Exilio: No subestimen la ‘voz profética’ de la iglesia nicaragüense en medio de la represión

Por Gina Cristian

(OSV News) – Frente al régimen autoritario de Nicaragua, “la voz profética de la Iglesia Católica no puede subestimarse”, dijo un líder de la oposición recientemente exiliado en EE.UU., quien se unió a otros oradores en una presentación el 1 de diciembre sobre el papel de la Iglesia en la preservación de la libertad democrática.

Los panelistas del evento hicieron hincapié en la necesidad de educar y defender la libertad religiosa, la libertad de expresión y otros derechos humanos en Nicaragua, que han sido severamente menoscabados por la administración del presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.

La pareja gobernante ve a la Iglesia católica como “un enemigo que compite” por su poder, dijo Juan Sebastián Chamorro, economista y ex candidato presidencial nicaragüense que fue encarcelado y finalmente desterrado de su tierra natal en febrero.

Chamorro habló en “La democracia y la Iglesia Católica en Nicaragua”, una mesa redonda presencial, que también se transmitió en vivo, el 1 de diciembre. El evento fue presentado por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales con sede en Washington en asociación con la Escuela Keough de Asuntos Globales y Asuntos Globales y el Instituto Pulte para el Desarrollo Global de la Universidad de Notre Dame.

Un hombre sostiene una estatua de María durante una procesión en el perímetro de la Catedral Metropolitana en Managua, Nicaragua, el 26 de noviembre de 2023, ya que el gobierno de Nicaragua prohibió las procesiones callejeras este año debido a preocupaciones de seguridad no especificadas. (Foto de OSV News/Maynor Valenzuela, Reuters)

Junto con Chamorro, actualmente miembro visitante del Instituto Kellogg de Estudios Internacionales de la Universidad de Notre Dame, participaron el presidente de Notre Dame, el padre de la Santa Cruz, John Jenkins; el arzobispo Timothy P. Broglio de la Arquidiócesis de los Servicios Militares de los Estados Unidos, y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos; Christopher Hernandez-Roy, subdirector y miembro principal del programa de las Américas del CSIS; Maura Policelli, directora ejecutiva de la Escuela Keough de Asuntos Globales de Notre Dame; el reverendo Frederick Davie, vicepresidente de la Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional; Thomas Hare, investigador principal y codirector de la Alianza de Investigación de Centroamérica del Instituto Pulte para el Desarrollo Global de Notre Dame; y Rosalía Miller, presidenta de la Coalición por la Libertad de Nicaragua, una organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos.

Davie afirmó que tanto él como sus colegas “siguen profundamente preocupados” por la “brutal represión de la libertad religiosa, particularmente contra la Iglesia Católica”, por parte de Ortega y Murillo.

Bajo el régimen de Ortega, el clero, los religiosos y los laicos han sido acosados, detenidos, encarcelados y expulsados, en particular el obispo Rolando Álvarez de Matagalpa, quien fue despojado de su ciudadanía y que ahora cumple una sentencia de 26 años por negarse a exiliarse a Estados Unidos. Los cargos contra el obispo, un crítico abierto de Ortega, incluyeron traición, socavar la integridad nacional y difundir de noticias falsas.

El congreso pro Ortega ha cerrado más de 3.000 organizaciones no gubernamentales y ha expulsado a sacerdotes y religiosas, incluidas las Misioneras de la Caridad. El obispo auxiliar de Managua Silvio José Báez vive en el exilio desde 2019 y, desde Miami, atiende a una creciente diáspora nicaragüense. Más de medio millón de nicaragüenses (alrededor del 10% de la población) han huido, y un nuevo estudio indica que aproximadamente la mitad de los 6,2 millones de habitantes quieren hacer lo mismo.

Chamorro fue uno de los 222 críticos encarcelados que fueron deportados en febrero y a quienes se les revocó la ciudadanía. En agosto, el gobierno de Ortega se apoderó de la Universidad Centroamericana (UCA), dirigida por los jesuitas, y en octubre, una docena de sacerdotes que habían sido detenidos como prisioneros políticos fueron expulsados al Vaticano como parte de un acuerdo alcanzado entre éste y el gobierno de Ortega.

En un videomensaje para el evento, el padre Jenkins dijo que el “intento de Ortega de extinguir el catolicismo en Nicaragua merece una condena global en una escala mucho mayor y más fuerte”, y que “su régimen debería ser aislado como un paria internacional por intentar desaparecer las instituciones católicas, la libertad de culto y libertad de expresión”.

El arzobispo Broglio, quien viajó a Nicaragua en 2018 como presidente del Comité de Justicia y Paz Internacionales de los obispos de Estados Unidos, en medio de protestas generalizadas contra el régimen de Ortega, dijo en su discurso que “a pesar de todo el dolor que ha experimentado la Iglesia… La Iglesia está comprometida con el diálogo y la búsqueda de una vía de reconciliación para el bien del pueblo de Nicaragua”.

