By Bishop Joseph R. Kopacz
JACKSON – “Fiducia Supplicans,” the declaration issued by the Holy See’s Dicastery for the Doctrine of the Faith (DDF) and approved by Pope Francis reminds us that each one of us is in need of God’s blessings, healing, compassion and mercy. To seek a blessing from a priest is to acknowledge the need for God in one’s life and the desire to grow stronger in a relationship with God.
The declaration does not change the church’s teaching on marriage as a union of one man and one woman in lifelong fidelity and openness to children; nor is it a step toward the ratification of same-sex unions nor a compromise of the church’s teaching on these irregular relationships.
It is a document on the nature of blessings and the pastoral use of giving informal, spontaneous blessings to individuals seeking to experience God’s healing love and grace in their lives.
To quote the document directly, the DDF sums up its declaration thusly:
“ … following the authoritative teaching of Pope Francis, this Dicastery finally wishes to recall that ‘the root of Christian meekness’ is ‘the ability to feel blessed and the ability to bless. This world needs blessings, and we can give blessings and receive blessings. The Father loves us, and the only thing that remains for us is the joy of blessing him, and the joy of thanking him, and of learning from him to bless.’ [Catechesis on Prayer: The Blessing (2 December 2020)] In this way, every brother and every sister will be able to feel that, in the church, they are always pilgrims, always beggars, always loved, and, despite everything, always blessed.” (FS #45)
The full text of the document may be found on line at: https://bit.ly/FiduciaSupplicansDeclaration
I encourage all the faithful to read the actual document in its entirety.
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Posadas, Belen and Reyes Magos
By Berta Mexidor
JACKSON – In the Latino Hispanic tradition, Christmas starts with Posadas, weeks ahead of Dec. 25, and ends on Jan. 6 with the celebration of the Epiphany.
Every Christmas season, parishioners decorate the building with nativity scenes, “El Belen” that include each protagonist of the most important event for the Christian community worldwide. The decoration came alive when people started representing the season’s most important moments.
The Posadas (translation for Inn) is a remembrance of the time when Mary and Joseph were looking for a place where pregnant Mary could deliver the baby, but only received rejections.
Posadas are a procession during the night, led by Mary and Joseph’s actors accompanied by people singing villancicos (Carols for this special occasion), and holding candles.
“The Pilgrims…
I’ve asked you for lodging
Dear innkeeper
Because the mother is going to be
The queen of the heavens.
The Innkeepers…
Then if it is a queen
Who requests it
How is it that at nighttime
She’s traveling so alone?”
Posadas are hosted by a family who opened their house’s doors at the end.
At the Christmas vigil, the Nativity scene is alive with people impersonating the story’s characters.
The Epiphany, in most of the towns, is celebrated with a big parade where three people impersonate the Reyes Magos (the wise men), who distribute sweets, and gifts among the crowd. This action is replicated at home by adults giving gifts to children.


Mundo en fotos





Annual Report 2023
Régimen nicaragüense publica fotos del obispo Álvarez
Por David Agren, OSV News
EE.UU. exige la liberación del obispo y otros clérigos encarcelados.
CIUDAD DE MÉXICO (OSV News) — El Departamento de Estado de EE.UU. exigió la liberación del obispo Rolando Álvarez de Matagalpa y otros líderes religiosos nicaragüenses encarcelados luego de una ola de detenciones contra el clero católico durante la temporada navideña.
La declaración del 2 de enero describió al obispo Álvarez y a los demás líderes religiosos, incluido el obispo Isidoro Mora de Siuna, como “injustamente detenidos” y deploró las condiciones en las que se encontraban detenidos. El obispo Álvarez lleva más de 500 días detenido.
“Las autoridades nicaragüenses han mantenido al obispo Álvarez en aislamiento, han bloqueado una evaluación independiente de las condiciones de su encarcelamiento y han publicado vídeos y fotografías montados que sólo aumentan las preocupaciones sobre su bienestar”, se lee en la declaración, firmada por el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
El régimen del presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, “continúa imponiendo severas restricciones a las comunidades religiosas y negando a los ciudadanos nicaragüenses la posibilidad de practicar libremente sus religiones y expresar sus creencias. Una vez más hacemos un llamado al gobierno de Nicaragua para que libere al obispo Rolando Álvarez de forma inmediata y sin condiciones”.
