Por Berta Mexidor
JACKSON – Ya antes del levantamiento de algunas restricciones para la vuelta a las iglesias y de la dispensa para asistir a Misa desde el Domingo de Corpus Christi, de parte del obispo Joseph Kopacz, la oficina de Ministerio Intercultural de la diócesis liderada por el padre Clemente de Jesus, comenzó a aceptar invitaciones de algunas parroquias y visitó diversas comunidades en mayo pasado, incluidas St James de Tupelo y St Christopher de Pontotoc, del decanato V.
En St James, Tupelo, el padre Clemente de Dios, se reunió el 22 de mayo con participantes del Programa del Instituto Loyola para la Extensión del Ministerio (LIMEX) de la Universidad Loyola de Nueva Orleans, que ofrece programas de Maestría y Certificado a ministros eclesiales laicos (LEM) así como a los líderes parroquiales que sirven a su iglesia, auspiciados por la oficina diocesana de Formación de Fe.
Loyola University tiene un título de certificado LIMEX con líderes Hispanos de parroquias del decanato V: St. James de Tupelo, St. James de Corinth, St. Christopher de Pontotoc, St. Matthew de Ripley y St. Helen de Amory. Quince participantes comenzaron su devenir en 2018, de los cuales doce continúan con buenos resultados, ya casi listos para graduarse en el próximo diciembre. El certificado de LIMEX consta de seis semestres, completando un curso en cada uno de ellos. Para esto se reúnen en una parroquia a tomar las clases, a veces a distancia, del profesor de Loyola University.
Al final de cada semestre, los participantes reservan un momento para discernir como el curso va impactando sus vidas y su trabajo ministerial. Y para esto se reunieron con el Padre Clemente, bajo la coordinación de Danna Johnson, quien posee una maestría de Estudios Pastorales de Loyola University y quien sirve de facilitadora para toda la logística y el vínculo con la Universidad.
La visita del Padre Clem fue “un hermoso regalo,” dijo Johnson, y continúo explicando, “Los participantes luego encontraran, de acuerdo con su discernimiento con Dios, el cómo implementar sus conocimientos en las comunidades.” En este grupo de líderes, padres y madres de familia, algunos han estado trabajando por más de 15 años, y muy comprometidos, en el ministerio de servicio en su iglesia, “ellos tienen todo mi respeto por su experiencia, fe y por la dedicación a este ‘proceso transformador’- el curso LIMEX- que los hará entender mejor su fe y como aplicarla,” concluyo Johnson.
Como parte de la visita el padre Clem, celebró luego las Misas de Pentecostés en las parroquias de St Christopher, Pontotoc y St James, Tupelo.
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Vírgenes y Santos
Santo Tomas. Sábado, jul. 3
Día de la Independencia. Domingo, jul. 4
San Benito. Domingo, jul. 11
Virgen del Carmen. Viernes, jul. 16
San Joaquín y Santa Ana. Lunes, jul. 26
Santa Marta. Jueves, jul. 29
Corpus Christi. La solemnidad del Cuerpo y la Sangre del Señor
Por Obispo Joseph R. Kopacz, D.D.
Profundamente arraigada en nuestra tradición de fe, en la fiesta de la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre del Señor, nos reunimos alrededor del Altar del Sacrificio, como lo hicieron Moisés y los israelitas al pie del monte Sinaí, para renovar y celebrar nuestra Alianza, iniciada en el Bautismo, sellada con la sangre de la Cruz y confirmada en la Resurrección.
Los israelitas salieron de la esclavitud de Egipto a un lugar de libertad en el desierto, para reunirse como Pueblo de Dios. Nos estamos reuniendo de nuevo como el Cuerpo de Cristo, en mayor número después de un año de ser esparcidos, no por la opresión de un cruel Faraón, sino por una pandemia castigadora.
Mirando más atrás en nuestra tradición de fe, nos parecemos a Noé y su familia, incluidas todas las criaturas de Dios, que estaban confinadas en su hogar flotante, hasta el día en que pudieran poner un pie en la tierra y ofrecer sacrificios a Dios.
Así también, nosotros ponemos un pie en nuestras iglesias, de toda la diócesis, de una manera más ordinaria para ofrecer sacrificio al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
En la solemnidad más adecuada, aparte del Domingo de Resurrección, en la Solemnidad del Corpus Christi se levantó la dispensa de la obligación dominical, debidamente establecida durante más de un año, para que nuestros fieles católicos, el Cuerpo de Cristo, pudieran celebrar de nuevo el acto de culto sublime, la Santa Misa.
