Nueva Santa reúne al Papa y Presidente Argentino

Por Lucien Chauvin
MONTEVIDEO, Uruguay (OSV News) – María Antonia de San José de Paz Figueroa puede ser la santa más nueva del mundo, pero ya se le atribuye un “milagro” político en su Argentina natal.

Una imagen de la Beata María Antonia de Paz Figueroa, conocida como “Madre Antula”, San Luis, Argentina, quien fue canonizada por el Papa Francisco, en la Basílica de San Pedro del Vaticano, el 11 de enero de 2024. (Foto CNS/cortesía de la Arquidiócesis de Buenos Aires)


Paz Figueroa, una laica del siglo XVIII conocida en toda Argentina como Mamá Antula, fue canonizada el 11 de febrero en el Vaticano. Mantuvo viva la misión docente de los jesuitas después de que la orden fue expulsada de Argentina y estableció la Casa de Ejercicios Espirituales que aún se mantiene en pie. Se le atribuyen dos milagros, el primero, curar a una monja, que fue certificado en 2016, y el segundo, curar a un padre de dos hijos tras un derrame cerebral, fue reconocido en octubre pasado, lo que llevó a su beatificación.

Es la primera santa nacida en Argentina y una de las cinco santas con vínculos con el país.
“Mamá Antula, nuestra nueva santa, emprendió la misión de los jesuitas y estuvo presente en su ausencia. Se esforzó en realizar ejercicios espirituales para restaurar la vida y hacer la obra de Dios, no sólo sanando a las personas, sino sanando el medio ambiente. Tuvo paciencia y, sobre todo, la capacidad de perseverar porque creía en Dios”, dijo el obispo a OSV News.

La canonización, coincidiendo con la primera aparición de la Virgen María en Lourdes, Francia, reunió a los argentinos más conocidos del momento, el Papa Francisco, quien anteriormente fue el arzobispo Jorge Mario Bergoglio de Buenos Aires, la capital, y el presidente Javier Milei. quien fue inaugurado el pasado mes de diciembre.

Milei calificó al Papa de “imbécil” y “representante del mal en la tierra” durante la campaña presidencial del año pasado. El Papa ignoró en gran medida esos comentarios y desestimó las críticas calificándolas de hipérbole de campaña; y Milei cambió de tono poco después de ser elegido.

Los dos se reunieron en la canonización de Mamá Antula y en una reunión el 12 de febrero en el Vaticano. “La presencia y el abrazo del presidente y el Papa hablan de temas de encuentro, respeto y reconciliación. Es la forma en que nuestro Dios obra y nos enseña que todos somos hermanos y hermanas sin importar nuestras diferencias”, dijo el obispo Olivera.

El Papa Francisco y el presidente argentino Javier Milei se saludan y ríen después de la Misa de canonización de Santa María Antonia de Paz Figueroa, conocida como Mama Antula, en la Basílica de San Pedro en el Vaticano el 11 de febrero de 2024. Ella es la primera santa de Argentina. (Foto CNS/Medios Vaticanos)


La canonización de Mamá Antula se produjo en un momento importante para ambos hombres, ya que ofrecen una visión nueva, a veces controvertida.

El Papa Francisco continúa enfrentando críticas por la publicación a mediados de diciembre de “Fiducia Supplicans” (“Fideicomiso de súplica”) sobre “el significado pastoral de las bendiciones”, que permite a los sacerdotes y otros ministros ofrecer bendiciones informales y no litúrgicas a parejas homosexuales. y parejas en situaciones matrimoniales “irregulares”, siempre y cuando quede claro que no están bendiciendo la unión de la pareja. La disensión proviene de la región, incluso en Argentina y el vecino Uruguay, que también venera a Mamá Antula.

El presidente Milei está luchando furiosamente para lograr que el Congreso apruebe un amplio proyecto de ley general que presentó a finales de diciembre. El objetivo inmediato del gobierno de Milei es frenar la inflación, que alcanzó el 211,4% el año pasado.

Según el Vaticano, el presidente y el Papa conversaron sobre “el programa del nuevo gobierno para contrarrestar la crisis económica”.

La reunión con Milei (los dos hablaron previamente por teléfono en diciembre) podría allanar el camino para que el Papa Francisco haga una peregrinación a Argentina. A diferencia de sus predecesores, San Juan Pablo II de Polonia y el Papa Benedicto XVI de Alemania, el Papa Francisco no ha visitado su tierra natal desde que se convirtió en Papa. Se plantea un viaje a finales de 2024, algo que Milei anima.

“Los argentinos recibirían al Papa con los brazos abiertos. Es uno de nosotros”, dijo Di Paola a OSV News.

(Lucien Chauvin escribe para OSV News desde Montevideo, Uruguay.)

