TOME NOTA

Grupo juvenil
CORINTH – La Parroquia St. James necesita voluntarios para remodelar y hacer arreglos a la nueva rectoría donde se moverá el Padre Mario Solorzano. Las personas interesadas deben hablar con el Padre Solorzano.

Kermes familiar
JACKSON – El Movimiento Familiar Cristiano va a realizar un kermes el sábado 7 de mayo en las canchas de la Iglesia Santa María de 8 a.m. – 7 p.m. Habrá venta de comida y un torneo de soccer de hombres y de mujeres. Todos están invitados.

Consulado de México
VARDAMAN – El Consulado General de México en Nueva Orleans visitará El Centro de Vida Familiar, 210 Main Street, el 21 y 22 de mayo para realizar el trámite de pasaportes, y matrículas y expedir actas de nacimiento generadas en territorio nacional. Para solicitar cita, llame al 1-877-639-4835 o visite https://mexitel.sre.gov.mx/.

Exitosa primera asamblea regional del Movimiento Familiar Cristiano

CAMDEN – Temprano en abril se reunieron en la Parroquia Sagrado Corazón 42 parejas de Alabama y Missisippi para participar en la primera asamblea regional del Movimiento Familiar Cristiano que se realiza en la diócesis, cubriendo el período de tres años, 2014-2017.
Gerardo Hernández, presidente del área de familias de Jackson, dijo que tanto para él como para todas las otras parejas fue una bendición realizar esta primera asamblea. “Estamos haciendo historia y a la vez creciendo en nuestra unidad familiar”, dijo, añadiendo que los conocimientos que están recibiendo, especialmente sobre comunicación, los está ayudando a ser mejores padres y mejores esposos.
“Estamos promocionando este movimiento con nuestros testimonio como parejas y los temas que tratamos en las dos reuniones mensuales nos motivan y refuerzan nuestra vida familiar”, indicó Hernández.
A la asamblea asistieron dos parejas de Dothan, Alabama, cinco del área de Tupelo y 35 del área de Jackson.
Las charlas del día fueron presentadas por cuatro conferencistas. “El desafío en la educación de los niños” estuvo a cargo del diacono Edgardo Farias, profesor del SEPI en Miami. El Padre Odel Medina explicó la celebración de la misa. El tema sobre la importancia del compromiso y el servicio cristiano fue presentado por el profesor Joel Alonso y la Hermana Josefina García habló sobre el sacramento del matrimonio.
A la asamblea asistieron también los presidentes nacionales del movimiento, Toni y Loli Layton de Texas, los presidentes de las tres áreas de familias presentes: de Dothan, Ala., Miguel y Socorro Blanco; del área de Tupelo, Enrique y Carolina Amador; del área de Jackson, Gerardo y Lupita Hernández; y los asesores espirituales del movimiento, el Hermano Ted Dausch, director de la Oficina del Ministerio Hispano, y las Hermanas Guadalupanas del Espiritu Santo, María Elena Méndez y Josefina García, y el Padre Odel Medina, párroco asociado de la Parroquia Sagrado Corazón.
Las invitaciones para participar en este Movimiento Familiar Cristiano en las áreas de Jackson y Tupelo comienzan en agosto y las reuniones comienzan en septiembre.
Todas las parejas de las áreas de Jackson y Tupelo están invitadas a participar en este programa cuya meta es ayudar a que exista una mejor comunicación y dialogo entre la pareja, a que conozcan los valores cristianos en la familia, a que tomen conciencia sobre el valor del sacramento del matrimonio y a que se involucren en la vida de sus parroquias.

Oficina del Ministerio Hispano ofrece diversidad de talleres, retiros

JACKSON – La Oficina del Ministerio Hispano de la Diócesis de Jackson tiene disponible cinco talleres para  ofrecer en la parroquias que los soliciten a través de sus párrocos o ministros eclesiales laicos (LEM). Los cinco talleres son diseñados para líderes, coros, ministros de la liturgia, catequistas y uno para los que quieran mejorar su autoestima.
Los líderes religiosos necesitan una misión y una visión para su ministerio. A los líderes o aquellos que quieran descubrir o mejorar su liderazgo, se les invita a que participen en el taller de liderazgo cristiano el cual les ofrecerá la oportunidad de descubrir sus dones y talentos, su potencialidad como líderes y los roles que cada miembro tiene dentro de un grupo. La información también incluirá los tipos de líderes, el proceso de un grupo, los posibles conflictos y las posibles soluciones.
En la liturgia, la música nos ayuda a meditar, a aclamar y a proclamar pero es necesario conocer la importancia de este ministerio. El taller para coros parroquiales prepara a los miembros de un coro con la formación básica sobre su rol y les explica como la música anima la liturgia. También aprenderán sobre la finalidad de los cantos, sus momentos, sus tiempos y el orden de la misa. Para los que no son líderes o cantantes, la iglesia los anima a que participen en la celebración eucarística como lectores, como ministros extraordinarios de la Eucaristía, comentaristas, o a que sirvan en el ministerio de hospitalidad o como acólitos. El taller de ministerios litúrgicos los preparará para servir en cualquiera de estos ministerios.
Si eres o quieres ser catequista, el taller para catequistas te proporcionará conocimientos sobre el rol e importancia de este ministerio y aprenderás cosas prácticas para desarrollar mejor tu servicio.
Entre los temas a tratar están el objetivo de la catequesis como servicio a la iglesia y los retos sobre la catequesis en un país con diversidad cultural.
El objetivo del taller de autoestima, es el de ayudar a los participantes a reflexionar sobre su llamado a proclamar a Cristo Jesús mediante el proceso de conversión de la vida de San Juan Diego, el acontecimiento guadalupano, de como él pasó por un proceso de conversión a través de su encuentro con la Virgen de Guadalupe. Los participantes aprenderán lo que lo llevó a convertirse en un fiel discípulo.
Estos cinco talleres se ofrecen los sábados de 9 a 5 p.m. en las parroquias que los pidan. Los temas son presentados por el personal de la Oficina del Ministero Hispano: el Hermano Ted Dausch y las Hermanas Guadalupanas del Espíritu Santo, María Elena Méndez y Josefina García.
Este equipo también ha ofrecido retiros de un día en las parroquias que lo han pedido. La Hermana María Elena Méndez indicó que dado que las clases de la Escuela de Ministerio les ocupa varios fines de semana al año, es importante separar estas fechas con tiempo para que sean realizables.
A las comunidades se les pide que se hagan responsables de la comida, la invitación de los participantes y el cuidado de los niños, si este es requerido.
Para más información contactar a la Hermana María Elena Méndez, 601-769-274-5699, maria.mendez@jacksondiocese.org.