En una publicación separada en la plataforma de redes sociales X, anteriormente conocida como Twitter, Miller calificó la detención del obispo Álvarez como “inconcebible”, y agregó, “la libertad de creencia es un derecho humano”.
Al menos 13 sacerdotes, la mayoría en la Arquidiócesis de Managua, fueron detenidos entre el 26 y el 31 de diciembre, según la abogada nicaragüense exiliada Martha Molina, que ha estado siguiendo los ataques a la Iglesia católica en Nicaragua. Muchos fueron sacados de sus residencias parroquiales por la policía y los paramilitares.
El gobierno nicaragüense, aparentemente en respuesta a la declaración de Estados Unidos, publicó fotos el 2 de enero del obispo Álvarez recibiendo atención médica de un médico de la prisión.

Vestido con una camisa de vestir rosada y pantalones grises, el obispo Álvarez parecía pálido y demacrado mientras un médico le tomaba la presión y le realizaba unas pruebas. Un comunicado del gobierno afirmó que “los signos vitales (del obispo) están bien” después de haber sido examinado por un especialista en medicina interna.
El gobierno ha publicado fotos del obispo Álvarez de vez en cuando – siendo visitado por sus hermanos o recibiendo atención médica –, pero se desconoce su estado de salud.
Observadores han expresado su preocupación por el bienestar de los sacerdotes arrestados, cuya condición de detenidos sigue sin conocerse. Bianca Jagger, activista nicaragüense de derechos humanos, dijo en X que recibió información de que “uno de los sacerdotes que secuestraron fue trasladado al hospital. Exijo prueba de vida”.
El Papa Francisco expresó preocupación por Nicaragua y los sacerdotes cautivos el 1 de enero en su oración del Ángelus de Año Nuevo.
“Sigo con profunda preocupación lo que está sucediendo en Nicaragua, donde Obispos y sacerdotes han sido privados de su libertad”, dijo el Santo Padre.
El pontífice expresó su “cercanía en la oración” a los sacerdotes detenidos y a sus familiares, “y a toda la Iglesia del país”.
“Espero que se busque siempre el camino del diálogo para superar las dificultades. Recemos hoy por Nicaragua”.
El diálogo ha resultado difícil en Nicaragua, a pesar de los esfuerzos de la Iglesia por asumir un papel mediador después de que estallaron las protestas en 2018, con manifestantes que exigían la destitución del presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo. Los sacerdotes brindaron refugio a los protestantes y luego acompañaron a las familias de los presos políticos, incluso cuando sus parroquias estaban sitiadas por la policía y los paramilitares pro-régimen.

Los llamados a la acción sobre el caso del obispo Álvarez y el clero detenido se producen mientras el régimen aplasta incluso la más mínima disidencia en el país, que los analistas han descrito como cada vez más opresivo y totalitario.
Los clérigos del país suelen ser espiados y visitados por policías y paramilitares en actos de intimidación y para cumplir órdenes, como la suspensión de actos de piedad popular y procesiones públicas en días festivos.
Ofrecer oraciones por los encarcelados puede causar problemas al clero. El obispo Isidoro Mora fue detenido el 20 de diciembre, junto con dos seminaristas, luego de la celebración de una Misa en la ciudad de Matagalpa, donde ofreció apoyo espiritual al obispo Álvarez, el líder de la diócesis local.
El 31 de diciembre, el cardenal Leopoldo Brenes de Managua instó a orar por las “familias y comunidades que en este momento sienten la ausencia de sus sacerdotes o viven otra clase de penas”.
Molina ha contabilizado más de 770 ataques a la Iglesia católica en Nicaragua desde 2018, y 2023 registró la mayor cantidad de incidentes. Los sacerdotes previamente detenidos han sido enviados rutinariamente al exilio, salvo el obispo Álvarez, quien se ha negado a abandonar Nicaragua, a pesar de estar encarcelado.
Se desconocen los motivos de las detenciones masivas de sacerdotes. Murillo, la portavoz del gobierno, no respondió a una solicitud de comentarios.
