 19, 11a.m. – Amory St. Helen
Saturday, May 19, 4 p.m. – Houston Immaculate Heart of Mary
Sunday, May 20, 9 a.m. – West Point Immaculate Conception
Sunday, May 20, 5 p.m. – Gluckstadt St. Joseph
Saturday, June 2, 11a.m. – Carthage St. Anne
Sunday June 3, 9 a.m. – Jackson Christ the King
Sunday, June 3, 1p.m.– Jackson Cathedral of St. Peter the Apostle

Only public events are listed on this schedule and all events are subject to change.
Please check with the local parish for further details

Bishop Kopacz schedule

Wednesday, April 18, 10:30 a.m. – Annual Association of Priests meeting, Madison St. Francis of Assisi Parish.
Thursday, April 19, 9 a.m. – Mass, Diocesan Catholic School Administrators’ Retreat, Lake Tiak O’Khata
Friday, April 27, 5 p.m. – Blessing of Sacred Heart Southern Missions Volunteer House, Holly Springs.
Friday, April 27, 5 p.m. – Mass, Knights of Columbus Convention, Biloxi St. Michael Parish.

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La misión en Saltillo continúa creciendo

Obispo Joseph Kopacz

Por Obispo Joseph Kopacz
Una amplitud y profundidad de liturgias y fiestas marcaron los cuatro días de mi cuarta visita pastoral a la Misión San Miguel en Saltillo y a sus ranchos en lo alto del desierto con Mons. Mike Flannery. Era el fin de semana del domingo de la Divina Misericordia dentro de la octava de Pascua, un tiempo en que la Iglesia universal está alegremente encontrando al Señor crucificado y resucitado en la efusión de su amorosa compasión. Poco después de haber llegado el jueves por la tarde, celebré la Santa misa en la iglesia de la Divina Misericordia, la cual está funcionando desde su consagración hace dos años. La Novena de la Divina Misericordia, que comienza el viernes Santo, se observa durante toda la octava de Pascua, una semana que hace realidad lo que fue prometido durante la conmemoración de la Semana Santa con el Triduo Sacro. En efecto, nuestro Señor crucificado ha resucitado verdaderamente y su misericordia es eterna. Esta esperanza viva fue evidente en la devoción de los fieles, antes, durante y después de la misa, proporcionando un buen comienzo para la visita pastoral.
El maratón comenzó el viernes con nuestra partida a los ranchos a las 7 de la mañana. La primera de tres Misas de confirmación de ese día tuvo lugar en la Iglesia San Francisco a las 9 a.m. Fue alentador ver a los jóvenes con sus padres y padrinos en la iglesia vistiendo su atuendo formal, despiertos y deseosos de celebrar la confirmación. En la fiesta había una abundancia de comidas recién preparadas y sopa.
De allí salimos hacia el escabroso paisaje del desierto a visitar a las familias de cinco ranchos más para celebrar dos misas de confirmaciones y tres servicios cortos de oración. Como es costumbre, cuando la camioneta se acerca a cada rancho (comunidad) el conductor comienza a tocar la corneta por unos buenos cinco minutos para alertar a la gente que los misioneros han llegado. Al llegar a la iglesia tocan las campanas para dar la bienvenida a cualquier persona que no haya escuchado la corneta para reunirse para orar. Es estimulante el acompañar a estos dedicados sacerdotes, a los catequistas, a los choferes y a los jóvenes que trabajan en los diversos ministerios litúrgicos: servidores del altar, coro, lectores y sacristanes que viajan hacia los márgenes de la diócesis de Saltillo unas pocas veces cada semana. Esto no es una novedad para ellos.
