Dicasterio doctrinal explica cómo y cuándo se puede bendecir a parejas del mismo sexo

Por Cindy Wooden, Catholic News Service

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Un sacerdote católico puede bendecir a una pareja homosexual o a otra pareja no casada siempre que no sea una bendición litúrgica formal y no dé la impresión de que la Iglesia católica está bendiciendo la unión como si fuera un matrimonio, dijo la oficina doctrinal del Vaticano.

La petición de una bendición puede expresar y alimentar “la apertura a la trascendencia, la piedad y la cercanía a Dios en mil circunstancias concretas de la vida, y esto no es poca cosa en el mundo en el que vivimos. Es una semilla del Espíritu Santo que hay que cuidar, no obstaculizar”, afirma el Dicasterio para la Doctrina de la Fe en una declaración formal publicada el 18 de diciembre.

El documento, “Fiducia Supplicans” (“Confianza suplicante”) llevaba por subtítulo “sobre el sentido pastoral de las bendiciones”, y fue aprobado por el Papa Francisco durante una audiencia con el cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del dicasterio, el 18 de diciembre.

Una pareja gay enciende velas votivas en una iglesia católica en Essen, Alemania, el 30 de octubre de 2021. Los expertos están respondiendo a una declaración del Vaticano del 18 de diciembre de 2023 sobre la posibilidad de bendecir a parejas en uniones irregulares y entre personas del mismo sexo sin validar oficialmente su estatus o cambiar de alguna manera la perenne enseñanza de la Iglesia Católica sobre el matrimonio. (Foto de OSV News/Harald Oppitz, KNA)

En su nota introductoria, el cardenal Fernández dijo que las preguntas sobre un sacerdote bendiciendo a un LGBTQ + u otra pareja no casada se habían enviado a la oficina doctrinal en repetidas ocasiones en los últimos años.

La necesidad de una explicación más completa de las bendiciones se hizo evidente, escribió, después de que el Papa Francisco respondiera a las “dubia” o preguntas de varios cardenales en una carta publicada a principios de octubre.

En su carta, el Papa insistió en que el matrimonio es una “unión exclusiva, estable e indisoluble entre un varón y una mujer, naturalmente abierta a engendrar hijos”, razón por la cual la Iglesia “evita todo tipo de rito o de sacramental que pueda contradecir esta convicción y dar a entender que se reconoce como matrimonio algo que no lo es”.

Al mismo tiempo, dijo el Papa, “la prudencia pastoral debe discernir adecuadamente si hay formas de bendición, solicitadas por una o varias personas, que no transmitan una concepción equivocada del matrimonio”.

El padre Christian Olding bendice a una pareja gay durante el servicio de bendición ‘Love Wins’ en la Iglesia de San Martín en Geldern el 6 de mayo de 2021. Los expertos están respondiendo a una declaración del Vaticano del 18 de diciembre de 2023 sobre la posibilidad de bendecir a las parejas en situación irregular y uniones entre personas del mismo sexo sin validar oficialmente su estatus ni cambiar de ninguna manera la perenne enseñanza de la Iglesia Católica sobre el matrimonio. (Foto de OSV News/Rudolf Wichert, KNA)

El cardenal Fernández dijo que la declaración “se mantiene firme en la doctrina tradicional de la Iglesia sobre el matrimonio, no permitiendo ningún tipo de rito litúrgico o bendición similar a un rito litúrgico que pueda causar confusión”, pero también explora el “significado pastoral de las bendiciones” de forma que se abre “la posibilidad de bendecir a las parejas en situaciones irregulares y a parejas del mismo sexo, sin convalidar oficialmente su status ni alterar en modo alguno la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el Matrimonio”.

La Iglesia “se mantiene firme” en la enseñanza de que el matrimonio sólo puede contraerse entre una mujer y un hombre, dijo, y sigue insistiendo en que “son inadmisibles ritos y oraciones que puedan crear confusión” sobre un matrimonio y otra forma de relación.

Pero en la tradición católica las bendiciones van mucho más allá del ritual formal utilizado en el matrimonio y otros sacramentos.