Piedad y humor

Por Ron Rolheiser
La piedad es enemiga del humor, al menos cuando algo menos que piedad se disfraza de piedad. Aquí hay un ejemplo: una vez viví en comunidad con un hombre demasiado serio que, después de que alguien contaba un chiste colorido, nos devolvía a la tierra con la pregunta: “¿Contarías un chiste como ese frente al Santísimo Sacramento?” Eso no sólo desinfló el chiste y a su narrador, sino que también quitó el oxígeno de la habitación.

Tres monaguillos bromean mientras uno de ellos sostiene un modelo de una iglesia en la fiesta del Cuerpo de la Sangre de Cristo el 22 de mayo en el pueblo de Seehausen, Alemania. La comunidad celebró su tradicional procesión de Corpus Christi, que se desplaza principalmente en barco por el lago Staffelsee. (Foto CNS/Alexandra Beier, Reuters)

Hay una respuesta que me hubiera gustado dar a su pregunta: un chiste que solía contar mi maestro de novicios oblato, cuya ironía expone la falsa piedad. El chiste es el siguiente: una joven se iba a casar y su familia no podía permitirse un lugar para la recepción de la boda.

El párroco les ofreció generosamente el vestíbulo de la entrada de la iglesia, diciéndoles que podían traer una tarta y hacer una recepción allí. El padre de la novia preguntó si también podían traer algo de licor. “Por supuesto que no”, respondió el sacerdote, “¡no se puede beber licor en una iglesia!” “Pero”, protestó el padre de la novia, “Jesús bebió vino en las bodas de Caná”. “¡Pero no delante del Santísimo Sacramento!” respondió el sacerdote.

Es cierto que el humor puede ser impío, grosero, ofensivo, sucio, pero cuando es así el fallo suele estar más en la estética que en el contenido del chiste. Un chiste no es ofensivo porque trata sobre sexo, religión o cualquier otro área que rodeamos de sacralidad. El humor es ofensivo cuando cruza una línea en términos de respeto, gusto y estética. El humor es ofensivo cuando es mal arte. El mal arte cruza una línea en términos de respeto, ya sea hacia su audiencia o hacia su tema.

La Madre Teresa se ríe con otras hermanas de su orden durante una visita a Washington en 1996. Las Misioneras de la Caridad fueron fundadas por la Madre Teresa en 1950. Desde entonces se han extendido por todo el mundo ayudando a los pobres y moribundos. (Foto de archivo CNS de Michael Alexander)


Lo que puede hacer que un chiste sea ofensivo o sucio es cuándo se cuenta, o cómo se cuenta, o a quién se cuenta, o el tono en el que se cuenta, o la falta de sensibilidad ante lo que se cuenta, o el color de la lengua. el lenguaje tal como se cuenta. Si se puede decir o no antes del Santísimo Sacramento no es un criterio.

Si un chiste no se debe contar delante del santísimo sacramento, no se debe contar delante de nadie. No hay dos estándares de ofensiva.

Aún así, la mala piedad es enemiga del humor. También es enemigo de una vida sólida y terrenal. Pero ese es sólo el caso de la mala piedad, no de la piedad genuina. La piedad genuina es uno de los frutos del Espíritu Santo y es una reverencia saludable ante toda la vida. Pero es una reverencia que, si bien es sanamente respetuosa, no se ve ofendida por el humor (incluso el humor robusto y terrenal), siempre que el humor no sea estéticamente ofensivo, similar a la desnudez, que es saludable en el arte pero ofensiva en la pornografía.

La falsa sensibilidad que se disfraza de piedad despoja también de humor toda espiritualidad, salvo la más piadosa. Al hacer eso, en efecto, hace que Jesús, María y los santos pierdan el humor y, por lo tanto, sean menos que plenamente humanos y saludables. Uno de nuestros mentores en nuestro noviciado oblato nos dijo, jóvenes novicios, que no hay ni un solo incidente reportado en las Escrituras en el que Jesús se riera alguna vez. Nos dijo esto para apagar nuestra energía natural, juvenil y bulliciosa, como si de alguna manera esto fuera un obstáculo para ser religiosos.

La energía humorística no es un obstáculo para ser religioso. De lo contrario. Jesús es el modelo de todo lo que es saludablemente humano, y él, sin duda, era una persona humana completamente sana, robusta y deliciosa, y ninguna de esas palabras (sana, robusta, deliciosa) se aplicaría a él si no hubiera tenido un sentido del humor saludable, incluso terrenal.