Un día completo de viaje en el alto desierto del estado de Coahuila es una fascinante experiencia que penetra los huesos y la médula ósea. Aquí es donde los caminos no son caminos, sino apenas tramos navegables sobre largos senderos. Pero el paisaje del alto desierto es fascinante y cambiante. En algunas extensiones hay arbustos y cactus cuyas flores en abril ablandan sus defensas espinosas. Una especie de cactus luce un tono rojo que es encantador. Después de un tiempo el paisaje cambia y aparecen grandes árboles de palma con configuraciones creativas que en las sombras del anochecer o amanecer la imaginación podría ver fácilmente contorsiones amenazantes o entretenidas caricaturas. A veces en senderos estrechos uno puede ver en lo alto cordilleras sobresalientes o mirar hacia abajo y ver un terrorífico precipicio en cañón. Siempre había polvo, avivado por el constante trote de los neumáticos sobre superficies rocosas que no favorecieron la lectura o una siesta.
Sin embargo, con la misión siempre delante de nosotros, todo mereció la pena o, como uno dice en español, vale la pena. La prueba de resistencia del viernes terminó a las 8:30 p.m. en El Cuervo, un hotel de cacería situado en 10,000 acres de tierra, que es el hogar de una gran variedad de vida salvaje del desierto donde los cazadores vienen de todo México para probar sus habilidades en el desierto. Es realmente un hotel muy confortable, donde hemos sido tratados excepcionalmente bien por los propietarios durante los últimos tres años.
Dejamos El Cuervo bien temprano el sábado cuando estaba amaneciendo sobre el desierto para un recorrido de dos horas a la Capilla del Ejido la Brecha. Con el Obispo Raúl Vera, el Ordinario de Satillo, acompañándonos para celebrar la misa, bendecimos y colocamos la primera piedra, el primer paso para una nueva iglesia en el sitio. Nombrada por San José, modelo de los esposos, la fecha escogida para la consagración es el 1 de mayo de 2019, día de la fiesta de San José. Después de otra fiesta nos dirigimos a la Presa de San Pedro donde celebramos la confirmación con 24 candidatos, el mayor número en este año en curso. Al llegar a Saltillo por la tarde el Padre Mike y yo, junto con el Padre David y el Padre Evelio, dedicados sacerdotes de la Misión de San Miguel, tuvimos una agradable cena con el Obispo Raúl Vera.
En la mañana del domingo, la fiesta de la Divina Misericordia, nos quedamos en casa, por así decirlo, y celebramos dos misas festivas para este día de la Pascua de la misericordia. El agua fluyó en nuestra misa de las 9 a.m. con la renovación de las promesas bautismales, seguida del bautismo de siete niños después de la homilía. La celebración de la última confirmación enriqueció notablemente la misa de la 1 de la tarde, y el Obispo Vera, predicó y concelebró. Su profética homilía no será olvidada pronto por todos los asistentes, un apasionado llamado a ungir nuestras sociedades con el aceite mayor de justicia y paz. Descansado ahora y volviendo a pensar en inglés, recuerdo las últimas palabras del Evangelio de San Juan para el Domingo de la Divina Misericordia. “Estos signos de Jesús son grabados para que creáis que Jesús es el Mesías, el hijo de Dios, a fin de que creyendo, tengáis vida en su nombre.” La vida en su nombre abunda en la misión de Saltillo y nosotros, los fieles de Jackson y Biloxi, somos una parte importante de este camino de fe. Gracias a Dios.
Mañana es un día de descanso antes de viajar a Aguascalientes para la ordenación al diaconato de Adolfo Suárez-Pasillas en su parroquia natal. Un agradable cansancio se ha asentado en mí.