“Las bendiciones pueden considerarse entre los sacramentales más difundidos y en continua evolución. Ellas, de hecho, nos llevan a captar la presencia de Dios en todos los acontecimientos de la vida y recuerdan que, incluso cuando utiliza las cosas creadas, el ser humano está invitado a buscar a Dios, a amarle y a servirle fielmente”, dice la declaración. Por eso, las personas, las comidas, los rosarios, las casas, los animales domésticos y muchas otras cosas pueden ser y son bendecidas en diversas ocasiones.

“Desde un punto de vista estrictamente litúrgico, la bendición requiere que aquello que se bendice sea conforme a la voluntad de Dios manifestada en las enseñanzas de la Iglesia”, razón por la cual la entonces congregación doctrinal excluyó en 2021 la posibilidad de bendecir a las parejas homosexuales.

Pero, según el nuevo documento, los católicos deben “evitar el riesgo de reducir el sentido de las bendiciones” a su uso formal y litúrgico, porque eso “nos llevaría a pretender, para una simple bendición, las mismas condiciones morales que se piden para la recepción de los sacramentos”.

“De hecho, existe el peligro que un gesto pastoral, tan querido y difundido, se someta a demasiados requisitos morales previos que, bajo la pretensión de control, podrían eclipsar la fuerza incondicional del amor de Dios en la que se basa el gesto de la bendición”, decía.

Alguien que pide la bendición de Dios, decía la declaración, “se muestra necesitado de la presencia salvífica de Dios en su historia, y quien pide una bendición a la Iglesia reconoce a esta última como sacramento de la salvación que Dios ofrece”.

Crucifijo durante una Misa en la Iglesia de San Pablo Apóstol en la ciudad de Nueva York el 25 de junio de 2022, para los participantes de la Conferencia del Ministerio Católico LGBTQ de extensión. El evento, celebrado en la iglesia y en el campus del Lincoln Center de la Universidad de Fordham los días 24 y 25 de junio, atrajo a 250 inscritos de todo Estados Unidos, Colombia, Italia, España y Uganda. (Foto CNS/Gregory A. Shemitz)

La Iglesia, decía el documento, debería estar agradecida cuando la gente pide una bendición y debería verlo como un signo de que saben que necesitan la ayuda de Dios.

“Cuando las personas invocan una bendición no se debería someter a un análisis moral exhaustivo como condición previa para poderla conferir. No se les debe pedir una perfección moral previa”, decía.

Al mismo tiempo, la declaración insistía en que la Misa no es el marco apropiado para las formas menos formales de bendición que podrían incluir la bendición de una pareja homosexual, y repetía que “no es conveniente que una Diócesis, una Conferencia Episcopal” u otra estructura eclesiástica emita una oración o ritual formal de bendición para parejas no casadas. La bendición tampoco debe darse “al mismo tiempo” que una ceremonia de matrimonio civil para evitar que parezca una especie de bendición eclesiástica de la unión civil.

Sin embargo, decía, sería posible que un sacerdote o diácono “se una a la oración de aquellas personas que, aunque estén en una unión que en modo alguno puede parangonarse al matrimonio, desean encomendarse al Señor y a su misericordia, invocar su ayuda, dejarse guiar hacia una mayor comprensión de su designio de amor y de vida”.

Our Lady of Guadalupe encourages me to be an authentic model of faith

By Joel Stepanek
I have a unique relationship with Mary. Like any mother and son, we’ve gone through ups and downs together. As a child, praying the rosary was often punishment for breaking the rules, usually disobedience against my parents. Not surprisingly, I resented it (though I’ve come to see some humor in that particular punishment for the offense).

As a young adult, the rosary became a comfort as I held it close with shaking hands through some of my life’s darkest and most broken moments. I cherished it.

I also have an image of Mary that was gifted to my wife and me on our wedding day that I meditate on often, yet there are other images of Mary that I find no connection with at all.
Perhaps that is the beauty of Marian imagery – it can speak to many people in many different ways.

One particular image to which I find myself particularly drawn is the image of Our Lady of Guadalupe.

It might be the story of the image that resonates — a humble farmer encounters Mary and, through his diligence, she offers an image that provides consolation and hope to the Mexican people (and to the world). The preservation of the tilma of St. Juan Diego, upon which that image is imprinted, is miraculous. But what resonates the most is Mary’s appearance, thereon.

