Cómo celebrar una Navidad católica

Por Amy Welborn

(OSV News) – Para los católicos, las grandes festividades como la Navidad no surgen de la nada. Pero en el mundo secular, la “Navidad” parece comenzar en octubre. Nuestro enfoque como católicos debe ser diferente, y puede serlo. Podemos dejar a un lado el calendario mundano; podemos permitir que la antigua y rica tradición de la Iglesia nos rodee y nos centre. Y entonces, nos enriqueceremos celebrando verdaderamente una Navidad católica.

“El signo de Dios es la sencillez. La señal de Dios es el niño. El signo de Dios es que se hace pequeño por nosotros. Éste es su modo de reinar. Él no viene con poderío y grandiosidad externas. Viene como niño inerme y necesitado de nuestra ayuda”, predicó Benedicto XVI en la homilía de la Misa del Gallo de 2006. “No quiere abrumarnos con la fuerza. Nos evita el temor ante su grandeza. Pide nuestro amor: Por eso se hace niño”.

Los participantes vestidos con trajes de rey viajan en camellos durante la Cabalgata de los Reyes Magos en celebración de la fiesta de la Epifanía en Varsovia, Polonia, el 6 de enero de 2022. Después de celebrar los 12 días de Navidad, los cristianos celebran la fiesta de la Epifanía, a menudo conocida como la “fiesta de los tres reyes magos”. (Foto de OSV News/Kacper Pempel, Reuters)

Un niño va a venir: Como para cualquier nacimiento, debemos prepararnos. El tiempo de Adviento es un regalo, rico en oportunidades para preparar nuestras vidas para el abrazo de nuestro Salvador.

Una manera poderosa de prepararnos para el regalo de Jesús es apartarnos del ruido y la presión exterior y tomarnos unos momentos de silencio para rezar con la iglesia. Utiliza el boletín de tu parroquia (o visita https://bible.usccb.org/es) para buscar las lecturas de la Misa de cada día. Si puedes, dedica tiempo a asistir a la Misa diaria; úsala como un período para recargarte en medio del ajetreo que te rodea.

Incluso en nuestros momentos más agitados, podemos “velar y esperar” con la Iglesia. Todo lo demás que hacemos durante el Adviento puede hacerse eco de lo que escuchamos en la Palabra de Dios y en la oración de la Iglesia. Nuestras coronas de Adviento y los árboles de Jesé son recordatorios físicos de la luz que se acerca y de las profecías cumplidas. Cuando celebramos el sacramento de la reconciliación, reconocemos nuestra oscuridad y necesidad, y nos regocijamos a la luz del perdón ofrecido a través del Niño.

Unir nuestros pensamientos y oraciones a los de la comunión de los santos cuyas fiestas tienen lugar durante este tiempo – Ambrosio, Lucía, Juan de la Cruz, Juan Diego Cuauhtlatoatzin, entre otros — nos ayuda a escuchar la llamada de Juan Bautista junto con estos santos hombres, mujeres e incluso niños que nos han precedido en la fe. Al igual que ellos escucharon y respondieron, nosotros también podemos hacerlo.

Durante este tiempo, celebramos dos veces a la Santísima Virgen María, cuya apertura a Dios modela nuestra propia paciente espera del Adviento. En la solemnidad de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre), celebramos la verdad de que fue concebida sin pecado. En la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe (12 de diciembre), celebramos la aparición de María a San Juan Diego Cuauhtlatoatzin (“el Águila que habla”) en México en 1531.

La festividad de San Nicolás de Myra, el 6 de diciembre, se celebra en muchos países europeos como un día para repartir regalos, a menudo caramelos y colocados en zapatos. Cuando los europeos emigraron a Estados Unidos, varias tradiciones de San Nicolás se combinaron y surgió Santa Claus. Compartir la historia del verdadero San Nicolás puede ayudarnos a emular la generosidad de su vida llena de fe, que es a su vez una expresión de la propia generosidad de Dios y del don de Jesús.

Cuando llega la Navidad, llevamos cuatro semanas preparándonos para el Niño. Por fin llega el día de la fiesta: El Padre ha respondido a nuestras oraciones, enviando a su Hijo como uno de nosotros, sumergiéndose humildemente en la vida humana y pronunciando palabras que podemos entender, invitándonos a amar.

En Navidad, celebramos el regalo de Dios de Jesús al mundo. El propio nombre del día en inglés y de la estación – “Christ’s Mass”, derivado de la forma de hablar en inglés antiguo – sitúa a Jesús, presente para nosotros en la Eucaristía, en el centro del día. ¿Podría ser esta Navidad el comienzo de una amistad más estrecha con Jesús, alimentada por la Eucaristía?