Me han inspirado, en este año pasado, todos los que se han reunido por hambre de la Palabra de Dios y del sacramento de la Eucaristía y todos los que han tenido un hambre profunda de estar físicamente presentes en la iglesia. Cada vez más, este anhelo se está cumpliendo a medida que la pandemia retrocede. Para aquellos que continúan separados debido a problemas de salud, espero que las circunstancias les permitan regresar a casa, más temprano que tarde.
En encuestas nacionales realizadas durante el año pasado, muchos expresaron que la pandemia, en medio del sufrimiento, la muerte y las privaciones, había fortalecido su fe en Dios y su vida espiritual. Los crisoles suelen hacer esto. Este crecimiento podría indicar una amplia gama de desarrollo personal, pero para nosotros como católicos, las señales externas de que nuestra fe en Jesucristo ha crecido son tangibles. Son el hambre de estar en comunión con él en el sacramento de su Cuerpo y Sangre, el hambre de ser parte viva del Cuerpo de Cristo, la comunidad reunida y el hambre y la sed que tenemos de justicia y reconciliación en nuestras relaciones, comenzando en casa y llegando a todos en nuestras vidas y en nuestro mundo.
El Papa Francisco continuamente aboga por un sentido más profundo de fraternidad en nuestro mundo que complemente la libertad y la igualdad. Su pasión por una mayor unidad y solidaridad entre los pueblos y las naciones surge de la fuente y cumbre de nuestra identidad católica, el santo sacrificio de la Misa.
El precioso cuerpo y la sangre del Señor es nuestro salvavidas en la fe. Cada día la Palabra de Dios resuena de acuerdo en toda la iglesia mundial, una luz en las tinieblas. El crucificado y resucitado es la luz del mundo, el pan de vida, el camino y la verdad. Su vida derramada por nosotros es alimento para el viaje y prenda de la vida eterna.
Qué precioso regalo y misterio celebramos en su amor eterno por nosotros. Cuán bendecidos somos cada vez que nos reunimos para la Eucaristía, profesando nuestra fe en que hacemos esto en memoria de Aquel que está con nosotros siempre hasta el fin de los tiempos y por toda la eternidad.
En el monte Tabor, la montaña de la Transfiguración, Pedro espetó, incrédulo de pura alegría: “Señor, ¡qué bien que estemos aquí!”. (Mateo 17: 4)
Estamos de acuerdo en que es bueno para nosotros estar de regreso en la iglesia, en nuestros lugares sagrados, donde podemos ver y celebrar la gloria de Dios que brilla en el rostro de Jesucristo, en la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre del Señor, y durante todo el año. ¡Aleluya!
Obispo, en directivas modificadas, levantará dispensa de obligación de asistir a Misa
Por Joanna Puddister King
JACKSON – Después de un estudio cuidadoso y una consulta con el clero, el obispo Joseph Kopacz levantará la dispensa general de la obligación dominical de asistir a la misa, a partir de la fiesta de Corpus Christi, de la Misa de vigilia el sábado 5 de junio de 2021.
En una carta publicada por la diócesis, el 20 de mayo, el obispo Kopacz declara: “La obligación dominical será restaurada en esta gran fiesta cuando podamos satisfacer nuestra hambre por el Pan de Vida, en la Palabra y Sacramento con la recepción de la Sagrada Comunión.”
El obispo Kopacz recuerda a los fieles en su carta que tengan también en cuenta que la iglesia siempre dispensa a aquellos que enfrentan problemas de salud graves. “Por lo tanto, alguien puede tomar válidamente la decisión de asistir a Misa, si puede, durante la semana y participar en la Misa el día del Señor a través de la transmisión en vivo.”
Además de levantar la dispensa general de la obligación de la Misa dominical, la diócesis modificó sus protocolos durante la pandemia. Las directivas, que representan una combinación de protocolos publicados anteriormente, detallan cómo las parroquias pueden avanzar hacia operaciones más normales, adoptando un enfoque gradual, con una mirada atenta a los desarrollos y la orientación del Centro para el Control de Enfermedades (CDC) y el Departamento de Salud del Estado de Mississippi.
El distanciamiento social será de 3 pies para las Misas y las parroquias pueden usar cada banco para decidir cómo escalonar los asientos para mantener el distanciamiento social.
Además, las máscaras ya no se requieren en la Misa, pero se recomiendan para aquellos que no están vacunados y para niños y jóvenes menores de 16 años. Sin embargo, los sacerdotes y ministros eucarísticos deben usar máscaras al distribuir la Sagrada Comunión.
