El Programa “Esperanza Creciente” de Diaconado Permanente es un programa de estudio de cinco años. En el primer año, los hombres son llamados aspirantes a diáconos, luego, después del Rito de Candidatura, son candidatos a diáconos por los cuatro años restantes. Después de completar todos sus estudios, ya voluntad del obispo, son ordenados al diaconado permanente. La creciente demanda de ministros en la Iglesia hace que el trabajo del diácono sea más necesario hoy que en los últimos años. “La formación diaconal ha ayudado en mi discernimiento del llamado de Dios para mi vida espiritual, en darme una forma más formal de orar, aprender cómo puedo servir mejor a la comunidad, ser más humilde y a tener más amigos.” – Enrique Amador
“Su donación a la CSA ayuda a los hombres que actualmente están en formación espiritual para ser ordenados diáconos en 2026.”
Por Justin McLellan CIUDAD DEL VATICANO (CNS) – Jesús sabe cómo convertir cada dificultad o caída en un paso adelante, dijo el Papa Francisco.
Con el amor de Cristo “incluso lo que nos parece fatigoso e inútil puede aparecer bajo otra luz”, dijo el 23 de abril.
Antes de recitar la oración del mediodía “Regina Coeli” con unas 30,000 personas reunidas en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco habló sobre la lectura del Evangelio del día, Lucas 24:13-35, que describe el encuentro de Jesús resucitado con los discípulos que se dirigían a Emaús.
Jesús aparece junto a los dos discípulos y les pide que le cuenten lo que les ha sucedido y entristecido. Y, mientras caminan, Jesús “les ayuda a releer los hechos de modo diverso, a la luz de las profecías, de la Palabra de Dios”, dijo el Papa.
“El Evangelio de hoy nos invita a contarle todo a Jesús con sinceridad, sin temer molestarlo – Él nos escucha – sin tener miedo de decir algo equivocado, sin avergonzarnos de lo que nos cuesta comprender”, dijo. “El Señor está contento cuando nos abrimos a él”, dijo. “Solo de este modo puede tomarnos de la mano, acompañarnos y hacer que vuela a arder nuestro corazón”. El Papa dijo que una buena manera de hacerlo es dedicar un tiempo cada noche a un breve examen de conciencia y releer el día con Jesús, “abrirle el corazón, llevarle las personas, las decisiones, los miedos, las caídas, las esperanzas, todas las cosas que han sucedido; para aprender gradualmente a mirar las cosas con ojos diversos, con sus ojos y no solo con los nuestro”. “Así podremos revivir la experiencia de aquellos dos discípulo”, dijo. “Una cruz difícil de abrazar, la elección de perdonar una ofensa, una victoria no alcanzada, el cansancio del trabajo, la sinceridad que cuesta, las pruebas de la vida familiar… nos aparecerán bajo una luz nueva, la luz del Crucificado Resucitado, que sabe transformar cada caída en un paso adelante”.
(OSV News) – Las autoridades eclesiásticas de una diócesis del norte de Costa Rica confirmaron que dieron la bienvenida a dos religiosas, miembros de las Hermanas Dominicas de la Anunciata, después de que fueran expulsadas de la vecina Nicaragua a mediados de abril.
En un video publicado en la página de Facebook de la Diócesis de Tilarán-Liberia, el diácono Gustavo Wattson dijo que dos religiosas – las hermanas Isabel y Cecilia Blanco, ambas de nacionalidad costarricense y hermanas biológicas – salieron de Nicaragua el 12 de abril por el punto fronterizo de Peñas Blancas.
Funcionarios del gobierno nicaragüense no han dicho por qué las religiosas fueron expulsadas. Pero en octubre de 2020, la asamblea general del país aprobó una controvertida ley de “agentes extranjeros” que obliga a las organizaciones que reciben dinero del extranjero a registrarse ante el gobierno, exponiéndolas a grandes multas, a la vigilancia del gobierno e incluso a la “cancelación” de su estatus legal en el país. El Departamento de Estado de EE.UU. ha denunciado la medida, al igual que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de los Estados Americanos.
Tras entrar en el norte de Costa Rica, las hermanas fueron recibidas por su hermana Violeta Blanco, su marido, Carlos Vargas, y un sacerdote local que representaba al obispo Manuel Eugenio Salazar Mora, que dirige la Diócesis de Tilarán-Liberia, dijo Wattson. Las hermanas revelaron una foto en la que se las ve de buen humor, con una de ellas en silla de ruedas.