Durante quince años enseñé un curso titulado La Teología de Dios a seminaristas y otras personas que se preparaban para el ministerio. Intentaría cubrir todas las bases requeridas en el plan de estudios: revelación bíblica, ideas patrísticas, enseñanzas normativas de la iglesia y puntos de vista especulativos de los teólogos contemporáneos. Pero, dentro de todo esto, como un tema recurrente en una ópera, les diría esto a los estudiantes: en toda su predicación, enseñanza y prácticas pastorales, cualquier otra cosa, traten de no hacer que Dios parezca estúpido. Trate de no hacer que Dios parezca poco inteligente, tribal, mezquino, rígido, nacionalista, enojado o temeroso. Cada homilía, cada enseñanza teológica, cada práctica eclesial y cada práctica pastoral refleja en última instancia una imagen de Dios, lo queramos o no. Y si hay algo que no es saludable en nuestra predicación o prácticas pastorales, el Dios que lo respalda también aparecerá como insalubre. Un Dios sano no sustenta una teología, eclesiología o antropología enfermas.

Por lo tanto, si enseñamos a un Jesús que carece de humor, que se ofende por lo terrenal de la vida, que se siente incómodo al escuchar la palabra sexo, que se estremece ante el lenguaje colorido y que tiene miedo de sonreír y reírse de la ironía, el ingenio y el humor, hacemos que Jesús parezca rígido y tenso, un mojigato, y no la persona con la que quieres estar en la mesa.

(El padre oblato Ron Rolheiser es teólogo, maestro y autor galardonado. Se le puede contactar a través de su sitio web www.ronrolheiser.com. Facebook/ronrolheiser)

Hermanas de las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María de Miami, Florida, bromean juntas al final del primer día de la conferencia del Consejo de Superioras Mayores de Mujeres Religiosas en St. Louis el 13 de noviembre. (Foto CNS/Lisa Johnston, St. Louis Review)

Oración puede cambiar corazones de personas

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Santa María Antonia de Paz Figueroa, conocida como Mamá Antula, se dedicó por completo a ayudar a otros a experimentar la cercanía y la compasión de Dios, dijo el Papa Francisco después de declarar santa a la laica consagrada del siglo XVIII.

El Papa Francisco ora durante la Misa por la canonización de Santa María Antonia de Paz Figueroa, conocida como Mamá Antula, en la Basílica de San Pedro en el Vaticano el 11 de febrero de 2024. Ella es la primera santa de Argentina. (Foto CNS/Medios Vaticanos)

Al dejarse “tocar” y “curar” su corazón y su vida por Cristo, dijo, “ella lo proclamó incansablemente durante toda su vida, porque estaba convencida, como le gustaba repetir: ‘La paciencia es buena, pero la perseverancia es mejor.'”

“Que su ejemplo y su intercesión nos ayuden a crecer según el corazón de Dios, en la caridad”, dijo el Papa en su homilía después de proclamarla santa durante una misa el 11 de febrero en la Basílica de San Pedro.

Santa María Antonia de Paz Figueroa es la primera santa de Argentina. Estuvo estrechamente vinculada a los jesuitas y continuó dirigiendo los ejercicios espirituales ignacianos en Argentina después de la expulsión de la orden.

(izq.) El Papa Francisco y el presidente argentino Javier Milei se ríen durante una audiencia privada en el Vaticano el 12 de febrero de 2024. (Foto CNS/Vatican Media) (centro) El presidente argentino Javier Milei le entrega al Papa Francisco una carpeta con una copia de una carta manuscrita de 1854, que acredita a Juan Bautista Alberdi como representante de Argentina en Europa, durante una audiencia privada en el Vaticano el 12 de febrero de 2024. (Foto CNS/Vatican Media) (der.) El Papa Francisco recibe de manos del presidente argentino Javier Milei una foto enmarcada con la postal conmemorativa de Santa María Antonia de Paz Figueroa, conocida como Mama Antula, que el correo argentino distribuyó con motivo de su beatificación en 2017, durante una audiencia privada en el Vaticano el 12 de febrero de 2024. También se ven en la mesa, alfajores de dulce de leche y galletas de limón. (Foto CNS/Medios Vaticanos)

El presidente argentino Javier Miliei estuvo presente en la misa e iba a tener una reunión privada con el Papa el 12 de febrero. Al final de la misa, los dos se dieron la mano, hablaron brevemente, sonrieron y rieron. El presidente, que en el pasado había hecho comentarios despectivos sobre el Papa, se inclinó y le dio un gran abrazo al Papa, que estaba sentado en su silla de ruedas.

También estuvo presente Claudio Perusini, cuya inexplicable recuperación de un grave derrame cerebral se convirtió en el segundo milagro atribuido al nuevo santo. Perusini conoce al Papa desde que tenía 17 años y él, su esposa y dos hijos adultos llevaron las ofrendas al Papa durante la Misa.

La enfermedad y la curación fueron los temas clave de la homilía del Papa Francisco durante la Misa del 11 de febrero, fiesta de Nuestra Señora de Lourdes y la Jornada Mundial del Enfermo.

