La Marcha por la Vida comparte una visión provida que acoge a los bebés y apoya a las familias

Por Maria Wiering
(OSV News) – ”Permítanme decir muy sencillamente: Quiero más bebés en los Estados Unidos de América”, dijo el vicepresidente JD Vance a una multitud que lo aclamaba en la 52ª Marcha Nacional por la Vida el 24 de enero.

“Quiero más niños felices en nuestro país, y quiero hermosos hombres y mujeres jóvenes que estén ansiosos por darles la bienvenida al mundo y ansiosos por criarlos”, dijo. “Y es tarea de nuestro gobierno facilitar que las madres y padres jóvenes puedan permitirse tener hijos, traerlos al mundo y darles la bienvenida como las bendiciones que sabemos que son, aquí, en la Marcha por la Vida”.

En su primera aparición pública tras el Día de la Toma de Posesión, Vance fue el último orador en la manifestación anual de dos horas que precedió a la caminata de los asistentes desde los terrenos del Monumento a Washington hasta el edificio de la Corte Suprema de Estados Unidos. Otros oradores incluyeron al gobernador de Florida, Ron DeSantis, el líder de la mayoría del Senado, John Thune, republicano de Dakota del Sur, y el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, republicano de Lousiana. Es la primera vez que ambos líderes de las cámaras del Congreso asisten a una Marcha por la Vida.

Una estatua de Jesús es llevada ante el Capitolio de EE.UU. durante la manifestación anual Marcha por la Vida en Washington el 24 de enero de 2025. (Foto OSV News/Evelyn Hockstein, Reuters)

Mientras que la mayoría de los oradores – políticos y defensores de la vida – hablaron específicamente de hacer que el aborto sea “ilegal e impensable” en un Estados Unidos post-Dobbs, Vance defendió una visión pro-familia que no sólo rechazaba el aborto, sino que también apoyaba la crianza de los hijos.

Refiriéndose a sus tres hijos pequeños, Vance, que es católico, dijo: “La tarea de nuestro movimiento es proteger la vida inocente. Es defender a los no nacidos; y también es estar a favor de la familia y de la vida en el sentido más amplio posible de esa palabra”.

Como en años anteriores, la marcha atrajo a decenas de miles de personas, muchas de ellas jóvenes. Algunos viajaron más de un día en autobús, faltando a clase en institutos y universidades para unirse a otros a lo largo del National Mall en medio del frío. Llevaban carteles en los que se leía “Amenlos a ambos”, “La vida es nuestra revolución” y “Desfinancien a Planned Parenthood”, el mayor proveedor de abortos de Estados Unidos.

La Marcha 2025 también conmemoró un cambio en la dirección de la organización del evento, ya que su presidenta Jeanne Mancini le paso las riendas de la organización a la presidenta entrante de Marcha por la Vida, Jennie Bradley Lichter. Mancini fue la presentadora de la marcha de 2025, y ambas tomaron la palabra, mientras que Bradley Lichter presentó a Vance.

La marcha se fundó para protestar contra el caso Roe vs. Wade, la decisión de la Corte Suprema de 1973 que legalizó el aborto en los 50 estados. Esa decisión fue anulada en 2022 con el fallo del tribunal en el caso Dobbs vs. Jackson Women’s Health Organization, devolviendo así la habilidad de tomar decisiones sobre la política abortista a los legisladores y estados. En la manifestación, los líderes de la Marcha por la Vida abordaron el papel de la marcha en el cambiante panorama del aborto, con leyes que ahora varían ampliamente de un estado a otro. La marcha, insistieron, debe continuar.

“Hoy afirmamos que la generación provida no descansará hasta que todos y cada uno de los centros abortistas de nuestro país cierren sus puertas para siempre. Marcharemos hasta que todos los niños estén protegidos por la ley federal, hasta que el aborto sea impensable y hasta que todas las mujeres embarazadas reciban una excelente atención prenatal”, dijo Hannah Lape, presidenta de Wheaton College Voice for Life. Su grupo portaba la emblemática pancarta de la marcha de 2025.