El periodista nicaragüense exiliado Emiliano Chamorro planteó en X que el régimen podría estar presionando para un cambio en el liderazgo de la Iglesia mediante el nombramiento de obispos que considera más amigables.
Molina no descartó la teoría, pero dijo a OSV News: “No veo sacerdotes en la Iglesia Católica cómplices del régimen que puedan llegar a ser obispos”.
Molina agregó: “La dictadura puede estar preparando un destierro masivo para lograr el objetivo que se ha propuesto que es erradicar a la Iglesia Católica de Nicaragua… (Los sacerdotes) dicen la verdad y ellos no quieren escucharla”.
El biógrafo papal Austen Ivereigh escribió en X el 1 de enero que “una dictadura que suprime a la Iglesia hace que la Iglesia se fortalezca y acelera el fin de la dictadura”.
Y añadió: “Es la ley de hierro de la historia que todo dictador latinoamericano decide olvidar”.
David Agren escribe para OSV News desde la Ciudad de México.
El Vaticano publica una nueva aclaración sobre documento que aborda las bendiciones
Por Justin McLellan, Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Si bien los obispos pueden adoptar un enfoque cauteloso respecto al documento del Vaticano sobre la bendición de parejas del mismo sexo u otras parejas no casadas, no deben negar a sus sacerdotes la posibilidad de discernir e impartir bendiciones a las personas que lo soliciten, dijo la oficina doctrinal del Vaticano.
“La prudencia y la atención al contexto eclesial y a la cultura local podrían admitir diversos modos de aplicación, pero no una negación total o definitiva de ese paso que se está proponiendo a los sacerdotes”, dijo un comunicado de prensa emitido el 4 de enero por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
Cada obispo tiene la responsabilidad de discernir la aplicación local de la declaración “Fiducia Supplicans” (“Confianza suplicante”) sobre “el sentido pastoral de las bendiciones”, firmada por el Papa Francisco y publicada por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe el 18 de diciembre, pero un obispo no debe negar a los sacerdotes la capacidad de bendecir a las personas que acuden a ellos, dice el comunicado de prensa.
Firmado por el cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del dicasterio, el comunicado decía que esperaba “ayudar a clarificar” la recepción de la “Fiducia Supplicans” entre las conferencias episcopales.
Además de provocar tanto indignación como celebración en las redes sociales, la declaración fue recibida por las conferencias episcopales con reacciones que iban desde la aceptación de las recomendaciones hasta la prohibición rotunda de su aplicación por parte de los sacerdotes locales.
Muchas conferencias episcopales de países occidentales, subrayando que la declaración no cambiaba la doctrina católica sobre el matrimonio, reaccionaron positivamente al documento. Pero otras, sobre todo en África, se opusieron frontalmente. La Conferencia Episcopal de Zambia emitió una declaración el 20 de diciembre en la que afirmaba que el documento del Vaticano debía “tomarse como objeto de reflexión y no para su aplicación en Zambia”. En Malawi, la conferencia episcopal ordenó que “las bendiciones de cualquier tipo para uniones del mismo sexo de cualquier tipo no están permitidas en Malawi”.
El obispo Robert E. Barron, presidente del Comité de Laicos, Matrimonio, Vida Familiar y Jóvenes de los obispos de Estados Unidos, dijo en una declaración el 21 de diciembre que el documento “de ninguna manera pide un cambio en la enseñanza de la Iglesia respecto al matrimonio y la sexualidad”.
El obispo Georg Bätzing, presidente de la conferencia episcopal alemana, escribió el 18 de diciembre que acogía con satisfacción el documento y estaba “agradecido por la perspectiva pastoral que adopta”.
El obispo Oscar Ojea, presidente de la conferencia episcopal argentina, dijo el 30 de diciembre que preguntar sobre la vida moral de alguien que pide una bendición estaría “totalmente fuera de contexto”, y conjeturó que los obispos y ministros que no están de acuerdo con las orientaciones del Vaticano sobre las bendiciones no han tenido la experiencia de presenciar a alguien que simplemente pide la ayuda de Dios o, tal vez, ni siquiera han reconocido la necesidad de la misericordia de Dios en sus propias vidas.