La misión de servir: el obispo responde a propuesta HB 1523

Por Bishop Joseph Kopacz
“La Diócesis de Jackson apoya y seguirá apoyando la exención religiosa en nombre de la misión de la Iglesia Católica con respecto a la educación y los servicios sociales. Nos gustaría seguir prestando estos servicios mientras permanecemos fieles a las enseñanzas de la Iglesia Católica. La diócesis no estuvo envuelta en las otras partes de la propuesta que trata sobre las operaciones de negocios y del gobierno. La Iglesia seguirá trabajando para proteger su derecho en la Primera Enmienda para el culto, para educar y servir en el dominio público, respetando la dignidad de todos los ciudadanos”.
Con esta declaración respondí a las recientes consultas y comentarios con respecto al apoyo de la diócesis por la libertad religiosa la cual fue firmada como ley en Mississippi con la propuesta HB 1523.
Esta ley es amplia y no solamente afecta a los derechos de la Primera Enmienda para denominaciones religiosas reconocidas, pero también apoya a los ciudadanos con respecto a la libertad de conciencia. a controversia, como sabemos, rodea el conflicto entre la libertad religiosa y la libertad de conciencia frente a la discriminación. Principalmente, aunque no exclusivamente, esto se ha enfocado en las uniones civiles del mismo sexo y la redefinición del matrimonio en la ley de los Estados Unidos. Para mí, como obispo de Jackson, es importante abordar este asunto de vital importancia como sigue.
La vida de parroquia y el culto: la enseñanza inmutable de la Iglesia Católica sobre el matrimonio durante casi dos mil años ha sido la fiel e indisoluble unión de un hombre y una mujer en la alianza del matrimonio entre dos cristianos bautizados. Este es uno de nuestros siete sacramentos. Yo escribí acerca de esto por primera vez el verano pasado después de la sentencia del Tribunal Supremo. Léanlo en www.mississippicatholic.com
Esta enseñanza inmutable ha sido reiterada por el Papa Francisco en su recién estrenada exhortación apostólica después del Sínodo, Amoris Laetitia, (La alegría del amor). “El matrimonio es entre un hombre y una mujer y las uniones homosexuales no pueden colocarse en el mismo plano que el matrimonio cristiano”. (AL250).
Dicho esto, es importante que todos aprendamos a imitar el amor incondicional de Dios para todos. El Papa Francisco de todo corazón continúa: “La Iglesia hace propia la actitud del Señor Jesús, quien ofrece su amor infinito a cada persona sin excepción.” (Al250)
Además, cada persona es un hijo o una hija; cada persona tiene una historia familiar; todos tienen lazos de amor con los miembros de la familia; y todo el mundo tiene amigos en situaciones difíciles y dolorosas. “Es una cuestión de acercarnos a todos, o la necesidad de ayudar a cada persona a encontrar su propio modo de participar en la comunidad eclesial, y experimentar así ser tocado por una inmerecida, incondicional, y gratuita misericordia”. Al297
El Papa Francisco es amado por muchos porque él es capaz de reafirmar las enseñanzas de la Iglesia con fidelidad, compasión y esperanza, un estándar para toda la Iglesia. Algunos quieren enmarcar el debate en torno a las enseñanzas de la Iglesia como discriminación y hostilidad hacia las personas homosexuales. Por el contrario, estamos siendo fieles a nuestra misión de “decir la verdad en el amor” y de vivir con el corazón y la mente de nuestro Señor resucitado, que vino para que todos pudieran ser reconciliados con Dios.
La misión de educar al final del evangelio de san Mateo, en el gran mandato dirigido a sus apóstoles, Jesús les dijo: “Id y bautizad a todas las naciones, enseñándoles todo lo que yo os he mandado, y sabed que yo estoy con vosotros hasta el fin de los tiempos”. La iglesia ha sido fiel a esta misión por casi dos mil años en innumerable formas: especialmente en la familia, en las comunidades parroquiales y en la educación formal. La Diócesis Católica de Jackson ha sido parte de esta misión de educar desde su creación en 1837 en todas las formas de enseñanza, inclusive en nuestro sistema escolar católico iniciado en 1847.
Proporcioné una visión más amplia de nuestra orgullosa herencia educativa en el estado en mi carta a la Legislatura del Estado. Pueden leer la carta aquí. Todos los profesores que representan oficialmente a la Iglesia Católica en nuestras escuelas o parroquias deben enseñar lo que la Iglesia cree, y deben vivir en una forma que esté en sintonía con las enseñanzas de la Iglesia. Con respecto al matrimonio en nuestra misión de enseñar, un católico debe estar casado por la Iglesia.
Si un católico está viviendo con otra persona – incluso si la pareja es un hombre y una mujer – sin el beneficio del matrimonio, o están casados por lo civil sin el beneficio de un matrimonio por la iglesia, entonces no serían contratados, o su empleo sería terminado. Las uniones civiles de personas del mismo sexo son vistas en esta luz y las normas que sirven de fundamento a nuestro distintivo católico serían aplicables. Esto no es una cuestión de discriminación, sino de ser fieles a misión y a las enseñanzas del Evangelio confiadas a la Iglesia por el Señor Jesús.
Mi carta a la legislatura se refiere al derecho de la Iglesia de contratar y comisionar a educadores sin la intención o perjuicio a nuestra tradición de fe.
Por último, es esencial señalar que la Iglesia Católica en Mississippi ha educado a todos los que han pasado a través de nuestras puertas, comenzando con los hijos de los esclavos en los 1840s. Los no católicos incluyen un porcentaje significativo de quienes ocupan los asientos en nuestro sistema escolar, tanto estudiantes como profesores, y la diversidad ha sido nuestro sello desde la desegregación.
La misión de servir: en la misma carta a los legisladores estatales, hice un llamamiento a la Primera Enmienda sobre el derecho a servir con respecto a Caridades Católicas la cual ha estado a la vanguardia sirviendo a las poblaciones vulnerables en Mississippi desde mediados de 1960.
Actualmente hay 23 programas o ministerios que sirven a los veteranos sin hogar, a las víctimas de violencia doméstica y violación, a los inmigrantes legales, a los menores refugiados no acompañados, y a los niños que están bajo el cuidado del estado, para nombrar unos pocos. Servimos a todos los que están en necesidad o en situaciones de crisis con experiencia, compasión, confidencialidad y respeto. La dignidad de cada persona es defendida y nadie es rechazado.
Las dos áreas de preocupación de las cuales escribí son la adopción y el cuidado temporal de niños por padres adoptivos (foster care), pidiéndole a los legisladores que defiendan nuestro deseo de servir mientras permanecemos fieles a nuestra tradición de colocara a los niños con matrimonios. En todo el país, estos programas han sido abordados de forma distinta por parte de cada estado. En este momento un acomodamiento para las organizaciones religiosas no es necesario en Mississippi con la propuesta de ley HB1523. (Si esta ley fuera derogada, solicitaríamos de nuevo estas exenciones específicas.)
Aunque estamos recibiendo fondos públicos para llevar a cabo estos programas, aún creo que sería beneficioso para nuestro estado que todas las organizaciones sectarias y no sectarias trabajen juntas para servir a los niños vulnerables. Si una organización sectaria, como la Iglesia Católica, tan sólo puede ir hasta cierto punto  a causa de sus creencias, otras organizaciones pueden abordar este vacío en el servicio. Creo que los legisladores pueden aplicar el sentido común de la Primera Enmienda para apoyar el servicio de la Iglesia en la sociedad cuando este es un legado de servicio para el bien común.
En conclusión, espero que quede claro que la Iglesia Católica en Mississippi está comprometida a construir la calidad de vida de todos los residentes de Mississippi, tratándolos  a todos con dignidad y respeto mientras permanecemos fieles a nuestra tradición de fe, educación y servicio.
Nuestro papel en el apoyo a este proyecto de ley se limitó a las cuestiones específicas mencionadas. Esto es invocado con malicia hacia ninguno. Asimismo, ciertamente hay un lugar para la libertad de conciencia en el dominio público, un inviolable atributo de la dignidad humana, pero nunca debe ser empleado para discriminar contra cualquier persona, un ataque directo contra la dignidad humana.