Reflexionando sobre las lecturas del día, que incluían el relato de San Marcos sobre la “limpieza de un leproso” por parte de Jesús, el Papa habló sobre otras formas de “lepra” que llevan a algunas personas, incluso cristianos, a condenar al ostracismo y despreciar a otros.

Aquellos que sufrieron la enfermedad de Hansen durante la época de Jesús fueron heridos aún más por el ostracismo y el rechazo debido al miedo, los prejuicios y una falsa religiosidad, dijo el Papa.

La gente tenía miedo de contraer la enfermedad y tenían prejuicios al creer que quienes estaban enfermos estaban siendo castigados por Dios por algún pecado que habían cometido y, por lo tanto, merecían su destino, dijo el Papa.

Además, la creencia de que incluso el más mínimo contacto con alguien con lepra lo vuelve “impuro” es un ejemplo de religiosidad falsa o “distorsionada”, que “levanta barreras y entierra la compasión”, dijo.

El miedo, los prejuicios y la falsa religiosidad representan “tres ‘lepras del alma’ que hacen sufrir a los débiles y luego ser desechados como basura”, afirmó.

Muchas personas que sufren hoy también son despreciadas y descartadas a causa de tantos “miedos, prejuicios e inconsistencias incluso entre aquellos que son creyentes y se llaman a sí mismos cristianos”, dijo.

La manera de derribar esas barreras y curar nuevas formas de “lepra”, dijo, es con el mismo estilo de Jesús, que es acercarse a aquellos que son evitados para tocarlos y curarlos.

Jesús responde al grito de ayuda del leproso “sabiendo muy bien que al hacerlo se convertirá a su vez en un ‘paria'”, dijo el Papa. “Curiosamente, ahora los papeles están invertidos: una vez curado, el enfermo podrá acudir a los sacerdotes y ser readmitido en la comunidad; Jesús, en cambio, ya no podrá entrar en ninguna ciudad”, afirma. dicho.

Jesús podría haber evitado tocar al hombre y en su lugar realizar “una curación a distancia”, dijo. “Sin embargo, ese no es el camino de Cristo. Su camino es el de un amor que se acerca a quienes sufren, entra en contacto con ellos y toca sus heridas”.

Los cristianos deben reflexionar si ellos, como Jesús, son capaces de acercarse y ser un regalo para los demás, dijo el Papa. Los fieles deberían preguntarse si “se alejan de los demás y piensan sólo en nosotros mismos” o creen que “el problema son siempre y sólo los demás”.

Esta “lepra del alma”, dijo, es “una enfermedad que nos ciega al amor y la compasión, una enfermedad que nos destruye por los ‘chancros’ del egoísmo, el prejuicio, la indiferencia y la intolerancia”.

“Una vez que nos dejamos tocar por Jesús, comenzamos a sanar por dentro, en nuestro corazón. Si nos dejamos tocar por él en la oración y la adoración, si le permitimos actuar en nosotros a través de su palabra y sus sacramentos, ese contacto realmente nos cambia”, dijo.

“Gracias al amor de Cristo redescubrimos la alegría de entregarnos a los demás, sin miedos ni prejuicios, dejando atrás una religiosidad aburrida e incorpórea y experimentando una renovada capacidad de amar a los demás de manera generosa y desinteresada”, afirmó.

Posteriormente, tras rezar el Ángelus con los visitantes en la plaza de San Pedro, el Papa recordó la celebración del día de Nuestra Señora de Lourdes y la Jornada Mundial del Enfermo.

“Lo primero que necesitamos cuando estamos enfermos es la cercanía de los seres queridos, de los agentes sanitarios y, en nuestro corazón, la cercanía de Dios”, afirmó. “Todos estamos llamados a estar cerca de los que sufren, a visitar a los enfermos”, como lo hizo Jesús con “cercanía, compasión y ternura”.

“No podemos guardar silencio ante el hecho de que hoy en día hay tantas personas a las que se les niega el derecho a la atención y, por tanto, el derecho a la vida”, él dijo.

En aquellos lugares donde la gente vive en extrema pobreza o en zonas de guerra, dijo, “¡allí se violan cada día los derechos humanos fundamentales! Es intolerable. Oremos por la atormentada Ucrania, por Palestina e Israel, oremos por Myanmar y por todos los pueblos devastados por la guerra.”