She appears in a manner that speaks specifically to the people she is appearing to — not as an outsider, but a mother. The symbols in the image and her complexion are so indigenous to the region to the point that St. Juan Diego initially thought he beheld a native princess. In the initial apparition, Mary even speaks to him in his native language.

The original image of Our Lady of Guadalupe impressed on the cloak of St. Juan Diego is seen in the basilica in Mexico City Feb. 13, 2016. A regional assembly of the Catholic Church will be held in Mexico in November and is expected to plot a course for the church in Latin America and the Caribbean as it heads toward landmark events in the coming years, including, in 2031, the 500th anniversary of Mary’s appearance to St. Juan Diego. (CNS photo/Paul Haring)

This should not surprise. Mary is our mother; by appearing in ways we best comprehend her, she leads us to Jesus.

In this movement of Eucharistic Revival, that can be a profound reflection for us as we gaze upon Our Lady of Guadalupe: Who are we uniquely suited to bring Christ to?

Revival is a grassroots effort; it happens within each one of us. There is no strict formula for revival outside of boldly living our faith and joyfully sharing it with others. And each of us can uniquely point to Christ and speak to specific groups of people. Each of us is a living “inculturation” of Jesus.

Sometimes, I worry that many of us resist publicly leaning into our faith out of fear it will strip away the unique attributes we possess and leave a stale version of what it is to be “Catholic.” But, there is no mold to fit into and no particular icon we need to replicate. There is a deposit of faith upon which we build our lives. Beyond that, we leverage the unique gifts, talents, cultural backgrounds, and experiences that we possess to share that faith with others.

Mary, human and not divine, shows us what the living inculturation of the Gospel looks like by revealing herself as one of the people to whom she appears. Juan Diego doesn’t see an outsider; he sees a mother and trusts her. In the same way, we encounter countless people who might not recognize many expressions of Catholicism – who would find them to seem foreign and “other,” — unless they come from something authentic within us.

We can be a native representation of Christ to others when we live our faith well.

Revival happens in these moments of living inculturation as we fulfill the mission uniquely entrusted to us — and if we all lean into that reality, revival doesn’t become a possibility but an inevitable outcome.


Joel Stepanek is Chief Operating Officer for the National Eucharistic Congress, Inc. and is responsible for guiding the teams that empower and energize the grassroots efforts of the Eucharistic Revival.

FEATURED PHOTO… Diaconate Candidates instituted as lectors …

PEARL – On Friday, Dec. 1, 2023 at St. Jude parish, Bishop Joseph Kopacz instituted the seven diaconate candidates as lectors. This is one of the two ministries that all priests and deacons are given on the path toward ordination. The next step for these men is to have them instituted as acolytes, in late 2024, and (hopefully) with an ordination date some time in the spring or summer of 2026. Pictured (l-r): Hunter Yentzen, Donald Coker, William Vautrot, Bishop Joseph Kopacz, Jeffrey Cook, Christopher Halliwell, Enrique Amador and Pablo Garcia. (Photo courtesy of Deacon John McGregor)

Mundo en fotos

Paola Martínez, sostiene a su hijo, Camilo Lizandro Martínez, durante la celebración número 30 de Posada Sin Fronteras en la frontera entre Estados Unidos y México en Tijuana, México, el 9 de diciembre de 2023. Grupos religiosos, de derechos humanos y de la sociedad civil organizan el evento anual en los Estados Unidos. -Muro fronterizo con México en honor a inmigrantes y solicitantes de asilo. Durante el evento los participantes recrean la búsqueda de refugio por parte de María y José. (Foto de noticias OSV/David Maung)
La escena de la Natividad en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el 14 de diciembre de 2023, es una reproducción de la escena en Greccio, Italia, donde San Francisco de Asís escenificó la primera escena de la Natividad en 1223. (Foto CNS/ Justin McLellan)
Sienna Simons, una estudiante de noveno grado, dijo que aprender el canto gregoriano “me hizo apreciar más mi religión y el hecho de poder expresarla tan libremente de una manera hermosa, santa y sagrada”. (Foto de OSV News/Giovanni Portelli, Semanario Católico)
Mervat Salha, abuela de la niña palestina Mariam, que nació durante el conflicto entre Israel y Hamás, la sostiene frente a una tienda de campaña donde se refugian con su familia desplazada que huyó de su casa debido a los ataques israelíes, en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza. 17 de diciembre de 2023. (Foto de OSV News/Saleh Salem, Reuters)
El arzobispo Laurent Ulrich de París inserta las reliquias de los Santos. Denis, Genevieve y de la corona de espinas de Cristo en el gallo dorado en París el 16 de diciembre de 2023, antes de su instalación en la cima de la aguja de la Catedral de Notre Dame. El gallo simboliza la resiliencia en medio de la destrucción después del devastador incendio de abril de 2019, ya que los funcionarios de restauración también revelaron que se está instalando un sistema de nebulización contra incendios bajo el techo de la catedral. (Foto de OSV News/Christian Hartmann, Reuters)