Los obispos nicaragüenses habían tratado de advertir a Ortega en 2014 sobre el descenso de la nación al autoritarismo, presentando al presidente – quien gestiona su cuarto mandato consecutivo – una carta pidiendo un proceso electoral transparente para garantizar la estabilidad nacional, dijo Chamorro.
Actualmente, los ataques de Ortega a la Iglesia — que han incluido incluso “la profanación del Santísimo Sacramento por turbas con motivaciones políticas”, según el arzobispo Broglio – continúan “impactando a la comunidad exiliada psicológica, física y emocionalmente”, dijo Miller.

“Nos preocupamos por la gente de Nicaragua y por el bienestar de nuestros familiares”, dijo. “Nos preocupa que nuestro activismo pueda perjudicarlos. Pero no nos detenemos”.

Dijo que el obispo Báez, que ejerce su ministerio en Miami, se ha convertido en el “alma” y el “corazón” de la diáspora nicaragüense.
“Él nos da esperanza”, dijo Miller.

Hare compartió una advertencia que sus colegas (muchos de los cuales habían trabajado en la UCA y todavía enfrentaban represalias) le pidieron que les transmitiera que “las amenazas a la democracia se están extendiendo por toda la región, y son especialmente fuertes donde la religión y la libertad de expresión se cruzan”, como desde el púlpito o “desde el podio en las universidades católicas y otras de la región”.

Chamorro estuvo de acuerdo y señaló que “este no es un asunto de Nicaragua únicamente”, y tanto él como Hare señalaron a El Salvador y Guatemala como ejemplos.

El propio Ortega está “exportando” un enfoque que “importó de la Rusia de (Vladimir) Putin”, implementando tácticas represivas en Nicaragua que son “copias de las leyes que hizo Putin”, dijo Chamorro.

“Para evitar que este contagio continúe”, dijo Hare, se necesita la respuesta de la comunidad global a Nicaragua.

El arzobispo Broglio, quien destacó la enseñanza social católica sobre la libertad y la dignidad humana, citó una declaración que había hecho en febrero después de que Chamorro y sus compañeros exiliados llegaran a Estados Unidos.
” Dije que incluso en esta hora oscura, la esperanza valiente, la caridad y la solidaridad están dando testimonio de la vitalidad duradera del pueblo de Nicaragua y de los católicos de todo el mundo que apoyan a los fieles nicaragüenses”, dijo.

Gina Christian es reportera nacional de OSV News. Síguela en X (anteriormente Twitter) en @GinaJesseReina.

Cómo celebrar una Navidad católica

Por Amy Welborn

(OSV News) – Para los católicos, las grandes festividades como la Navidad no surgen de la nada. Pero en el mundo secular, la “Navidad” parece comenzar en octubre. Nuestro enfoque como católicos debe ser diferente, y puede serlo. Podemos dejar a un lado el calendario mundano; podemos permitir que la antigua y rica tradición de la Iglesia nos rodee y nos centre. Y entonces, nos enriqueceremos celebrando verdaderamente una Navidad católica.

“El signo de Dios es la sencillez. La señal de Dios es el niño. El signo de Dios es que se hace pequeño por nosotros. Éste es su modo de reinar. Él no viene con poderío y grandiosidad externas. Viene como niño inerme y necesitado de nuestra ayuda”, predicó Benedicto XVI en la homilía de la Misa del Gallo de 2006. “No quiere abrumarnos con la fuerza. Nos evita el temor ante su grandeza. Pide nuestro amor: Por eso se hace niño”.

Los participantes vestidos con trajes de rey viajan en camellos durante la Cabalgata de los Reyes Magos en celebración de la fiesta de la Epifanía en Varsovia, Polonia, el 6 de enero de 2022. Después de celebrar los 12 días de Navidad, los cristianos celebran la fiesta de la Epifanía, a menudo conocida como la “fiesta de los tres reyes magos”. (Foto de OSV News/Kacper Pempel, Reuters)

Un niño va a venir: Como para cualquier nacimiento, debemos prepararnos. El tiempo de Adviento es un regalo, rico en oportunidades para preparar nuestras vidas para el abrazo de nuestro Salvador.

Una manera poderosa de prepararnos para el regalo de Jesús es apartarnos del ruido y la presión exterior y tomarnos unos momentos de silencio para rezar con la iglesia. Utiliza el boletín de tu parroquia (o visita https://bible.usccb.org/es) para buscar las lecturas de la Misa de cada día. Si puedes, dedica tiempo a asistir a la Misa diaria; úsala como un período para recargarte en medio del ajetreo que te rodea.

Incluso en nuestros momentos más agitados, podemos “velar y esperar” con la Iglesia. Todo lo demás que hacemos durante el Adviento puede hacerse eco de lo que escuchamos en la Palabra de Dios y en la oración de la Iglesia. Nuestras coronas de Adviento y los árboles de Jesé son recordatorios físicos de la luz que se acerca y de las profecías cumplidas. Cuando celebramos el sacramento de la reconciliación, reconocemos nuestra oscuridad y necesidad, y nos regocijamos a la luz del perdón ofrecido a través del Niño.