La marcha tuvo lugar cuatro días después de que el presidente Donald Trump jurara su segundo mandato, tras una campaña que decepcionó a muchos defensores provida en ciertos aspectos. Trump fue aclamado por sus acciones provida durante su primer mandato. Desde entonces, ha retrocedido en su apoyo a la prohibición federal del aborto, declarando que cree que los estados de EE.UU. deben determinar sus propias leyes sobre el aborto. También publicó en las redes sociales comentarios positivos sobre los “derechos reproductivos” e indicó que no restringiría el acceso a la mifepristona. Este fármaco, aunque se prescribe en algunos protocolos de atención al aborto espontáneo, se utiliza ampliamente en casi dos tercios de los abortos que se practican en Estados Unidos.

La mayoría de los estadounidenses apoyan algunos límites legales al aborto, mientras que mantienen la práctica en gran medida intacta, según una encuesta de Caballeros de Colón-Maristas publicada el 23 de enero. La encuesta anual reveló que el 83% de los estadounidenses apoyan los centros de recursos para el embarazo y el 67% de los estadounidenses apoyan algunos límites legales para el aborto. Sin embargo, el 60% apoya limitar los abortos a los tres primeros meses de embarazo, un límite que mantendría la legalidad de la mayoría de los abortos, ya que nueve de cada 10 abortos se producen en el primer trimestre, según los datos de salud disponibles.

“Todos los que están aquí, todos ustedes, tienen el poder de cambiar las mentalidades”, dijo a la multitud Lila Rose, católica y defensora de la vida desde hace mucho tiempo. “Son la voz de los que no tienen voz. Recuerden que la ciencia está de nuestro lado. La verdad está de nuestro lado. Simplemente debemos tener el valor de decir la verdad con amor”.

La Marcha por la Vida estuvo precedida por dos actos a gran escala: Life Fest 2025 en el EagleBank Arena de Fairfax, Virginia, celebrado la víspera y la mañana de la marcha; y la Vigilia Nacional de Oración por la Vida en la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción de Washington.

Las Hermanas de la Vida, los Caballeros de Colón y la Diócesis de Arlington, Virginia, se unieron para presentar el evento Life Fest de dos días, que atrajo a casi 8.000 personas. En el santuario nacional, el arzobispo Joseph F. Naumann de Kansas City, Kansas, fue el celebrante principal y homilista en la Misa de apertura de la vigilia de oración el 23 de enero, y el Obispo Robert J. Brennan de Brooklyn, Nueva York, fue el celebrante principal de la liturgia de clausura el 24 de enero. El arzobispo Naumann también pronunció una oración de apertura en la Marcha por la Vida.

(Maria Wiering es redactora senior de OSV News. Contribuyó a este artículo Marietha Góngora V., corresponsal de OSV News en Washington.)

Breves de la Nación y el Mundo

Los restos del avión yacen en el suelo en el lugar donde se estrelló un avión en Filadelfia, el 31 de enero de 2025. (Foto por OSV News/Rachel Wisniewski, Reuters)

NACIÓN
PHILADELPHIA (OSV News) – El arzobispo de Filadelfia, monseñor Nelson J. Pérez, ha hecho un llamamiento a la oración, declarando que su «corazón se hundió» tras conocer el accidente aéreo mortal ocurrido en esa ciudad el 31 de enero, sólo dos días después de que la colisión entre un avión comercial y un helicóptero del ejército en la capital del país causara 67 muertos. El arzobispo emitió un comunicado pocas horas después de que un vuelo médico que transportaba a una paciente pediátrica, a su madre y a su tripulación se estrellara minutos después del despegue, matando a los seis que iban a bordo y a una persona que se encontraba en tierra, e hiriendo a otras 22 personas. El avión se precipitó en una zona densamente poblada y muy transitada del noreste de Filadelfia. El arzobispo Pérez hizo un llamamiento a todas las personas para que «nos unamos en la oración y hagamos lo que podamos en los próximos días para compartir el amor compasivo de Cristo con los que sufren». Mientras inspeccionaba el lugar del accidente el 1 de febrero, el sargento retirado de la Policía de Filadelfia Mark Palma, un católico que se ocupó de las secuelas de un accidente fatal de Amtrak en 2015, se hizo eco del llamamiento del arzobispo a rezar por los primeros en responder dado el trauma involucrado. El padre Patrick Welsh, párroco de la parroquia de San Mateo, a un par de manzanas del lugar del impacto, dijo que había organizado una adoración eucarística para los primeros intervinientes. Aunque nadie en la parroquia perdió la vida, dijo que una familia de la escuela «perdió completamente su casa a causa del incendio» y otra también se vio gravemente afectada.