En realidad, hay cuatro Misas diferentes para Navidad: la Vigilia, la Misa del Gallo, la Misa de la Aurora y la Misa del Día. Cada una tiene un tema distinto y lecturas diferentes, que reflejan la riqueza del misterio de la Encarnación. Aunque la mayoría de nosotros asista a una sola Misa en Navidad, es una hermosa costumbre – y merece la pena – meditar también sobre las lecturas de las otras Misas. Esto puede profundizar nuestro aprecio por lo que Dios ha hecho por nosotros y por todo el mundo en Cristo.

La Navidad es rica en símbolos. Colocamos árboles de Navidad, belenes y luces, todos ellos hermosos por derecho propio, y todos ellos simbólicos de las dimensiones más profundas y ricas de significado que nuestra fe aporta a esta época.

Los árboles de Navidad, al ser árboles de hoja perenne, nos hablan de la vida y el amor eternos de Dios, encarnados en Cristo. También nos recuerdan el árbol del jardín por el que entró el pecado en el mundo, y el árbol de la crucifixión por el que se venció ese pecado. Rezar una oración mientras colocamos nuestro árbol y asegurarnos de que algunos de nuestros adornos evocan la Natividad puede ayudarnos a llevar esto “a casa”.

El pesebre fue popularizado por San Francisco de Asís en el siglo XIII, con el deseo de transmitir la realidad de la humildad y el amor de Cristo. Preparar el Belén — guardando al Niño para el 25 de diciembre y a los Reyes Magos para la Epifanía — pueden ser momentos naturales de oración y reflexión.

Dios regala al mundo a su Hijo, que habita entre nosotros, llenándonos de un amor que debe ser compartido. Por eso, en Navidad, hacemos regalos. Contemplar los ejemplos de quienes hacen regalos, como los Reyes Magos, San Nicolás y el Rey Wenceslao, puede aportar una nueva perspectiva a nuestras propias acciones. ¿Quién está más necesitado y qué regalos podemos hacer?

Muchas familias ya han descubierto la alegría de entregarse a los demás el día de Navidad: buscando a los que no pueden salir de casa, visitando a los residentes de las residencias de ancianos o a los pacientes de los hospitales, o sirviendo a los pobres y a las personas sin hogar. Nos tienden la mano, como Dios nos la tiende a nosotros en Cristo. También podemos considerar otras alternativas: apoyar a organizaciones benéficas en nombre de nuestros amigos, o animar a nuestras familias a que centren sus energías en hacer regalos a los menos afortunados para dar como Cristo nos ha dado a nosotros.

Como católicos, sabemos que la Navidad no termina el 26 de diciembre. Incluso los primeros días después de Navidad nos invitan a seguir abriendo nuestros corazones al Niño Jesús y a lo que nos trae: Está el reto del discipulado (San Esteban, 26 de diciembre), la belleza de la Palabra hecha carne (San Juan Evangelista, 27 de diciembre), la realidad de la oposición a Cristo (los Santos Inocentes, 28 de diciembre) y la bendición de la familia (la Sagrada Familia, el domingo después de Navidad).

El 1 de enero es el comienzo de un nuevo año civil, pero no es esa la razón por la que lo celebramos como fiesta. En el calendario romano, el día de Año Nuevo es a la vez la solemnidad de María, Madre de Dios, y un día de oración por la paz. Hacemos todo tipo de propósitos para el nuevo año, pero junto a esos esfuerzos, rezamos otro tipo de oración. Dios ha venido a nosotros, no con un poder abrumador, sino con la humildad de un niño. Por eso, en este día, rezamos para que el nuevo año esté marcado por la humildad y la paz, traídas por Cristo y modeladas por María.

La solemnidad de la Epifanía, que tradicionalmente se celebra el 6 de enero (el día siguiente a los conocidos “Doce días de Navidad”), se traslada a un domingo en Estados Unidos. “Epifanía” significa “manifestación”, y es la celebración de Jesús manifestando su gloria como Salvador a todas las naciones del mundo (simbolizado por los Reyes Magos).

En algunas culturas, la Epifanía es un día para hacer regalos y para pedir a Dios que bendiga nuestros hogares. Una bendición particular consiste en poner entre paréntesis las iniciales de los nombres tradicionales de los Magos que visitaron a Jesús – Caspar, Melchor y Baltasar — con el año sobre la puerta de entrada, normalmente con tiza, como en 2023: 20+C+M+B+23.

En el ámbito de la Iglesia universal, pasada y presente, el tiempo de Navidad tiene en realidad dos finales:

En el antiguo calendario romano, la fiesta de la Presentación, el 2 de febrero, marcaba el final de la temporada navideña. En este día, también llamado de la Candelaria, se bendecían las velas como símbolo del reconocimiento por parte de Simeón del niño Jesús como luz para los gentiles, y como forma de llevar la luz de Cristo a casa para que ardiera todo el año. Aún hoy, el árbol de Navidad y el belén (o nacimiento) de la plaza de San Pedro de Roma permanecen expuestos hasta la Candelaria.