Unir nuestros pensamientos y oraciones a los de la comunión de los santos cuyas fiestas tienen lugar durante este tiempo – Ambrosio, Lucía, Juan de la Cruz, Juan Diego Cuauhtlatoatzin, entre otros — nos ayuda a escuchar la llamada de Juan Bautista junto con estos santos hombres, mujeres e incluso niños que nos han precedido en la fe. Al igual que ellos escucharon y respondieron, nosotros también podemos hacerlo.

Durante este tiempo, celebramos dos veces a la Santísima Virgen María, cuya apertura a Dios modela nuestra propia paciente espera del Adviento. En la solemnidad de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre), celebramos la verdad de que fue concebida sin pecado. En la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe (12 de diciembre), celebramos la aparición de María a San Juan Diego Cuauhtlatoatzin (“el Águila que habla”) en México en 1531.

La festividad de San Nicolás de Myra, el 6 de diciembre, se celebra en muchos países europeos como un día para repartir regalos, a menudo caramelos y colocados en zapatos. Cuando los europeos emigraron a Estados Unidos, varias tradiciones de San Nicolás se combinaron y surgió Santa Claus. Compartir la historia del verdadero San Nicolás puede ayudarnos a emular la generosidad de su vida llena de fe, que es a su vez una expresión de la propia generosidad de Dios y del don de Jesús.

Cuando llega la Navidad, llevamos cuatro semanas preparándonos para el Niño. Por fin llega el día de la fiesta: El Padre ha respondido a nuestras oraciones, enviando a su Hijo como uno de nosotros, sumergiéndose humildemente en la vida humana y pronunciando palabras que podemos entender, invitándonos a amar.

En Navidad, celebramos el regalo de Dios de Jesús al mundo. El propio nombre del día en inglés y de la estación – “Christ’s Mass”, derivado de la forma de hablar en inglés antiguo – sitúa a Jesús, presente para nosotros en la Eucaristía, en el centro del día. ¿Podría ser esta Navidad el comienzo de una amistad más estrecha con Jesús, alimentada por la Eucaristía?

En realidad, hay cuatro Misas diferentes para Navidad: la Vigilia, la Misa del Gallo, la Misa de la Aurora y la Misa del Día. Cada una tiene un tema distinto y lecturas diferentes, que reflejan la riqueza del misterio de la Encarnación. Aunque la mayoría de nosotros asista a una sola Misa en Navidad, es una hermosa costumbre – y merece la pena – meditar también sobre las lecturas de las otras Misas. Esto puede profundizar nuestro aprecio por lo que Dios ha hecho por nosotros y por todo el mundo en Cristo.

La Navidad es rica en símbolos. Colocamos árboles de Navidad, belenes y luces, todos ellos hermosos por derecho propio, y todos ellos simbólicos de las dimensiones más profundas y ricas de significado que nuestra fe aporta a esta época.

Los árboles de Navidad, al ser árboles de hoja perenne, nos hablan de la vida y el amor eternos de Dios, encarnados en Cristo. También nos recuerdan el árbol del jardín por el que entró el pecado en el mundo, y el árbol de la crucifixión por el que se venció ese pecado. Rezar una oración mientras colocamos nuestro árbol y asegurarnos de que algunos de nuestros adornos evocan la Natividad puede ayudarnos a llevar esto “a casa”.

El pesebre fue popularizado por San Francisco de Asís en el siglo XIII, con el deseo de transmitir la realidad de la humildad y el amor de Cristo. Preparar el Belén — guardando al Niño para el 25 de diciembre y a los Reyes Magos para la Epifanía — pueden ser momentos naturales de oración y reflexión.

Dios regala al mundo a su Hijo, que habita entre nosotros, llenándonos de un amor que debe ser compartido. Por eso, en Navidad, hacemos regalos. Contemplar los ejemplos de quienes hacen regalos, como los Reyes Magos, San Nicolás y el Rey Wenceslao, puede aportar una nueva perspectiva a nuestras propias acciones. ¿Quién está más necesitado y qué regalos podemos hacer?

Muchas familias ya han descubierto la alegría de entregarse a los demás el día de Navidad: buscando a los que no pueden salir de casa, visitando a los residentes de las residencias de ancianos o a los pacientes de los hospitales, o sirviendo a los pobres y a las personas sin hogar. Nos tienden la mano, como Dios nos la tiende a nosotros en Cristo. También podemos considerar otras alternativas: apoyar a organizaciones benéficas en nombre de nuestros amigos, o animar a nuestras familias a que centren sus energías en hacer regalos a los menos afortunados para dar como Cristo nos ha dado a nosotros.