Mundo en Fotos

Los fieles aparecen en una fotografía de archivo orando durante la misa en la iglesia católica St. Gabriel en Abuja, Nigeria. Un informe publicado a principios de 2023 muestra que la tasa de asistencia a Misa en Nigeria es una de las más altas del mundo, pero al mismo tiempo la persecución de cristianos y otros no musulmanes en el país se encuentra entre las peores del planeta. La organización Puertas Abiertas informó que el 90% de los más de 5.600 cristianos asesinados por su fe en 2023 eran de Nigeria. (Foto CNS/Afolabi Sotunde, Reuters)
En una foto de archivo se ve a parejas hispanas intercambiando votos durante un servicio nupcial en St. Michael the Archangel Church en Georgetown, Delaware, el 14 de febrero, festividad de San Valentín. (Foto OSV News/CNS file, Don Blake, The Dialog)
Hojas de palma secas se queman durante un servicio de oración afuera de la Iglesia de San Patricio en Bay Shore, Nueva York, el 11 de febrero de 2024. Las cenizas creadas por el fuego se utilizarán en las liturgias del Miércoles de Ceniza de la parroquia el 14 de febrero. (Foto de OSV News/ Gregorio A. Shemitz)
La gente se reúne en una feria del templo en medio de las celebraciones del Año Nuevo Lunar en Beijing, China, el 11 de febrero de 2024. (Foto de OSV News/Tingshu Wang, Reuters)
Un sacerdote sostiene las cenizas para distribuirlas durante la Misa del Miércoles de Ceniza en la Iglesia de Santa Catalina en Belén, Cisjordania, el 14 de febrero de 2024. (Foto de OSV News/Debbie Hill)

Década de Fe del Obispo Joseph Kopacz

Por Joanna Puddister King

JACKSON – El obispo Joseph Kopacz, rodeado de sacerdotes y diáconos de la Diócesis de Jackson, conmemoró su décimo aniversario de ordenación al episcopado en la Catedral de San Pedro Apóstol en Jackson, con una Misa especial el martes 6 de febrero.

JACKSON – En Misa especial el 6 de febrero del 2024, el obispo Joseph Kopacz celebró el décimo aniversario de su nombramiento como el obispo undécimo de la Diócesis de Jackson Mississippi. En la foto se ve al opispo Kopacz, en su entrada a la Catedral de San Pedro, precedido por Mary Woodward, canciller de la Diócesis y el diácono Denzel Lobo. (Foto de Tereza Ma)

El obispo Kopacz fue ordenado e instalado como el undécimo obispo de Jackson el 6 de febrero de 2014, pero recuerda con cariño haber recibido la llamada inicial el día antes del Día de Acción de Gracias, con un acento italiano inolvidable: “El Santo Padre le indica que sea el obispo de Jackson. en Misisipi.”
El obispo Kopacz reflexionó ante los reunidos en su misa de aniversario que “era una oferta que no se puede rechazar”.

“Estos pasados 10 años me han dado la oportunidad de reflexionar y apreciar el llamado y el desafío y la bendición continua de servir como el undécimo obispo de la diócesis”, dijo el obispo Kopacz.

Recordó con cariño haber atravesado la diócesis en avión días después de haber sido instalado como obispo y haber visitado algunas parroquias en toda la diócesis, incluida la Basílica de Santa María en Natchez, San José en Greenville, San James en Tupelo y San José en Starkville.

“Fue fantástico experimentar y ver la gran extensión de terreno que cubre la diócesis”, dijo el obispo Kopacz. “En aquel entonces y 10 años después, con posiblemente 300.000 millas en mi auto, creo que puedo decir que sé un poco sobre Mississippi y su geografía.”

Pero más que millas, reflexionó el obispo Kopacz, son las innumerables almas que han tocado su vida a lo largo del camino a través de las parroquias y la variedad de misiones y ministerios que conforman la diócesis.

JACKSON – En fotos, momentos de la Misa especial el 6 de febrero de 2024 celebrada el obispo Joseph Kopacz al arribar el décimo aniversario de su nombramiento como pastor del Pueblo de Dios en la Diócesis de Jackson Mississippi un 6 de febrero de 2014 . (Fotos de Tereza Ma)

Continuó celebrando la dedicación del clero, la resiliencia de los feligreses y el poder transformador de la gracia de Dios trabajando a través de cada individuo.
En su homilía, el obispo Kopacz atribuye su entusiasmo y energía por la diócesis a la oración eucarística en la Misa cuando el clero reza por él todos los días. Bromeando con los clérigos presentes, diciéndoles que “no pueden saltarse esa parte… ya que de ella fluye mucha gracia en los días buenos y malos. Realmente me hace avanzar”.
El obispo Kopacz, quien cumplirá 74 años a finales de este año, dice que espera seguir presente para celebrar el 200 aniversario de la diócesis dentro de 13 años.
Expresó lo agradecido que estaba por la gente de la diócesis, todos los sacerdotes y religiosos, los compañeros de trabajo de la Cancillería y todo el personal de las parroquias y escuelas de toda la diócesis que responden al llamado de Dios todos los días.
“Agradezco a todos por la amabilidad y generosidad por el décimo aniversario de mi consagración e instalación como undécimo obispo de Jackson,” dijo el obispo Kopacz. “Fue una ocasión espléndida y alegre, concluyó.”