Proyecto de Ley de inmigración no fue aprobado

Por Maureen Smith
JACKSON – El proyecto de ley del senado SB 2306 no fue aprobado en la Legislatura de Mississippi el pasado 19 de abril. “Esta es una tremenda victoria”, dijo Amelia McGowan, directora del programa y abogado del Centro de Apoyo migratorio de Caridades Católicas en Jackson. El Obispo Joseph Kopacz se unió a la coalición de oposición al proyecto de ley y se ha pronunciado en contra de ella.
Esta propuesta requería que la policía local detuviera a cualquiera que estuviese ilegalmente en el país o que pudieran estar, independientemente de la razón por la que fueron detenidos por la policía. Los funcionarios locales tendrían que haber notificado a las autoridades federales para que vinieran a recoger al sospechoso. “Nuestro impulso en oponernos a este proyecto de ley fue para apoyar a nuestros clientes. Bajo este proyecto de ley, si a alguien lo detenían y no mostraba su permiso de conducir lo hubieran detenido y trasladado al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE)” explicó McGowan.
La propuesta también pedía la prohibición de las llamadas “ciudades santuario”, que son lugares donde la policía no está autorizada a pedir cualquier persona sospechosa sobre su estatus migratorio. Actualmente no hay ciudades santuario en Mississippi, pero el autor  del proyecto de ley, Sean Tindal (R-Gulfport) opinó que el estado debería estar haciendo más para aplicar las leyes de inmigración.
McGowan se unió a la campaña en contra de la propuesta encabezada por el Servicio Mundial de Iglesias. a hablar en contra de la ley. Noel Anderson, el coordinador nacional de base para esta organización, contactó a los líderes religiosos de todo el estado para pedirles que firmaran una carta que sería entregada personalmente a los legisladores.
El Obispo Kopacz se unió a los más de 40 pastores, líderes religiosos y comunitarios que firmaron la carta y McGowan la llevó personalmente la oficina del vicegobernador Tate Reeves. Otros abogados entregaron copias al representante del Senado Tindal y al presidente de la Cámara de Representates, Mark Baker.
La carta critica el proyecto de ley, diciendo que “obligaría a la policía estatal y local a actuar como agentes de inmigración federal y a cumplir con las leyes de del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para mantener a los inmigrantes en detención.
McGowan dijo que el Proyecto de Ley SB 2306 privaría a los organismos locales encargados de hacer cumplir la ley de la discreción crítica, en efecto alistándolos a ellos a priorizar el cumplimiento de las leyes de inmigración sobre las necesidades de seguridad pública, y además estarían obligados a cubrir los costos.
La carta advierte que esta ley pone a los inmigrantes en mayor riesgo de ser víctimas de algún delito repetidamente ya que muchas víctimas tendría miedo de denunciar los delitos por temor a que la policía los entregaría a ICE. “Estas disposiciones no haría a las comunidades o ciudades en el estado de Mississippi, más seguras”, dice la carta. “Más bien, podrían revertir los esfuerzos policiales en las comunidades que son vitales para la seguridad pública en nuestros vecindarios. La seguridad aumenta para todos cuando todas las personas pueden denunciar situaciones peligrosas y buscan protección a la violencia sin el temor de ser deportados y separados de sus familias”.
McGowan está de acuerdo. “Estamos orgullosos de las relaciones que estamos construyendo con la policía local y este proyecto de ley podría haber socavado ese esfuerzo”, dijo. Indicó que ella y su equipo tratan de trabajar con los funcionarios locales en toda el área para mantener a toda la comunidad segura y crear confianza entre los inmigrantes y los funcionarios de la ley.
Mississippi no es el único estado donde este tipo de legislación ha sido introducida. Ashley Feasley, la directora de promoción de la Red Católica de Inmigración Legal, (CLINIC) dijo que ha mantenido su atención en un número de proyectos de ley este año y se emocionó emocionada al escuchar que el proyecto de ley en Mississippi no fue aprobado.
“El SB 2306 enfrentó una amplia coalición de oposición que incluyó a oficiales de la policía y grupos religiosos quienes expresaron su preocupación por el proyecto de ley y por los costes relacionados con su ejecución y las cuestiones de seguridad local”, dijo Feasley, añadiendo que este proyecto de ley no es único en el sentido de que es parte de una tendencia a una mayor observancia nacional de inmigración y ciudades santuario que ha surgido durante ésta sesión legislativa en todo el país.
“Varios estados han intentado promulgar provisiones relacionadas con la aplicación de la ley afectando a la comunidad local. Es probable que continuemos viendo la introducción de estos tipos de iniciativas a nivel estatal en la próxima sesión legislativa”, anotó Feasley.
Aunque la ley no fue aprobada por falta de progreso, McGowan cree que las voces de los fieles y las promociones de las comunidades ayudó. “Ciertamente fue un esfuerzo de equipo. Agradecemos el apoyo de CLINIC, de nuestro obispo y de los otros en la comunidad de fe”, dijo McGowan.