Como católicos, sabemos que la Navidad no termina el 26 de diciembre. Incluso los primeros días después de Navidad nos invitan a seguir abriendo nuestros corazones al Niño Jesús y a lo que nos trae: Está el reto del discipulado (San Esteban, 26 de diciembre), la belleza de la Palabra hecha carne (San Juan Evangelista, 27 de diciembre), la realidad de la oposición a Cristo (los Santos Inocentes, 28 de diciembre) y la bendición de la familia (la Sagrada Familia, el domingo después de Navidad).

El 1 de enero es el comienzo de un nuevo año civil, pero no es esa la razón por la que lo celebramos como fiesta. En el calendario romano, el día de Año Nuevo es a la vez la solemnidad de María, Madre de Dios, y un día de oración por la paz. Hacemos todo tipo de propósitos para el nuevo año, pero junto a esos esfuerzos, rezamos otro tipo de oración. Dios ha venido a nosotros, no con un poder abrumador, sino con la humildad de un niño. Por eso, en este día, rezamos para que el nuevo año esté marcado por la humildad y la paz, traídas por Cristo y modeladas por María.

La solemnidad de la Epifanía, que tradicionalmente se celebra el 6 de enero (el día siguiente a los conocidos “Doce días de Navidad”), se traslada a un domingo en Estados Unidos. “Epifanía” significa “manifestación”, y es la celebración de Jesús manifestando su gloria como Salvador a todas las naciones del mundo (simbolizado por los Reyes Magos).

En algunas culturas, la Epifanía es un día para hacer regalos y para pedir a Dios que bendiga nuestros hogares. Una bendición particular consiste en poner entre paréntesis las iniciales de los nombres tradicionales de los Magos que visitaron a Jesús – Caspar, Melchor y Baltasar — con el año sobre la puerta de entrada, normalmente con tiza, como en 2023: 20+C+M+B+23.

En el ámbito de la Iglesia universal, pasada y presente, el tiempo de Navidad tiene en realidad dos finales:

En el antiguo calendario romano, la fiesta de la Presentación, el 2 de febrero, marcaba el final de la temporada navideña. En este día, también llamado de la Candelaria, se bendecían las velas como símbolo del reconocimiento por parte de Simeón del niño Jesús como luz para los gentiles, y como forma de llevar la luz de Cristo a casa para que ardiera todo el año. Aún hoy, el árbol de Navidad y el belén (o nacimiento) de la plaza de San Pedro de Roma permanecen expuestos hasta la Candelaria.

Asimismo, el Bautismo del Señor, celebrado el domingo siguiente a la Epifanía, conmemora la última fiesta “navideña” de nuestro actual calendario romano. Al escuchar el relato bíblico del Padre revelando la divinidad de Jesús en su bautismo en el río Jordán, celebramos nuestro propio bautismo, nuestro “nuevo nacimiento” en Cristo y nuestra inclusión en su cuerpo, la Iglesia.

Para los católicos, el 25 de diciembre es sólo el comienzo de la celebración de la Navidad. Mientras otros guardan los adornos, nosotros seguimos celebrando el don de Cristo, siempre presente para nosotros en la Eucaristía, una manifestación continua del amoroso cuidado de Dios por nosotros durante todo el año.

Amy Welborn es una escritora independiente que vive en Birmingham, Alabama. Es autora de varios libros sobre fe y espiritualidad para niños, adolescentes y adultos. Su sitio web es AmyWelborn.com.

Papa llama a Javier Milei después de ganar elecciones en Argentina

Por David Agren

BUENOS AIRES (OSV News)  –  El Papa Francisco ha hablado por teléfono con Javier Milei, ganador de las elecciones presidenciales en Argentina.

“Tenemos el agrado de comunicar que Su Santidad, el Papa Francisco, se comunicó con nuestro futuro presidente para felicitarlo y expresarle sus deseos de unión y progreso para nuestra patria,” dijo la oficina de Milei en un comunicado.

 El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, confirmó la noticia el 21 de noviembre.

El Papa Francisco, según el comunicado, había prometido enviarle un rosario como obsequio y esperaban organizar una visita “muy pronto.”

La declaración se considera un “cambio de tono” de la retórica antipapa del presidente electo.

Miembros de la Familia Grande Hogar de Cristo sostienen un cartel con los colores de la bandera de Argentina pidiendo al Papa Francisco que visite su tierra natal, diciendo “Tu pueblo te espera”, mientras se unen al Papa para rezar el Ángelus en San Plaza de Pedro en el Vaticano, 5 de noviembre de 2023. (Foto CNS/Vatican Media)

El candidato presidencial Milei, que atacó al Papa Francisco llamándolo un “zurdo asqueroso”, ganó abrumadoramente las elecciones presidenciales de Argentina con una plataforma libertaria radical de dolarizar la economía y reducir el estado en un país acosado por crisis económicas recurrentes y una inflación de tres dígitos.

Milei, economista y diputado, obtuvo el 55% de los votos en las elecciones del 19 de noviembre, venciendo al ministro de Economía, Sergio Massa, de la coalición peronista gobernante.