VATICANO
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) – Cuando un día de precepto cae en domingo y se traslada a otro día, se anima a los fieles católicos a asistir a Misa, pero no están obligados a hacerlo, según ha informado el Vaticano este enero. Esta nota del Vaticano responde una interrogante que surgió el año pasado, a raíz de que la fiesta de la Inmaculada Concepción de María del 8 de diciembre cayó en el segundo domingo de Adviento de 2024, por lo que, en la mayoría de las diócesis del mundo, la fiesta se trasladó al lunes 9 de diciembre. Algunos obispos de Estados Unidos insistieron en que los fieles seguían teniendo la obligación moral de asistir a Misa el día de la fiesta, mientras que otros obispos emitieron una dispensa formal de dicha obligación. El Dicasterio para los Textos Legislativos, en una carta con fecha de septiembre al obispo Thomas J. Paprocki de Springfield, Illinois, había dicho que “la fiesta debe observarse como día de precepto en el día al que se transfiere”. Pero en una nota formal fechada el 23 de enero y publicada en varios idiomas, el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos dijo que había consultado con la oficina de textos legislativos y determinó que “en caso de un traslado ocasional de un día festivo de precepto, la obligación del precepto festivo no se traslada al día ad quem”. Cada domingo es un día santo de precepto porque es una conmemoración de la muerte y resurrección del Señor. Los días santos adicionales en los que los católicos tienen la obligación moral de asistir a Misa son: Navidad; la fiesta de María, Madre de Dios; Epifanía; la Ascensión; la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo; la Asunción; la fiesta de San José; la fiesta de San Pedro y San Pablo; y la fiesta de Todos los Santos. Dado que el calendario litúrgico de la Iglesia incluye fiestas fijas, como la celebración de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre, y días festivos “móviles”, como Pentecostés, Pascua o incluso los domingos de Adviento o Cuaresma, en ocasiones dos fiestas coinciden en el mismo día, explica el dicasterio. En ese caso, se observa la que ocupe “lugar preferente en la tabla de los días litúrgicos”, y la otra fiesta se traslada al día disponible más cercano, dice la nota. En diciembre, el segundo domingo de Adviento tenía mayor rango que la fiesta de la Inmaculada Concepción. La cuestión no se aborda en el Código de Derecho Canónico, dijo el dicasterio, por lo que la Iglesia sigue “consolidada praxis” según la cual, en caso de traslado de un día festivo de precepto, no se traslada la obligación de asistir a Misa.

MUNDO
TEL AVIV, Israel/CIUDAD DE GAZA, Franja de Gaza (OSV News) – Después de más de un año de guerra en la Franja de Gaza, tras el ataque de Hamás contra comunidades israelíes el 7 de octubre de 2023, la región finalmente estalló de alegría el 15 de enero, ya que Israel y Hamás han llegado a un acuerdo de alto el fuego. El acuerdo incluye un alto el fuego de seis semanas, la retirada gradual de las fuerzas israelíes de Gaza y un intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos. El acuerdo llega tras meses de negociaciones lideradas por Egipto, Qatar y Estados Unidos, aunque aún debe ser ratificado por el parlamento israelí. El presidente Joe Biden expresó su optimismo ante el acuerdo, calificándolo de esfuerzo conjunto y de oportunidad para un futuro mejor en Oriente Medio. El foro que representa a las familias de los rehenes israelíes acogió con satisfacción el acuerdo, pero expresó su preocupación por su plena aplicación y por los rehenes que puedan quedar retenidos. En Gaza, la población celebró el alto el fuego, con la esperanza de que ponga fin a la violencia y permita la reconstrucción del pueblo. El padre Gabriel Romanelli, párroco de la Parroquia de la Sagrada Familia de Gaza, declaró a SIR, el servicio de noticias de la Conferencia Episcopal Italiana, que la gente empezaba a “alimentar la esperanza de volver a sus casas, los que aún las tienen” y “volver a vivir sin la pesadilla constante de aviones, bombas, combates y violencia”.