Papa dice que será enterrado fuera del Vaticano y quiere simplificar exequias papales

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) – El Papa Francisco dijo que ha decidido ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma en lugar de en la Basílica de San Pedro en el Vaticano y que ha simplificado los ritos para un funeral papal.

En una entrevista concedida el 12 de diciembre a una periodista mexicana para el medio de comunicación N+, el Papa, de buen humor, habló de los planes para su propio funeral, así como de los viajes que aún espera realizar durante su pontificado.

El Papa Francisco habla en esta captura de pantalla de una entrevista con el medio de noticias mexicano N+ el 12 de diciembre de 2023. (Foto CNS/screen grab, N+)

Todavía convaleciente de lo que describió como una bronquitis que le ha afectado desde finales de noviembre — lo que le llevó a cancelar un viaje previsto a los Emiratos Árabes Unidos –, el Papa dijo que se siente “bastante bien” físicamente y que sigue mejorando. A la pregunta de si la gente debería preocuparse por su salud, respondió: “Un poquito, sí. Necesito que recen por mi salud”.

El Papa dijo que ya había discutido los preparativos para un funeral papal con su maestro de ceremonias litúrgicas, el arzobispo Diego Giovanni Ravelli. “Los hemos simplificado bastante”, dijo, y añadió bromeando que “el nuevo ritual lo estrenaré yo”.

Rompiendo con la tradición reciente, el Papa Francisco dijo que ha elegido ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor por su “gran devoción” a la Virgen Salus Populi Romani (“salud del pueblo romano”). El Santo Padre añadió que visitaba Santa María la Mayor los domingos por la mañana cuando viajaba a Roma antes de convertirse en Papa. Y él reza a menudo ante el icono “Salus Populi Romani” expuesto en la basílica antes y después de sus viajes internacionales para confiar su seguridad a María.

“Como siempre le prometí a la Virgen, ya está preparado el lugar. Quiero ser enterrado en Santa María Mayor”, dijo.

El Papa Francisco apaga las velas de su pastel en su 87 cumpleaños durante una audiencia con niños asistidos por la clínica pediátrica del Vaticano en el Salón Pablo VI el 17 de diciembre de 2023.. (Foto CNS/Medios Vaticanos)

El Papa León XIII, fallecido en 1903, fue el último pontífice que no fue enterrado en la Basílica de San Pedro; su tumba se encuentra en la Basílica de San Juan de Letrán, en Roma. Seis papas están enterrados en Santa María la Mayor; el último en ser enterrado allí fue Clemente IX en 1669.

Preguntado por sus futuros viajes, el Papa dijo que un viaje a Bélgica es “asegurado” y que otros dos viajes, a Polinesia y Argentina, están pendientes.

Cardenal Pironio, hombre de misión, juventud y curación milagrosa, es beatificado en Luján

Por David Agren, OSV News

BUENOS AIRES (OSV News) — El cardenal Eduardo Pironio ha sido beatificado en su Argentina natal, donde fue recordado como “el profeta de la esperanza”, que trabajó para implementar el Concilio Vaticano II en Latinoamérica y llegó a ser conocido como “el cardenal de los jóvenes”.

También fue recordado como un prelado cuya vida y enfoque pastoral — centrado en los jóvenes y priorizando a los pobres — influyó tanto en la Iglesia argentina como en el propio Papa Francisco.