Milei había calificado al Papa Francisco, compatriota argentino, de “representante del maligno en la tierra”..

Milei se retractó de sus comentarios sobre la ruptura de relaciones con el Vaticano y suavizó su tono en las últimas semanas para ganarse a los votantes más centristas, según analistas.

El 21 de noviembre, el diario argentino La Nación informó que Milei había “recibido una sorpresiva llamada de teléfono” esa tarde del Papa Francisco, quien “se comunicó con él desde el Vaticano, en un gesto que marca el inicio de su relación personal.”

Basándose en fuentes de La Libertad Avanza, La Nación dijo que el presidente electo invitó al Papa a visitar Argentina, “tanto en visita de Estado, y en su carácter de líder del catolicismo. “La conversación fue ‘amena’, según fuentes libertarias, y duró unos ocho minutos, durante los cuales Milei se dirigió al Sumo Pontífice como ‘Su Santidad'”, señala La Nación.aption

Mundo en fotos

Una hermana observa cómo los trabajadores del Vaticano usan una grúa para colocar un árbol de Navidad en su lugar en la Plaza de Pedro en el Vaticano a principios del 23 de noviembre de 2023. El árbol de 90 pies de altura del valle de Maira, cerca de Turín, Italia, se iluminará el 1 de diciembre. 9. Después de Navidad, con la madera se fabricarán juguetes y se donarán a Cáritas. (Foto CNS/Pablo Esparza)
Los partidarios del presidente electo argentino Javier Milei celebran en Buenos Aires el 19 de noviembre de 2023, después de que Milei ganara la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Argentina. (Foto de OSV News/Mariana Nedelcu, Reuters)
Miss Nicaragua Sheynnis Palacios señala con el dedo hacia arriba después de ser coronada Miss Universo durante el 72º certamen de Miss Universo en San Salvador, El Salvador, el 18 de noviembre de 2023. (Foto de OSV News/José Cabezas, Reuters)
Una mujer presiona su mano contra una vitrina que protege un relicario que contiene un hueso del brazo de San Judas Apóstol en la Iglesia de San Judas en Mastic Beach, Nueva York, el 27 de noviembre de 2023. La reliquia, que llegó a Chicago desde Italia en septiembre, realizará una gira de nueve meses por los EE. UU. (Foto de OSV News/Gregory A. Shemitz)
Dios, María, querubines y un santo carmelita parecen realizar una danza cósmica en esta pintura genovesa del siglo XVII. Es parte de la exposición “Fe, Belleza y Devoción” de 30 pinturas de maestros italianos y flamencos que se exhibirán en la Escuela Preparatoria Jesuita Belén en Miami hasta el 10 de diciembre de 2023. (Foto de OSV News/cortesía de la Escuela Preparatoria Jesuita Belén)

Alrededor Diocesano: Emaus y Jóvenes Danzantes

FLOWOOD – Miembros de Emaus Jackson y sus familias celebraron, el 21 de noviembre, una cena de Acción de Gracias organizada por Lorena Urizar y Gustavo García. (arriba izq.) García muestra los premios de una rifa para recogida de fondos y todos los presentes reciben la bendición del Padre Nick Adam (arriba, der.) Teresa Turner, St. Francis Madison, entre muchos más que participaron, da su donación a Wilmer Urizar. (Foto de Berta Mexidor)

SOUTHAVEN – (der.) Danzantes de tres grupos de jóvenes, Southaven, Tupelo y Pontotoc, se reunieron el día de Cristo Rey por colaboración de Saul Triana, Roberto Becerra y Aracely Nieves. (debajo. der.) En el centro, durante la actuación, la tamborera Lily, quien junto a su padre Edgar Espiricueta, a instancias de Danna Johnson, LEM llegaron de Houston con la intención de aprender y crear un grupo. (Foto de Aracely Nieves)

For most families with loved ones still held by Hamas,the painful wait continues

By Rick Snizek
TEL AVIV (OSV News) – It’s a nightmare scenario that no parent would ever want to experience. Fifty days after her children were taken hostage, Hadas Kalderon did not see their names on the list of the first three rounds of released hostages.
Finally on the list of the fourth round of the hostage release Nov. 27, she saw her children, who are returning to Israel from Hamas captivity.
Two weeks after five members of her family were taken captive by Hamas militants on Oct. 7, two somber-faced members of the Israeli Defense Forces approached the home Kalderon has been staying at with a friend in Tel Aviv after hers was destroyed in the attacks.
She told them to go away before slowly collapsing to the floor crying in grief. She couldn’t bear to hear the news.
Shortly after 6:30 a.m. on Oct. 7, under the cover of hundreds of rockets being launched from the Gaza Strip into Israel, the militants broke through the security fence separating several kibbutzim along the southeastern border with the Palestinian territory.
Over the course of the next two hours, 29 of Kibbutz Nir Oz’s 400 residents would be murdered, and 80 would be taken captive and across the border, to be secreted somewhere in Gaza. Among them were Laderon’s two youngest children, son Erez, 12, and daughter Sahar, 16; their father, Ofer, 53; her mother Carmela, 80; and niece Noya, 12.