Tome Nota

Fiestas, Vírgenes y Santos

Día del Presidente
febrero 17

San Pedro Damián
febrero 21

Cátedra de San Pedro, Apóstol
febrero 22

San Gregorio de Narek
febrero 27

Martes de Carnaval.
marzo 4

Miércoles de Ceniza.
marzo 5

San Patricio.
marzo 17
CANTON – Iglesia del Santo Niño Jesús, Celebración musical Sister Thea Bowman, Sábado 29 de marzo a las 15.00 h. Detalles: email arievans29@yahoo.com.

JACKSON – Cátedra de San Pedro Apóstol, Fiesta de la Cátedra de San Pedro Apóstol, Sábado 22 de febrero a las 16.00 h. Misa de vigilia bilingüe con recepción y cena a continuación en el Centro de la Catedral. Detalles: oficina de la iglesia (601) 969-3125.

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Youth

GREENVILLE – Van Hunt, Henry Wong, Evie Dick and Sebastian Varela along with the entire Our Lady of Lourdes/St. Joseph elementary school created pinwheels for peace. This is a moment for students to reflect on what it means to live in peace, to promote kindness and to spread love wherever they go. Each pinwheel is a symbol of hope for a more peaceful world. (Photo by Nikki Thompson)
JACKSON – St. Richard Kindergarteners walked the halls to celebrate the 100th day of school dressed like they were 100 years old. Pictured (l-r): Olivia Mokry and Eliza Weisenberger. (Photo by Celeste Saucier)
COLUMBUS – Annunciation third grader, Levi Struber plants a pinwheel during the school’s “Pinwheels for Peace” ceremony. (Photo by Jacque Hince)
MADISON – Msgr. Michael Flannery lifts his hands in prayer during weekly Mass at St. Joseph School in Madison. Riley Ward, left, an eighth-grader assists as an altar server. St. Joe students attend a school-wide Mass every Thursday morning. (Photo by Terry R. Cassreino)
YAZOO CITY – Kiley Dew reads at the St. Mary Youth Mass on Sunday, Jan. 19, 2025. (Photo by Babs McMaster)

Martin Luther King: a “Moses” of the 20th century

(Editor’s note: This reflection by a local parishioner was read at an event organized by the Office of Intercultural Ministry in honor of the life of Dr. Martin Luther King, Jr. at the Cathedral of St. Peter in Jackson on Saturday, Jan. 18. The theme was “On the Path to Fulfilling the Dream” with speaker Constance Slaughter-Harvey.)

By Dorothy Davis Ashley
CRASH! The sound of broken glass caused by a brick startled me! It had been thrown by an irate individual demonstrating his rage against ideas of equality of Black citizens in our small Delta town of Indianola, Mississippi. The brick was thrown into our sliding glass patio door one summer night as I sat with my parents watching television. It was around 1966, and I was nine years old. Indianola, Mississippi was in the midst of the Civil Rights unrest and Black citizens would meet periodically at St. Benedict the Moor Catholic Church Center and strategize under the guidance of the local priest, Father Walter Smiegel and Attorney Carver Randle, Sr.

As a young girl of nine years of age, I remember there were “separate and unequal” bathrooms, separate seating areas in doctor’s offices and movie theaters for “White” and “Colored,” and segregated schools for the “colored children.” The Mississippi Delta with its rich cotton fields was also where Black cotton pickers and “field hands” worked in the cotton fields, aka “Delta gold,” many living in shotgun houses on the plantations of their employers.