El obispo reconoció el trabajo y sacrificio de las hermanas, que formaban parte de una comunidad que atendía a ancianos en la localidad de Rivas (Nicaragua), dijo Wattson, aunque se fueron “en circunstancias lamentables”. También pidió oraciones por una tercera religiosa de la orden a la que supuestamente se le pidió que se marchara, pero cuyo paradero se desconoce.
“Además, el obispo Salazar pide oraciones por la Iglesia en el país vecino, especialmente por el obispo Rolando Álvarez”, dijo Wattson, refiriéndose al prelado que fue detenido por las autoridades gubernamentales en agosto del año pasado. En febrero, el obispo Álvarez, que dirige la Diócesis de Matagalpa, fue condenado a más de 26 años de prisión tras ser declarado culpable de traición a la patria, menoscabo de la integridad nacional y difusión de noticias falsas, entre otros cargos.
El año pasado, el obispo Salazar acogió a otro grupo de religiosas también expulsadas por el gobierno de Ortega. Más de una docena de Hermanas de la Caridad fueron expulsadas de Nicaragua en julio, donde también gestionaban un hogar para ancianos, muchos de ellos abandonados por sus familias.
La Diócesis de Tilarán-Liberia acogió a más de una docena de las hermanas expulsadas, que al parecer planean abrir un hogar para ancianos en el norte de Costa Rica.
A finales de febrero, un grupo de hermanas trapenses anunció que abandonaba Nicaragua “voluntariamente”, alegando la falta de vocaciones para mantener la comunidad. Según la prensa nicaragüense, el gobierno se ha apoderado de sus propiedades.
(OSV News) – El número de latinos en Estados Unidos que se identifican como católicos sigue disminuyendo constantemente, con sólo alrededor del 43% ahora auto-identificándose como católicos, según un nuevo análisis del Pew Research Center. El porcentaje de latinos sin afiliación religiosa también ha aumentado.
En su estudio, publicado el 13 de abril, Pew señala que el porcentaje de adultos hispanos que se identifican como católicos ha descendido del 67% en 2010 al 43% en 2022.
Durante el mismo período, los latinos estadounidenses que se identifican como no afiliados religiosamente (describiéndose a sí mismos como ateos, agnósticos o “nada en particular”) aumentaron del 10% en 2010 al 30% en 2022.
Hosffman Ospino, un profesor del Boston College que tiene años de experiencia examinando el papel de los católicos hispanos en el futuro de la Iglesia católica en Estados Unidos, dijo que este declive ha estado “en marcha” durante décadas y que las generaciones más jóvenes de latinos son menos propensas a identificarse como católicos.
“Hay que tener en cuenta que la población hispana está creciendo en Estados Unidos. Y la mayor fuente de crecimiento de la comunidad hispana no es la comunidad inmigrante, como solía ser en los años 80 y 90”, dijo Ospino. “Ahora la mayor fuente de crecimiento de la comunidad latina es la generación nacida en Estados Unidos, que está siendo criada en gran parte tanto por inmigrantes como por latinas nacidas en Estados Unidos. … Es una población muy joven, por lo que las tendencias que Pew está observando reflejan las tendencias más amplias entre todos los jóvenes de Estados Unidos a través de los diferentes grupos raciales, étnicos y culturales.”
Los datos de la Oficina del Censo de EE.UU. muestran que la población hispana de EE.UU. alcanzará los 62.6 millones a mediados de 2021, lo que representa el 18.9% de la población total. Desde la década de 2000, según el estudio del 13 de abril, los nacimientos en Estados Unidos han impulsado el crecimiento de la población hispana en Estados Unidos, con cuatro de cada cinco (79%) de los latinos estadounidenses entre 18 y 29 años nacidos en Estados Unidos. El estudio de Pew también indica que cerca de la mitad (49%) de los latinos estadounidenses de 18 a 29 años se identifican como no afiliados religiosamente, mientras que el 30% se identifica como católico y el 15% como protestante.