Con los cambios, algunas cosas seguirán igual. Todavía se anima a recibir la Sagrada Comunión en la mano y los feligreses deben usar desinfectante de manos al entrar a la iglesia.
Los protocolos actualizados también incluyen directivas sobre reuniones, encuentros, así como actividades para jóvenes y la Escuela Bíblica de Vacaciones.
Los párrocos y su personal pastoral son responsables de la ejecución segura y prudente de las directivas, reconociendo que cada parroquia tiene circunstancias únicas. El objetivo es continuar proporcionando un lugar seguro, para la adoración mientras se mantiene un nivel de confianza en todo el pueblo de Dios.
El 13 de mayo, el CDC modificó la guía para el uso de máscaras para las personas completamente vacunadas, lo que les permitió dejar de usar máscaras al aire libre en multitudes y en la mayoría de los entornos interiores. La guía todavía exige el uso de máscaras en entornos interiores abarrotados como autobuses, aviones, hospitales, prisiones y refugios para personas sin hogar.
El padre Lincoln Dall, vicario general de la diócesis, declaró al final de las directrices: “Queremos agradecerles a todos por sus esfuerzos para mantener seguros a nuestros feligreses durante la pandemia. Reconocemos que todos estamos muy cansados de lidiar con la pandemia. … Sin embargo, reconocemos que todavía no es el momento de bajar la guardia por completo. Continuaremos monitoreando la situación y emitiremos lineamientos modificados cuando la realidad de la pandemia cambie.”
Para ver la carta del obispo Kopacz levantando la dispensa y para una lista completa de los protocolos actualizados, visite https://jacksondiocese.org/public-health-concerns/
Leguaje del amor
“ Tener amor es saber soportar;
es ser bondadoso;
es no tener envidia, ni ser presumido,
ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta;
es no enojarse ni guardar rencor;
es no alegrarse de las injusticias,
sino de la verdad.
Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo.” Co 13: 4-7.
Por Obispo Joseph R. Kopacz, D.D.
Mientras las naciones se encolerizan, la iglesia proclama elocuentemente en la fe del Pentecostés: Señor Jesús tu vienes a reunir a las naciones en la paz del Reino de Dios. Tu vendrás en palabra y sacramento para fortalecernos en santidad. Vendrás en gloria con salvación para tu pueblo. Mientras nos esforzamos fielmente por cumplir la Gran Comisión del Señor de hacer discípulos en todas las naciones, también aceptamos la enorme tarea de construir el Reino de los Cielos en la tierra dondequiera que se proclame el Evangelio, Romanos 14:17, cuyos signos son la justicia, la paz y el gozo en el Espíritu Santo.
La Tierra Santa en la que Jesús y sus primeros discípulos se cruzaron para anunciar el Reino de Dios, sigue trágicamente atormentada sin tregua por el odio, la violencia y el conflicto guerrerista. La tregua, que puso fin a la última ronda de malicia, es tan frágil como un nido de pájaros en medio de depredadores hambrientos. Sin embargo, como discípulos del Señor en una iglesia universal, el Espíritu Santo nos impulsa a superar la complacencia y la indiferencia, el cinismo y la desesperación por el beneficio común y la salvación de todos.
El sueño de Dios para nuestro mundo, a través del derramamiento del Espíritu Santo, es profundamente personal e inexorablemente universal. En nuestra condición de seres únicos, el Señor llama a cada uno de nosotros a arrepentirnos y reconciliarnos con Dios por nuestra propia salvación y por el bien de todos. Esta es una vida en comunidades de fe, de una iglesia mundial, donde la singularidad y la diversidad están destinadas a crear lazos de unidad. Cuando vemos la división en nuestra iglesia, nación y mundo nos preguntamos si la unidad y la diversidad estarán siempre fuera de nuestro alcance.
Cuando estamos atrapados por este caos, el Espíritu Santo siempre nos redirige de regreso a Jesús, derramamiento máximo divino, por el poder de la crucifixión, resur-
rección y ascensión. En la lectura de la carta de Pablo en Gálatas 5:19ss en el domingo de Pentecostés, después de reconocer la oscuridad que habita dentro de cada uno de nosotros, se ilustran los frutos del Espíritu Santo y la fuente de la que brotan.