Las declaraciones de las conferencias episcopales “no pueden interpretarse como una oposición doctrinal”, afirmó el comunicado del dicasterio del 4 de enero, ya que la “Fiducia Supplicans” establece claramente la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el matrimonio y la sexualidad.
“No habría lugar para distanciarse doctrinalmente de esta Declaración ni para considerarla herética, contraria a la Tradición de la Iglesia o blasfema”, decía la declaración.
Aun así, reconoció que, si bien en algunos lugares “no se advierten dificultades” para la aplicación inmediata de la declaración, “en otros ven la necesidad de no innovar” o esperar a disponer de más tiempo para su estudio y para la catequesis.
Algunos obispos han prohibido a los sacerdotes de sus diócesis impartir las bendiciones pastorales previstas en el documento vaticano. El arzobispo Tomash Peta y el obispo auxiliar Athanasius Schneider de Astana, Kazajstán, declararon el 19 de diciembre que “prohíben a los sacerdotes y a los fieles de la Arquidiócesis de Santa María en Astana aceptar o realizar cualquier tipo de bendición a las parejas en situación irregular y a las parejas del mismo sexo”.
En otros contextos locales, la declaración del Vaticano dijo que algunos obispos han dado ánimos a los sacerdotes para discernir cuándo tales bendiciones pueden ser apropiadas, pero el dicasterio insistió en que un sacerdote puede realizar las bendiciones “sólo en privado”.
Referente a la variedad de reacciones al documento, se dijo que no es “nada de esto resulta problemático si se expresa en un marco de respeto hacia un texto firmado y aprobado por el mismo Sumo Pontífice, intentando acoger de algún modo la reflexión que contiene”, decía.
En el comunicado también se abordó ampliamente la situación de los países en los que los homosexuales están amenazados de cárcel, tortura o muerte. En esos lugares, “se entiende que sería imprudente una bendición”, decía la declaración. “Es evidente que los Obispos no quieren exponer a las personas homosexuales a la violencia”.
Pero más allá de las bendiciones para parejas del mismo sexo, la “verdadera novedad” de “Fiducia Supplicans”, dijo el dicasterio, no es la posibilidad de bendecir a parejas en situaciones irregulares, sino “la invitación a distinguir entre dos formas diferentes de bendiciones: ‘litúrgicas o ritualizadas’ y ‘espontáneas o pastorales'”.
La declaración reconocía que, aunque algunos obispos optarán por no impartir bendiciones pastorales a parejas en situación irregular, “todos crecer en la convicción de que las bendiciones no ritualizadas no son una consagración de la persona o de la pareja que las recibe, no son una justificación de todas sus acciones, no son una ratificación de la vida que llevan”.
“Cuando el Papa pidió crecer en una comprensión más amplia de las bendiciones pastorales, nos propuso pensar en un modo de bendecir que no requiera poner tantas condiciones para realizar este simple gesto de cercanía pastoral, que es un recurso para promover la apertura a Dios en medio de las más diversas situaciones”, señala el comunicado.
Concretamente, el dicasterio dijo que estas bendiciones pastorales duran sólo “pocos segundos” y deben realizarse sin un ritual aprobado y sin un libro de bendiciones (o bendicional).
Si dos personas se acercan a un sacerdote para una bendición, éste “sencillamente se pide al Señor paz, salud y otros bienes para estas dos personas que la solicitan” y que “puedan vivir en plena fidelidad al Evangelio de Cristo”.
Una bendición sencilla, breve y no ritualizada “no pretende justificar algo que no sea moralmente aceptable” y “ni siquiera es un ‘visto bueno’ ni una ratificación de nada”, señala el comunicado.
El comunicado también señala que en algunos lugares será necesaria la catequesis para ayudar a comprender que estas bendiciones “no son una ratificación de la vida que llevan quienes las solicitan” ni una forma de absolución, sino “que son simples expresiones de cercanía pastoral”.