En comparación, sólo uno de cada cinco latinos de 50 años o más no tiene afiliación religiosa, y la mayoría de ellos (56%) nació fuera de Estados Unidos. La encuesta también señaló que los latinos nacidos en EE.UU., en general, son casi dos veces más propensos (39%) que los latinos nacidos en el extranjero (21%) a identificarse como no afiliados religiosamente, con los jóvenes latinos impulsando el crecimiento entre ese grupo. “Lo que revela (el estudio de Pew) en muchos sentidos es que la Iglesia católica contaba con el gran crecimiento de los hispanos inmigrantes que son católicos”, dijo Ospino. “Ahora la pregunta es: ¿estamos preparados para afrontar la realidad de que la evangelización en las próximas décadas se va a centrar en gran medida en esos hijos y nietos de inmigrantes de América Latina, la generación nacida en Estados Unidos?”
A pesar del descenso en los números en la última década, los católicos siguen siendo el grupo religioso más numeroso entre los latinos de Estados Unidos, según el informe Pew. Los latinos también siguen siendo aproximadamente “el doble de propensos que los adultos estadounidenses en general a identificarse como católicos y menos propensos a ser protestantes”. El estudio del Pew también indicaba que “el catolicismo ha experimentado las mayores pérdidas debido al cambio de religión entre los hispanos”, siendo casi una cuarta parte de todos los hispanos de EE.UU. ex católicos. La encuesta en la que se basó el estudio afirmaba que, mientras que cerca de dos tercios de los adultos hispanos (65%) dijeron haber sido criados como católicos, el 43% lo son actualmente. El informe también señala que el protestantismo ha experimentado un crecimiento más modesto debido al cambio de religión.
Alejandro Aguilera-Titus, director adjunto de la Pastoral Hispana del Secretariado para la Diversidad Cultural en la Iglesia de la USCCB, habló del contexto histórico en el que los latinos de Estados Unidos abandonan la fe católica. En décadas pasadas, durante lo que Aguilera-Titus describió como una época de “proselitismo agresivo” por parte de otras denominaciones religiosas que se acercaban a los nuevos inmigrantes hispanos, los obispos estadounidenses respondieron con el primer proceso de Encuentro, que ayudó a formular un plan pastoral nacional para el ministerio hispano en 1987. “Ese plan (de 1987) realmente abrió de par en par la puerta para que miles de parroquias comenzaran a comprometerse con la pastoral hispana”, dijo a OSV News.
Para Ospino, la secularización es el mayor desafío al cristianismo católico y a la cristiandad católica. “La generación más joven, particularmente, no siente que la religión organizada sirve para algo en sus vidas”, dijo. Según el análisis de Pew, la desafiliación de la religión es más común entre los hispanos nacidos en Estados Unidos: Alrededor de una cuarta parte de los hispanos nacidos en EE.UU. (23%) que dicen que fueron criados dentro de una fe ahora no están afiliados religiosamente, en comparación con el 16% de los hispanos nacidos en el extranjero. Pero, según el estudio, “el catolicismo ha experimentado pérdidas igualmente grandes tanto entre los hispanos nacidos en EE.UU. como entre los nacidos en el extranjero”. Estos cambios constantes y graduales podrían tener amplias implicaciones en el futuro. Los católicos hispanos representan cerca del 45% de todos los católicos del país. Sin embargo, cerca del 60% de todos los católicos menores de 18 años son hispanos. Lo mismo ocurre con casi la mitad de los jóvenes adultos católicos. (de 18 a 39 años)
Una estimación reciente del equipo de investigación del V Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina, que cuenta con el apoyo de los Obispos Católicos de Estados Unidos, calculaba que en 2021 había 31 millones de católicos hispanos. Ospino calificó este dato de “signo de esperanza”, pero – combinado con el actual análisis de Pew – es también una llamada a “cambiar de marcha”. “Sigamos invirtiendo en en la comunidad inmigrante, pero redoblemos la energía y los recursos para llevar el Evangelio entre los nacidos en Estados Unidos y tratar de retenerlos. De lo contrario, los perderemos”, afirmó.
“Mirando Al Cielo” es una película estremecedora e inspiradora que nos invita a profundizar en nuestra propia fe. Conocer la lucha del mexicano José Sánchez del Río, quien con solo 14 años fue torturado y ejecutado por no renunciar a su fe en medio de la llamada Guerra Cristera en México.
Esta cinta nos muestra la crudeza de dicha guerra, que inició el 1° de agosto de 1926 y terminó el 21 de junio de 1929, la cual enfrentó a las fuerzas armadas y milicias laicas del Estado mexicano contra el Ejército Cristero, conformado por campesinos y miembros de la Iglesia como respuesta a la denominada Ley de Tolerancia de Cultos.