Asimismo, el Bautismo del Señor, celebrado el domingo siguiente a la Epifanía, conmemora la última fiesta “navideña” de nuestro actual calendario romano. Al escuchar el relato bíblico del Padre revelando la divinidad de Jesús en su bautismo en el río Jordán, celebramos nuestro propio bautismo, nuestro “nuevo nacimiento” en Cristo y nuestra inclusión en su cuerpo, la Iglesia.

Para los católicos, el 25 de diciembre es sólo el comienzo de la celebración de la Navidad. Mientras otros guardan los adornos, nosotros seguimos celebrando el don de Cristo, siempre presente para nosotros en la Eucaristía, una manifestación continua del amoroso cuidado de Dios por nosotros durante todo el año.

Amy Welborn es una escritora independiente que vive en Birmingham, Alabama. Es autora de varios libros sobre fe y espiritualidad para niños, adolescentes y adultos. Su sitio web es AmyWelborn.com.

Papa llama a Javier Milei después de ganar elecciones en Argentina

Por David Agren

BUENOS AIRES (OSV News)  –  El Papa Francisco ha hablado por teléfono con Javier Milei, ganador de las elecciones presidenciales en Argentina.

“Tenemos el agrado de comunicar que Su Santidad, el Papa Francisco, se comunicó con nuestro futuro presidente para felicitarlo y expresarle sus deseos de unión y progreso para nuestra patria,” dijo la oficina de Milei en un comunicado.

 El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, confirmó la noticia el 21 de noviembre.

El Papa Francisco, según el comunicado, había prometido enviarle un rosario como obsequio y esperaban organizar una visita “muy pronto.”

La declaración se considera un “cambio de tono” de la retórica antipapa del presidente electo.

Miembros de la Familia Grande Hogar de Cristo sostienen un cartel con los colores de la bandera de Argentina pidiendo al Papa Francisco que visite su tierra natal, diciendo “Tu pueblo te espera”, mientras se unen al Papa para rezar el Ángelus en San Plaza de Pedro en el Vaticano, 5 de noviembre de 2023. (Foto CNS/Vatican Media)

El candidato presidencial Milei, que atacó al Papa Francisco llamándolo un “zurdo asqueroso”, ganó abrumadoramente las elecciones presidenciales de Argentina con una plataforma libertaria radical de dolarizar la economía y reducir el estado en un país acosado por crisis económicas recurrentes y una inflación de tres dígitos.

Milei, economista y diputado, obtuvo el 55% de los votos en las elecciones del 19 de noviembre, venciendo al ministro de Economía, Sergio Massa, de la coalición peronista gobernante.

Milei había calificado al Papa Francisco, compatriota argentino, de “representante del maligno en la tierra”..

Milei se retractó de sus comentarios sobre la ruptura de relaciones con el Vaticano y suavizó su tono en las últimas semanas para ganarse a los votantes más centristas, según analistas.

El 21 de noviembre, el diario argentino La Nación informó que Milei había “recibido una sorpresiva llamada de teléfono” esa tarde del Papa Francisco, quien “se comunicó con él desde el Vaticano, en un gesto que marca el inicio de su relación personal.”

Basándose en fuentes de La Libertad Avanza, La Nación dijo que el presidente electo invitó al Papa a visitar Argentina, “tanto en visita de Estado, y en su carácter de líder del catolicismo. “La conversación fue ‘amena’, según fuentes libertarias, y duró unos ocho minutos, durante los cuales Milei se dirigió al Sumo Pontífice como ‘Su Santidad'”, señala La Nación.aption

Mundo en fotos

Una hermana observa cómo los trabajadores del Vaticano usan una grúa para colocar un árbol de Navidad en su lugar en la Plaza de Pedro en el Vaticano a principios del 23 de noviembre de 2023. El árbol de 90 pies de altura del valle de Maira, cerca de Turín, Italia, se iluminará el 1 de diciembre. 9. Después de Navidad, con la madera se fabricarán juguetes y se donarán a Cáritas. (Foto CNS/Pablo Esparza)
Los partidarios del presidente electo argentino Javier Milei celebran en Buenos Aires el 19 de noviembre de 2023, después de que Milei ganara la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Argentina. (Foto de OSV News/Mariana Nedelcu, Reuters)
Miss Nicaragua Sheynnis Palacios señala con el dedo hacia arriba después de ser coronada Miss Universo durante el 72º certamen de Miss Universo en San Salvador, El Salvador, el 18 de noviembre de 2023. (Foto de OSV News/José Cabezas, Reuters)
Una mujer presiona su mano contra una vitrina que protege un relicario que contiene un hueso del brazo de San Judas Apóstol en la Iglesia de San Judas en Mastic Beach, Nueva York, el 27 de noviembre de 2023. La reliquia, que llegó a Chicago desde Italia en septiembre, realizará una gira de nueve meses por los EE. UU. (Foto de OSV News/Gregory A. Shemitz)
Dios, María, querubines y un santo carmelita parecen realizar una danza cósmica en esta pintura genovesa del siglo XVII. Es parte de la exposición “Fe, Belleza y Devoción” de 30 pinturas de maestros italianos y flamencos que se exhibirán en la Escuela Preparatoria Jesuita Belén en Miami hasta el 10 de diciembre de 2023. (Foto de OSV News/cortesía de la Escuela Preparatoria Jesuita Belén)