Posadas, Belén y Reyes Magos
Por Berta Mexidor

PONTOTOC – (izq.) Feligreses celebraron la temporada navideña con varias posadas, de casa en casa de familias del lugar, hubo intercambios de regalos y convivencia de despedida del 2023, un año que trajo a la comunidad tantos ejemplos de fe y bendiciones, mayormente con jóvenes como los protagonistas. (Foto de Aracely Nieves)
En la tradición latina hispana, la Navidad comienza con las Posadas, semanas antes del 25 de diciembre, y termina el 6 de enero con la celebración de la Epifanía.
Cada temporada navideña, los feligreses decoran el edificio con belenes, que incluyen a cada protagonista del evento más importante para la comunidad cristiana a nivel mundial.
Al principio se crearon imagenes de cada uno de personajes de la Navidad. La decoración luego cobró vida cuando la gente empezó a representar los momentos más importantes de la temporada en pequeñas obras de teatro, donde todos participan, adultos y niños.
Las Posadas (traducción de Posada) es un recuerdo de la época en que María y José buscaban un lugar donde María embarazada pudiera dar a luz al bebé, pero solo recibieron rechazos.
Los Peregrinos…
En el nombre del cielo,
yo os pido posada,
pues no puede andar,
mi esposa amada.
Los Hosteleros…
Aquí no es mesón,
sigan adelante,
no les puedo abrir,
no vaya a ser un tunante.
Los Peregrinos…
No sean inhumanos
Dennos caridad
Que el dios de los cielos
Se lo premiará.
Los Hosteleros…
Ya se pueden ir,
y no molestar
Porque si me enfado
Los voy a apalear



Por noches de diciembre la misma escena se repite a través del mundo Hispano, María y José piden Posada enfrente de casas de familias. PEARL — (izq.) Posada celebrada por parroquianos de St. Jude. (Foto de Lauren Roberts) PONTOTOC — (centro der.) Posadas de familias de San Cristobal. (Fotos de Aracely Nieves)
Las posadas son una procesión durante la noche, encabezada por los actores que representan a María y a José, acompañados de gente que canta Villancicos por todo el camino y sosteniendo velas.
Las posadas son hospedadas por una familia que al final abrió las puertas de su casa.
Los Peregrinos…
Mi esposa es María
Reina del cielo
Y madre va a ser
Del divino verbo
Los Hosteleros…
Eres tú José
Tu esposa es María
Entren peregrinos
No los conocía
Los Peregrinos…
Dios pague señores
Vuestra caridad
Y os colme el cielo
De felicidad



JACKSON — Durante las Posadas los niños son los principales actores. Al final de la Posada, todos entran a la casa familiar y alli continuan cantando Villancicos y generalmente las familias que los reciben les brindan algo de comer y bebidas calientes. (izq.) Hijos de los parroquianos de la Catedral de San Pedro, hicieron una representación de la escena Navideña. (centro) El Obispo Joseph Kopacz bendice la comida que una familia brindó a los parroquianos de la Catedral de San Pedro, después de una Posada. (Fotos de Lorena Urizar) PONTOTOC — (der.) Los participantes de una Posada dentro de la casa de un feligres de San Cristóbal (Foto de Aracely Nieves)
Este año durante la Posada en la Catedral de San Pedro la representación incluyó actores vestidos como regalos, árbolito navideño, refresco coca, Papá Noel, piñata, etc. para enviar el mensaje de que el centro de la temporada es Jesús y ningún otro entretenimiento.

JACKSON – (arriba.) Feligreses de la Catedral de San Pedro, durante posada parroquial, dijeron que ni Santa, Regalos o Cola son centro de la Navidad (debajo i-d) Santa Claus: Wilmer Urizar, Gustavo García, Estela Vidal, Yancy Molina, Sonia Granillo, Francisca Prudencio, Josefina Gavino, Ángeles Quinteros y Nathaly Aguirre. (Fotos de Lorena Urizar)
La Vigilia de Navidad, conocida popularment como Noche Buena, es celebrada en iglesias y hogares. Es la espera del cumpleaños mas significativo para muchas generaciones. Muchos bendicen su arbolito, lo adornan con objetos signifcativos para la familia y otros aisten a Misa a las doce de la noche. En la Vigilia navideña, el Belén se llena de personas que actuan como los personajes de la historia.