Saltillo mission continues to expand

Bishop Joseph Kopacz

By Bishop Joseph Kopacz
A breadth and depth of liturgies and fiestas marked the four days of my fourth pastoral visit to the Saltillo Mission of San Miguel and its high desert ranchos with Msgr. Mike Flannery. It was Divine Mercy weekend within the Octave of Easter, a time when the universal Church is joyfully encountering the crucified and risen Lord in the outpouring of his loving compassion. Shortly after arriving on Thursday, I celebrated Mass in the church of Divina Misericordia, functioning now for two full years since its consecration. The Novena to Divine Mercy which begins on Good Friday, is observed throughout the Octave of Easter, a week that brings to fruition that which was promised throughout the Holy Week commemoration with the Sacred Triduum. Indeed, our crucified Lord is truly risen and his mercy endures forever. This living hope was apparent in the devotion of the faithful before, during and after Mass, providing a fitting start to the pastoral visit.
The marathon began on Friday with our departure to the ranchos at 7 a.m. Our first of three Confirmation Masses that day took place at the Church of San Francisco at 9 a.m. It was inspiring to see los jovenes, (the young people), with their padres and padrinos in formal church attire awake and eager to celebrate Confirmation. The fiesta afterwards teemed with an abundance of freshly made foods and soup. From there we set out for the rugged desert landscape to visit the families of five more ranchos to celebrate two more Confirmation Masses, as well as three shorter prayer services. As is the custom, when the van approached each rancho the driver would lay on the horn for a good five minutes to alert the people that the missionaries have arrived. Upon driving up to the church the bells are then rung to welcome anyone who may have missed the vehicle’s call to gather for prayer.
It is stirring to accompany these dedicated priests, catechists, drivers and young people who serve in various liturgical ministries: altar servers, chorus, readers and sacristans who travel to the margins of the Saltillo Diocese a few times each week. This is not a novelty for them.
A full day of riding in the high desert of the state of Coahuila is a riveting experience that penetrates bone and marrow. This is where roads are not roads but scarcely navigable trails over long stretches. But the high desert landscape is captivating and ever-changing. For some tracts it is shrubbery and cactus plants whose April blossoms soften their thorny defenses. One species of cactus plant sports a red hue that is enchanting. After a time, the landscape shifts to large palm-like trees sporting creative configurations that in the shadows of dusk or dawn one’s imagination could easily see threatening contortions or entertaining caricatures. At times on narrow passes one could look up at jutting ranges or look below at a scary drop-off into a canyon.
Always there was dust, stirred up by the constant drum beat of tires upon rutted surfaces that did not favor reading or napping. However, with the mission always before us, it was all worth it, or as one says in Spanish, vale la pena. Our Friday test of endurance ended at 8:30 p.m. at El Cuervo, a Hunting Lodge on 10,000 acres of land, that is home to a variety of desert wildlife to where hunters come from all over Mexico to test their skills in the wilderness. It’s actually a very comfortable lodge where we have been treated exceptionally well by the owners over the past three years.
We left El Cuervo bright and early on Saturday as dawn was breaking over the desert for a two-hour ride to La Capilla del Ejido la Brecha. With Bishop Raul Vera, the Ordinary of Saltillo, on hand to celebrate the Mass we blessed and placed La Primera Piedra, the first stone, the first step to a new church on the site. Named for San Jose, Modelo de los Esposos (Saint Joseph, model for married men) the target date for the consecration is May 1, 2019, the feast of Saint Joseph.
Following another fiesta, we drove on to Presa San Pedro where we celebrated Confirmation with 24 candidates, the largest number on this year’s circuit.
Arriving back in Saltillo by late afternoon Father Mike and I, along with Padre David and Padre Evelio, the dedicated priests of the San Miguel Mission, had a leisurely dinner with Bishop Raul Vera.
On Sunday morning, the feast of Divine Mercy, we stayed at home so to speak and celebrated two festive Masses for this Easter day of Mercy. The water flowed at our 9 a.m. Mass with the renewal of our Baptismal promises, followed by the Baptism of seven children after the homily. The final celebration of Confirmation greatly enriched the 1 p.m. Mass at which Bishop Vera preached and concelebrated. His prophetic homily will not soon be forgotten by all in attendance, a passionate plea to anoint our societies with the oil of greater justice and peace.
Unwinding now and back to thinking in English I recall the final words of the Gospel of John for Divine Mercy Sunday. “These signs of Jesus are recorded in order that you may believe that Jesus is the Messiah, the son of God, so that believing, you may have life in his name.” Life in his name abounds in the Saltillo Mission and we, the faithful of Jackson and Biloxi, are an important part of this journey of faith. Gracias a Dios.
Tomorrow is a day of rest before traveling to Aguascalientes for the Diaconate ordination of Adolfo Suárez -Pasillas in his home parish. A pleasant tiredness has settled in.