La iglesia urge que lean cuidadosamente la exhortación

Por Cindy Wooden
CIUDAD DEL VATICANO –  El papa Francisco en su anticipada exhortación posterior al Sínodo escribió que se le deberá dar la misma misericordia y paciencia a aquellos cuya familia se encuentra en problemas o se ha disuelto. El documento, publicado el 8 de abril, se títula en latín ‘Amoris Laetitia’ (“La alegría del amor: Amor en la familia”).
Este no contiene nuevas reglas o normas; sin embargo, en él se estimula a que se haga una cuidadosa revisión de todo lo que se relacione con el ministerio de la familia y, especialmente, mucha mayor atención al tipo de lengua que se use y actitud que se tome cuando se expliquen las enseñanzas de la iglesia y cuando se ejerza el ministerio con aquellas personas que no viven del todo conforme con tales enseñanzas.
“Ninguna familia cae del cielo perfectamente formada. Las familias necesitan un constante crecimiento y adquisición de madurez en su capacidad de amor”, escribió el papa Francisco. Las personas crecen en santidad y la iglesia debe de estar presente allí para darles una mano y no para ahuyentarlos porque no han adquirido cierto grado de perfección.
En la exhortación se encuentran las reflexiones que hizo el papa Francisco sobre las discusiones, debates y sugerencias que se tuvieron durante las reuniones del 2014 y 2015 en el Sínodo de obispos en relación a la familia. Y de la misma manera como lo expresaron los miembros del Sínodo, el papa insistió en que el plan de Dios para la familia es el que se edifique una unión de por vida entre un hombre y una mujer, dispuestos a procrear hijos.
Los miembros del Sínodo, incluyendo sacerdotes, religiosos y seglares que actuaron como expertos y observadores, hablaron de todo, desde formas culturales de hacer la corte hasta la preparación del matrimonio; y los efectos que causa la inmigración en las familias y en el cuidado de padres ancianos.
En su documento, el papa da consejos prácticos de cómo educar a los hijos, pide una revisión de los programas de educación sexual y lamenta las muchas formas de “una cultura del descarte” que se ha colado en la vida de familia y en la sexualidad, al extremo que muchas personas se sienten libres de usar al prójimo y después irse campanudamente.
“Cada uno usa y tira, toma y destruye, explota y exprime hasta la última gota; y después, adiós”, escribió.
La mayor parte del documento se enlaza con el tema de la misericordia de Dios, incluyendo la discusión del papa sobre dar la bienvenida a las personas vulnerables.
“La dedicación y preocupación que se les demuestran a los inmigrantes y a las personas que tienen necesidades particulares por igual es una señal del Espíritu”, escribió. Ambas propuestas son “un examen de nuestro compromiso de demostrar misericordia al darles la bienvenida a otros y al ayudar a que las personas vulnerables formen parte completa de nuestra comunidad”.
Los temas tratados en el Sínodo que atrajeron mayor número de titulares en los medios de difusión giraron sobre la cuestión de darles o no la Sagrada Comunión a las personas divorciadas y vueltas a casar por el civil, como también las actitudes de los católicos ante la homosexualidad.
“De ninguna manera debe la iglesia desistir de proponer un ideal completo del matrimonio, del plan de Dios en toda su grandeza”, dijo el papa Francisco.
Y el papa Francisco insistió, como lo hicieron los miembros del Sínodo, en que la iglesia no puede considerar como matrimonio la unión de dos personas del mismo sexo; pero también insistió en que “se debe respetar a cada persona en toda su dignidad sin consideración de su orientación sexual”.
Sobre la cuestión de familias que experimentan dificultades, separación o, incluso, el divorcio y un nuevo matrimonio, el papa Francisco dijo que en las respuestas recibidas del cuestionario que se envió por todo el mundo antes del Sínodo “se demuestra que la mayoría de las personas que se encuentran en dificultades o situaciones críticas no se acercan al pastor para buscar ayuda pues no la encuentran que sea empática, realista ni preocupada por casos individuales”.
En las respuestas, escribió el papa, se le hace un llamado a la iglesia para que “se trate un acercamiento de mayor sensibilidad ante el peso de pena y ansiedad para con los matrimonios en crisis”.
Especialmente en el ministerio de personas católicas que se hayan divorciado y se hayan vuelto a casar por el civil, dijo el papa Francisco, los pastores deben ayudar a cada pareja a que analicen sus respectivas acciones y circunstancias, a que reconozcan su parte de responsabilidad por la ruptura del matrimonio, que acepten las enseñanzas de la iglesia de que el matrimonio es indisoluble y a que adquieran un discernimiento de lo que Dios los llama a hacer por medio de una vida de oración.
El papa Francisco dijo que sería “un serio peligro” darle la impresión a la gente de que “cualquier sacerdote pudiera en forma rápida conceder ‘excepciones’ o de que algunas personas pudieran obtener privilegios sacramentales a cambio de favores”.
Y refiriéndose a aquellos que creen que permitirles a las personas católicas divorciadas y vueltas a casar que reciban la Comunión debilita las enseñanzas de la iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio, dijo, le ponemos tantas condiciones a la misericordia que la vaciamos de su significado concreto y su significado real. Esa es la peor manera de debilitar el Evangelio”. Visiten https://w2.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20160319_amoris-laetitia.html.