El cardenal Eduardo Pironio, fallecido el 5 de febrero de 1998, aparece en una fotografía del 1 de julio de 1968. El cardenal Pironio fue beatificado en su Argentina natal el 16 de diciembre de 2023, donde fue recordado como “el profeta de la esperanza”, que trabajó para implementar el Concilio Vaticano Segundo en América Latina y se hizo conocido como “el cardenal de los jóvenes”. (Foto de noticias OSV/Paulo Cocco/CPP)

El cardenal fue proclamado beato el 16 de diciembre en la plaza exterior de la Basílica de Nuestra Señora de Luján — santuario de la patrona nacional de Argentina — mientras miles de clérigos, religiosos y laicos celebraban bajo un cielo lluvioso.

“Fue un ejemplo vivo de fidelidad al Evangelio, a la Iglesia y al Magisterio del Papa”, dijo el cardenal español Fernando Vérgez Alzaga, celebrante de la Misa de beatificación y antiguo secretario personal del cardenal Pironio, cargo que ocupó durante 23 años. “Su vida espiritual se nutrió de la piedad eucarística, de gran devoción mariana y de la veneración a los santos. Fue un misionero con la palabra y con el ejemplo”.

El cardenal Pironio desempeñó un papel destacado en el CELAM de 1968 en Medellín, Colombia, que contempló la recepción del Concilio Vaticano II y elaboró un documento en el que se esbozaba la opción preferencial por los pobres y los sectores más necesitados.

Pero él asumió su cargo de obispo de Mar del Plata en medio de tumultos en Argentina. Una fuerza anticomunista y parapolicial conocida como Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) lo amenazó. María del Carmen Maggi, una de sus colaboradoras y decana de Humanidades de la Universidad Católica de Mar del Plata, fue secuestrada y asesinada en 1975.

“Sufrió la persecución de sus activistas católicos en Mar del Plata en 1975 y con poco apoyo de otros obispos argentinos”, dijo a OSV News Fortunato Mallimaci, sociólogo argentino que estudia la Iglesia católica.

El cardenal Pironio falleció en 1998, tras luchar durante años contra un cáncer de huesos.

El Papa Francisco preparó el camino para la beatificación del cardenal Pironio en noviembre reconociendo la milagrosa recuperación de un niño argentino que ingirió purpurina navideña tóxica en 2006 y al que no se le dieron esperanzas de curación. Su familia rezó al cardenal Pironio para que interviniera y el niño se recuperó, algo que los médicos consideraban inexplicable.

El Papa Francisco pidió el 17 de diciembre que “su ejemplo nos ayude a ser una Iglesia en salida, que se hace compañera de todos, especialmente de los más débiles”.

¿Dónde jugarán los niños?

Por Hosffman Ospino
En 1992, la agrupación mexicana Maná lanzó uno de sus éxitos musicales más reconocidos con el título “¿Dónde jugarán los niños?” La canción en sí es una invitación a pensar en las consecuencias de vivir sin espacios en donde los niños puedan ser niños. Después de más de tres décadas, el interrogante sigue haciendo eco.

Las risas de los niños en un parque nos recuerdan qué tan importante es tener espacios seguros en donde los más pequeños, y quienes los cuidamos, podamos pasar tiempo de manera libre, espontánea y sin muchas preocupaciones.

Sí, también hay lágrimas, quejas, invitaciones a que hagamos lo que nuestros cuerpos adultos ya no pueden hacer, y de vez en cuando un pequeño golpe. Los niños se caen, se raspan las rodillas, se les enreda el cabello. Mamás, papás, abuelas y abuelos, y otras personas que cuidan niños sabemos que todo esto es parte de la experiencia de salir a jugar.

El observar a nuestros niños jugar en el parque o patio de recreo es un verdadero acto de contemplación. A medida que ellos se concentran en sus juegos, quienes les observamos experimentamos un sentido de gozo. Les observamos atentamente para estar seguros de que estén seguros y disfruten lo que hacen. A veces imagino que ésta es la manera como Dios mira a la humanidad.

Salir a jugar en un espacio abierto nos da la oportunidad de conocer a otras personas. Los niños juegan con otros niños sin prejuicio. Conversamos con vecinos y extraños que también traen a sus hijos a jugar en el mismo espacio en donde nuestros niños juegan. Aprendemos sus nombres. Compartimos historias y descubrimos lo mucho que tenemos en común. No estamos solos.