Bishop Kopacz schedule

Monday, March 26, 7:00 a.m. – Men’s Prayer Breakfast, Jackson, St. Richard Parish, Foley Hall.
Tuesday, March 27, 5:30 p.m. – Chrism Mass, Jackson, Cathedral of St. Peter the Apostle.
Wednesday, March 28, 5:30 p.m. – Tenebrae, Jackson, Cathedral of St. Peter the Apostle.
Thursday, March 29, 5:30 p.m. – Holy Thursday Mass, Jackson, Cathedral of St. Peter the Apostle.
Friday, March 30, 5:30 p.m. – Good Friday Service, Jackson, Cathedral of St. Peter the Apostle.
Saturday, March 31, 8:00 a.m. – Easter Vigil, Jackson, Cathedral of St. Peter the Apostle.
Monday, April 2, 6:00 p.m. – Catholic Charities, Tennis Tournament
Thursday, April 5 – 12 Visit to Saltillo, Mexico.
Wednesday, April 11, 5:30 p.m. – Ordination of Adolfo Suarez Pasillas to the Transitional Diaconate, Aguascalientes, Mexico.
Friday, April 13, 6:30 p.m. – School play, Columbus, Annunciation.
Saturday, April 14, 4:30 p.m. – Confirmation, Tupelo, St. James.
Sunday, April 15, 1:00 a.m. – Confirmation, New Albany & Ripley, St. Francis.

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Sitios cristianos benefician de visitas, colecciones locales