La Semana Santa nos invita abrazar la misericordia

Por Bishop Joseph Kopacz
Al comienzo de este jubileo extraordinario de misericordia hemos observado la antigua tradición de la apertura de la Puerta Santa y hemos entrado en una peregrinación con la Iglesia de todo el mundo en el corazón de la misericordia de Dios para que nosotros a la vez seamos misericordiosos como el Padre. Esta es la vida abundante prometida por el Señor, anunciada por los profetas, Isaías esta noche, realizado en su muerte y resurrección, celebrada apasionadamente durante estos días santos, y destinada a ser vivida cada día.
Desde Roma, anticipando el jubileo de la misericordia, el Papa Francisco ofreció estas palabras, “Con estos sentimientos de gratitud por todo lo que la Iglesia ha recibido y con un sentido de responsabilidad por la tarea que tenemos por delante, debemos cruzar el umbral de la Puerta Santa, plenamente convencidos de que la fuerza del Señor Resucitado, quien constantemente nos apoya en nuestro camino, nos sostendrá”.
Como centro en la Oración del Jubileo de Misericordia están las palabras dirigidas a la mujer Samaritana en el pozo en el evangelio de San Juan, “Si sólo supieras el don de Dios!” ¡Qué potente e interesante el encuentro  entre ella y el Señor. Nuestra reunión de hoy en la Misa Crismal proclama que Jesucristo nos encuentra de muchas maneras a través de la misericordia de Dios.
En una de las 17 sesiones de escucha que se celebraron en toda la diócesis, en las cuales participaron más de mil personas, una persona dijo fervientemente que necesitamos hacer un mejor trabajo viviendo y enseñando lo maravilloso de nuestra fe católica, el don de Dios transmitido por casi 2000 años. Quizás otra manera de decir eso sería, si sólo conociéramos el don de Dios transmitido a nosotros.
La Misa Crismal es una inspiradora Eucaristía que nos reúne como fieles discípulos del Señor de toda la diócesis para celebrar el don de Dios en múltiples formas. En particular, nosotros que somos sacerdotes, nos reunimos para renovar nuestra vida en Jesucristo, el Sumo Sacerdote, de una forma que celebra nuestra mutua comunión que brota de la Santísima Trinidad, y nuestra unión en la fe y el bautismo con todo el pueblo de Dios que tiene una participación en el sacerdocio de Jesucristo a través de la fe y el bautismo como fue proclamado anteriormente en el Apocalipsis.
Estamos muy agradecidos por sus oraciones, por su buena voluntad y la colaboración con nosotros durante todo el año, y a través de los años. Para muchos de nosotros que estuvimos aquí en la catedral para las liturgias del funeral del Obispo Houck y para los que estuvieron aquí en espíritu, tuvimos un preludio a la Misa Crisma en la celebración de su vida como sacerdote y como obispo, y el sacerdocio de los fieles de toda la diócesis de Jackson. Él estuvo con nosotros 37 años como obispo auxiliar, ordinario, y emérito. ¡Qué regalo!
En las sesiones de escucha alrededor de la diócesis, el don del sacerdocio mediante el cultivo de las vocaciones fue un tema predominante. Este consenso del pueblo de Dios revela su amor por el sacerdocio, y el deseo de participar en la Eucaristía en el día del Señor, como la piedra angular y la fuente y cumbre de nuestra fe, de nuestra oración, de nuestro servicio y nuestra unidad. Muchas personas en nuestra diócesis conocen el don de Dios dado a la Iglesia en la vida, muerte y resurrección del Señor, y muchos de ellos expresaron su agradecimiento por poder participar en la misa diaria o regularmente.
Además, debido a una profunda hambre y sed por el conocimiento de Dios a través de la Misa, muchas de las personas expresaron su deseo de que la Palabra de Dios sea proclamada con celo y seguida de homilías que inspiran y guían su vida diaria. La Eucaristía, el don de Dios, fuente de la vida que fluye de la Palabra y del sacramento. Como sacerdotes, este es nuestro privilegio y responsabilidad.
Singularmente en esta Misa Crismal, la presencia de los Santos Óleos es un signo trascendente del don de Dios. Hoy son bendecidas a través de la invocación del Espíritu Santo. Como sabemos, los óleos de los catecúmenos, del crisma y de los enfermos serán utilizados en el bautismo, la confirmación, la unción de los enfermos, la ordenación al sacerdocio y para la consagración de los nuevos altares e iglesias. En todas y cada una de las celebración de los sacramentos pasamos a través de la puerta santa de la misericordia de Dios para el encuentro con el Señor crucificado y resucitado, para ser perdonados y ser fortalecidos para vivir como su Cuerpo en este mundo.
Durante mi reciente visita pastoral a Saltillo, el Obispo Raúl, Don Raúl, y yo celebramos la consagración de la iglesia recién construida, la Divina Misericordia, construida con la generosidad de la gente de las Diócesis de Jackson y Biloxi. Mientras yo incensaba y ungía las paredes de la iglesia, Don Raúl estaba consagrando el altar abundantemente con el crisma. El olor y la vista del altar cubierto con el crisma está permanentemente grabado en mi memoria. Pensé que el altar podría salirse fuera del santuario. La misa duró casi tres horas y Don Raúl habló durante casi 50 minutos. Confío en que podamos estar bajo esos parámetros hoy. Independientemente, sabemos que nuestra vida sacramental en la iglesia, el don de Dios, es la puerta a lo sagrado, y la llamada a servir fielmente al Señor como el camino, la verdad y la vida.
El Papa Francisco escribió en su bula de convocación: “La Misericordia es el fundamento mismo de la vida de la Iglesia. Toda su actividad pastoral debe ser alcanzada con la ternura que ella presenta a los creyentes; nada en su predicación y en su testimonio ante el mundo puede estar falto de misericordia.
La credibilidad de la Iglesia es vista en cómo ella muestra amor misericordioso y compasivo. La Iglesia “tiene un interminable deseo de mostrar misericordia”. Con un conjunto diferente de símbolos, palabras y gestos, el sacramento de reconciliación sigue siendo el camino más personal de misericordia para todos nosotros.
“Nunca me cansaré de insistir que los confesores  sean auténticos signos de la misericordia del Padre. No llegamos a ser buenos confesores automáticamente. Llegamos a ser buenos confesores cuando, por encima de todo, nos permitimos ser penitentes en busca de su misericordia. No olvidemos nunca que ser confesores significa participar en la misma misión de Jesús para ser un signo concreto de la constancia del amor divino, que perdona y salva.
Nosotros, como sacerdotes, hemos recibido el don del Espíritu Santo para el perdón de los pecados, y somos responsables de esto. Ninguno de nosotros tiene poder sobre este sacramento; por el contrario, somos fieles servidores de la misericordia de Dios a través de éste”. No es una cuestión de agua y aceite, pan y vino, sino palabras de contrición, palabras de compasión y misericordia, gestos de arrepentimiento y bendición, que vienen del rostro de la misericordia de Dios, Jesucristo.
En este día, y cada día, que nosotros como sacerdotes, conozcamos la misericordia de Dios en nuestra vida y en nuestro encuentro con el Señor, el don de Dios que hemos recibido en nuestro sacerdocio.
En la misa de la Cena del Señor, presentada en el evangelio de Juan, la institución del sacerdocio, tenemos el mandato del Señor de ser un pueblo de la toalla y el agua, como él lo ha hecho, así debemos hacer. El don de la misericordia de Dios, que recibimos y celebramos en cada Eucaristía es para ser dado como un regalo de diversas maneras en nuestra vida diaria.
El culto y el servicio nunca se pueden separar. Escuchamos eso esta noche en el comienzo del ministerio público del Señor en el evangelio de Lucas cuando el Señor anunció un año de gracia, un tiempo para librar a los cautivos, para dar vista a los ciegos, y para liberar a otros de la incalificable injusticia.
El Señor es descubierto en el altar, en las obras corporales y espirituales de misericordia, en la búsqueda de una mayor justicia y paz, y en la carga de las debilidades y las luchas de nuestros hermanos y hermanas. El Papa Francisco nos está enseñando que “la misericordia es la fuerza que nos despierta a la vida nueva, e infunde en nosotros la valentía de mirar hacia el futuro con esperanza”. Los aceites de alegría se destinan a fluir en la vida de todas las personas.
Creo que juntos esta tarde en esta Misa Crismal, sabemos del don de Dios, reconocemos y sabemos de nuestros Señor salvador, y con participación plena y activa, estamos celebrando nuestra identidad como su Cuerpo, la Iglesia. Somos compañeros en la misión llamada a anunciar el Evangelio a todas las naciones, y a trabajar en la Iglesia para la salvación de todos.
Con esta visión sacramental de la vida, somos verdaderamente católicos, porque reconocemos que nuestra fe en Jesucristo, crucificado y resucitado, es una puerta santa a lo sagrado, la forma de restaurar un mundo caído, de modo que cada año sea un Año de Gracia del Señor.
Con esta visión sacramental ante nosotros, invito a mis hermanos sacerdotes a presentarse para la renovación de su vocación como ministros ordenados en la Iglesia.