Alrededor Diocesano: Emaus y Jóvenes Danzantes

FLOWOOD – Miembros de Emaus Jackson y sus familias celebraron, el 21 de noviembre, una cena de Acción de Gracias organizada por Lorena Urizar y Gustavo García. (arriba izq.) García muestra los premios de una rifa para recogida de fondos y todos los presentes reciben la bendición del Padre Nick Adam (arriba, der.) Teresa Turner, St. Francis Madison, entre muchos más que participaron, da su donación a Wilmer Urizar. (Foto de Berta Mexidor)

SOUTHAVEN – (der.) Danzantes de tres grupos de jóvenes, Southaven, Tupelo y Pontotoc, se reunieron el día de Cristo Rey por colaboración de Saul Triana, Roberto Becerra y Aracely Nieves. (debajo. der.) En el centro, durante la actuación, la tamborera Lily, quien junto a su padre Edgar Espiricueta, a instancias de Danna Johnson, LEM llegaron de Houston con la intención de aprender y crear un grupo. (Foto de Aracely Nieves)

El Papa sugiere mantener el corazón vigilante en Adviento por medio de la caridad y la confesión

Por Cindy Wooden

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) – La llamada a la “vigilancia” en Adviento no significa permanecer despiertos y vigilantes por miedo, sino más bien por el anhelo de la venida del Señor, escribió el Papa Francisco.

A veces la gente piensa en la virtud de la vigilancia “como una actitud motivada por el miedo a un castigo inminente, como si un meteorito estuviera a punto de caer del cielo”, dijo en el texto de su reflexión a la lectura del Evangelio del 3 de diciembre, el primer domingo de Adviento. “¡Pero, ciertamente, éste no es el sentido de la vigilancia cristiana!”

El Papa Francisco dirigió el rezo del Ángelus desde su residencia, Domus Sanctae Marthae, pero explicó que su bronquitis, aunque está mejorando, todavía le dificulta hablar, por lo que el texto de su comentario y de sus llamamientos a la paz fueron leídos por monseñor Paolo Braida, funcionario de la Secretaría de Estado vaticana.

En la lectura del Evangelio, Mc 13,33-37, Jesús cuenta la parábola de los siervos que esperan el regreso de su señor.

“La vigilancia de los siervos no se basa en el temor, sino en el anhelo, en la espera de ir al encuentro del amo que viene”, dice el texto del Papa. “Se preparan para su regreso porque lo quieren mucho, porque esperan que, cuando llegue, encuentre una casa acogedora y ordenada”.

El Papa Francisco sonríe mientras se prepara para que un ayudante lea su texto preparado durante el rezo de la oración del Ángelus el 3 de diciembre de 2023. El Papa Francisco, que sigue recuperándose de una bronquitis, dirigió el Ángelus desde su residencia vaticana, la Domus Sanctae Marthae. (Foto CNS/Vatican Media)

Ese tipo de vigilancia y expectación debería marcar la vigilancia de los cristianos mientras se preparan para acoger a Jesús en Navidad, para acogerlo al final de los tiempos y, añadió, para acogerlo “cuando venga a nuestro encuentro en la Eucaristía, en su Palabra, en nuestros hermanos y hermanas, especialmente en los más necesitados”.

El Papa Francisco animó a todos a preparar cuidadosamente el corazón con la oración y con la caridad.
“Un hermoso programa para el Adviento”, sugirió, sería “encontrar a Jesús que viene en cada hermano y hermana que nos necesita, y compartir con ellos lo que podamos: escucha, tiempo, ayuda concreta”.

El Adviento, dijo, también es un buen momento para “acercándonos a su perdón” a través del sacramento de la reconciliación y dedicar más tiempo a la oración y a la lectura de la Biblia.

Permanecer vigilantes puede requerir práctica, dijo, y empieza por no dejarse distraer por “cosas inútiles” e intentar no quejarse tanto.