Obispo Joseph Kopacz

Por Obispo Joseph Kopacz
Para los peregrinos que visitan la Tierra Santa, en cualquier momento desde que la peregrinación comienza, la meta y la experiencia culminante son la llegada a Jerusalén. Este es precisamente el camino de salvación que los evangelistas, Mateo, Marcos, Lucas y Juan describen en sus narraciones de la vida, muerte y resurrección del Señor Jesús.” Su ministerio público comenzó en Galilea y continuó hacia el sur como el Río Jordán en dirección a Jerusalén. Seguimos este corredor del Evangelio en la reciente peregrinación patrocinada por los Caballeros y Damas del Santo Sepulcro. Al principio nos instalamos en el área del Mar de Tiberias en el norte de Israel, la ubicación de Nazaret, Cafarnaún, Cana, el Sermón de la montaña y la Transfiguración, antes de dirigirnos al sur hacia Jerusalén. Aunque la región está azotada por el odio, la violencia y los brotes periódicos de hostilidades mortíferas, una realidad consistente es que los peregrinos son siempre bienvenidos. Obviamente, esto es lo pragmático que hay que hacer, pero este es también un signo del infinito respeto y buena voluntad que muchos en Israel y Palestina, judíos y musulmanes por igual, tienen las antiguas iglesias cristianas.
Sin duda, para los cristianos que trágicamente están disminuyendo en número a través del patriarcado de Jerusalén, la Iglesia madre de toda la cristiandad que engloba a Israel, Palestina y Jordania, la presencia de los peregrinos es crítica para su supervivencia. “Las peregrinaciones son una forma de sustento para la supervivencia de miles de familias.” (Cardenal Leonardo Sandri: Congregación de las Iglesias Orientales: carta de llamamiento del Viernes Santo) No sé el impacto financiero total anual de los peregrinos que vienen de todo el mundo, pero es sustancial. Sin embargo, podemos cuantificar el dinero que se recolecta para la Tierra Santa cada año el Viernes Santo. El año pasado, los católicos en los Estados Unidos, incluyendo la Diócesis de Jackson, la cual recaudó más de $32,000, contribuyeron más de $20.000.000 para la misión y ministerios del Patriarcado Latino de Jerusalén. Con esta generosidad, los fieles de la Tierra Santa renovaron y restauraron la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén y la Iglesia de la Natividad en Belén. Recientemente estalló un conflicto cuando la Municipalidad Judía de Jerusalén con una inminente votación en la Knesset, iba a codificar un derecho tributario opresivo a las iglesias cristianas con la posibilidad de exclusión y confiscación de propiedades si las cuotas no eran pagados. Las tradiciones cristianas que supervisan la Iglesia del Santo Sepulcro, los ortodoxos, armenios y católicos, respondieron con el cierre temporal de este lugar sagrado de la crucifixión y entierro del Señor.
Esto provocó una reacción internacional y la Knesset canceló la votación, al menos por ahora. Naturalmente, los cristianos no deberían embarcarse en una cruzada en el sentido clásico, sino espiritual y el apoyo económico sí importa. La generosidad, la oración y la atención de muchos católicos y otros cristianos el viernes Santo y durante todo el año hacen una diferencia. ¿Por qué deberíamos estar preocupados? “La fe cristiana tuvo el primer impulso de la Iglesia madre de Jerusalén, la cual tiene una vocación especial para vivir la fe en un contexto multi-religioso, político, social y cultural, nada menos que para mantener viva la memoria de nuestra redención”. (Cardenal Sandri) Por supuesto, no es sólo una cuestión de preservar los sitios antiguos, sino también de fomentar la misión universal de nuestro Señor crucificado y resucitado a través de los ministerios modernos de las Iglesias que luchan por sobrevivir y prosperar.
El Cardenal Sandri escribe, “a pesar de las dificultades y las inseguridades, las parroquias continuan sus servicios pastorales con una atención preferencial a los pobres. Esperamos contra toda esperanza, que las escuelas sirvan como un lugar de encuentro entre cristianos y musulmanes, donde preparen un futuro de respeto mutuo y colaboración, que los hospitales, las clínicas y centros de reunión continuen acogiendo a los que sufren y a los necesitados, a los refugiados y a personas desplazadas, personas de todas las edades y religiones, golpeados por el horror de la guerra.
Un gran número de ellos están en edad escolar, que apelan a nuestra generosidad para reanudar su vida escolar y el sueño de un futuro mejor.” En su carta el Cardenal Sandri amplía la situación de muchos cristianos de toda la región. “Nuestra atención se dirige a la pequeña comunidad cristiana en el Oriente Medio, la cual sigue sosteniendo la fe entre las personas desplazadas procedentes de Irak y Siria y entre los refugiados en Jordania y el Líbano. La Jornada Mundial de la Paz del papa fue dirigida a la crisis de los refugiados. “En un espíritu de compasión abracemos a todos aquellos que abandonan su patria huyendo de la guerra y del hambre, o forzados por la discriminación, la persecución, la pobreza y la degradación ambiental”. La mayoría de los cristianos iraquíes y sirios quiere regresar a su propia tierra donde sus casas fueron destruidas, con escuelas, hospitales e iglesias devastadas. No los dejemos solos.”
Sabemos que el camino cuaresmal no es un acto solitario, sino un itinerario de solidaridad por el cual cada uno de nosotros está llamado a la pausa y, como el Buen Samaritano, a acompañar a nuestros hermanos que por muchas razones les es difícil levantarse y continuar su viaje. Esto es claramente la realidad en la Tierra Santa y en todo el Oriente Medio y oramos para que la colecta del Viernes Santo eleve a nuestras hermanas y hermanos cristianos. Somos bendecidos por haber podido hacer una peregrinación a la Tierra Santa, una vez en la vida quizás, pero una vez al año durante la Semana Santa, podemos hacer una peregrinación espiritual mediante la oración y la generosidad para estar en solidaridad con muchos que están sufriendo persecución y penurias. Por favor, sean generosos.

Las Iglesias en Jerusalén cierran el Santo Sepulcro  en señal de  protesta

https://ofm.org/es/blog/las-iglesias-jerusalen-cierran-santo-sepulcro-senal-protesta/