Personnel, programs at diocesan Catholic Charities agencies help feed a hungry nation

By Kimberley Heatherington
(OSV News) – “It is a scandal,” Pope Francis said in his 2013 message for World Food Day, “that there is still hunger and malnutrition in the world!”

The pontiff further warned against acceptance of that lethal truth, cautioning that “hunger and malnutrition can never be considered a normal occurrence to which one must become accustomed, as if it were part of the system. Something has to change in ourselves, in our mentality, in our societies.”

Listeners may readily nod in agreement – while all too easily imagining that Pope Francis was speaking of some distant, developing nation.

But the truth is, even in the United States – the richest country in the world, if ranked by its $26.95 trillion gross domestic product, or GDP – 49 million Americans, one in every six, relied on food assistance from charities in 2022.

A woman walks away with free groceries from the food pantry and free hot meals at a church in Boston April 14, 2020. (OSV News photo/Brian Snyder, Reuters)

During Poverty Awareness Month, OSV News talked with Catholic Charities offices across the country – in Virginia, Mississippi and Nevada – to learn how they help feed a hungry nation.

The Diocese of Arlington, Virginia – just outside the nation’s capital – is home to four of America’s richest locales, in terms of median income: Loudoun, Fairfax and Arlington counties, and the city of Falls Church. It’s a landscape distinguished by large homes, elevated rents and a highly educated workforce.

“But the reality is that – even in this prosperous area of the country, there is significant poverty,” explained Bishop Michael F. Burbidge after he blessed the Catholic Charities of the Diocese of Arlington’s new Alexandria regional office Jan. 5. “There are people who are hungry every day, every night – not knowing where their next meal is coming from. And so, it’s our sacred duty to kind of wake people up a little bit, and say, ‘No – if we’re really looking, the need is apparent.'”

The new regional office – which includes an expanded food pantry and emergency financial assistance services – opened at a time when casual observers might expect the economic gaps apparent during COVID to be mended.

They aren’t.

An estimated 200,000-plus people remain food insecure in the Arlington Diocese, which encompasses 21 counties and seven cities. The three Catholic Charities food pantries and warehouse form an integral part of the more than 50 pantries and various distribution sites located throughout the diocese, all coordinating together to serve the hungry.

More than 59,000 food requests were made during the last year, $2.2 million in food was distributed, and Christ House shelter served 17,627 free evening meals.

“When we tell people within the last year there’s been a 40% increase in the number of people served – that’s a significant number,” Bishop Burbidge said. “Sometimes you get the word out by numbers – the pounds of food that have been delivered. So the good news is that there is a more spacious place to serve even more people. But the sad reality is, the need is just as great, too.”

Synodality, Bishop Burbidge shared, is essential in serving the poor.

“Even though we may have good intentions, if it comes from above – ‘We want to do good works, and this is what we’re going to do’ – it may not be the most effective way of serving. So it must begin with that synodality, that listening,” he explained. “What are the needs – the most critical needs – at this point? And when you hear from the people you’re trying to help, then you’re going to be more effective.”

“When people come into this place,” Bishop Burbidge said of the food pantry, “one of the things that respects the dignity of the human person is that they get a cart – and they choose. That helps uplift the dignity of the person.”

Mississippi – according to the Mississippi Food Network – “has the worst hunger problem in America.” The charity reports almost one in six Mississippians – about 480,600 people – don’t have enough to eat, while more than one in five children (18.8%) frequently go to bed hungry.

Those are all-too-familiar statistics to Chamon Williams, community services manager at Catholic Charities in the Diocese of Jackson, Mississippi, which includes 65 of the state’s 82 counties.

“We’re always looking for different solutions or resources to support the community,” Williams said.

One solution to senior hunger in Natchez – a little over 100 miles from Jackson – is a partnership between Catholic Charities and the Basilica of St. Mary. Each month, seniors in need are offered a box that includes such food staples as meat, vegetables, fruit, sugar, flour and more. An average of 40 boxes are distributed monthly.

JACKSON – St. Jude parish engaged in their Feed My Sheep ministry led by Beth Paczak. The group served lunch at Poindexter Park on Sunday, October 23, 2022. (Photos by Rhonda Bowden)

“Because they are on a fixed income,” Williams explained, “the likelihood of many of these individuals receiving SNAP benefits – or even receiving SNAP benefits that would allow them to buy all of the staples that they need on a monthly basis – may be slim, based on their income.” SNAP stands for Supplemental Nutrition Assistance Program, the largest federal food assistance program to people with low incomes.

It’s an awful paradox – numerous of the box recipients are just well enough off, in the government’s assessment, to not receive comprehensive food assistance, but are not well enough off to cover combined costs of rent, medicine and food.