Aquella ley, conocida entre la gente como Ley Calles, fue impulsada por el gobierno del presidente Plutarco Elías Calles y limitaba y controlaba el culto religioso imponiendo prohibiciones a la iglesia católica y a sus fieles.
Se calcula que esta guerra cobró la vida unas 250 mil personas y generó el desplazamiento masivo de la población en estados como Jalisco, Guanajuato, San Luis Potosí, Colima, Michoacán y Zacatecas; estados que resultaron más impactados por este enfrentamiento armado. Aquella población desplazada que ascendía a otras 250 mil personas, migró a los Estados Unidos y a otros estados mexicanos.
“Mirando Al Cielo”, escrita y dirigida por Antonio Peláez, fue producida por Laura Peláez y Antonio Peláez de la productora mexicana MediaQuest. (La película será proyectada en una única función en los Estados Unidos el 18 de abril. La película es en español y contará con subtítulos en inglés.)
“Han sido muchos años de trabajo, de investigación,” el director Antonio Peláez le dijo a OSV News. “Con ese objetivo, primero de ser instrumentos de un mensaje del cielo”.
Él agregó que esta era “una historia que merece la pena ser contada” y que el testimonio de vida de San José, proyectado en la película, “te inspira en ser una mejor persona”.
Esta cinta es protagonizada por Julián Fidalgo, que interpreta a José Sánchez. Actualmente Fidalgo tiene 19 años, pero para cuando se estaba grabando esta producción tenía 14, justo la edad del niño mártir de Sahuayo. El rol antagonista lo caracterizó el reconocido actor Luis Xavier, quien le dio vida a Rafael Picazo, padrino de José y diputado federal en tiempos de la presidencia de Calles.
Al inicio esta película nos ubica en la ciudad de Sahuayo, Estado de Michoacán, en 1927 y nos muestra a José, uno de los hijos de Macario Sánchez y María del Río, en medio de amigos jugando canicas y descubriendo la ilusión de su primer amor. Vemos a la familia Sánchez del Río, unidos y con sólidos valores católicos aprendidos de sus padres.
A medida que se desarrolla la historia somos testigos de la determinación de José por luchar en defensa de la fe y la libertad del culto público, siguiendo los pasos de sus dos hermanos Macario y Miguel que se unieron al Ejército Cristero luego de pedir la bendición de sus padres.
Uno de los momentos más conmovedores transcurre cuando José pide permiso y la bendición de sus padres mientras les expresa en las más bellas palabras por qué vale la pena darlo todo, incluso la vida, en nombre de su fe. “Ya no puedo permanecer más tiempo sin hacer nada por Dios. Mamá les pido su bendición para poder ir a luchar por la Iglesia de Jesucristo, igual que mis hermanos […] Nunca como ahora había sido tan fácil ganarse el cielo”, dice el joven.
Posteriormente la película muestra el recorrido que José y Trino, uno de sus amigos, hicieron antes de encontrarse con el general Prudencio Mendoza del Ejército Cristero en Cotija, Michoacán. Vemos sus inicios ayudando en diferentes labores como el cuidado de los heridos y finalmente, cuando los soldados más adultos perecían en los campos, los más jóvenes como José fueron al campo de batalla.
Luego de un año de que José se uniera al ejército cristero, llegó su momento. Se fue armado de un rosario, una medalla de la Virgen de Guadalupe que le había dado su mamá y un estandarte con la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe y las palabras “Viva Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe”.
Mirando Al Cielo será proyectada en una única función en los Estados Unidos el 18 de abril en diferentes teatros. Para mayores informes ingrese a https://bit.ly/43sTSoW y encuentre su sala de cine más cercana para no perderse esta producción inspirada en la vida de este santo mexicano, llamado cariñosamente “Joselito” por sus devotos, y quien fue canonizado por el Papa Francisco el 16 de octubre de 2016.
La premier contará además con testimonios de líderes en Estados Unidos que compartirán sus reflexiones sobre la importancia de San José Sánchez del Río para la Iglesia en la actualidad, así como comentarios de Antonio y Laura Peláez. Monseñor Gustavo García-Siller, arzobispo de la Arquidiócesis de San Antonio; la hermana Nancy Usselmann, FSP, directora del Pauline Center for Media Studies de Los Ángeles; y Rafael Sánchez, sobrino de San José Sánchez del Río, también compartirán sus reflexiones en el marco del evento.