El viento sopla juguetonamente; árboles y otras plantas adornan el parque; la magnitud del espacio abierto se expande hasta perderse en múltiples horizontes. El silencio natural que caracteriza a los espacios abiertos es interrumpido por los sonidos de las voces y las risas de los niños. Al terminar el día reanuda el silencio, ansiando la llegada del siguiente día cuando los niños regresarán a jugar.

Jugar es más que participar en juegos estructurados guiados por reglas con el propósito de competir. Jugar es ante todo expresarse libremente mientras entramos en comunión con otras personas y el espacio en donde uno juega, enfocados en el presente y casi inconscientes del pasar del tiempo. Los niños hacen esto de manera espontánea e inocente. Ellos no tienen que explicarlo; seguramente no podrían hacerlo. Simplemente juegan.

Al contemplar a mis propios hijos jugando en un parque, me siento inspirado a reflexionar sobre lo hermoso que significa ser humano. Somos seres encarnados llamados a encontrar alegría en el encuentro espontáneo con otras personas mientras que disfrutamos la belleza del orden creado en donde dicho encuentro ocurre.

Qué privilegio es tener espacios en donde los niños pueden jugar y sentirse humanos. Somos bendecidos al disfrutar las condiciones que les dan a nuestros hijos el tiempo y el espacio para jugar de manera libre, espontánea y sin muchas preocupaciones.

Desde esta perspectiva, son muchos los eventos recientes en nuestro mundo me interrogan y me invitan a pensar en la realidad de cientos de millones de niños que no tienen espacios seguros, tiempo, saludo o el apoyo necesario para jugar como niños.

Las imágenes de ciudades y pueblos destruidos por causa de guerras nos deben interpelar profundamente como seres humanos. Lo mismo aquellas de pueblos abandonados porque no proveen la seguridad necesaria para vivir y formar a las nuevas generaciones Sin parques, ni campos deportivos, ni patios de recreo en las escuelas, ¿dónde jugarán los niños?

Son muchísimos los niños a los que nuestro mundo actual les está robando su infancia y la oportunidad de jugar como niños, viviendo bajo la amenaza constante de la violencia generada por el terrorismo y la guerra, el desplazamiento forzado, el tráfico de personas, gobiernos despóticos, mala legislación, hambre y abandono, entre otros males sociales. Son muchísimos los niños que mueren antes de su tiempo por causa de estas realidades sin darles siquiera la oportunidad de jugar como deberían jugar todos los niños.

(izq.) Una niña aparece en una fotografía de archivo en un parque infantil en Los Ángeles. (Foto de OSV News/Lucy Nicholson, Reuters). (der. )Los niños sostienen figuras del Belén del Niño Jesús para que el Papa Francisco las bendiga después de recitar la oración del Ángelus en la Plaza de San Pedro en el Vaticano el 17 de diciembre de 2023. (Foto CNS/Pablo Esparza)

Estos niños son los santos inocentes de nuestro día. Los podemos ver. Tienen nombres. No podemos permanecer pasivos frente a su sangre, sus lágrimas y sus temores. Abogar por la vida de todos los niños tiene que ir de la mano del compromiso de abogar por espacios seguros en donde los niños puedan jugar.

O Come, O Come Emmanuel

Bishop Joseph R. Kopacz, D.D.

By Bishop Joseph R. Kopacz, D.D.
“Late have I loved you, O Beauty ever ancient, ever new, late have I loved you! You were within me, but I was outside, and it was there that I searched for you. In my unloveliness I plunged into the lovely things which you created. You were with me, but I was not with you. Created things kept me from you; yet if they had not been in you, they would have not been at all. You called, you shouted, and you broke through my deafness. You flashed, you shone, and you dispelled my blindness. You breathed your fragrance on me; I drew in breath and now I pant for you. I have tasted you, now I hunger and thirst for more. You touched me, and I burned for your peace.”

These awe-filled words of St. Augustine from Book 10 of his Confessions are indeed ever ancient and ever new. They are an echo of the voices who have summoned us to prepare a way for the Lord, the eternal beauty of whom Augustine gushes. Isaiah and St. John the Baptist on behalf of the living God, have called and shouted to break through our deafness. Though them God flashes, shines and dispels our blindness.
Both prophets in extraordinary ways bring us into the presence of the light of the world, Jesus Christ, the Son of God once again this Christmas. The words of the prophet Isaiah are the ancient origin of the liberating experience of St. Augustine nearly a millennium later.