While “what happens in Vegas, stays in Vegas,” those who live in (rather than simply visit) Las Vegas, the most populous city in Nevada, struggle with more than just the lure of the Strip and its casinos. More than 274,000 Southern Nevadans – including one in six children – experienced food insecurity in 2023.

Deacon Tom Roberts – president and CEO of Catholic Charities of Southern Nevada – is uniquely qualified to identify with the needs of his community. During a 30-plus-year executive career in the gaming industry, he was ordained a deacon for the then-Diocese of Las Vegas (now an archdiocese). When his predecessor at Catholic Charities – Msgr. Patrick Leary – died unexpectedly, Deacon Roberts was asked to step in.

He’s been there ever since.

“I like to say, ‘Our clients never expected to be here, and neither did I,'” Deacon Roberts shared, noting Catholic Charities of Southern Nevada has dealt with a “dramatic” rise in food insecurity in the last decade.

The numbers Deacon Roberts cites underscore that assertion: almost 2,500 meals on wheels delivered per day to senior citizens, with another 1,000 on a waiting list; 500-600 community meals served daily; and 150 daily visitors to the community food pantry, open five days per week.

“There’s more need than ever,” sighed Deacon Roberts, who – even as CEO – continues to help deliver meals. Sometimes, what he encounters still has the capacity to shock.

“I’d see the dishes that our food comes in on the floor,” Deacon Roberts recalled, “and I’d say, ‘Why is your dish on the ground? Didn’t you like the food?’ And they’d say, ‘No, deacon – we’re sharing our food with our pets.'”
“And so I’d go out in my car and cry,” the deacon reflected, “and then we started to put donated pet food on our delivery run. Hundreds of our seniors now are as excited and grateful for the food that feeds their companion, so they’re not having to share their food with that pet. It’s been a complete eye-opener for me.”

Deacon Roberts adds, “They’re having to make that sad decision of, ‘Can I afford my rent and my medicine, or do I have food?'”

At the free daily community meal, Deacon Roberts said, “so many of these people we’re serving in that dining room every day are homeless – or as they get towards the end of the month, they just run out of money. Families come in – it breaks my heart to see families and little ones come in.”

Other resources also are available at mealtime, with Deacon Roberts’ staff and volunteers on the lookout to “connect the dots for people.”

“Help and hope” is their mission, according to Deacon Roberts – optimism and assistance for all.
“I like to say we don’t check religious ID cards around here,” Deacon Roberts said. “So anybody that needs help and hope can get it.”

(Kimberley Heatherington writes for OSV News from Virginia.)

Diocese launches ‘Hope Rising’ appeal for vital ministries

By Joanna Puddister King
JACKSON – As the Diocese of Jackson kicks off the 2024 Catholic Service Appeal (CSA), director of Stewardship and Development, Rebecca Harris shared her enthusiasm for the ministries that the appeal supports across the diocese.

“The appeal sustains essential ministries that play a pivotal role in nurturing and advancing our Catholic faith,” said Harris.

Under the theme “Hope Rising,” the diocese is inviting all to become beacons of hope to 14 ministries through support and prayers for the appeal.

Harris says that the Catholic community can become that hope to those served by these ministries: Seminarian Education, Catholic Schools, Retired Priests, Clergy Healthcare Assistance, Permanent Diaconate Ministry, Prison Ministry, Catholic Charities, Campus Ministry, Formation Ministry and Religious Education, Intercultural Ministry, Evangelization and Communication, Family Ministry, Young Adult Ministry, Youth Ministry and grants for Parishes and Schools.

Each year in January Bishop Joseph Kopacz sends letters to all parishioners in the diocese asking for support of those ministries. In this year’s letter, he asks that parishioners recognize the timelessness of a piece of St. Paul’s letter to the Hebrews – “Do not neglect to do good and to share what you have; God is pleased by sacrifices of that kind.” (Hebrews 13:16)

Bishop Kopacz reminds parishioners that “we are gently being summoned to be good stewards of the blessings that we have received and are being called to share our blessings.”

“When you make a gift you become the ‘Hope Rising’ to those served by the appeal,” Harris says.
She says that supporters will also find in-depth information on each of the 14 ministries supported through the appeal at csa.jacksondiocese.org by clicking on the “Ministries Supported” button. She invites all to “explore the profound impact your donations make on our faith community.”

Bishop Kopacz and Harris both express gratitude for the continued trust and support of the Catholic community. “We assure you that we have been diligent stewards of the funds entrusted to us.”

To provide transparency and accountability, the graphics in the Catholic Service Appeal insert in Mississippi Catholic and on the website offer a detailed breakdown of how every dollar from the 2023 CSA was allocated, said Harris. “This visual representation underscores our commitment to responsible financial management and demonstrates how your contributions actively promote our Catholic faith.”