“Y los que son de Cristo Jesús, ya han crucificado la naturaleza del hombre pecador junto con sus pasiones y malos deseos. Si ahora vivimos por el Espíritu, dejemos también que el Espíritu nos guíe.“ Ga 5: 24-25 Es muy importante si vivimos por el Espíritu, pues eso determina cómo caminamos; determinará si podemos crear unidad mientras apreciamos la diversidad, o si nos revolcaremos en la división o, peor aún, en la violencia, el terror y la guerra entre las naciones.
En medio de enormes divisiones entre la comunidad cristiana primitiva en Corinto, empañada por juicios, inmoralidad sexual, desprecio por los pobres, abusos en la Cena del Señor, facciones y negación de la resurrección por nombrar algunos, San Pablo se mantuvo firme en su creencia de que el Espíritu Santo podía sacar el orden divino del caos. “Hay en la iglesia diferentes dones, pero el que los concede es un mismo Espíritu. Hay diferentes maneras de servir, pero todas por encargo de un mismo Señor. Y hay diferentes manifestaciones de poder, pero es un mismo Dios, que, con su poder, lo hace todo en todos. Dios da a cada uno alguna prueba de la presencia del Espíritu, para provecho de todos.” 1Co12: 4-7
Lo que sigue es una parte del testimonio más anunciado compuesto sobre el amor y que San Pablo escribió de “la manera más excelente.”
“Tener amor es saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo.” Co 13: 4-7 El Espíritu Santo les dio a los corintios una salida de su caos y un camino a seguir para cada comunidad cristiana de todos los tiempos, de una generación a la siguiente.
Los historiadores y los eruditos bíblicos pueden desconcertar la venida del Espíritu Santo y su significado hace 2000 años. Pero para aquellos de nosotros que estamos comprometidos con el ministerio cristiano y la divulgación, no puede haber duda de que el idioma que se hablaba entonces y ahora, es el que cualquier persona puede entender. Es el lenguaje del Evangelio, la Buena Nueva. Es el lenguaje del amor. Sí, es por eso por lo que Pentecostés sigue vivo.
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Desde pequeño, Diácono Andrew, fijó sus ojos en ser sacerdote
Por Joanna Puddister King
JACKSON – Desde temprana edad, Andrew Bowden tuvo un corazón para el servicio. El 15 de mayo, continuó ese llamado cuando fue ordenado diácono de transición en su parroquia de St. Jude en Pearl. Servirá como diácono hasta la ordenación al sacerdocio el próximo año.
“La primera vez que lo recuerdo diciendo algo sobre querer ser sacerdote, estaba en edad de jardín de infantes”, dijo su madre, Rhonda Bowden, quien coordina la liturgia y la atención pastoral en St. Jude.
El diácono Bowden recordó haber asistido a una misa alrededor de esa edad, celebrada por el obispo William Houck, que despertó su interés por la vida religiosa.
“Tenía una voz increíblemente poderosa y me impresionó. Tan impresionado que la próxima vez que vi a mi pastor, el padre [Martin] Ruane, le anuncié que quería ser obispo, ”se rió el diácono Bowden.
El padre Ruane, fallecido en 2015, fue una gran influencia para el joven Bowden. Su sentido del humor, su naturaleza humilde y su alegría eran atributos que Bowden quería emular. “No recuerdo exactamente cómo respondió cuando el niño de cuatro años declaró que quería ser obispo, pero pudo reemplazar esa idea … con el deseo de convertirse en sacerdote”, dijo el diácono Bowden. Casi al mismo tiempo, Bowden también comenzó a hablar de querer ser monaguillo. Aunque la política del padre Ruane era que los servidores alternos debían estar en cuarto grado, amablemente hizo una sesión de capacitación abreviada solo para Bowden en tercer grado, poco antes de dejar St. Jude para una nueva asignación.
Bowden también participó activamente en el grupo de jóvenes de St. Jude y disfrutó compartiendo su fe y enseñando a los monaguillos más jóvenes.
Su madre, Rhonda, no podía recordar ninguna otra vocación o trayectoria profesional que Bowden mencionara, aparte de los cuatro años diciendo que quería ser un sacerdote arquitecto que construyera iglesias y trabajara en la iglesia, imaginando como solo un niño puede hacerlo, para construir también túneles subterráneos a su casa para que pudiera almorzar con ella todos los días.
Al final de la escuela secundaria, el diácono Bowden sintió fuertemente que estaba siendo llamado al sacerdocio. Sus padres apoyaron enormemente su deseo y después de graduarse de Brandon High School en la primavera de 2014, completó su solicitud para el seminario justo cuando el obispo Joseph Kopacz llegó a la diócesis.