“The Spirit of the Lord is upon me because the Lord has anointed me. He has sent me to bring good news to the afflicted, to bind up the brokenhearted, to proclaim liberty to the captives, and release to the prisoners, to announce a year of favor from the Lord.” (61:1-2)


It was and is God’s voice calling individuals and a people out of darkness into the marvelous love of the Savior. Through faith and baptism, we are the Lord’s anointed and thus charged to be bearers of the Good News though the uniqueness of our lives and circumstances of the current generation. The gift is to be shared, and the opportunities are endless.

Next, we turn to Mary, highly favored, the chosen one full of grace who was enfolded in the beauty and power of God’s love and so exclaimed for pure joy.

“My soul proclaims the greatness of the Lord; my spirit rejoices in God, my Savior, for he has looked upon the lowliness of his handmaid.”

God touched her, and she was aflame in his peace. John the Baptist, the final prophet of the Old Testament, and our guide during Advent, who once leapt for joy in the womb of his mother Elizabeth in the moment of Mary’s visitation was perfectly aligned with the long-awaited Messiah as “the voice of one crying out in the desert preparing the way of the Lord.” (John 1:23) This bridge to the Reign of God knew that he was the voice, not the light, not the Word made flesh but the voice summoning people to prepare for God’s eternal beauty and power that was dawning upon them.

St. Paul encouraged the first Christians in Thessalonica to “rejoice always, pray without ceasing and give thanks in all circumstances.” (1Thessalonians 5:16-18)

How is this possible in the face of so much suffering in our age, any reasonable person might ask?
In Advent we dare to hope; we dare to dream and we sing, “O come, O come Emmanuel,” a name that means “God with us” (Matthew 1:23) and for whom nothing is impossible. (Luke 1:37) With St. Augustine may the Lord break through our deafness, dispel our blindness and inspire us to experience deeply his beauty which is pure gift, ever ancient, ever new. Come, Lord Jesus and dispel the darkness of our hearts and minds.

Merry Christmas in the light and love of Jesus Christ.

In memoriam: Genevieve Feyen of Pax Christi Franciscans

JACKSON – Genevieve “Gen” Feyen was born June 14, 1931 to Henry and Alma Feyen in Fond-du-lac, Wisconsin. While in seventh grade she was asked to play the piano, by the Sisters at Holy Rosary School, for the summer weekday Masses. She gathered Kathleen and classmates to get up early and sing in the choir. This went on for six long summers, which turned out God was preparing her for directing a choir.

Following in her aunt Emily’s footsteps, she become a student at St. Agnes School of Nursing in Fond-du-lac, graduating in 1952. She then moved to Milwaukee to work in a hospital there. She had an encounter with God, asking her to dedicate her life to Him.

In 1955, she went to St. Francis Center, which was a part of Pax Christi Franciscans in Greenwood, for one year of service to God. This was in the days of segregation, and the Black community was at the bottom of the list for everything, including health care. She was the nurse working with patients in the dispensary and making home visits. At the end of her year, she moved back to New Holstein, but was bored within a month so returned to Mississippi.

Besides nursing, she worked with Father Daniel Machesky, OFM and developed a skating project for teens. The students really learned to skate well, jumping, spinning, skating backwards and with partners. They learned so quickly that they formed a skating show, the “Centerama” and traveled around to other schools to perform.

Gen’s greatest concern was family centered care and patient teaching. She did home deliveries for many years, and St. Francis Center moved toward the idea of developing a birthing center. In 1964-65, she reluctantly went to school to become a nurse midwife. She graduated as a Certified Nurse-Midwife and being the first in the state of Mississippi. Her license was stamped #1.

In 1968 Gen moved to Jackson and became a member of Christ the King parish where she joined the choir, then became the organist. She loved this part of her life and worked with the choir for the early Mass.

While in Jackson, Gen’s first job was working at Hinds General Hospital. Then, in 1970 she joined the Nurse-Midwifery program at the University of Mississippi Medical Center. Gen supervised Nurse-Midwifery students in clinics, labor and delivery. She also supervised Nurse-Midwifery Assistants who made home visits to the mothers and babies for the infant’s first year of life. Later she taught a course at UMMC for nine young ladies who became OB technicians, and she delivered babies when she could in the hospital.