Detail of victorian stained glass church window in Fringford depicting Moses with the tablets of covenant in his arms interestingly without text means he is pictured before climbing Mount Sinai.

Looking back on my history and the many roads I have travelled since my childhood and that fateful night a brick was thrown into my parent’s patio door, I think of Dr. Martin Luther King as being a “Moses” for Black (aka “African Americans”), all oppressed people and those who were treated unfairly and unjustly in the South, particularly. Like Moses, I think he was chosen and led by God for his mission. It is because of his leadership which initiated the Civil Rights era that I was able to attend the majority “White” (aka “Caucasian”) Catholic School, St. Joseph in Greenville, Mississippi in the early 70s and the University of Mississippi Medical Center School of Health-Related Professions in Jackson in the early 80s which earned me a degree in physical therapy and the opportunity to work in medical facilities which once barred Black citizens from entering the same door, much less becoming an employee with equal pay and benefits as my counterparts.

Like Moses, he had humble beginnings and became a strong voice against oppression to the political leaders of his day. Like Moses, Dr. Martin Luther King never reached the “Promised Land” but saw its vision. His message was one of prayer, peace, humility, faith, strength, solidarity, organization and perseverance. I am grateful to God and to him for his courage, vision and answering God’s call. In part, my career progression in the medical and later spiritual pathways as a Secular Order Carmelite, hospital chaplain and spiritual director were affected and made possible because of his message.

(Dorothy Ashley is a parishioner of Holy Ghost Church in Jackson.)

Statement from the Bishops of the Province of Mobile, Alabama,regarding immigration

As Bishops of the Province of Mobile, encompassing Alabama and Mississippi, we feel called to speak to the pressing issue of immigration in our nation and in our province. Our faith compels us to view each human being as a child of God, endowed with dignity and worth, and our nation’s history reminds us of the transformative power of hope and opportunity.

America’s beauty and genius have long been the result of doors open to those yearning for a better life for their families, those longing to “breathe free,” and those seeking safety, security and liberty. This openness has enriched our amazing society, strengthening the fabric of our communities and renewing the spirit of the American dream for new and future generations. Even in Alabama and Mississippi, many of our civic and faith communities are experiencing growth and vibrancy because of immigrants who long to create a better life for themselves and their families, while experiencing a taste of opportunity and freedom.

At the same time, we recognize that nations are sovereign entities with the right and responsibility to establish immigration laws and policies that protect their citizens and ensure the orderly movement of peoples at their borders. A just and compassionate approach to immigration must balance respect for these laws with the imperative to uphold the dignity of every person including their dreams and noble aspirations.

We call for respect and understanding toward those who find themselves in our country due to a broken immigration system. Many have come seeking a refuge from poverty, violence, dictatorships, or persecution. As a nation, we must make accommodations to keep families together, ensuring that children are not separated from their parents. Due process must be afforded in the processing of immigration claims, ensuring fairness and justice for all especially regarding time and expense. Furthermore, we must presume goodwill for those who strive to work within our system, improve their lives, and contribute to the unique tapestry that is America.

Immigration reform is not only a legal issue but also a profoundly moral one. As Catholics and as Americans, we are called to stand in solidarity with the vulnerable, advocating for policies that reflect the values of compassion, justice, and mercy. Impelled by Christ’s call to care for all, we advocate for the dignity and just treatment of immigrants, affirming their worth and contributions to society. We urge lawmakers, community leaders, and all people of goodwill to engage in this issue with the seriousness and humanity it deserves.

May we, as a nation, continue to welcome the stranger with open hearts, honor the rule of law with integrity, and strive always to be a beacon of hope and welcome for those seeking a better tomorrow.

In Christ,

Most Reverend Thomas J. Rodi
Archbishop of Mobile

Most Reverend Steven J. Raica
Bishop of Birmingham

Most Reverend Joseph R. Kopacz
Bishop of Jackson

Most Reverend Louis F. Kihneman, III
Bishop of Biloxi

Bishops of the Province of Mobile

Lies and the sin against the Spirit

IN EXILE
By Father Ron Rolheiser, OMI
There is nothing as psychologically and morally dangerous as lying, as denying the truth. Jesus warns us that we can commit a sin that is unforgivable which (in his words) is a blaspheme against the Holy Spirit.
What is this sin? Why is it unforgivable? And how is it linked to not telling the truth?