“Recomendamos encarecidamente a Andrew que tuviera un ‘plan de respaldo’ en caso de que el nuevo obispo no estuviera ansioso por enviar a un joven de 18 años a seminario universitario. Pero, se mantuvo firme en que la voluntad de Dios prevalecería y que Dios le abriría un camino. Y Dios lo hizo”, dijo la madre de Bowden.
Bowden pasó cuatro años en St. Joseph Seminary College en Covington, Louisiana y se trasladó al Seminario de Notre Dame, donde acaba de completar su tercer año antes de ser ordenado diácono de transición el 15 de mayo.
“Durante la pasantía del diaconado tratamos de ubicar a nuestros hombres en parroquias que les darán una amplia gama de experiencias”, dijo el padre Nick Adam, director de vocaciones, quien conoció a Bowden en la escuela secundaria, mientras estaba en el seminario.
“Esta será la primera vez que un seminarista bautiza a un bebé, presencia una boda o preside un funeral, y queremos asegurarnos de que tengan muchas oportunidades para sumergirse en la vida parroquial y caminar con las familias de esta manera”. A los que están en el diaconado de transición también se les intenta colocar en una parroquia con una escuela para que puedan ser parte del día a día de los niños y tener defectos. Un gran lugar para eso es la Basílica de Santa María y la Escuela Catedral en Natchez, y Bowden espera con ansias su servicio a la comunidad.
“Durante el seminario, extrañé mucho la expresión local de la iglesia que es la Diócesis de Jackson. Tengo muchas ganas de pasar los próximos meses en Natchez con el padre [Scott] Thomas y el padre [Mark] Shoffner. … Será muy bueno conocer a la gente allí y aprender cómo puedo servirles mejor”, dijo el Diácono Bowden.
La madre de Bowden lloró “lágrimas de felicidad” durante la ordenación diaconal, “Ver a mi hijo tan feliz y saber que estaba respondiendo al llamado de Dios, hizo que mi corazón cantara de alegría,” dijo Rhonda.
“El servicio del altar se convirtió en una parte importante de mi pre-discernimiento”, explicó el diácono Bowden. “A través del servicio en el altar en St. Jude mientras crecía, comencé a amar a Dios, la iglesia y el sacerdocio de una manera mucho más profunda.”
Y fueron llenos del Espíritu Santo
Por Padre Clement Olukunle Oyafemi
JACKSON – En Pentecostés celebramos el cumpleaños de la Iglesia Católica. En otras palabras, celebramos la inauguración de la Iglesia Universal. Cuando Jesús resucitó de entre los muertos, el primer regalo que le dio a la iglesia fue el Espíritu Santo. Les dice: “Reciban el Espíritu Santo. A quienes ustedes perdonen los pecados, les quedarán perdonados,” Jn 20: 22-23.
Antes de su ascensión, Jesús hace una promesa a sus discípulos. Él les dice: “pero cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder y saldrán a dar testimonio de mí, en Jerusalén, en toda la región de Judea y de Samaria, y hasta en las partes más lejanas de la tierra.” Hch 1: 8
El día de Pentecostés, el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles y, como lo atestigua la Biblia, “Eran hombres (y mujeres) devotos incluso en Jerusalén de todas las naciones de la tierra … y cada uno estaba desconcertado al escuchar a estos hombres (los apóstoles) hablar su lenguaje propio.” Hch 2: 6
Ellos preguntaron: ¿Cómo es que los oímos hablar en nuestras propias lenguas? Hch 2: 8. ¿Cuál es la implicación de este mensaje? ¿Cómo nos afecta hoy?
Lo que sucedió el día de Pentecostés fue un milagro. El milagro fue que Dios habló a personas de diferentes nacionalidades en sus propias lenguas nativas a través de los Apóstoles que eran hombres sin educación.
Fue al revés de la división que se vivió en la Torre de Babel en Génesis 11: 1-9
¡Alabado sea el Señor! La raza humana está nuevamente unida después de muchos siglos de división y confusión. A través del Espíritu Santo, el mundo dividido, marcado por malentendidos, conflictos y confusión, ahora está unido.
Hoy en día hay un serio intento por parte de algunas escuelas de pensamiento de enseñar al mundo entero el mismo lenguaje verbal para unirlos. Sin embargo, eso parece ser una broma costosa. Lo que necesitamos hoy es “inculturación”. Eso es para permitir que el mensaje del evangelio nazca en todas las culturas.
Hoy tenemos el desafío de derribar las barreras de la división y el sectarismo. Tenemos el desafío de llevar el Evangelio a todas las razas y culturas y ayudarlos a comprender las maravillas de Dios en sus propios idiomas nativos.