Christian sites benefit from visits, local collection

Bishop Joseph Kopacz

By Bishop Joseph Kopacz
For pilgrims who visit the Holy Land, at whatever point on the compass the pilgrimage begins, the goal and culminating experience are the arrival in Jerusalem. This is precisely the path of salvation that the Gospel writers, Matthew, Mark, Luke and John describe in their narratives of the Lord Jesus’ life, death and resurrection. His public ministry unfolded in Galilee and flowed southward like the Jordan River in the direction of Jerusalem.
We followed this Gospel corridor on the recent pilgrimage sponsored by the Knights and Dames of the Holy Sepulcher. At first, we settled in at the Sea of Tiberius in northern Israel, the location of Nazareth, Capernaum, Cana, the Sermon on the Mount and the Transfiguration, before turning southward toward Jerusalem. Although the region is wracked by hatred, violence and periodic outbreaks of deadly hostilities, a consistent reality is that pilgrims are always welcome. Obviously, this is the pragmatic thing to do, but this is also a sign of the abiding respect and good will that many in Israel and Palestine, Jews and Muslims alike, have for the ancient Christian Churches.
Without a doubt, for the Christians who tragically are diminishing in number across the Jerusalem Patriarchate, the mother Church of all Christianity encompassing Israel, Palestine and Jordan, the presence of the pilgrims is critical for their survival. “The pilgrimages are a form of sustenance for the survival of thousands of families.” (Leonardo Cardinal Sandri: Congregation of the Oriental Churches: Good Friday Appeal Letter) I do not know the total annual financial impact of the pilgrims who come from across the globe, but it is substantial. However, we can quantify the money that is collected each year from the Good Friday Holy Land collection.
Last year Catholics throughout the United States, including the Diocese of Jackson that raised ore than $32,000, contributed more than $20,000,000 to the mission and ministries of the Latin Patriarchate of Jerusalem. From this largesse the faithful of the Holy Land were able to renovate and restore the Churches of the Holy Sepulcher in Jerusalem and the Church of the Nativity in Bethlehem.
Recently, a conflict erupted when the Jewish Jerusalem Municipality, with an impending vote in the Knesset, was about to encode in law oppressive taxation upon the Christian Churches with the possibility of foreclosure and seizure of properties if assessments were not paid. The Christian traditions who oversee the Church of the Holy Sepulcher, Orthodox, Armenian, Catholic, responded with the temporary closure of this holiest of sites of the Lord’s crucifixion and burial. (Their statementis posted on www.mississippicatholic.com with this column.)
This sparked an international response and the Knesset canceled the vote, at least for now. Naturally, Christians would not and should not embark on a Crusade in the classic sense, but spiritual and economic muscle do matter. The generosity, prayers and attention of many Catholics and other Christians on Good Friday and throughout the year make a difference. Why should we be concerned? “The Christian faith had the first impulse from the mother Church in Jerusalem which has a special vocation to live the faith in a multi-religious, political, social and cultural context, nothing less than keeping the memory of our Redemption alive.” (Cardinal Sandri)
Of course, it is not only a matter of preserving the ancient sites, but also of fostering the universal mission of our crucified and risen Lord through the modern day ministries of the Churches fighting to survive and thrive. Cardinal Sandri writes: “Notwithstanding the challenges and insecurities, the parishes continue their pastoral services with a preferential attention for the poor. We hope against hope, that the schools serve as a place of encounter between the Christians and the Muslims, where they prepare a future of mutual respect and collaboration, the hospitals and clinics, the hospices and meeting centers continue to welcome the suffering and those in need, refugees and displaced, persons of all ages and religions, struck by the horror of war. A great number of them schooling-age, who appeal to our generosity to resume their scholastic life and dream of a better future.” In his letter Cardinal Sandri elaborates upon the plight of many Christians throughout the region. “Our attention goes to the small Christian community in the Middle East, which continues to sustain the faith among the displaced persons from Iraq and Syria and among the refugees in Jordan and Lebanon. The Pope’s World Day of Peace was directed to the refugee crisis. ‘In a spirit of compassion let us embrace all those fleeing from war and from hunger, or forced by discrimination, persecution, poverty and environmental degradation to leave their homeland.’ Most Iraqi Christians and Syrians want to return to their own land where their houses were destroyed, with schools, hospitals and churches devastated. Let us not leave them alone.”
We know that the Lenten journey is not a solitary act, but an itinerary of solidarity by which each one of us is called to pause, and like the Good Samaritan, accompany our brethren who for many reasons find it difficult to stand up and continue their journey. This is clearly the reality in the Holy Land and throughout the Middle East and we pray that the Good Friday collection will raise up our Christian sisters and brothers.
We are blessed to be able to make a pilgrimage to the Holy Land, once in a lifetime perhaps, but once a year during Holy Week we can make a spiritual pilgrimage through prayer and generosity to be in solidarity with many undergoing persecution and hardship. Please be generous.