(OSV News) – Mientras Estados Unidos se recupera de las consecuencias sin precedentes de varios años de la pandemia COVID-19 – complicada por la guerra de Rusia contra Ucrania y los persistentes problemas de la cadena de suministro – los indicadores fiscales apuntan a una futura contracción de la economía del país, e incluso a una eventual recesión. La inflación también sigue siendo persistente, y las tasas de interés de diversos tipos de deuda han subido.
Pero la sugerencia adicional de algunas autoridades de que casi 2 millones de estadounidenses podrían perder sus empleos – impactados por las políticas de lucha contra la inflación de la Reserva Federal de EE.UU. – ha añadido una complicada dinámica financiera y moral a la esperada recuperación del país.
“De hecho, la Junta de la Reserva Federal tiene en cuenta el desempleo”, afirmó Daniel Finn, profesor de economía y teología en el College of St. Benedict de Minnesota, en St. “Es una interpretación económica sostenida por muchos economistas – incluida la Junta de la Reserva Federal – que la inflación que estamos experimentando hoy no está causada principalmente por el aumento de los salarios”.
La Reserva Federal – el banco central de Estados Unidos, conocido como “la Fed” – tiene la misión de promover el funcionamiento eficaz de la economía del país en beneficio de sus ciudadanos.
Pero la revista Time observó el 9 de febrero que “el banco central no es tu amigo – y un número creciente de economistas se cuestionan si su enfoque histórico para combatir la alta inflación tiene sentido”.
Ese enfoque histórico – aumentar repetidamente las tasas de interés de referencia – está anclado en la convicción política de que un mercado laboral con fuertes contrataciones y salarios crecientes se traduce en una mayor inflación. En resumen, la lógica económica es la siguiente: Los consumidores con más ingresos los gastan, pero las empresas que pagan salarios más elevados también pueden subir sus precios, lo que se traduce en inflación. Pero tasas de interés más altas – y con ellas, mayores pagos de intereses – encarecen los préstamos para las personas y las empresas. Esto suele ralentizar tanto la economía como la inflación, lo que se traduce en una menor actividad empresarial, menos contrataciones y salarios más bajos.
“Las proyecciones no son más que proyecciones, y a menudo son más erróneas que acertadas”, afirma Samuel Gregg, miembro distinguido en economía política del Instituto Americano de Investigación Económica y académico afiliado al Acton Institute.
“Lo que sí sé es que hay que reducir la inflación que aumenta los precios para todos, y que afecta desproporcionadamente a los pobres de forma negativa”, dijo Gregg a OSV News. “De lo contrario, el poder adquisitivo de nuestro dinero se seguirá erosionando, y el valor de los sueldos, las rentas y los aumentos salariales se diluirá”.
La solución no está exenta de consecuencias. “Sacar la inflación del torrente monetario significa que la Reserva Federal tiene que subir las tasas de interés. El efecto secundario de eso es una ralentización económica, quizá incluso una recesión, y posibles pérdidas de empleo”, dijo Gregg. “Si hubiera una manera de reducir la inflación sin dolor, te lo diría. Pero la realidad es que no existe tal manera. Esa, sin embargo, es una razón más por la cual el genio de la inflación nunca debe salir de la botella en primer lugar”.
Sin embargo, Finn duda de la sugerencia de que la Fed tenga la intención de dejar a la gente sin trabajo para controlar la inflación, señalando que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, “ha dicho públicamente que realmente no cree que los salarios sean la causa principal de nuestra inflación actual y, por lo tanto, no le preocupa que los salarios empujen la inflación”.
“Él no tiene la opinión de que necesitamos aumentar el desempleo para reducir la presión sobre los salarios con el fin de reducir la inflación”, dijo Finn.
Un breve intercambio entre la senadora demócrata Elizabeth Warren y Powell durante una audiencia celebrada el 7 de marzo en la Comisión de Banca, Vivienda y Asuntos Urbanos del Senado captó el desacuerdo interpretativo.
Parafraseando la valoración de Powell de que la inflación hace sufrir a todo el mundo – no sólo a los estadounidenses que podrían perder sus empleos si la Reserva Federal prolonga lo que algunos juzgan un curso estratégico perjudicial – Warren preguntó retóricamente: “¿Y dejar a 2 millones sin trabajo es sólo parte del costo, y simplemente tienen que soportarlo?”.