Tenemos el desafío de ayudar a las personas a conectarse con Dios en sus propias condiciones históricas concretas. No necesitamos aprender ningún idioma extranjero para comunicarnos con Dios, nuestro Padre amoroso.
Si la Iglesia se define como “el pueblo de Dios”, entonces, el lenguaje de la Iglesia debe ser el lenguaje del pueblo de Dios en todas partes del mundo.
Lo que realmente necesitamos en la Iglesia de hoy es el lenguaje del amor. No es verbal y no requiere intérprete. Cuando estemos llenos del Espíritu Santo, seremos capaces de hablar el lenguaje no verbal del amor, que no puede ser enseñado por ninguna técnica humana.
Cuando estemos llenos del Espíritu Santo, podremos entendernos unos a otros en la familia, en la iglesia y en la sociedad.
Llena del Espíritu Santo, la Iglesia tendrá el valor de realizar la Misión universal que Jesús le ha confiado. Ella será consolada, dirigida y fortalecida especialmente en momentos difíciles. En la confirmación, cada uno de nosotros recibió el don del Espíritu Santo. Eso significa que nos dé el valor para ser testigos de la Fe en todo momento, incluso frente a la muerte.
Que el Espíritu Santo, que vino el día de Pentecostés, venga sobre todos y cada uno de nosotros y renueve la faz de toda la tierra.
(Fragmento del libro Reflexiones Teológicas para Domingos y Solemnidades de Año Litúrgico B, 2011 del padre Clem-alias Clemente de Dios, Coordinador del Ministerio Intercultural de la Diócesis desde 2020. Estas reflexiones llevan el mensaje pastoral del Padre Clem y pueden ser leidas atemporalmente. Padre Clem tiene dos maestrías -Teología y Educación Religiosa y licenciatura en Filosofía. Comparte con la hermana Thea la pasión por el Señor y la música, el P. Clem fundó el Rejoice Ministry of African Worship Songs –AFRAWOS – en 2002.)
A medida que aumenta la violencia israelí-palestina, líderes cristianos expresan preocupación
Por Catholic News Service
JERUSALÉN (CNS) – Los líderes cristianos en Tierra Santa expresaron su profunda preocupación por la creciente violencia israelí-palestina, ya que las dos partes se enfrentaron en Jerusalén e Israel lanzó ataques aéreos en Gaza, en respuesta a los ataques con cohetes.
“Los violentos acontecimientos que asolan la Palestina ocupada, no son más que el resultado inevitable de la presión y la opresión practicadas por las potencias ocupantes de la tierra de Palestina durante más de siete décadas,” dijo un comunicado del 11 de mayo. del Consejo de Iglesias de Oriente Medio.
Estos acontecimientos relacionados, ya sea en la mezquita de Al-Aqsa o en Sheikh Jarrah, violan la santidad del pueblo de Jerusalén y de Jerusalén como la Ciudad de la Paz”.
Sheikh Jarrah es un barrio de Jerusalén donde decenas de palestinos están bajo amenaza de desalojo de los colonos judíos. La última ronda de confrontación comenzó a principios del 10 de mayo, cuando los israelíes se preparaban para celebrar el Día de Jerusalén, conmemorando lo que Israel ve como la reunificación de Jerusalén de 1967 y los palestinos ven como el comienzo de la ocupación israelí.
La policía dice que se vieron obligados a responder cuando los palestinos atacaron un puesto policial, arrojando piedras, fuegos artificiales y otros objetos a la policía desde el complejo de la Mezquita Al-Aqsa, un lugar sagrado musulmán. El sitio también es considerado sagrado por los judíos, quienes lo llaman el Monte del Templo en honor a los dos templos bíblicos judíos que se encontraban allí.
Más tarde ese mismo día, militantes palestinos en Gaza lanzaron cientos de cohetes contra Israel, matando a dos personas e hiriendo al menos a 10. En respuesta, Israel lanzó ataques aéreos contra Gaza, envió tropas a la frontera y convocó a reservistas militares.
El Ministerio de Salud de Gaza dijo el 11 de mayo que al menos 26 palestinos, entre ellos una mujer y nueve niños, habían muerto en los ataques.
El Consejo de Iglesias de Oriente Medio al instar a los líderes internacionales a hacer cumplir los derechos de las personas, el consejo dijo: “La violencia solo genera violencia y el odio solo conduce a más odio, la discriminación racial solo hace la revolución, y el extremismo solo genera extremismo, y la privación solo engendra levantamiento, y la única manera de salir de esto.”