Churches in Jerusalem close the Holy Sepulcher in protest

https://ofm.org/blog/churches-jerusalem-close-holy-sepulcher-protest/

 

Bishop Kopacz schedule

Tuesday, March 20, 6:00 p.m. – Reconciliation Service, Jackson, St. Richard Parish.
Wednesday, March 21, 7:30 a.m. – Ecumenical Bishops’ Breakfast with Methodist and Episcopal Bishops of Mississippi.
Thursday, March 22, 9:00 a.m. – Parchman Prison Mass and visit
Monday, March 26, 6:55 a.m. – Men’s Prayer Breakfast, Jackson, St. Richard Parish, Foley Hall

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Bishop Kopacz Schedule

Thursday, March 1, 11:30 a.m. – Mission Mississippi Governor’s Leadership Luncheon, Jackson Convention Complex
Thursday, March 1, 5 p.m. – Closing Mass, Relics of St. Pio of Pietralcina Centennial Tour, Jackson, Cathedral of St. Peter the Apostle
Saturday, March 3, 8:15 a.m. – First Five Saturdays devotion to Our Lady of Fatima, Gluckstadt St. Joseph Parish
Saturday, March 3, 5 p.m. – Mass and dinner, High School Confirmation Retreat, Camp Garaywa, Clinton
Sunday, March 4, 9 a.m. – Mass of Installation of Father Pradeep Kumar Thirumalreddy, Sardis St. John
Sunday, March 4, 10:30 a.m. – Mass of Installation of Father Pradeep Kumar Thirumalreddy, Batesville St. Mary
Sunday, March 4, 12:30 p.m. – Mass in Spanish, Batesville St. Mary
Monday, March 5, 6 p.m. – Notre Dame Seminary Chancellor’s dinner, Notre Dame Seminary, New Orleans

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Peregrinación ofrece forraje para la reflexión cuaresmal