Maranatha – Anhelo y Visión para temporada de Adviento

Por Obispo Joseph R. Kopacz, D.D.

“Gracia y paz a ustedes de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo..,” se proclamó el primer domingo de Adviento en la segunda lectura de la primera carta de San Pablo a los Corintios. (1:3) Podemos decir que este es el saludo característico de San Pablo cuando escribió a cada una de las comunidades cristianas que ayudó a establecer.

Este es el saludo al comienzo de las cartas a los Romanos, 1 y 2 Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 y 2 Tesalonicenses, 1 y 2 Timoteo, Tito y Filemón. Asimismo, San Pedro saluda a sus hermanos cristianos en sus dos cartas con un saludo casi idéntico y va un paso más allá en su entusiasmo con la frase “en abundancia.”

Obispo Joseph R. Kopacz

Este saludo característico no fue solo un saludo amistoso de los dos apóstoles, sino que es la inspiración del Espíritu Santo a lo largo de las páginas del Nuevo Testamento, así como la mente y el corazón de Jesucristo que comenzaron en la Última Cena y se anunciaron a lo largo de las apariciones de resurrección. Este saludo enmarca la Biblia como las últimas palabras inspiradas del libro de Apocalipsis. “El que da este testimonio dice: “El que testifica de estas cosas dice: «Sí, vengo pronto». Amén. Ven, Señor Jesús. La gracia del Señor Jesús sea con todos. Amén.” (Apocalipsis 22:20-21)

Maranatha – ven, Señor Jesús– es el anhelo y la visión del tiempo de Adviento. Pero este deseo es fundamental para nuestra creencia y esperanza durante todo el año, especialmente en la celebración de nuestra Eucaristía.

Después de la consagración y transformación del pan y del vino en el cuerpo y la sangre del Señor, la congregación pronuncia: “cuando comemos este pan y bebemos esta copa, proclamamos tu muerte, oh, Señor, hasta que vuelvas”.

Antes de recibir la sagrada comunión después del Padrenuestro, el sacerdote hace la siguiente súplica al Dios vivo. “Líbranos, Señor, te pedimos de todo mal, y concédenos paz en nuestros días, para que con la ayuda de tu misericordia estemos siempre libres de pecado y a salvo de toda angustia mientras aguardamos la esperanza bienaventurada y la venida de nuestro Señor Jesucristo.”

Cuando proclamamos el Credo de Nicea después de la homilía, expresamos nuestro anhelo por la venida del Señor, “… Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.” Amén.

Los versículos finales de la Biblia infunden a la Misa esperanza y gracia escatológica, recordándonos que “porque no tenemos aquí ciudad permanente”, (Hebreos 13:14) porque “nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo. (Filipenses 3:20) A intervalos regulares, es un regalo poder trascender nuestro mundo y circunstancias y elevar nuestro corazón y mente a Dios a través de la fe, la oración y la alabanza.

Sin embargo, esto no es una invitación a escapar de las pruebas, tribulaciones y tentaciones. Ven, Señor Jesús, también está arraigado en el momento presente.

Con San Pablo, nos alegramos de saber que el Señor está cerca, está a la puerta y llama. (Apocalipsis 3:20) Por lo tanto, para que el Señor venga, nuestra oración está destinada al momento actual.

El saludo característico de San Pablo y San Pedro pidiendo gracia y paz en abundancia de Dios, es el paquete de regalo de Dios, para ayudarnos a alcanzar nuestro destino eterno. Su objetivo es librarnos de todo mal, liberarnos del pecado y mantenernos a salvo de toda angustia mientras aguardamos la bienaventurada esperanza.

¿No se encuentran éste entre los mejores regalos?

Al considerar legítimamente los regalos que estamos comprando para aquellos a quienes amamos, no dejemos desatendido y sin abrir este paquete de gracia y paz. Estos dones están a nuestra disposición en la oración diaria, en la Misa y en todos nuestros actos de cuidado amoroso en la vida diaria. De hecho, es éste el paquete que sigue dando por siempre. Es la abundancia de Dios.

¡Maranatha, Ven, Señor Jesús!

HOUSTON – En la iglesia Inmaculado Corazón de María, el 3 de diciembre, algunos parroquianos se reunieron para una reflexión de la Misión Parroquial de Adviento dirigida por el Padre Bill Henry con el tema: Reflexionando sobre la belleza y el amor de María y cómo ella nos llama a hacer espacio en nuestras vidas al niño recién nacido. El padre Bill ha sido sacerdote en la diócesis de Jackson durante 39 años. Se retiró hace tres años del ministerio parroquial activo y ahora sirve realizando o ayudando en retiros o organizando seminarios de vida en el espíritu en los estados del sur. En la foto, durante la Misa, los padres (i-d) Binh Nguyen y Bill Henry bendicen la Corona de adviento. (Foto de Danna Johnson, LEM)

Jesuitas atienden a los migrantes que esperan en las peligrosas ciudades fronterizas mexicanas

Por David Agren

MATAMOROS, México (OSV News) – Celebrando una Misa al aire libre en un campamento de migrantes en medio de una lluvia fría e implacable, el padre jesuita Brian Strassburger predicó sobre la paciencia. Habló de “La Parábola de las Diez Vírgenes” del Evangelio de Mateo, instando a los migrantes reunidos a “esperar bien” mientras aguardan por su momento, en condiciones difíciles.