Hadas, second from left, and Ofer Kalderon, second from right, pose in an undated family photo in Kibbutz Nir Oz, Israel, with their four children, from left, Sahar, now 16; Rotem, 19; Erez, 12; and Gaia, 21. Sahar and Erez along with their father were taken hostage by Hamas Oct. 7, 2023, and Hadar has received no word of their fate. They were not in any of the three groups released by Hamas Nov. 24-26. Her mother and niece have been reported murdered in Gaza. (OSV News photo/courtesy Hadas Kalderon) Editors: best quality available.

Recalling the IDF’s visit she said: “I told them, ‘Go away, I don’t want to hear from you,'” Kalderon told a visiting reporter from the Rhode Island Catholic, newspaper of the Diocese of Providence. “Who are they going to tell me is dead? I don’t know.”
“I was praying I don’t want anyone to die, but just not my children,” she said, crying.
The day before, Kalderon had organized a party to mark her mother’s 80th birthday, complete with a festive chocolate cake adorned with two, huge glittery candles forming the digits of her milestone age atop it.
That day, she would learn from the soldiers at her door that her mother and Noya, who was autistic, were found murdered in Gaza.
The last communication with her children came in the form of a frantic text message from another home in the kibbutz as the attack unfolded.
“They told me that they also have terrorists inside their house, and so they jumped from the window and were hiding in the bush. This was the last message I got from them,” Kalderon said.
At the time she was experiencing a nightmare of her own.
The Hamas militants, with the group being designated as a terrorist organization by the U.S., as it rejects Israel’s right to exist and has dedicated itself to the formation of a Palestinian state in the Holy land, had now raided her home as well.
She described them as bloodthirsty, going house to house murdering and butchering residents, and even any cats or dogs they came across.
“I was in a safe room, all alone for eight hours, in the dark, with no electricity, no phone, no information, no water, no food, no nothing. For eight hours I was holding the door because they came into my house and broke everything and tried to go inside, and also through the window,” Kalderon said.
“I was sure I wouldn’t survive. I already prepared for my death. I said, ‘I’m in a jungle, I have to survive.’ I heard a lot of shouting and shooting, a lot of noise, a lot of Allahu Akbar (God is Great) and other Arabic words. It was a terrifying nightmare.”
She held the doorknob to the safe room as tightly as she could, because the reinforced safe rooms are designed to protect occupants from bomb attacks, not terrorist intrusions, while she prayed.
“It was just me and God. I prayed. I could hear just the terrorists and the birds, nothing else; I remember that,” she said.
The only proof she had that Erez, her son, was still alive, at least as of the date it was filmed, was a video clip released by Hamas of him being taken into captivity.
“We saw that my son was picked up by two terrorists, carried away, with a lot of shouting. His face looked terrified and helpless and so confused,” she said of the video.
They had been taken from their home still dressed in pajamas, as it was very early in the morning.
Kalderon spends most days in Tel Aviv now joining other hostage family members in telling their stories to the media in order to keep the focus on those being held captive amid a destructive air and ground campaign being waged that has also killed thousands of innocent Palestinians caught in the crossfire.
She steadies her nerves with a cigarette as she worries about the safety of her remaining family in captivity, and how much violence they have been exposed to.
The overall sentiment among Israelis is strongly in favor of removing Hamas from the power it has held in Gaza since it took control of the Strip from Fatah, the rival Palestinian political party, following a civil war in 2007, and has run it since as an autocratic state.
But the families of those taken hostage are calling for a more pragmatic approach in order to protect the lives of as many as possible.
“‘I’m a mom, I’m not a politician, not an army girl, I just want to believe they behave wisely with good judgment, and they know what they are doing,” Kalderon said of the Israeli government, which she feels should exchange whatever number of Palestinian prisoners are asked for by Hamas to secure the release of the hostages.
“What I want is to save my children. It’s not a game for children. You can’t make war at the expense of children. They are victims. We don’t know when it’s going to end.”
Her son had already been experiencing panic attacks, the result of living under constant rocket attacks on Israel by Hamas, and she said she would sit with him for one hour each night as he fell asleep.
“My girl and my boy are very sensitive children, very fragile, and I can’t even imagine what they go through,” she said.
It is the unspoken that is Kalderon’s deepest fear.
“My beautiful girl, she’s 16 and a teenager. Do you have children, do you have a daughter? Then try to imagine that,” she said.
While Kalderon moved away for 10 years from Kibbutz Nir Oz, where she was born, she moved back there to start a family, despite the dangers of living in what’s called the Gaza Envelope. The “Envelope” describes the populated areas in Israel’s southern district just over 4 miles of the Gaza Strip border.
Set peacefully amid agricultural land, in an area visited by the Rhode Island Catholic last December, Nir Oz offers open space for children to ride horses and bikes and to play soccer, activities that Erez, Kalderon’s son, greatly enjoyed in better times.
Sahar, her daughter, loved to play guitar, and to dance. She also liked to play Ping-Pong and to draw.
“Who’s going to calm my boy when he’s hysterical,” she asked. “It drives me nuts. It breaks my heart; I prefer not to think.”
About 1,200 people of Israeli and other nationalities were killed, and about 240 taken hostage in the Oct. 7 attacks, including about 30 children. Over a 100 Israeli service members have been killed so far during Operation Swords of Iron.
Israel began its response to the Oct. 7 attacks with an air campaign to eliminate Hamas resistance to protect the lives of the ground troops who would storm the Gaza Strip three weeks to the day later. Thousands of innocent Palestinians have been killed in the crossfire along with the intended targets, and Christian churches providing aid also have been damaged in the strikes.
Over 14,500 Palestinians have been killed, including over 5,500 children since Oct. 7.
While Kalderon’s children have been released by Hamas, their father still remains in captivity in Gaza.