Jóvenes participan, viven “Experiencia Cristo”

TUPELO – Veintiocho jóvenes adultos de la Diócesis de Jackson participaron en “Experiencia Cristo”, un retiro que enfatiza la conversión de los jóvenes. Las charlas y dinámicas fueron dirigidas por miembros de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de San Agustín, Florida.
Los participantes, 12 de Tupelo, seis de New Albany, dos de Ripley, tres de Pontotoc, tres de Corinth, uno de Jackson, y uno de Southaven, se alojaron en las instalaciones de la Parroquia San James del viernes 26 de febrero al domingo 28 en la tarde.
Verónica López, asesora de la Pastoral Juvenil de la  Diócesis de Jackson, dijo que este retiro trata de recrear la mística de Jesús y su mensaje del Reino a los participantes a través de charlas, dinámicas, juegos, meditaciones y canciones, todo en medio en un ambiente lleno de mucho amor y felicidad.

Abajo, Williams Toledo, (centro) de la Diócesis de San Agustín, dirige una oración la mañana del sábado 27 de febrero para que los participantes reflexionaran sobre sus cinco sentidos y la creación de Dios en la naturaleza.

Abajo, Williams Toledo, (centro) de la Diócesis de San Agustín, dirige una oración la mañana del sábado 27 de febrero para que los participantes reflexionaran sobre sus cinco sentidos y la creación de Dios en la naturaleza.

“Para la mayoría de los muchachos, esta era la primera vez que asistían a un retiro”, dijo López. Ella considera que fue una experiencia muy bonita y que a los participantes les sorprendió que habían tantos jóvenes como ellos. López indicó que al final de las actividades los jóvenes dijeron que les había gustado tanto compartir sus experiencias que decidieron que iban a seguir reuniendose una vez al mes y que estaban motivados para involucrarse en su parroquia, para sentirse comprometidos.
A una de las preguntas que los líderes le hicieron a los participantes el último día del retiro sobre la razón por la que quisieron participar, lo que quisieron encontrar y lo que van a hacer el día de mañana con la experiencia de haber participado, presentamos las siguientes respuestas.
Edith Ortiz, (Parroquia San Cristobal, Pontotoc), no  sabía lo que era un retiro. “No estaba muy apegada a las cosas de Dios, pero para mi esta fue una gran experiencia. Algo que me llevo es la certeza que tengo de conocer a Dios, de saber que es lo que él quiere para mi, de no darle la espalda sino seguir el camino que él tiene preparado para mi, y sobre todo saber escucharlo”.

A cada uno de los participantes que se iban confesado los recibieron con alegría para celebrar que se habían reconciliado con Dios.

A cada uno de los participantes que se iban confesado los recibieron con alegría para celebrar que se habían reconciliado con Dios.