HOUSTON – (der. arriba) Niños de primera Comunion hicieron la representación del Nacimiento de Jesus en la Misa en español en la vigilia de Navidad el 24 de Diciembre, en la iglesia Inmaculado Corazón de María. Al próximo dia, 25 de dic. (arriba) el Padre Binh bendice el nacimiento durante la Misa en Inglés. (Fotos de Danna Johnson, LEM)
La Epifanía, que también se conoce popularmente como el Día de los Reyes Magos, en la mayoría de los pueblos, se celebra con un gran desfile donde tres personas actúan como los Reyes Magos, y quienes reparten dulces y regalos entre la multitud. Esta acción se replica en Iglesis y en cada casa cuando los adultos dan regalos a los niños.




PONTOTOC – (arriba) Feligresesterminaron la temporada navideña con la celebración de la Epifanía, repartiendo regalos a los niños de las familias de San Cristobal. (Fotos de Aracely Nieves)
Five events in 2024 to help us be better Catholics
Guest Column
By Gretchen R. Crowe
As we flip the calendar to 2024, I must admit the thought of the coming 12 months fill me with a certain amount of dread. Entering into another election year, with all of the related political drama, can feel anxiety-inducing, to say the least.
Thankfully, as people of faith, we know that our hope is found not in political parties or their candidates but in Jesus Christ and his church. So, instead of dreading the first Tuesday in November and the inevitably contentious lead-up, here are five events Catholics can anticipate with joy this calendar year.
–The National Eucharistic Congress and related events
In the unlikely off-chance that you haven’t heard, the first National Eucharistic Congress in the United States in almost 50 years will be held in Indianapolis in July. The event will include nationally-recognized speakers, opportunities for worship and Eucharistic adoration, and plenty of time to deepen one’s understanding and love of the Eucharist. The organizing committee has taken several steps to make the event more affordable for families in recent months, including adding the option of purchasing day passes. Leading up to the national event will be four pilgrimages, starting from different points in the country. And parishes will continue planning and holding events as part of the National Eucharistic Revival’s parish year – events that Catholics should make every effort to participate in.

–Synod on Synodality, Part 2
In October, the second part of the two-part Synod on Synodality will take place in Rome. After round one this past October, we have more of a sense of what to expect this year. We also have a synthesis document that we can continue to digest. And we have more ideas of how we might incorporate synodality in our parish communities and in our lives in general. It’s always a good time to listen to and learn from one another, especially within the context of faith, but doing so in 2024 is particularly timely in the life of the church.
–Reopening of Notre Dame Cathedral in December
Five years ago this coming April, the world stopped in its tracks as flames devoured portions of the historic and beloved Cathedral of Notre Dame in Paris. It was an event that brought nations together in sorrow. On Dec. 8, 2024, the world once again will come together – but this time in joy for the cathedral’s scheduled reopening. “Never has anyone alive seen Notre Dame as we shall see it,” Father Olivier Ribadeau Dumas, rector-archpriest of the cathedral, told OSV News in a recent interview. It’s enough to make you want to book a flight to the City of Light to celebrate.
–10 years since sainthood
On April 27, the church will mark 10 years since the canonization of Sts. John Paul II and John XXIII. This milestone offers us the chance to pause and reflect on these two monumental figures of the 20th century. “They lived through the tragic events of that century, but they were not overwhelmed by them,” Pope Francis said at the canonization Mass. “For them, God was more powerful; faith was more powerful – faith in Jesus Christ the Redeemer of man and the Lord of history; the mercy of God, shown by those five wounds, was more powerful; and more powerful too was the closeness of Mary our Mother.” This year is the perfect time to grow in devotion to these two saints who made such an impact on the church.
–A new jubilee year
Finally, the start of the 2025 ordinary jubilee year, a time of great grace for the church, will begin on Dec. 24, 2024, with the opening of the Holy Door at St. Peter’s Basilica. Pope Francis has asked that Catholics worldwide prepare for the jubilee year by studying the documents of the Second Vatican Council, especially its four constitutions. The pope has also asked that Catholics enter into a year of preparatory prayer in 2024. To that end, forthcoming from the Dicastery for Evangelization will be an “in-depth series” called “Notes on Prayer” that will promote “the centrality of prayer, personal and communal,” according to Archbishop Rino Fisichella, pro-prefect for the dicastery.