“Las cosas no siempre van al paso que queremos o esperamos y a veces tenemos que esperar y tenemos que esperar bien”, dijo el padre Strassburger.

Para esperar bien, dijo, “pedimos la sabiduría de Dios para que nos consuele y nos ayude a ser más pacientes y a confiar en Dios”.

El Papa Francisco dirige a los miembros de la asamblea del Sínodo de los Obispos en la oración por los migrantes y refugiados frente a la estatua “Ángeles desprevenidos” en la Plaza de San Pedro el 19 de octubre de 2023. La escultura del canadiense Timothy Schmalz representa un barco con 140 figuras de migrantes de varios períodos históricos y varias naciones. (Foto CNS/Medios Vaticanos)

Les instó a involucrarse en tareas como el mantenimiento del campamento, la formación de amistades y el aprovechamiento de las clases de catecismo impartidas por sacerdotes locales – recordando cómo los migrantes han podido bautizar y confirmar a sus hijos mientras esperaban en los albergues.

“El tiempo de Dios es perfecto”, dijo. “No podemos pensar que nuestro tiempo aquí es tiempo perdido”.
Más de 2.000 migrantes esperan en Matamoros, frente a Brownsville, Texas, mientras intentan conseguir citas a través de una aplicación telefónica para entrar en Estados Unidos conocida como CBP One.

El proceso puede ser frustrante, ya que algunas de las citas se asignan al azar, mientras que otras se dan a personas que llevan mucho tiempo en el sistema, según el padre Strassburger.

Las largas esperas provocaron anteriormente que muchos migrantes cruzaran irregularmente a Estados Unidos. Pero el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos registró 240.988 encuentros con migrantes en la frontera suroeste de Estados Unidos en octubre, aproximadamente un 10% menos que el mes anterior.

Los observadores atribuyeron este descenso a que venezolanos prefirieron esperar a ver qué pasaba en lugar de cruzar la frontera sin cita previa con el CBP One, después que el gobierno estadounidense anunciara la decisión de iniciar las deportaciones a Venezuela, país con el que Estados Unidos ha mantenido relaciones poco amistosas.

Pero la espera puede resultar agotadora, especialmente con la inseguridad reinante en Matamoros y los migrantes en el punto de mira de los secuestradores.

“Las personas no acuden a sus citas de CBP One porque están siendo secuestradas,” dijo a OSV News la hermana Norma Pimentel, directora de Caridades Católicas del Valle del Río Grande en Brownsville.

“Empecé a ver gente abandonando sus citas y cruzando el río porque tenían miedo” de permanecer en México, dijo la hermana Misionera de Jesús. Agregó que los funcionarios estadounidenses aún otorgan citas a quienes se ausentaron debido al secuestro.

Los migrantes que asistieron a la Misa en Matamoros hablaron de vivir con miedo si salían del albergue para migrantes.

El padre jesuita Flavio Bravo ofrece una bendición a una familia migrante durante la Misa del 12 de noviembre de 2023, en Matamoros, México. Tres jesuitas de la Diócesis de Brownsville, Texas, atienden a la población migrante al otro lado de la frontera, donde la inseguridad está en aumento. (Foto OSV News/David Agren)

“Muy poca gente se va de aquí por la inseguridad”, dijo Yessica Briseño, una migrante venezolana que ha pasado tres meses en Matamoros con su esposo y sus tres hijos de entre 10 y 12 años.

Briseño ha intentado infructuosamente obtener una cita con CBP One durante tres meses, algo que, según dijo, le está haciendo plantearse cruzar el río, sobre todo porque uno de sus hijos ha sufrido dificultades emocionales en el campamento y está siendo atendido por un psicólogo voluntario.

“Existe una verdadera tentación,” dijo sobre el cruce irregular.

Otros migrantes en el albergue describieron a México como el país más difícil de transitar en la ruta hacia el norte a través de América Central – incluyendo el traicionero Tapón del Darién, la espesa selva que separa Colombia y Panamá, controlada por el crimen organizado y plagada de bandidos.

“Los oficiales de migración se llevan todo”, exigiendo el pago para evitar ser detenidos, agregó Eusebio Quiñones, de 38 años, un migrante de Ecuador, que quería cruzar a Estados Unidos “legalmente” con la aplicación CBP One.