(Rick Snizek is executive editor of Rhode Island Catholic, newspaper of the Diocese of Providence. He reported from the Holy Land.)

Maranatha – longing and vision for Advent season

Bishop Joseph R. Kopacz, D.D.

By Bishop Joseph R. Kopacz, D.D.

“Grace to you and peace from God our Father and the Lord, Jesus Christ be with you,” was proclaimed on the first Sunday of Advent in the second reading from the first letter of St. Paul to the Corinthians. (1:3) We can say that this is St. Paul’s signature salutation when he wrote to each of the Christian communities he helped to establish.

This is the greeting at the outset of the letters to the Romans, 1 and 2 Corinthians, Galatians, Ephesians, Philippians, Colossians, 1 and 2 Thessalonians, 1 and 2 Timothy, Titus and Philemon. Likewise, St. Peter greets his fellow Christians in his two letters with the near identical greeting and goes a step further in his enthusiasm with the phrase “in abundance.”

This signature salutation was not only a friendly greeting from the two apostles but is the inspiration of the Holy Spirit across the pages of the New Testament, as well as the mind and heart of Jesus Christ begun at the Last Supper and announced throughout the resurrection appearances. This salutation frames the Bible as the final inspired words of the book of Revelation. “The one who gives this testimony says, “Yes, I am coming soon.” Amen! Come, Lord Jesus! The grace of the Lord Jesus be with all.” (Revelation 22:20-21)

The celebration of Advent takes place on the four Sundays prior to Christmas and follows four weekly themes: hope, peace, joy and love, and ends on Christmas Eve. (Photo by Mary Woodward)

Maranatha – come, Lord Jesus – is the longing and the vision for the season of Advent. But this desire is central to our belief and hope throughout the year, especially in our celebration of the Eucharist.

After the consecration and transformation of the bread and wine into the Body and Blood of the Lord, the congregation pronounces, “when we eat this bread and drink this cup we proclaim your death, O Lord, until you come again.”

Before the reception of holy communion following the Lord’s prayer the priest makes the following entreaty of the living God. “Deliver us, Lord, we pray from every evil, and grant us peace in our days, that with the help of your mercy we may be always free from sin and safe from all distress as we await the blessed hope and the coming of our Lord, Jesus Christ.” When we proclaim the Nicene Creed after the homily, we express our eagerness for the Lord’s coming, “as I look forward to the resurrection of the dead and the life of the world to come.” Amen.

The concluding verses of the Bible infuse the Mass with eschatological hope and graciousness, reminding us that “for here we have no lasting city,” (Hebrews 13:14) and that our citizenship is in heaven and from there we are expecting our savior, the Lord Jesus Christ. (Philippians 3:20) At regular intervals it is a gift to be able to transcend our world and circumstances and raise our hearts and minds to God through faith, prayer and praise.

However, this is not an invitation to escape from trials, tribulations and temptations. Come, Lord Jesus is also rooted in the present moment.

With St. Paul, we rejoice to know that the Lord is near, standing at the door and knocking. (Revelations 3:20) Thus, our prayer for the Lord to come is intended for the moment at hand.

The signature salutation of St. Paul and St. Peter for grace and peace in abundance from God is the gift package from God to help us reach our eternal destiny. They are intended to deliver us from every evil, to free us from sin, and to keep us safe from all distress as we await the blessed hope. Are these not among the finest of gifts?

As we rightfully consider the gifts, we are purchasing for those we love, let us not leave this package of grace and peace unattended and unopened. These gifts are at our disposal in daily prayer, at Mass, and in all of our acts of loving care in daily living. Indeed, it is the package that keeps on giving forever. It is God’s abundance. Maranatha, come, Lord Jesus!

Called by Name

“71% of newly ordained priests were personally invited to consider this call by their parish priest.” This is according to a 2022 study released by CARA, the Center for Applied Research in the Apostolate at Georgetown University (and cited by Brendan Hodge in his Nov. 20 article on pillarcatholic.com – “On vocations, asking is key.”