Tomas (Parroquia St. James, Corinth)
“El haber vivido este retiro es una nueva experiencia para mi. No me imaginé que iba a ser tan interesante”. Tomas participó  en un retiro en New Albany hace unos dos años pero según dijo este fue diferente.
“La experiencia que he vivido me va a ayudar a valorar todo lo que tengo y a compartir con mis compañeros. Este es un mundo muy diferente al que vives afuera. El salir de aquí y vivir de una forma diferente no va a ser fácil pero con la ayuda de Dios todo es posible”.
(Julie, Parroquia San Miguel, Ripley)

Para vivir la experiencia de la fe, los jóvenes se vendaron los ojos y caminaron sosteniéndose solo de una cuerda guiados por los líderes del equipo.

Para vivir la experiencia de la fe, los jóvenes se vendaron los ojos y caminaron sosteniéndose solo de una cuerda guiados por los líderes del equipo.

“A mi me da una gran alegría el estar alrededor de tantos jóvenes. Comenzé en agosto del 2015 cuando fui al primer taller de pastoral juvenil en Orlando y el estar en un ambiente con tantos jóvenes te sientes de maravillas al saber que hay tantos de nosotros en el mismo proceso, todos con la misma meta de llegar a Dios.
“Yo siempre he estado cerca de Cristo pero después de este retiro me siento un poquito mas cerca, quiero hacer algo diferente, hacer un cambio en mi misma y en el mundo”.
Ruisel, (Parroquia San Cristóbal, Pontotoc)

Como parte de una dinámica, Rhamses Graterol le lava los pies a Francisco Bermúdez. Graterol es miembro de la  Pastoral Juvenil Hispana de la Diócesis de San Agustín. Bermúdez sirve en la parroquia San Francisco de Asís en New Albany. Los jóvenes participaron en una actividad que se llama Ágape en la cual tomaron jugo y comieron pan, (sin consagrar) en representación de la última cena, y luego hicieron el lavatorio de los pies.

Como parte de una dinámica, Rhamses Graterol le lava los pies a Francisco Bermúdez. Graterol es miembro de la Pastoral Juvenil Hispana de la Diócesis de San Agustín. Bermúdez sirve en la parroquia San Francisco de Asís en New Albany. Los jóvenes participaron en una actividad que se llama Ágape en la cual tomaron jugo y comieron pan, (sin consagrar) en representación de la última cena, y luego hicieron el lavatorio de los pies.

“Es la primera vez que asisto a un retiro y me da gusto ver a tantos jóvenes reunidos aquí. Debido a esta experiencia me gustaría poder cambiar a muchos jóvenes de afuera a seguir los pasos de Dios de cerca, y tener fe en Dios; es algo grande. “He venido desde México hasta aquí con un sueño y no lo he encontrado. Lo que quiero es tener fe en mi e ir detrás de esos sueños y poder ayudar a muchas personas. Este retiro me ha ayudado en lo personal, en como tener fe y como tener un futuro”.
Alberto Medina (Corinth St. James)
“Esta experiencia es como un viaje, como para encontrarnos a nosotros mismos. Me gustó mucho y sentí una paz interior, algo que estaba buscando desde hace mucho tiempo. Siento que encontré una forma de cómo acercarme a Dios que es lo principal. Me da alegría ver como todos estamos aprendiendo más de Dios y a acercarnos más a él y a como vivir sanamente.
Diana  (Tupelo St. James)
Este retiro ha sido diferente a todos los demás en los cuales he participado, tiene  un poquito de todo, de evangelización, de formación, el nombre lo dice, Experiencia a Cristo, creo que en mi caso, yo si tuve esa experiencia con Cristo aquí, y aunque he participado en otros retiros es importante reanimar la fe y el animo, y es verdad que no quería venir  pero ahora pienso que todos estamos aquí por una razón.
Dios escoge a las personas que tienen que estar aquí y yo creo que él sabía que a mi me tocaba. Traía algo y me voy más tranquila, contenta, con muchas ganas de trabajar con los jóvenes de la parroquia y de tratar de que crezca la pastoral juvenil, de trasmitir esa emoción y esa alegría que vivimos aquí. Tengo muchas ganas de servir ya que me gusta y me motiva”.
(Fotos de Verónica López y Hermana María Elena Méndez)

Fieles presentaron sus esperanzas, sueños y preocupaciones

Por Maureen Smith
JACKSON- Durante tres semanas, cuatro días a la semana, el Obispo Joseph Kopacz y su vicario general, el Padre Kevin Slattery, escucharon a la gente de la Diócesis de Jackson. En total, 1,233 personas asistieron a las 17 sesiones de escucha realizadas alrededor de la diócesis, 237 de ellas son hispanos.
Estas sesiones fueron el primer paso del proceso de planificación pastoral. Durante las sesiones, los facilitadores le pidieron a las personas que reflexionaran sobre lo que la diócesis está haciendo que les está ayudando a crecer en la fe, que sectores ven como lugares en los que la diócesis puede concentrar su energía y sus recursos y qué proyectos concretos les gustaría ver que la diócesis puede realizar en los próximos dos a tres años. Los participantes compartieron sus ideas en pequeños grupos y luego se las presentaron directamente al Obispo Kopacz.

MADISON – El Padre Odel Medina (izq.) y el Hermano Ted Dausch (der.) le explican el procedimiento de las preguntas a un grupo de hispanos de Carthage que participaron en la última sesión de escucha que se realizó el lunes 7 de marzo en la Parroquia San Francisco. (Foto de Elsa Baughman)

MADISON – El Padre Odel Medina (izq.) y el Hermano Ted Dausch (der.) le explican el procedimiento de las preguntas a un grupo de hispanos de Carthage que participaron en la última sesión de escucha que se realizó el lunes 7 de marzo en la Parroquia San Francisco. (Foto de Elsa Baughman)

Entre la variedad de temas que surgieron están los siguientes: la gente quiere una pastoral juvenil sólida que reúna a los jóvenes para compartir y fortalecer su fe; aprecian las oportunidades de formación de la fe, pero quieren más. Agradecen el recibir la edición de Mississippi Católico y la labor de la Oficina de Comunicaciones, pero pidieron más presencia diocesana en los medios digitales y sociales.
Los miembros de la comunidad hispana expresaron su agradecimiento por las misas en español, mientras que otros pidieron misas bilingües y más entrenamiento en español para los sacerdotes y ministros laicos. A un número de personas les gustaría ver más acercamiento a los católicos alejados.
Estas son sólo algunas de las esperanzas y los sueños que la gente presentó oralmente y que escribieron en un formulario proporcionado por el Instituto de Liderazgo Católico (CLI), la empresa consultora que está facilitando el proceso de planificación pastoral. Todas las formas fueron recolectados y los representantes de CLI las recopilarán en un documento. Los comentarios por escrito puede revelar incluso más temas.
El Obispo Kopacz encargará a un equipo de liderazgo compuesto por personas de toda la diócesis el cual se reunirá con CLI durante el próximo año para ser entrenados en la planificación estratégica y para discernir las prioridades pastorales de la diócesis.
A finales de este año el obispo y el equipo de liderazgo escribirán algunas de las metas pastorales que realizarán en el futuro y las publicarán en una carta.