El Status Quo es un acuerdo del siglo XIX que regula la jurisdicción y el acceso a sitios cristianos clave en Jerusalén para las comunidades católica, ortodoxa y otras comunidades cristianas.
La declaración del Patriarcado Latino, que es similar a una arquidiócesis, dijo: “Esta es una ciudad sagrada para las tres religiones monoteístas ytambién una ciudad donde el pueblo palestino, cristianos y musulmanes tienen el mismo derecho a construir un futuro basado en la libertad, la igualdad y la paz,” decía.
Monseñor Flannery – Padre Miguelito – brinda sabiduria en libros
Por Joe Lee
JACKSON – Monseñor Michael Flannery ya es autor de cuatro libros más, donde se incluye La Misión de Saltillo (Saltillo Mission), su tributo a los esfuerzos humanitarios de su amigo y mentor, el difunto Padre Patrick Quinn.
Monseñor Flannery, Padre Miguelito, como es conocido por algunos en la comunidad Hispana Flannery, prometió hacer algo productivo mientras estaba en cuarentena durante la pandemia de coronavirus de 2020.
En lugar de simplemente trabajar en su próximo manuscrito, completó y publicó la friolera de cuatro nuevos títulos a través de Covenant Books, una editorial cristiana con sede en Carolina del Sur. Los cuatro libros tejen ficción con historia y asuntos de fe y espiritualidad, un enfoque con el que juega Mons. Flannery y una de sus fortalezas como narrador.
“Cuando enseñé religión a los niños”, dijo Mons. Flannery, “sentí que la mejor manera de hacerlo era darles vida contándolas como historias. Pero estos libros no son solo para niños; también son para padres y abuelos”.
Aquí hay un vistazo a cada uno de estos libros:
El Cáliz de Limerick
Este libro explora un período oscuro y peligroso en la historia del pueblo irlandés y utiliza un cáliz perteneciente al obispo Turlough O’Brien y cuidado por el padre James Kelly, después que el obispo O’Brien fuera ahorcado, para representar cuan largo los irlandeses iban a defender su fe católica de la persecución, así como la resistencia que demostraron al sobrevivir lo que se conoce como La Gran Hambruna Irlandesa de la Patata (papa). Este es una historia de esperanza, valentía y lealtad; el mensaje del libro subraya el verdadero valor de nuestros amados símbolos católicos, como es el cáliz.
Una vista del Santo Grial
El Santo Grial es supuestamente la copa que Jesús usó la noche de la Última Cena. Se han escrito muchos libros sobre dónde podría estar el Santo Grial, y una gran película de Hollywood de hace una generación, Indiana Jones y la última cruzada, incluyó la búsqueda de la copa como una parte importante de la trama. En un libro anterior, Historias de un Padre Cristiano (Padre’s Christian Stories), Mons. Flannery escribió una historia inspiradora sobre el Santo Grial, y en éste Una Vista al Santo Grial (One View of the Holy Grail), adopta un enfoque nuevo y creativo de lo que podría haberle sucedido a la mítica copa.
La Esmeralda
En el libro La Esmeralda, el joven Adolfo Rodríguez encuentra una piedra rara y valiosa en su natal San Pedro, Coahuila, México. Como aprende Adolfo, la esmeralda es rara y valiosa debido a los poderes y oportunidades que le brinda, como ser el primero de la aldea de San Pedro en asistir a la universidad, donde obtiene una maestría en ingeniería. Adolfo continúa haciendo grandes cosas, incluido el traer una turbina eólica de regreso al pueblo, lo que mejora enormemente la vida de las personas allí.
En busca de mi Gemelo
Una obra de ficción en primera persona, En busca de mi Gemelo (In Search of my Twin) se ve a través de los ojos de William Musgrove. Después de que él y su hermano gemelo, Joseph, sobreviven a un accidente automovilístico mortal que cobra la vida de sus padres cuando los niños tienen solo dos días de edad, se convierten en pupilos del estado y son separados. William está especialmente intrigado al saber, a medida que crece, que en realidad tiene un hermano gemelo, y su larga búsqueda, de una generación, para encontrar a José lo lleva por un camino que refleja la estrecha relación entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
(Los cuatro nuevos lanzamientos de Mons. Flannery están disponibles en formato de bolsillo y digital, sólo en Inglés, a través de Amazon, Barnes and Noble y www.covenantbooks.com. Las copias firmadas también están disponibles para su compra en St. Francis of Assisi en Madison, llame al (601) 856-5556.)