La Pastoral de Migrantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano emitió un comunicado el 15 de noviembre, en el que describió la estrategia de las autoridades migratorias mexicanas como “contención, detención, deportación y militarización,” al tiempo que advirtió:

“No vemos una estrategia clara de coordinación entre los tres niveles de gobierno en respuesta a las condiciones inhumanas que viven los migrantes y refugiados en México”.

El cardenal de Boston Seán P. O’Malley aparece en una fotografía de archivo durante la Misa a lo largo de la valla fronteriza entre Estados Unidos y México en Nogales, Arizona. Los sacerdotes y feligreses de la Arquidiócesis de Boston deben estar “listos y dispuestos a ayudar” a la afluencia histórica de inmigrantes entrando a Massachusetts, escribió el cardenal O’Malley en una carta a las parroquias el 23 de octubre de 2023. (Foto de OSV News/Samantha Sais, Reuters)

También expresó su alarma por el gran número de migrantes atrapados en ciudades de todo México y advirtió que México “se está convirtiendo en una gran Estación Migratoria para las personas migrantes y refugiadas, en donde no se les permite tener una estancia regular (legal), pero tampoco se les permite transitar hacia su destino”.

La Misa en el albergue para migrantes – ubicado en un hospital abandonado rodeado de tiendas de campaña – termina con el equipo de jesuitas proporcionando información sobre migración de la mejor manera que entienden.

El padre Strassburger aconseja seguir con la aplicación CBP One, que según él ha mejorado después de haber sido “probada en versión beta con migrantes” tras su introducción en enero.

“Los albergues aquí estaban llenos de personas muy desesperadas y ahora están en Estados Unidos”, dijo a los migrantes. “Con paciencia y fe, todos van a recibir su cita”.

El padre Strassburger ha trabajado con migrantes varados en México desde su ordenación en 2021 y asignación para trabajar en la Diócesis de Brownsville.

Trabajando con el padre jesuita Flavio Bravo y el escolástico jesuita Joseph Nolla, el padre Strassburger celebra Misas para los migrantes, cuatro días a la semana en Matamoros y Reynosa, a 50 millas (80 kilómetros) al oeste, junto con las celebraciones en el Centro de Respiro Humanitario en McAllen Texas, donde los migrantes recién llegados reciben ayuda para llegar a sus destinos finales en los Estados Unidos.

A menudo les atiende en condiciones difíciles, como en un campamento a orillas del Río Grande, donde los migrantes que no quieren perder de vista la frontera estadounidense esperan a ser citados por el CBP One o se quedan hasta que pagan a los contrabandistas para cruzar el río.

En medio de las dificultades, él ve inspiración en la perseverancia de los migrantes.

“Me parece que los migrantes son el mejor ejemplo de cómo utilizan su fe como fuente de esperanza en medio de una situación que de otro modo puede ser tan desesperante”, dijo el padre Strassburger. “A menudo me inspiran”.

(David Agren escribe para OSV News desde Ciudad de México. Viajó a Matamoros para informar sobre la situación fronteriza entre Estados Unidos y México.)

Católicos: Pueblo de acción de gracias

Por Obispo Joseph R. Kopacz, D.D.
Mientras celebramos el preciado feriado nacional del Día de Acción de Gracias, es un momento para recordar los fundamentos de este largo fin de semana que insufla vida al corazón y al alma de nuestra nación. George Washington, el primer presidente de nuestra nación, con el respaldo del Congreso en 1789, declaró el último jueves de noviembre como un día reservado para el Día de Acción de Gracias a Dios Todopoderoso por las bendiciones de la libertad, la cosecha y mucho más. El presidente Abraham Lincoln pidió en 1861 la renovación de este día apartado para el Día de Acción de Gracias para inspirar una mayor unidad en nuestra nación en medio de la Guerra Civil. Muchos años después, en 2023, nuestro tiempo nacional de acción de gracias puede suavizar y sanar las divisiones que plagan nuestra nación.

Como católicos, somos inherentemente y por la gracia de Dios, un pueblo de acción de gracias, sobre todo cada vez que nos reunimos en el altar para celebrar la Eucaristía, la gran oración de gratitud por el amor de Dios derramado en Jesucristo, por el don de la salvación. Un espíritu permanente de acción de gracias está en el centro del actual avivamiento eucarístico, una disposición permanente que nos permite vivir de una manera digna de nuestro llamado dentro y más allá de los muros sagrados de nuestras iglesias.

Las oraciones que se proclaman en cada celebración eucarística abrazan la realidad de la acción de gracias desde corazones y mentes que están abiertos a la gracia transformadora de Dios. Al inicio del Prefacio, portal de la oración eucarística y de la Consagración, declara el sacerdote. “En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro, principio y fin de todo lo creado.”