Practicando el arte cuaresmal de escuchar

By Bishop Joseph Kopacz
La diócesis acaba de finalizar las sesiones de escucha, 17 en total, un proceso que le brindó a muchos la oportunidad de reunirse, reflexionar, debatir y compartir su gratitud, aspiraciones, preocupaciones específicas y metas a seguir. Para mí fue una bendición participar en forma de apoyo, aunque moderada, lo que le permitió a cada uno la oportunidad de hablar y escucharse mutuamente. En las sesiones los participantes escucharon su propio corazón y mente, seguido de una discusión con los integrantes de la mesa.
El último paso del proceso será el compartir con un grupo más grande, de unos 50 a 150, dependiendo del lugar donde se realicen las sessiones. Los comentarios fueron sinceros, respetuosos y llenos de esperanza para la vida de la diócesis, el Cuerpo de Cristo, bajo la guía del Espíritu Santo, para la gloria de Dios.
Cuando nos detenemos a reflexionar sobre el ritmo diario y los patrones de nuestras vidas hay un sinfín de oportunidades para tener una sesión de escucha. Conversaciones con miembros de la familia, las inspiraciones de nuestros propios corazones, nuestras conversaciones con Dios en la oración, el escuchar los sonidos de la naturaleza con la llegada de la primavera, más evidente en las primeras horas de la mañana con los sonidos de las aves. Si sólo tuviéramos ojos para ver, y oídos para oír, como Jesús animó a sus discípulos. Todos hemos oído el viejo adagio que dice que Dios nos creó con dos oídos y una boca para que podamos escuchar dos veces más de lo que hablamos. Esto no es fácil de lograr cuando estamos en un modo de hablar compulsivo.
Podemos aplicar esto a la oración, nuestras conversaciones con Dios, recordando las obras de Jesús a sus discípulos en el Sermón de la Montaña en el evangelio de san Mateo. Al orar, no repitas palabras inútiles como hacen los paganos, que se imaginan que cuanto mas hablen mas caso les hará Dios. No sean como ellos, porque su Padre ya sabe lo que ustedes necesitan, antes que se lo piden. Ustedes deben orar así: Nuestro Padre . . . (Mateo 6:7-9).
La oración del Señor es tan substancial, tan sucinta, y las palabras son las de Jesús que es el camino, la verdad y la vida. Hablar y escuchar tranquilamente con el fin de discernir y actuar con mayor confianza son los distintivos de nuestra conversación con Dios. Recuerda, Dios nos dio dos oídos para escuchar sus palabras y ponerlas en práctica.
Esto también se aplica para la Iglesia, el Cuerpo de Cristo, durante el tiempo de Cuaresma. Cada vez que se proclame la Palabra de Dios durante la misa en el día del Señor se pretende que sea una sesión de escucha. Los evangelios durante esta temporada de nueva vida están llenos con las palabras, la sabiduría y la compasión de Cristo Jesús. En el hostil encuentro entre Jesús y el diablo en el primer domingo de Cuaresma escuchamos: no sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios, y, deberás rendir culto al Señor, tu Dios, y, a él solo servirás, y no deberás poner al Señor tu Dios a prueba.
Nuestra oración y ayuno durante estos 40 días nos invitan a agudizar nuestra conciencia acerca de los ídolos inútiles de esta vida cuando se comparan con el inestimable valor de la misericordia de Dios en Jesucristo.
En el segundo domingo de Cuaresma  proclamamos  el momento místico en el Monte Tabor, donde Jesús se transfiguró delante de los ojos de Pedro, Jacobo y Juan con Moisés y Elías, atrapados en la visión. La ley y los profetas, los pilares del camino de la salvación de Israel, ahora se cumplen en Jesús.
¿Y que es lo más importante de todo esto? Las palabras estampadas en la memoria de Pedro, Santiago y Juan fueron dadas a la Iglesia para todos los tiempos. Este es mi Hijo amado, escúchenlo. (Lucas 9:35).
Qué sesión de escucha fue esa para los tres apóstoles que tuvieron el privilegio de vislumbrar el misterio del plan de Dios para la salvación del mundo. En su segunda carta en el Nuevo Testamento, Pedro habla de la gracia de estar atentos, de escuchar lo que Dios está haciendo en nuestras vidas. “Nosotros mismos escuchamos aquella voz que venía del cielo, pues estábamos con él en el monte sagrado. Además, poseemos el mensaje profético que es totalmente fiable. Ustedes hará bien en estar atentos a el, pues ese mensaje es como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que el día amanezca y la estrella de la mañana salga para alumbrarles el  corazón,” (2 Pedro 1:18-19).
Escuchar la Palabra de Dios, estar atento a ella, y ponerla en práctica es el alba de la nueva vida cotidiana. Durante este jubileo de misericordia recordamos que las misericordias del Señor nunca se agotan, que se renuevan cada día.
El evangelio del domingo pasado nos asegura que el amor del Señor por nosotros es eterno, trabajando en el terreno de nuestras vidas, insistiendo en que nos arrepentamos y creamos en el evangelio para que su amor misericordioso renueve la faz de la tierra.
Como individuos, familias, comunidades parroquiales y diócesis, que el Señor abra nuestros oídos para oír sus palabras, y nuestra boca para proclamar sus alabanzas, y nuestra voluntad para ponerlas en práctica.