There are several ways to give to the 2024 Catholic Service Appeal. Pledge cards can be mailed to PO Box 22723, Jackson, MS 39225; and supporters can visit csa.jacksondiocese.org to donate online. Additionally, giving is also open through text by texting “GiveCSA” to (601) 202-5979.

Gifts of stocks, donor advised funds and Qualified Charitable Distribution through your IRA can also be made to support the Catholic Service Appeal. For more information on the CSA, contact Rebecca Harris at (601) 960-8477.

(Editor’s note: See the special Catholic Service Appeal insert in this edition of Mississippi Catholic to learn more about all the ministries supported by this appeal.)

Youth – Around the Diocese

ANGUILLA – Our Mother of Mercy celebrated their 100-plus anniversary on Saturday, Jan. 27. Pictured: Reed Mahalitc and his sister Charley Rose bring the gifts up to Bishop Joseph Kopacz and Father Panneer Selviam Arokiam. (Photo by Tereza Ma)
TUPELO – High school students from St. James parish, step up and lead by example, in service to their parish. Pictured: Marcela Tiscareno and Alexandra Villanueva wash dishes and clean the parish kitchen with their fellow senior classmates with a smile. (Photo by Michelle Harkins)

Let the new decade begin

JACKSON – Archbishop Thomas Rodi of Mobile lays hands on Bishop Joseph Kopacz during his ordination as Bishop of Jackson on Feb. 6, 2014. (Photo from archives)

By Bishop Joseph R. Kopacz, D.D.
Just shy of 47 years a priest and now 10 years as the 11th Bishop of Jackson, I give thanks to the great High Priest, Jesus Christ for the gift of serving Him, His body the church, and the Kingdom of God in this world.

The Lord pronounced that “I have come that they may have life, and that they may have it more abundantly.” (John 10:10) This promise has been fulfilled ten-fold in my life. Indeed, abundance is the stamp of priesthood and episcopal ministry. Whether blessings or burdens, for me iIt has been a life of purpose especially over the unanticipated bends in the road.

A few days following my consecration and installation on Feb. 6, 2014, I treasured the opportunity to fly from Madison to St. Mary’s Basilica in Natchez, to St. Joseph in Greenville, to St. James in Tupelo, and to St. Joseph in Starkville, and in the process to have my first encounters with the faithful. During those 12 hours, 7 a.m. to 7 p.m., from an ariel view of 3,000 feet a large swath of the Diocese of Jackson stretched out before me, a grand view that remains vivid to this day. Play it forward, and 10 years and 300,000 miles later, via modern day horsepower, have given me boots on the ground experience forming a deep bond with the Diocese of Jackson and the State of Mississippi. Of course, it’s not a matter of miles, but of mission and ministries and the Catholic people who make up the communities of faith throughout 65 counties.

As my anniversary approached there were two events a week ago that afforded me the opportunity to deepen the understanding that the gift I have received can only be graciously lived in turn. Unexpectedly, Bishop Mario Dorsonville died from health complications after serving only 10 months as the Ordinary of Houma-Thibodaux. At his Mass of Christian burial, the shock and sadness of those in the congregation were plain to see, and at moments I could not help but be self-referential considering the timeframe of his ten months and my ten years. If he were blessed to serve ten years, he would have been my age looking back in gratitude over a decade of service in the Bayou of Louisiana. We know not the day nor the hour, only that each day is the moment at hand, and the weeks, months and years follow rhythmically under the wings of Divine Providence.

The following day, on Friday of last week I had a visitor from Northeastern Pennsylvania, who was on his way to begin a new chapter of active duty in the Army Corps Band at Fort Hood, Texas. Liam and his brother Luke, my godson, served at my Mass of consecration and installation as early adolescents. Now they are 23 and their adult lives are unfolding with energy and enthusiasm.

Over breakfast at Broad Street Bakery, he just happened to mention that he could retire after 20 years at age 42, and then floated the question – “by the way, how old will you be at retirement?” That’s a number he couldn’t even compute. As he savored his grits it struck me that over ten years a number of folks in my life have left this world, and others have come of age. And yes Virginia, there is a Santa Claus and yes, someday I will retire. But meanwhile I am still on active duty and grateful for the energy and motivation that propel me forward each day. Another way of naming this is God’s grace in varied and splendid ways, especially implored in the Eucharistic prayer at each Mass when I am lifted up by name.

Finally, I give thanks for the countless collaborators in the ministry – ordained, religious, and lay – whose love for the Lord Jesus and the church, whose generosity and Gospel commitment are a fountain of inspiration every day. Let the new decade begin and may the bends in the road ahead continue the adventure in that sacred space between time and eternity. Ad multos anos!