We might be facing a contentious election season this year, but we can never forget how much we have to look forward to. May your 2024 be filled with joy.
(Gretchen R. Crowe is the editor-in-chief of OSV News.)
I remember it well
On Ordinary times
By Lucia A. Silecchia
Many years ago, I stopped at the supermarket for groceries on my way home from work. The gentleman who rang up my order said, “that will be nineteen eighty-nine, miss.” I ran my credit card through the terminal, authorizing the charge of $19.89.
It was then that the cashier said, either to himself, or to me, or to both of us, or perhaps only to God, “1989. That year …” His voice trailed off and he did not finish his thought out loud. If there had not been a lengthy line behind me, I might have stopped to ask him what it was about 1989 that crossed his mind. In retrospect, I regret that I did not – even if that would have roused the ire of other shoppers in a hurry to be on their way.
That cashier has crossed my mind from time to time since that day long ago. I have wondered what was on his mind as he thought back on that one year of his life, a year that obviously made a deep impression on him. The year 1989 may have been a good year, but the look that crossed his face led me to believe, instead, that it was a year that held sorrow in his life. I will never know. That grocery store closed years ago.

Yet, as a new year dawns I have thought of him again. All of us likely look back on certain years that have been pivotal in our own journeys through this life. Perhaps they were years of immense joy when we celebrated the births of loved ones, marriages that expanded our families, accomplishments achieved, and dreams come true. However, it is also possible – perhaps even likely – that some of the most pivotal years in our lives were those that held a measure of sorrow. Perhaps the death of a loved one, the dashing of a hope, the fading of a dream or the limitations brought on by illness made a particular year a turning point.
Now that 2024 has begun, none of us know what it will hold – for us as individuals, for those we love or for the human family. Some of us begin the year anticipating this will be a momentous year. Those whose calendars hold plans for graduations, weddings, ordinations, job changes or moves are likely to look back at 2024 as a year when life changed in a dramatic way.
Yet, at the dawn of a new year it is impossible to predict all of the unanticipated, unplanned and, yes, ordinary moments that will be less dramatic but no less profound pivot points in our lives. It is these that so often are the things that change our lives in ways we cannot yet know.
It may be a seemingly random conversation or chance encounter with a stranger that changes the course of our lives. It may be a decision to forgive another or ask forgiveness that sets a new path for a future. It may be reading a book recommended by a trusted friend or hearing a word spoken in a homily that offers insight into a truth that will shape the rest of a lifetime.
It may be in time “wasted” with the very young or the very old on a random afternoon that gives a glimpse of something we have never noticed before. It may be a glance at an explosive sunset or a sky full of stars that makes us feel small in the best possible way – and in that smallness we get our first true sense of the greatness of God.
It may be an unexpected crisis or loss that we could not foresee – a cross that breaks our heart in a way we never thought possible. And, it may be that same crisis or loss that shows us the strength a broken heart can hold and the deep kindness that dwells in the loving hearts of those who sustain us in sorrow.
When 2024 ends, many of us may look back on it with the same profound reflection as a stranger long ago pondered 1989. I hope, though, that it will not only be the big things that catch our attention this year. Often, it is those things that, at the time, seem most ordinary that leave lasting marks in our lives. So often, I have realized only in retrospect that seemingly little things have changed my life in the most unexpected and important ways.
There is something both exciting and frightening about the start of a new year with all the unknowns that lie ahead. I do not yet know if in the future I will ever say to a stranger, “2024. That year …”
But there is one thing I do know. The start of a new year is the perfect time to repeat a prayer of St. Francis de Sales that I keep in my office, so I see it every day. It pleads “Do not look forward to what may happen tomorrow; the same everlasting Father who cares for you today will take care of you tomorrow and every day.”
May God bless all that happens in the tomorrows of our ordinary times. Joyous new year!
(Lucia A. Silecchia is a Professor of Law and Associate Dean for Faculty Research at the Catholic University of America’s Columbus School of Law. Email her at silecchia@cua.edu.)
Local Knights work on Wreaths Across America project