Her work continued in nursing in Family Centered Care in the hospital in 1973, seeing to it that the babies were taken out of the nursery and “roomed in” with their mothers. She taught daily, prenatal classes in the clinic, as mothers waited for their turn to be seen by the residents. She then began working as a Nurse-Midwife in the Prenatal and Women’s Health Clinics at the Mississippi State Board of Health in Jackson in 1977. In 1983 she was honored, receiving the Public Health Nurse Clinician of the Year in Mississippi, and then joined the staff at Rankin County Health Care Center. In 1993 she was awarded the Mississippi Primary Health Care Association’s Outstanding Mid-Level Clinician of the year. This also brought an end to her Nurse-Midwifery career.

Gen continued working with the choir at Christ the King parish. She and Grace Lee formed the Senior Swingers group. It was stated very clearly in the beginning that this was a group to have fun, not another working group. The seniors worked all their lives and it was time for them to relax a bit. She helped out at the school by working one on one with students. She worked many yard sales, raising money for the parish. She was a member of the liturgy team, King’s Workers, Knights of Peter Claver Ladies Auxiliary and Senior Swingers.

On Feb. 24, 1991, she was presented with the L.W. Sampson Award from the Knights of Peter Claver for “Outstanding Leadership Service and Dedication in Christ the King Catholic Church and Community.”
Following her mother’s dreams of traveling, Gen visited Medjugorje, where her life was completely changed. She went from a reluctant disciple to an enthusiastic disciple.

Genevieve was the current president of Pax Christi Franciscans, a position she held many times. Under her direction, she formed the PCF associates with members in Greenwood and Jackson. She continued to be active in so many aspects of life it is hard to name them all, as she served 68 years in Mississippi.
Her last major project and accomplishment was writing a book on her life, “The Reluctant Disciple” which will go to print soon.

Genevieve passed on Nov. 8, 2023 and her funeral service was held at Christ the King Church in Jackson on Saturday, Dec. 2.

In lieu of flowers, donations may be made to Pax Christi Franciscans in her honor.

Called by name

Father Nick Adam

I have now been the Rector of the Cathedral for a year and a half, and throughout my professional life I have noticed that it takes about that amount of time to get my feet under me whenever I start something new. Being a pastor is a great responsibility but also a great source of joy as I get to walk with the parishioners here at St. Peter. While it’s a challenge to live in the two worlds of parish life and seminarian accompaniment and vocation promotion, I think that living in these two worlds has helped me realize what is ‘absolutely necessary’ and helpful to promote vocations and what isn’t.

One thing that has proven to be helpful time and time again is the ‘Come and See’ that is offered by St. Joseph Seminary College twice a year – once in the fall and once on Palm Sunday weekend in the spring. During this weekend young men are invited to come live at the seminary and hear talks from current seminarians. Our own Grayson Foley served as the emcee at one of these retreats. The Palm Sunday weekend retreat is especially helpful, I think, because the guys get to see the liturgy of the monastery in full color. Holy Week is astounding at St. Joseph Abbey, and I know that is inspiring to see so many seminarians participating in the liturgy and it is a source of grace for the discernment of those considering whether to enter the seminary or not.

So, our offerings for ‘come and see’ experiences have certainly narrowed since I became a pastor. I simply can’t organize the diocesan experiences that we had for a couple of years. But I do believe that we have sufficient resources to accompany young men considering the priesthood, and so I want to encourage you all to promote this ‘Come and See’ to the good young men in your parish. You can share this article with them if you’d like, and make sure they know that they can reach out to me via phone at (601) 969-4020 or email nick.adam@jacksondiocese.org to learn more.

At the end of this year, I’d like to thank all of you who have been consistent readers and encouragers of mine. This little article has been a labor of love for me and it’s just a way to help connect you with vocation ministry. The more we can all be on the same page about what is needed to increase vocations and bring forth men for the priesthood from our own diocese, the more faces we’ll see on that famous seminarian poster that comes out each fall. Merry Christmas, and please, continue to pray for the master of the harvest to bring forth laborers for the harvest!

                       – Father Nick Adam, vocation director

(Read about our current seminarians and their inspirational vocation stories at https://jacksondiocese.org/seminarians. Father Nick Adam can be contacted at nick.adam@jacksondiocese.org.)