Esta maravillosa expresión de gratitud ya se está desarrollando en la Preparación de las Ofrendas cuando el sacerdote proclama: “Bendito seas Señor Dios de todo el universo porque por tu bondad hemos recibido este pan y este vino que te ofrecemos, fruto de la tierra y de la vid y obra de manos humanas, serán para nosotros pan de vida y bebida espiritual.” Las oraciones sobre el pan y el vino se ofrecen por separado en el altar y después de cada una, la congregación responde: “Bendito sea Dios por los siglos”. ¡Qué sincera expresión de acción de gracias!

Una de las expresiones más poderosas de acción de gracias en el centro de la adoración es el Salmo 100. Puedes sentir el gozo y leer cómo captura el espíritu del fiel pueblo de Israel hace tantos siglos.
“¡Canten al Señor con alegría, habitantes de toda la tierra! Con alegría adoren al Señor; ¡con gritos de alegría vengan a su presencia! Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo y somos suyos; ¡somos pueblo suyo y ovejas de su prado! Vengan a las puertas y a los atrios de su templo con himnos de alabanza y gratitud. ¡Denle gracias, bendigan su nombre! Porque el Señor es bueno; su amor es eterno y su fidelidad no tiene fin.”

Que el Espíritu Santo nos conceda este maravilloso espíritu de alabanza y acción de gracias mientras ingresamos a nuestras iglesias y nos reunamos alrededor de nuestras mesas familiares para el Día de Acción de Gracias.

La fiesta nacional de Acción de Gracias tiene profundas raíces en nuestra tradición cristiana judaica.
Al dar gracias al Señor en el día mismo y durante todo el fin de semana, que es la fiesta de Cristo Rey, la celebración culminante del año eclesiástico, que la oración por la unidad y un mayor espíritu de generosidad amorosa estén en el centro de todas nuestras intenciones.

“Pero ahora, unidos a Cristo Jesús por la sangre que él derramó, ustedes que antes estaban lejos están cerca. Cristo es nuestra paz. Él hizo de judíos y de no judíos un solo pueblo, destruyó el muro que los separaba y anuló en su propio cuerpo la enemistad que existía … Por eso, ustedes ya no son extranjeros, ya no están fuera de su tierra, sino que ahora comparten con el pueblo santo los mismos derechos, y son miembros de la familia de Dios. Ustedes son como un edificio levantado sobre los fundamentos que son los apóstoles y los profetas, y Jesucristo mismo es la piedra principal”. (Efesios 2:13-14, 19-20)

Obispos en Asamblea de Otoño analizan futuro plan Sinodal

Por Peter Jesserer Smith

Obispos de Estados Unidos, al comienzo de su asamblea plenaria de otoño de 2023, asisten a Misa el 13 de noviembre de 2022 en la Basílica del Santuario Nacional de la Asunción de la Santísima Virgen María en Baltimore. Los obispos oraron por la paz y pidieron sabiduria para ayudar a otros a abrazar a Jesucristo. (Foto de OSV News/cortesía de Angelus Virata, Basílica de Baltimore)

BALTIMORE (OSV News) – Durante dos días, la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos se reunió en asamblea plenaria en Baltimore para avanzar en cuestiones claves relacionadas con la liturgia, vivir la fe, incluso en el ámbito público, y reestructurar la conferencia para servir mejor a la misión.

Sin embargo, la reunión de obispos del 13 al 16 de noviembre, que tuvo lugar casi tres semanas después de la conclusión del Sínodo global sobre la sinodalidad, también concluyó sin un plan común sobre cómo los obispos podrían obtener comentarios consultivos de sus parroquias locales con respecto al informe de “entretiempo” del sínodo antes de que éste se vuelva a reunir dentro de 11 meses.

Con respecto al Sínodo sobre la sinodalidad del 4 al 29 de octubre, los obispos escucharon sobre experiencias positivas de algunos de sus delegados, particularmente el valor de las “conversaciones en el Espíritu” del sínodo como modelo para llevar a cabo una interacción conversacional regular entre los miembros de la iglesia, por el bien de la misión de la iglesia.

Sin embargo, cuando concluyó la asamblea plenaria, los obispos no parecían tener ningún proceso definido o grupo de trabajo para ayudarlos a involucrar a los fieles en la consulta sobre el informe de 41 páginas del sínodo que resume el consenso del organismo, los asuntos a considerar y las acciones prioritarias.

Los obispos aprobaron una carta al Papa Francisco, afirmando su preocupación compartida por los conflictos globales, su enseñanza sobre la “conversión ecológica” y su compromiso de reflexionar en oración sobre el informe de síntesis del Sínodo sobre la Sinodalidad.