Powell respondió a la pregunta de Warren con la suya propia: “Bueno, ¿estará mejor la gente trabajadora si… la inflación se mantiene en el 5%, 6%?”.
La tasa de inflación objetivo de la Fed es del 2%, pero muchos economistas afirman que el desempleo tendría que alcanzar el 7.5% para lograrlo. La tasa de desempleo actual es del 3.5%.
“La Iglesia nunca ha intervenido para decir que un sistema económico es mejor que otro”, explicó Finn. “Siempre ha sido ‘aquí están los requisitos que debe cumplir cualquier sistema económico’. Y esta cuestión del desempleo es, de hecho, una de las mayores críticas a las economías de mercado, porque deja las decisiones sobre el empleo en gran medida en manos de las empresas privadas”.
En lugar de dar preferencia a sistemas económicos específicos, “el pensamiento social católico ha dicho: ‘Estos son los criterios por los que toda persona responsable y todo gobierno responsable deberían preocuparse'”, observó Finn.
Dicho esto, Finn señaló que históricamente ha habido “una convicción concreta – basada en las Escrituras; basada en las palabras de Jesús para nosotros – de que cualquier cristiano responsable tiene que preocuparse por la vida económica y por cómo trata a otros de nuestros hermanos y hermanas”.
Anthony Annett, profesor visitante en la Universidad de Columbia, antiguo economista jefe del Fondo Monetario Internacional y autor de “Cathonomics: How Catholic Tradition Can Create a More Just Economy”, advirtió que los que más probabilidades tendrán de perder su empleo a medida que se retoque la economía serán “los trabajadores con salarios bajos, los trabajadores vulnerables, los trabajadores precarios, (y) los trabajadores de las minorías”.
“Estas son las personas que van a ser golpeadas primero”, dijo a OSV News.
En opinión de Annett, el intento de la Reserva Federal de controlar la inflación podría tener consecuencias tanto morales como financieras.
“Creo que se trata de una cuestión moral. Porque sí, la inflación es mala. Es mala para los pobres; es mala para las personas con ingresos fijos. Pero el desempleo es peor”, dijo. “Si no tienes ingresos, estás en una situación mucho peor que si los precios son algo más altos. Por eso creo que la Fed tiene que parar ahora mismo, porque se está volviendo demasiado preocupante”.
Annett coincide con Finn en que la inflación actual no es necesariamente atribuible al aumento de los salarios; más bien, la extraña dinámica de la pandemia COVID-19 – interrupciones de la cadena de suministro, diferentes pautas de consumo – y la reapertura escalonada de la economía mundial son las causas fundamentales.
“Se ha producido un desplazamiento masivo de la demanda, desde los servicios hacia los bienes. Y eso hizo subir la inflación”, dijo Annett. “Y si ésa es la razón principal, volver a atacarla con subidas de las tasas de interés no es la forma de hacerlo. Porque se ajustará por sí sola”.
Annett subrayó: “La Reserva Federal tiene un doble mandato: reducir la inflación, pero también el empleo. Tiene que equilibrarlo adecuadamente. Y dejar sin trabajo a un millón y medio o dos millones de personas no creo que sea equilibrarlo adecuadamente”.
Lo ideal, dijo Annett, sería que un mercado libre y unos agentes financieros virtuosos garantizaran tanto el interés público como una economía estable. Pero como han demostrado las recientes crisis bancarias, “eso no basta. Eso no te garantiza el respeto por el bien común y por el desarrollo integral de cada persona”.
Navegar por un camino que respete esas dos preocupaciones es competencia de la doctrina social católica.
“No nos gusta el colectivismo socialista. Pero tampoco nos gusta el individualismo libertario”, dijo Annett. “El Papa Pío XI lo llamó las dos rocas del naufragio. Hay que evitar las dos cosas”.
(Kimberley Heatherington escribe para OSV News desde Virginia.)
WASHINGTON (OSV News) — La administración Biden anunció el 27 de abril nuevas medidas que tomaría en un esfuerzo por reducir las llegadas de migrantes a la frontera entre EE.UU. y México cuando el Título 42 expire en mayo.