Obispo Joseph Kopacz

Por Obispo Joseph Kopacz
El viernes pasado por la noche regresé de mi peregrinación por la Tierra Santa, patrocinado por los Caballeros y Damas del Santo Sepulcro. Después que las telarañas de las 15 horas de vuelo progresivamente han sido barridas por la bendición de un buen sueño y de encontrarme ya en mi hogar, puedo ver que las lecturas bíblicas del primer domingo de Cuaresma son un puente entre mi experiencia en la Tierra Santa y el comienzo del sagrado tiempo de la cuaresma. El tema del bautismo fue primordial en el primer domingo de Cuaresma de este año, como escuchamos en la primera carta de Pedro, reflexionando sobre la gran inundación en el tiempo de Noé. “Noé y su familia fueron salvados a través del agua. Esto prefigura al bautismo, que los salva ahora. No es una eliminación de la suciedad del cuerpo, sino un llamamiento a Dios para una buena conciencia a través de la resurrección de Jesucristo”.
Inmediatamente antes de que Jesús fuera dirigido hacia el desierto por el Espíritu Santo, en el Evangelio del domingo pasado, fue bautizado por Juan en el Río Jordán y revelado como hijo predilecto de Dios. En el transcurso de 40 días en el desierto, en soledad y comunión con el Padre celestial, pero sin estar protegido de los asaltos de las tentaciones, Jesús fortaleció su identidad como hijo predilecto de Dios. Al salir del desierto, inmediatamente comenzó a caminar a grandes pasos, proclamando el reino de Dios y el llamado a reformar nuestras vidas y a creer en el evangelio, nuestro ritual del Miércoles de Ceniza, sellado por nuestro Amén. Uno de los momentos más intensos de la peregrinación a la Tierra Santa fue nuestra reunión en el Río Jordán. No estamos hablando de un rio del tamaño del Rio Mississippi, sino de una gran corriente de agua que fluye del Mar de Galilea, en el norte, hacia el Mar Muerto en el sur. Sin embargo, tiene un profundo significado para todos los cristianos, como el lugar donde el ministerio público de Jesús brotó del corazón de Dios.
La historia de Noé y el diluvio es una poderosa historia de fe, como sabemos, pero no podemos situar estos eventos en el espacio y en el tiempo. Por otro lado, el Río Jordán es real, el ministerio de Juan el Bautista es histórico, y Jesús es el único a quien Juan preparó el camino. A través de los ojos de la fe y el deseo de renovar nuestro pacto del bautismo en la muerte y resurrección de Jesucristo, nosotros los peregrinos nos paramos a la orilla del Jordán y profesamos nuestra fe. Seguidamente se hizo el Rito de la Aspersión con el agua marrón del río, genuinamente, pero también remilgadamente por la posibilidad de poder tragar algo de esta agua. Alrededor de nosotros, un flujo constante de peregrinos vino a renovar su bautismo, o ser bautizados por primera vez en las aguas fluyentes. Un rápido vistazo alrededor de las pasarelas y las riberas del río reveló la presencia de discípulos de las tradiciones ortodoxas y de las denominaciones evangélicas y bautistas que estaban de pie en el río celebrando la inmersión completa. Estaban en el río mientras estábamos por el río. Una gran diferencia física, pero en cualquiera de los rituales es la fe que tenemos en el Señor Jesús y en su llamada a vivir como sus discípulos lo que está en el corazón de la cuestión. ¿Van a cambiar nuestras vidas cuando sea necesario una vez que el agua se evapora?
Este momento de gracia ocurrió aproximadamente a mitad de la peregrinación que comenzó en Galilea, en el Mar de Tiberias, donde pudimos salir y visitar Nazaret, el lugar de nacimiento de María y el lugar donde Jesús vivió oculto antes de su ministerio público. Capernaúm también fue parte del circuito del norte donde estuvimos, en el sitio de la sinagoga donde Jesús inició su ministerio público formal predicando, enseñando, expulsando demonios, sanando a la suegra de Pedro, y perdonando los pecados del paralítico cuyos amigos lo bajaron por el techo a la casa de Pedro al cruzar la calle de la sinagoga. Todo ello ocurrió después de que Jesús anunció el Reino y la llamada a la penitencia. Los descubrimientos arqueológicos y sitios de excavación de la segunda mitad del siglo XX han autenticado los relatos evangélicos de la sinagoga y la casa de Pedro en Capernaúm.
De vuelta al río. Después de la renovación de nuestra alianza bautismal en el Río Jordán, volvemos nuestra mirada a Jerusalén y a los últimos días de la vida de nuestro Señor que conocemos como el Domingo de Ramos y la Semana Santa, que conducen a la muerte y la resurrección del Señor. Esta segunda mitad de la peregrinación también incluyó visitas a Jericó y Betania, el sitio de la comunidad de los Esenios en Qumran y el Mar Muerto. Solamente las fotos, cientos y cientos de ellas, algunas de las cuales envié por Twitter después de cada uno de los eventos del día, me proporcionarán muchos momentos de reflexión y beneficio espiritual durante la Cuaresma.
Con la Iglesia y en nuestra vida personal, el Señor nos llama a cada uno de nosotros durante esta peregrinación de 40 días a apartarnos del pecado y creer en el Evangelio, para recordar que somos polvo y á polvo hemos de regresar, y que al final hay tres cosas que permanecen, la fe, la esperanza y el amor, y la mayor de todas ellas es el amor. Que nuestra oración intencional de la Cuaresma, el ayuno y la limosna, nos lleven a valorar las cosas que realmente importan en Cristo Jesús, descartando las que no sirven, y sabiendo profundamente que nuestra ciudadanía está en el cielo. Somos los hijos amados de Dios en Jesucristo, y que podamos vivir en los plenos pasos del maestro.