Premio Obispo Chanche a tres jóvenes Latinos
Por Joanna Puddister King
JACKSON – Cuando el obispo John Joseph Chanche llegó a la recién formada Diócesis de Natchez en mayo de 1841, no había iglesias católicas, solo un par de sacerdotes misioneros, y su rebaño estaba muy lejos. Aceptó el desafío y sentó las bases de la Diócesis de Jackson. La diócesis honra su legado y agradece a quienes continúan construyendo sobre su base con el premio Obispo Chanche por su servicio.
Este año, el obispo Joseph Kopacz y la Oficina del Ministerio de la Juventud otorgaron el premio Obispo Chanche a 11 jóvenes:
Carolina Acosta – St. James, Tupelo; Anna Elise Crout – St. Joseph, Gluckstadt; Emma Rose Dickerson – St. Alphonsus, McComb; Maria Garcia – St. Therese, Kosciusko; Kirstie Graves – St. Joseph, Meridian; Anna Marie Lamanilao – St. Michael, Vicksburg; Nate Leary – St. John the Evangelist, Oxford; Alida Pérez – St. Joseph, Starkville; Katheryn Prater – St. Francis, Madison; Christopher Tonos – St. Joseph, Greenville y Chase Walter – St. Jude, Pearl
Debido a COVID, los premios se entregaron individualmente en las parroquias. Tres de los receptores son jóvenes Hispanos. A continuación está una breve descripcion de ellos, provenientes de los formularios de nominación del Premio Obispo Chanche, ofrececiendo un vistazo de los jóvenes que sirven a la iglesia en la actualidad.
CAROLINA ACOSTA – ST. JAMES, TUPELO
Carácter: Humilde, comprometido y trabajador
Actividades: monaguillo, lector, líder de la confraternidad cristiana en la escuela
Escuela: Tupelo High School, senior
Acosta fue nominada por Mary Frances Strange, directora de pastoral juvenil, quien dijo que Acosta vive su fe católica siendo valiente. “Es una de esas personas difíciles de describir, porque hay pocas como ella. El año pasado ofrecí la oportunidad a los Juniors recién confirmados de ayudar como líderes en su último año. Tenía ocho que estaban interesados. Ella era una de ellas,” dijo Strange.
Acosta ayuda a dirigir un grupo pequeño en la parroquia y asiste a todos los proyectos de servicio. Este año, incluso ayudó a Strange con el retiro de Confirmación. “Me quedé tan impresionado con ella, fue la ayuda más eficiente y productiva que he tenido como ministro de jóvenes”.
MARIA GUADALUPE GARCIA – ST THERESE, KOSCIUSKO
Carácter: Dedicado, leal, confiable
Actividades: monaguillo, lector bilingüe, líder del rosario, presidente de CYO, club Beta, club de español, club de lectura, miembro de Health Occupations Students of America (HOSA) y voluntario en Shepard’s Touch Clinic
Escuela: Middle School Kosciusko, último año
García fue nominado por el Padre Odel Medina, ST, párroco de Santa Teresa Kosciusko. “María se merece el premio Bishop Chanche para jóvenes porque está dedicada a ayudar a cerrar la brecha lingüística entre nuestros miembros de la congregación que hablan español e inglés. Es leal a sus deberes y confiable en todo lo que se le pide. Ella es un modelo para su familia, iglesia y comunidad,” dijo el Padre Medina. García está disponible para traducir verbalmente o por escrito del inglés al español o viceversa. Tiene un corazón de siervo.
El Padre Medina también dijo que García ha animado y enseñado a los niños más pequeños de la parroquia cómo servir y participar en la Misa. “Ella ha enseñado a varios otros niños de la iglesia cómo servir como monaguillo, rezar el Rosario y participar en las Estaciones de la Cruz. Su perspectiva positiva de la vida es contagiosa y los demás quieren estar cerca de ella y agradarla,” dijo Medina.
ALIDA PEREZ – ST. JOSEPH, STARKVILLE
Carácter: Fiel, líder y piadosa
Actividades: grupo de jóvenes, monaguillo, coro de la iglesia, coro de la escuela, voluntario de la despensa de alimentos
Escuela: Starkville High School, senior
Pérez fue nominada por el diácono Jeff Artigues en St. Joseph Starkville, quien dice que vive su fe católica a través de su participación activa en el grupo de jóvenes de la parroquia. “Ella está involucrada … porque quiere fortalecer su vínculo con Dios y sus compañeros católicos,” dijo el diácono Artigues.