Por Berta Mexidor
JACKSON – El Día Mundial del Matrimonio 2019, a celebrarse el próximo domingo 24 de febrero, tendrá la presencia de 5 parejas hispanas que celebran bodas de topacio y plata, con cuarentiuno y veinticinco aniversarios de casados respectivamente. La Misa, oficiada por el obispo Joseph Kopacz, honrará a todas las parejas casadas y en especial a todos los que marcan una fecha significativa. La celebración está organizada por Charlene Bearden, de la Oficina del Ministerio de la Familia, de la Diócesis de Jackson.
A esta fiesta de acción de gracias por el amor conyugal asisten Miguel Solano Torres y Concepción Herrera Pérez, de la Catedral de San Pedro, quienes estarán celebrando sus bodas de topacio, por sus cuarentiún años de matrimonio.
En la ceremonia estarán acompañados por las parejas de Ernesto e Irma Sánchez, de la Catedral de San Pedro, Mario y Carolina Lemus de la Inmaculada Concepción en West Point, Monte y Mónica Mayo, de la Basílica de Santa María en Natchez y Carmen e Isidro Vieyra de Santa Teresa de Jackson quienes celebran veinticinco años de casados.
Ernesto e Irma Sánchez, de la Catedral de San Pedro es una pareja de mejicanos provenientes de Sinaloa, se conocieron cuando trabajaban en una maquiladora. Al año de noviazgo se casaron; ambos tenían entonces veintiún años.
Con los años emigraron a los Estados Unidos y residen en Mississippi por más de trece años. Aquí han crecido sus dos hijos, Janeth Guadalupe (24) y Ernesto Javier (19).
La pregunta para un matrimonio de muchos años se impone ¿Que les ha permitido estar juntos por más de 25 años? La respuesta de Irma no se hace esperar, “el amor a la familia y estar agarrados de la mano de Dios”, dice. Irma comenta además que la conexión con Dios es lo que los ha ayudado a salir adelante.
Ernesto e Irma pertenecen al Movimiento Familiar Cristiano y desde hace 6 años son coordinadores de la primera etapa del movimiento. Esto los ha llevado a ayudar a otras parejas y a crecer ellos mismos. “El Movimiento Familiar nos ha ayudado en el bienestar de la familia y el matrimonio” añade Irma.
Al preguntarle cual sería el consejo que les darían a una pareja de jóvenes veinteañeros por casarse, Irma responde que los jóvenes deben saber que el matrimonio no es fácil y que el reto más difícil para las parejas es aprender a comunicarse y a dialogar, por eso les diría que ” dejen que Dios siempre esté presente en la familia. El matrimonio es muy difícil y la cercanía con Dios siempre pone la solución para salir adelante” – y concluye “… El matrimonio no es juego, es un sacramento por el que Dios los ayuda a caminar juntos”.