En declaraciones en el Departamento de Estado, el secretario de Estado, Antony Blinken, y el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, dijeron que la administración crearía centros de procesamiento de migrantes en Centroamérica y Sudamérica para examinar a las personas que buscan entrar y determinar si tienen una vía legal.
La administración también ampliará las vías legales de entrada, al tiempo que aumentará las deportaciones de quienes entren ilegalmente a Estados Unidos.
Blinken dijo que los centros “mejorarán el acceso de las personas calificadas” al reasentamiento de refugiados, la reunificación familiar y el asentamiento legal en Estados Unidos o en otros países. “Estos centros darán un paso muy importante para evitar que la gente haga el peligroso viaje a la frontera, proporcionando una opción mucho más segura y legal para emigrar que pueden seguir en y desde sus propios países”, dijo Blinken.
Mayorkas dijo que “cuando las personas tienen vías seguras y ordenadas para venir a Estados Unidos, y se enfrentan a consecuencias por no hacerlo, utilizan esas vías”.
El Título 42 es una parte de la ley federal de salud pública de Estados Unidos que otorga al gobierno federal cierta autoridad para implementar medidas de emergencia para prevenir la propagación de enfermedades contagiosas prohibiendo la entrada a algunas personas.
El entonces presidente Donald Trump implementó la política en 2020 al inicio de la pandemia de COVID-19, pero la medida se consideró parte de los intentos más amplios de su administración para reducir la migración. El uso del Título 42 para expulsar a los migrantes en la frontera sur fue criticado por algunos expertos de salud pública, que argumentaron que su uso estaba políticamente motivado en lugar de basado en la evidencia.
Desde entonces, el Título 42 se ha invocado más de 2.7 millones de veces para expulsar a migrantes, incluidos los solicitantes de asilo, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos. El Título 42 finalizará el 11 de mayo.
J. Kevin Appleby, director ejecutivo interino del Centro de Estudios sobre Migración, dijo a OSV News que el anuncio de la administración Biden parece ser “un paso positivo hacia adelante”.
“Por supuesto, como siempre, si tendrá éxito o no dependerá de cómo se implemente algo y qué recursos se dediquen a la implementación”, dijo Appleby. “Pero da a los solicitantes de asilo la oportunidad de contar sus historias y de que se resuelvan sus casos sin emprender un peligroso viaje hacia el norte”.
Appleby, ex asesor de política migratoria de los obispos estadounidenses, dijo que, durante el último cuarto de siglo, “el Congreso no ha tenido la valentía política de reformar el sistema de inmigración”. “Así que estas respuestas se dejan en manos del poder ejecutivo, cuando el Congreso debería estar trabajando con la administración para aprobar leyes que revisen nuestras leyes de inmigración”, dijo. Los republicanos han hecho de la inmigración una parte clave de sus críticas a la administración Biden, acusándola de políticas laxas. En una declaración reaccionando a la candidatura de Biden a la reelección en 2024, el expresidente Donald Trump, en medio de su tercera candidatura a la Casa Blanca después de que Biden le derrotara en 2020, dijo: “Bajo Biden, la Frontera Sur ha sido abolida — y millones de extranjeros ilegales han sido soltados en nuestras comunidades”.
Una hoja informativa del Departamento de Estado sobre las nuevas acciones dijo: “El levantamiento de la orden del Título 42 no significa que la frontera esté abierta”.
La hoja informativa dijo que cualquier individuo que cruce ilegalmente la frontera sur de EE.UU. después de que se levante el Título 42 será procesado para su expulsión acelerada, se le prohibirá la reentrada durante al menos cinco años si se ordena su expulsión y no sería elegible para el asilo “a falta de una excepción aplicable”.
“Para evitar estas consecuencias, se anima a las personas a utilizar las numerosas vías legales que Estados Unidos ha ampliado en los últimos dos años”, dice la hoja informativa.
Los obispos estadounidenses y otros defensores católicos de la inmigración han criticado el Título 42, así como el uso continuo de la política de la era Trump por parte de la administración Biden.
OSV News se ha comunicado con la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos para obtener comentarios.
(Kate Scanlon es una reportera nacional de OSV News que cubre Washington. Síguela en Twitter @kgscanlon.)
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) – Al menos tres docenas de mujeres serán miembros con derecho a voto de la asamblea del Sínodo de los Obispos en octubre, según ha decidido el Papa Francisco.