This is the context where Jesus gives us this warning. He had just cast out a demon and some of the people who had witnessed this believed, as a hard religious doctrine, that only someone who came from God could cast out a demon. But they hated Jesus, so seeing him cast out a demon was a very inconvenient truth, so inconvenient in fact that they chose to deny what they had just seen with their own eyes. And so, against everything they knew to be true, they affirmed instead that Jesus had cast out the demon by Beelzebub, the prince of demons. They knew better. They knew that they were denying the truth.

Jesus’ first response was to try to make them see their lie. He appeals to logic, arguing that if Beelzebub, the prince of demons, is casting out demons, then Satan’s house is divided against itself and will eventually fall. But they persist in their lie. It’s then, in that specific context, that Jesus utters his warning about the danger of committing a sin that cannot be forgiven because it blasphemes the Holy Spirit.
In essence, what’s in this warning?

The people whom Jesus addressed had denied a reality that they had just seen with their own eyes because it was too difficult for them to accept its truth. So, they denied its truth, fully aware that they were lying.

Well, the first lie we tell is not so dangerous because we still know we are lying. The danger is that if we persist in that lie and continue to deny (and lie) we can reach a point where we believe the lie, see it as truth, and see truth as falsehood. Perversion is then seen as virtue, and the sin becomes unforgivable, not because forgiveness is withheld, but because we no longer believe we need forgiveness, nor in fact do we want it or remain open to receive it.

Whenever we lie or in any way deny the truth, we begin to warp our conscience and if we persist in this, eventually we will (and this is not too strong a phrase) pervert our soul so that for us falsehood looks like truth, darkness looks like light, and hell looks like heaven.

Hell is never a nasty surprise waiting for a basically honest, happy person. Hell can only be the full flowering of a long, sustained dishonesty where we have denied reality for so long that we now see dishonesty as truth. There isn’t anyone in hell who is repentant and wishing he or she had another chance to live and die in grace. If there is anyone in hell, that person, no matter his or her private misery, is feeling smug and looking with a certain disdain on the naivete of those who are honest, those in heaven.
And how is that a “blaspheme against the Holy Spirit”?

In his letter to the Galatians, St. Paul lays out two fundamental ways we can live our lives. We can live outside of God’s spirit. We do that whenever we are living in infidelity, idolatry, hatred, factionalism and dishonesty. And lying is what takes us there. Conversely, we live inside God’s spirit, the Holy Spirit, whenever we are living in charity, joy, peace, patience, goodness, longsuffering, fidelity, gentleness and chastity. And we live inside these whenever we are honest. Thus, whenever we lie, whenever we deny reality, whenever we deny truth, we are (in effect and in reality) stepping outside of God’s spirit, blaspheming that spirit by disdaining it.

Satan is the prince of lies. That’s why the biggest danger in our world is the amount of lies, disinformation, misinformation and flat-out denial of reality that’s present most everywhere today – whenever, it seems, we don’t find the truth to our liking. There is nothing more destructive and dangerous to the health of our souls, the possibility of creating community among ourselves, the future of our planet, and our own sanity, than the flat-out denial of the truth of something that has happened.

When reality is denied: when a fact of history is rewritten to expunge a painful truth; when you are told that something you witnessed with your own eyes didn’t happen; when someone says, the holocaust didn’t happen; when someone says there never was slavery in this country; or when someone says no kids died at Sandy Hook, that doesn’t just dishonor millions of people, it plays on the sanity of a whole culture.
When something has happened and is subsequently denied, that doesn’t just make a mockery of truth, it plays havoc with our sanity, not least with the one who is telling the lie.

(Oblate Father Ron Rolheiser is a theologian, teacher and award-winning author. He can be contacted through his website www.ronrolheiser.com.)