I know that it can be challenging to ask. It is easy to think that someone who seems like a good candidate for priesthood has already been ‘bugged about it’ by someone else. It can be tempting to think that our voice won’t make a difference, or we can fall into the trap of thinking that it won’t make a difference whether we say something or not. But 71% of newly ordained priests were personally invited to consider this call by their parish priest. I was personally invited to consider a call to the priesthood by my parish priest in Meridian.

Father Nick Adam

I was working full-time and attending Mass regularly. I was getting more involved in the parish, and I was seriously considering whether the Lord was calling me to be a priest, but I was terrified to say it out loud!

When you are considering priesthood it can be very isolating. We don’t know what we don’t know, and so to have my pastor bring it up to me was very freeing. I was thinking privately there is no way I am good enough to be a priest! But once he affirmed that he saw traits within me that would make for a good priest, it was very helpful. I realize now that the Lord qualifies the called, he doesn’t call the qualified. No one, after all, is worthy in themselves to minister at the altar, but the Lord doesn’t demand perfection, he demands faithfulness and perseverance.

So, we need to help those who are called by calling them forth. And pastors of parishes are some of the most effective ‘callers’ in the world. When our spiritual fathers encourage us to do things that we might be fearful or doubtful about, we can receive new strength and encouragement to do what otherwise seems impossible.

Please encourage your pastors to be on the lookout for men in your parish who would make excellent priests. Don’t be shy about pointing out specific folks in the pews and telling your pastor to be on the lookout and to encourage them to think about it. Remember, also, that we need men who would make excellent husbands and fathers to think about priesthood and take that possibility seriously. Diocesan priesthood is not for the faint of heart, and it is not for those who pick it as a ‘back up plan.’ The call to priesthood or religious life should be a priority for all young people in the church, and pastors of parishes can play a big role in setting that tone for their parishioners.

So, please encourage your pastors to encourage the great young men in your parish to consider the priesthood.

                                                                                                               Father Nick Adam, vocation director

(Read about our current seminarians and their inspirational vocation stories at https://jacksondiocese.org/seminarians. Father Nick Adam can be contacted at nick.adam@jacksondiocese.org.)

El Papa sugiere mantener el corazón vigilante en Adviento por medio de la caridad y la confesión

Por Cindy Wooden

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) – La llamada a la “vigilancia” en Adviento no significa permanecer despiertos y vigilantes por miedo, sino más bien por el anhelo de la venida del Señor, escribió el Papa Francisco.

A veces la gente piensa en la virtud de la vigilancia “como una actitud motivada por el miedo a un castigo inminente, como si un meteorito estuviera a punto de caer del cielo”, dijo en el texto de su reflexión a la lectura del Evangelio del 3 de diciembre, el primer domingo de Adviento. “¡Pero, ciertamente, éste no es el sentido de la vigilancia cristiana!”

El Papa Francisco dirigió el rezo del Ángelus desde su residencia, Domus Sanctae Marthae, pero explicó que su bronquitis, aunque está mejorando, todavía le dificulta hablar, por lo que el texto de su comentario y de sus llamamientos a la paz fueron leídos por monseñor Paolo Braida, funcionario de la Secretaría de Estado vaticana.

En la lectura del Evangelio, Mc 13,33-37, Jesús cuenta la parábola de los siervos que esperan el regreso de su señor.

“La vigilancia de los siervos no se basa en el temor, sino en el anhelo, en la espera de ir al encuentro del amo que viene”, dice el texto del Papa. “Se preparan para su regreso porque lo quieren mucho, porque esperan que, cuando llegue, encuentre una casa acogedora y ordenada”.

El Papa Francisco sonríe mientras se prepara para que un ayudante lea su texto preparado durante el rezo de la oración del Ángelus el 3 de diciembre de 2023. El Papa Francisco, que sigue recuperándose de una bronquitis, dirigió el Ángelus desde su residencia vaticana, la Domus Sanctae Marthae. (Foto CNS/Vatican Media)

Ese tipo de vigilancia y expectación debería marcar la vigilancia de los cristianos mientras se preparan para acoger a Jesús en Navidad, para acogerlo al final de los tiempos y, añadió, para acogerlo “cuando venga a nuestro encuentro en la Eucaristía, en su Palabra, en nuestros hermanos y hermanas, especialmente en los más necesitados”.

El Papa Francisco animó a todos a preparar cuidadosamente el corazón con la oración y con la caridad.
“Un hermoso programa para el Adviento”, sugirió, sería “encontrar a Jesús que viene en cada hermano y hermana que nos necesita, y compartir con ellos lo que podamos: escucha, tiempo, ayuda concreta”.

El Adviento, dijo, también es un buen momento para “acercándonos a su perdón” a través del sacramento de la reconciliación y dedicar más tiempo a la oración y a la lectura de la Biblia.

Permanecer vigilantes puede requerir práctica, dijo, y empieza por no dejarse distraer por “cosas inútiles” e intentar no quejarse tanto.