En una decisión formalizada el 17 de abril, “el Santo Padre aprobó la extensión de la participación en la asamblea sinodal a los ‘no obispos’: sacerdotes, diáconos, hombres y mujeres consagrados, hombres y mujeres laicos”, dijo la oficina sinodal en un comunicado el 26 de abril.
El cardenal Jean-Claude Hollerich, relator general del sínodo, dijo a los periodistas el 26 de abril que alrededor del 21% de los 370 miembros del sínodo no serían obispos y que al menos la mitad de ese grupo serían mujeres.
Según el cardenal, la incorporación de mujeres y jóvenes garantizará que “la Iglesia esté bien representada” en la oración y los debates previstos del 4 al 29 de octubre en el Vaticano. “Será una alegría tener a toda la Iglesia representada en Roma para el sínodo”.
“Como pueden ver, el espacio en la tienda se está ampliando”, dijo a los periodistas el cardenal Mario Grech, secretario general del sínodo, haciéndose eco del título que se había elegido para el documento de trabajo de la recién terminada fase continental del sínodo. En el documento se afirma que en las sesiones de escucha locales y nacionales del Sínodo se plantearon preguntas constantes sobre cómo promover una mayor inclusión en la Iglesia católica manteniéndose fieles a la doctrina de la Iglesia.
“El Sínodo de los Obispos seguirá siendo un sínodo de obispos”, dijo el cardenal Grech, pero se “enriquecerá” con representantes de toda la Iglesia.
La decisión del Papa de ampliar las categorías de los miembros del sínodo, decía la declaración de abril, “está en continuidad” con la creciente comprensión de la Iglesia católica de la dimensión sinodal de la Iglesia y “la consiguiente comprensión de las instituciones a través de las cuales se ejerce”.
Desde que se reinstituyó el Sínodo de los Obispos tras el Concilio Vaticano II, todos sus miembros con derecho a voto han sido hombres. Los miembros eran principalmente cardenales y obispos, excepto los 10 sacerdotes – y recientemente un hermano religioso – elegidos por la Unión de Superiores Generales.
Ahora, en lugar de que la Unión de Superiores Generales elija a 10 miembros con derecho a voto, la oficina dijo que elegirá sólo a cinco sacerdotes o hermanos. Y la Unión Internacional de Superioras Generales elegirá también a cinco hermanas o monjas.
Los sínodos anteriores han incluido a mujeres como “auditoras” sin derecho a voto, un grupo que incluía a muchas mujeres.
El Papa Francisco ha eliminado la categoría de “auditor” de los participantes en el sínodo, según el Vaticano. En su lugar, habrá un grupo de 70 miembros no prelados que representan a “diversas agrupaciones de fieles del Pueblo de Dios”, incluyendo sacerdotes, mujeres consagradas, diáconos y laicos de todas partes del mundo.
El Papa elegirá a los 70 de una lista de 140 personas seleccionadas por obispos y organizadores de seis agrupaciones regionales de obispos y por la Asamblea de Patriarcas de las Iglesias Católicas Orientales. Las seis agrupaciones regionales son: el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño, conocido como CELAM; el Consejo de Conferencias Episcopales de Europa; el Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar; la Federación de Conferencias Episcopales de Asia: la Federación de Conferencias Episcopales Católicas de Oceanía; y la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos y la Conferencia Episcopal Católica de Canadá juntas.
Cada uno de los siete grupos episcopales designará a 20 personas, dice el comunicado, y “se pide que el 50% de ellas sean mujeres y que se destaque también la presencia de jóvenes”.
Además de los 10 religiosos elegidos por sus grupos de superiores y los 70 miembros no obispos nominados por los grupos continentales, el Papa Francisco podrá incluir a “miembros no obispos” entre los miembros que él indique.
Y, ya que la dirección de la secretaría del sínodo serán miembros de pleno derecho, eso incluye a la hermana Nathalie Becquart, misionera de Xavière, subsecretaria del sínodo. El cardenal Hollerich añadió que, después de todo el trabajo que han realizado para preparar el sínodo, “sería muy injusto” excluirlos como miembros.
La mayoría de los miembros del sínodo serán obispos elegidos por su conferencia episcopal o por su sínodo de obispos católicos orientales. El número de delegados que puede elegir cada conferencia depende de su tamaño. Las conferencias episcopales con más de 200 miembros — como las de Italia, Brasil y Estados Unidos – elegirán a cinco miembros.